WLC/LBLA - 1º Reyes

1ª DE REYES

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Capítulo 1
Ancianidad de David
LBLA
1 Cuando el rey David era viejo, de edad avanzada, lo cubrían con ropas, pero no se calentaba.
2 Por lo cual sus siervos le dijeron: Busquen para mi señor el rey una joven virgen para que esté delante del rey, lo atienda y duerma en su seno; así mi señor el rey entrará en calor.
3 Buscaron, pues, una joven hermosa por todo el territorio de Israel, y encontraron a Abisag sunamita y la llevaron al rey.
4 La joven era muy hermosa; atendía al rey y le servía, pero el rey no la conoció.
5 Entonces Adonías, hijo de Haguit, se ensalzó, diciendo: Yo seré rey. Y se hizo de carros y de hombres de a caballo, y de cincuenta hombres que corrieran delante de él.
6 Su padre nunca lo había contrariado preguntándole: ¿Por qué has hecho esto? El era también de muy hermoso parecer, y había nacido después de Absalón.
7 Y había consultado con Joab, hijo de Sarvia, y con el sacerdote Abiatar, y ellos ayudaban a Adonías.
8 Pero el sacerdote Sadoc, Benaía, hijo de Joiada, el profeta Natán, Simei, Rei y los valientes que tenía David no estaban con Adonías.
9 Y Adonías sacrificó ovejas, bueyes y animales cebados junto a la piedra de Zohelet, que está cerca de En-rogel, e invitó a todos sus hermanos, los hijos del rey, y a todos los hombres de Judá, siervos del rey;
10 pero no invitó al profeta Natán, ni a Benaía, ni a los valientes, ni a su hermano Salomón.
11 Entonces Natán habló a Betsabé, madre de Salomón, diciendo: ¿No has oído que Adonías, hijo de Haguit, se ha hecho rey, y David nuestro señor no lo sabe?
12 Ahora pues, ven, permíteme darte consejo para que salves tu vida y la vida de tu hijo Salomón.
13 Ve y preséntate al rey David, y dile: "Oh rey señor mío, ¿no juraste a tu sierva, diciendo: 'Ciertamente tu hijo Salomón reinará después de mí, y él se sentará en mi trono'? ¿Por qué, pues, se ha hecho rey Adonías?"
14 He aquí, mientras tú estés allí hablando con el rey, yo entraré detrás de ti y confirmaré tus palabras.
15 Betsabé entró a la cámara del rey. El rey era muy viejo, y Abisag sunamita servía al rey.
16 Betsabé se inclinó y se postró ante el rey. Y el rey dijo: ¿Qué deseas?
17 Ella le respondió: Señor mío, tú juraste a tu sierva por el SEÑOR tu Dios, diciendo: "Ciertamente tu hijo Salomón reinará después de mí, y él se sentará en mi trono."
18 Pero ahora, he aquí, Adonías se ha hecho rey, y tú, mi señor el rey, no lo sabes.
19 El ha sacrificado bueyes, animales cebados y ovejas en abundancia, y ha invitado a todos los hijos del rey, al sacerdote Abiatar y a Joab, comandante del ejército; pero no ha invitado a tu siervo Salomón.
20 Y ahora, mi señor el rey, los ojos de todo Israel están puestos en ti, para que les declares quién ha de sentarse en el trono de mi señor el rey después de él.
21 De otra manera sucederá que cuando mi señor el rey duerma con sus padres, yo y mi hijo Salomón seremos tenidos por culpables.
22 Mientras ella aún hablaba con el rey, he aquí, entró el profeta Natán.
23 Y avisaron al rey, diciendo: He aquí el profeta Natán. Cuando él entró ante el rey, se postró ante el rey con el rostro en tierra.
24 Y Natán dijo: Mi señor el rey, ¿has dicho tú: "Adonías será rey después de mí, y él se sentará en mi trono"?
25 Porque él ha descendido hoy y ha sacrificado bueyes, animales cebados y ovejas en abundancia, y ha invitado a todos los hijos del rey, a los comandantes del ejército y al sacerdote Abiatar; y he aquí, están comiendo y bebiendo en su presencia, y dicen: "¡Viva el rey Adonías!"
26 Pero a mí tu siervo, al sacerdote Sadoc, a Benaía, hijo de Joiada, y a tu siervo Salomón, no ha invitado.
27 ¿Ha sido hecho esto por mi señor el rey, y no has declarado a tus siervos quién se sentará en el trono de mi señor el rey después de él?
28 El rey David respondió, y dijo: Llamadme a Betsabé. Y ella entró a la presencia del rey y se puso delante de él.
29 El rey juró, diciendo: Vive el SEÑOR, que ha redimido mi vida de toda angustia,
30 que ciertamente como te juré por el SEÑOR, Dios de Israel, diciendo: "Tu hijo Salomón será rey después de mí, y él se sentará en mi trono en mi lugar", así lo haré hoy.
31 Betsabé se inclinó rostro en tierra, y postrándose ante el rey, dijo: Viva para siempre mi señor el rey David.
32 Entonces el rey David dijo: Llamadme al sacerdote Sadoc, al profeta Natán y a Benaía, hijo de Joiada. Y ellos entraron a la presencia del rey.
33 Y el rey les dijo: Tomad con vosotros a los siervos de vuestro señor, y haced montar a mi hijo Salomón en mi mula, y llevadlo a Gihón.
34 Y que el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo unjan allí por rey sobre Israel; y tocad la trompeta y decid: "¡Viva el rey Salomón!"
35 Después subiréis tras él, y él vendrá y se sentará en mi trono y será rey en mi lugar; porque le he designado para que sea príncipe sobre Israel y sobre Judá.
36 Benaía, hijo de Joiada, respondió al rey, y dijo: ¡Amén! Así lo diga el SEÑOR, el Dios de mi señor el rey.
37 Como el SEÑOR ha estado con mi señor el rey, así esté con Salomón, y haga su trono más grande que el trono de mi señor el rey David.
38 Descendieron entonces el sacerdote Sadoc, el profeta Natán, Benaía, hijo de Joiada, los cereteos y los peleteos, e hicieron montar a Salomón en la mula del rey David y lo llevaron a Gihón.
39 El sacerdote Sadoc tomó el cuerno de aceite de la tienda y ungió a Salomón. Después tocaron la trompeta, y todo el pueblo dijo: ¡Viva el rey Salomón!
40 Todo el pueblo subió tras él, y el pueblo tocaba flautas y se regocijaba con gran gozo, de modo que la tierra se estremecía con el sonido de ellos.
41 Lo oyó Adonías y todos los invitados que con él estaban, cuando habían acabado de comer. Al oír Joab el sonido de la trompeta, dijo: ¿Por qué hay ruido de la ciudad alborotada?
42 Mientras él aún hablaba, he aquí, llegó Jonatán, hijo del sacerdote Abiatar. Y Adonías dijo: Entra, porque tú eres hombre valiente y traes buenas noticias.
43 Jonatán respondió, y dijo a Adonías: No es así. Nuestro señor el rey David ha hecho rey a Salomón.
44 El rey ha enviado con él al sacerdote Sadoc, al profeta Natán, a Benaía, hijo de Joiada, a los cereteos y a los peleteos; y lo han hecho montar en la mula del rey.
45 El sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo han ungido rey en Gihón, y de allí han subido regocijándose, y la ciudad está alborotada. Este es el ruido que habéis oído.
46 Además, Salomón se ha sentado en el trono del reino.
47 También los siervos del rey han venido a bendecir a nuestro señor el rey David, diciendo: "Tu Dios haga el nombre de Salomón más célebre que tu nombre, y haga su trono más grande que tu trono." Y el rey se inclinó en adoración en su lecho.
48 El rey ha dicho también así: "Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que ha concedido que un descendiente mío se siente hoy en mi trono, y que mis ojos lo vean."
49 Entonces todos los invitados que estaban con Adonías se estremecieron, y levantándose, cada uno se fue por su camino.
50 Y Adonías tuvo miedo de Salomón, y levantándose, fue y se asió de los cuernos del altar.
51 Y avisaron a Salomón, diciendo: He aquí, Adonías teme al rey Salomón, pues se ha asido de los cuernos del altar, diciendo: "Que el rey Salomón me jure hoy que no matará a espada a su siervo."
52 Y Salomón dijo: Si es hombre digno, ni uno de sus cabellos caerá en tierra; pero si se halla maldad en él, morirá.
53 Y el rey Salomón envió, y lo hicieron bajar del altar. Y él vino y se postró ante el rey Salomón, y Salomón le dijo: Vete a tu casa.
WLC
1 וְהַמֶּלֶךְ דָּוִד זָקֵן בָּא בַּיָּמִים וַיְכַסֻּהוּ בַּבְּגָדִים וְלֹא יִחַם לוֹ׃
2 וַיֹּאמְרוּ לוֹ עֲבָדָיו יְבַקְשׁוּ לַאדֹנִי הַמֶּלֶךְ נַעֲרָה בְתוּלָה וְעָמְדָה לִפְנֵי הַמֶּלֶךְ וּתְהִי־לוֹ סֹכֶנֶת וְשָׁכְבָה בְחֵיקֶךָ וְחַם לַאדֹנִי הַמֶּלֶךְ׃
3 וַיְבַקְשׁוּ נַעֲרָה יָפָה בְּכֹל גְּבוּל יִשְׂרָאֵל וַיִּמְצְאוּ אֶת־אֲבִישַׁג הַשּׁוּנַמִּית וַיָּבִאוּ אֹתָהּ לַמֶּלֶךְ׃
4 וְהַנַּעֲרָה יָפָה עַד־מְאֹד וַתְּהִי לַמֶּלֶךְ סֹכֶנֶת וַתְּשָׁרְתֵהוּ וְהַמֶּלֶךְ לֹא יְדָעָהּ׃
5 וַאֲדֹנִיָּה בֶן־חַגִּית מִתְנַשֵּׂא לֵאמֹר אֲנִי אֶמְלֹךְ וַיַּעַשׂ לוֹ רֶכֶב וּפָרָשִׁים וַחֲמִשִּׁים אִישׁ רָצִים לְפָנָיו׃
6 וְלֹא־עֲצָבוֹ אָבִיו מִיָּמָיו לֵאמֹר מַדּוּעַ כָּכָה עָשִׂיתָ וְגַם־הוּא טוֹב־תֹּאַר מְאֹד וְאֹתוֹ יָלְדָה אַחֲרֵי אַבְשָׁלוֹם׃
7 וַיִּהְיוּ דְבָרָיו עִם יוֹאָב בֶּן־צְרוּיָה וְעִם אֶבְיָתָר הַכֹּהֵן וַיַּעְזְרוּ אַחֲרֵי אֲדֹנִיָּה׃
8 וְצָדוֹק הַכֹּהֵן וּבְנָיָהוּ בֶן־יְהוֹיָדָע וְנָתָן הַנָּבִיא וְשִׁמְעִי וְרֵעִי וְהַגִּבּוֹרִים אֲשֶׁר לְדָוִד לֹא הָיוּ עִם־אֲדֹנִיָּהוּ׃
9 וַיִּזְבַּח אֲדֹנִיָּהוּ צֹאן וּבָקָר וּמְרִיא עִם אֶבֶן הַזֹּחֶלֶת אֲשֶׁר־אֵצֶל עֵין רֹגֵל וַיִּקְרָא אֶת־כָּל־אֶחָיו בְּנֵי הַמֶּלֶךְ וּלְכָל־אַנְשֵׁי יְהוּדָה עַבְדֵי הַמֶּלֶךְ׃
10 וְאֶת־נָתָן הַנָּבִיא וּבְנָיָהוּ וְאֶת־הַגִּבּוֹרִים וְאֶת־שְׁלֹמֹה אָחִיו לֹא קָרָא׃
11 וַיֹּאמֶר נָתָן אֶל־בַּת־שֶׁבַע אֵם־שְׁלֹמֹה לֵאמֹר הֲלוֹא שָׁמַעַתְּ כִּי מָלַךְ אֲדֹנִיָּהוּ בֶן־חַגִּית וַאֲדֹנֵינוּ דָוִד לֹא יָדָע׃
12 וְעַתָּה לְכִי אִיעָצֵךְ נָא עֵצָה וּמַלְּטִי אֶת־נַפְשֵׁךְ וְאֶת־נֶפֶשׁ בְּנֵךְ שְׁלֹמֹה׃
13 לְכִי וּבֹאִי אֶל־הַמֶּלֶךְ דָּוִד וְאָמַרְתְּ אֵלָיו הֲלֹא־אַתָּה אֲדֹנִי הַמֶּלֶךְ נִשְׁבַּעְתָּ לַאֲמָתְךָ לֵאמֹר כִּי־שְׁלֹמֹה בְנֵךְ יִמְלֹךְ אַחֲרַי וְהוּא יֵשֵׁב עַל־כִּסְאִי וּמַדּוּעַ מָלַךְ אֲדֹנִיָהוּ׃
14 הִנֵּה עוֹדָךְ מְדַבֶּרֶת שָׁם עִם־הַמֶּלֶךְ וַאֲנִי אָבוֹא אַחֲרַיִךְ וּמִלֵּאתִי אֶת־דְּבָרָיִךְ׃
15 וַתָּבֹא בַת־שֶׁבֶע אֶל־הַמֶּלֶךְ הַחַדְרָה וְהַמֶּלֶךְ זָקֵן מְאֹד וַאֲבִישַׁג הַשּׁוּנַמִּית מְשָׁרַת אֶת־הַמֶּלֶךְ׃
16 וַתִּקֹּד בַּת־שֶׁבַע וַתִּשְׁתַּחוּ לַמֶּלֶךְ וַיֹּאמֶר הַמֶּלֶךְ מַה־לָּךְ׃
17 וַתֹּאמֶר לוֹ אֲדֹנִי אַתָּה נִשְׁבַּעְתָּ בַּיהוָה אֱלֹהֶיךָ לַאֲמָתֶךָ כִּי־שְׁלֹמֹה בְנֵךְ יִמְלֹךְ אַחֲרָי וְהוּא יֵשֵׁב עַל־כִּסְאִי׃
18 וְעַתָּה הִנֵּה אֲדֹנִיָּה מָלָךְ וְעַתָּה אֲדֹנִי הַמֶּלֶךְ לֹא יָדָעְתָּ׃
19 וַיִּזְבַּח שׁוֹר וּמְרִיא־וְצֹאן לָרֹב וַיִּקְרָא לְכָל־בְּנֵי הַמֶּלֶךְ וּלְאֶבְיָתָר הַכֹּהֵן וּלְיֹאָב שַׂר הַצָּבָא וְלִשְׁלֹמֹה עַבְדְּךָ לֹא קָרָא׃
20 וְאַתָּה אֲדֹנִי הַמֶּלֶךְ עֵינֵי כָל־יִשְׂרָאֵל עָלֶיךָ לְהַגִּיד לָהֶם מִי יֵשֵׁב עַל־כִּסֵּא אֲדֹנִי־הַמֶּלֶךְ אַחֲרָיו׃
21 וְהָיָה כִּשְׁכַב אֲדֹנִי־הַמֶּלֶךְ עִם־אֲבֹתָיו וְהָיִיתִי אֲנִי וּבְנִי שְׁלֹמֹה חַטָּאִים׃
22 וְהִנֵּה עוֹדֶנָּה מְדַבֶּרֶת עִם־הַמֶּלֶךְ וְנָתָן הַנָּבִיא בָּא׃
23 וַיַּגִּידוּ לַמֶּלֶךְ לֵאמֹר הִנֵּה נָתָן הַנָּבִיא וַיָּבֹא לִפְנֵי הַמֶּלֶךְ וַיִּשְׁתַּחוּ לַמֶּלֶךְ עַל־אַפָּיו אָרְצָה׃
24 וַיֹּאמֶר נָתָן אֲדֹנִי הַמֶּלֶךְ אַתָּה אָמַרְתָּ אֲדֹנִיָּהוּ יִמְלֹךְ אַחֲרָי וְהוּא יֵשֵׁב עַל־כִּסְאִי׃
25 כִּי יָרַד הַיּוֹם וַיִּזְבַּח שׁוֹר וּמְרִיא־וְצֹאן לָרֹב וַיִּקְרָא לְכָל־בְּנֵי הַמֶּלֶךְ וּלְשָׂרֵי הַצָּבָא וּלְאֶבְיָתָר הַכֹּהֵן וְהִנָּם אֹכְלִים וְשֹׁתִים לְפָנָיו וַיֹּאמְרוּ יְחִי הַמֶּלֶךְ אֲדֹנִיָּהוּ׃
26 וְלִי אֲנִי־עַבְדֶּךָ וּלְצָדֹק הַכֹּהֵן וְלִבְנָיָהוּ בֶן־יְהוֹיָדָע וְלִשְׁלֹמֹה עַבְדְּךָ לֹא קָרָא׃
27 אִם מֵאֵת אֲדֹנִי הַמֶּלֶךְ נִהְיָה הַדָּבָר הַזֶּה וְלֹא הוֹדַעְתָּ אֶת־עבדיך [עַבְדְּךָ] מִי יֵשֵׁב עַל־כִּסֵּא אֲדֹנִי־הַמֶּלֶךְ אַחֲרָיו׃
28 וַיַּעַן הַמֶּלֶךְ דָּוִד וַיֹּאמֶר קִרְאוּ־לִי לְבַת־שָׁבַע וַתָּבֹא לִפְנֵי הַמֶּלֶךְ וַתַּעֲמֹד לִפְנֵי הַמֶּלֶךְ׃
29 וַיִּשָּׁבַע הַמֶּלֶךְ וַיֹּאמַר חַי־יְהוָה אֲשֶׁר־פָּדָה אֶת־נַפְשִׁי מִכָּל־צָרָה׃
30 כִּי כַּאֲשֶׁר נִשְׁבַּעְתִּי לָךְ בַּיהוָה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל לֵאמֹר כִּי־שְׁלֹמֹה בְנֵךְ יִמְלֹךְ אַחֲרַי וְהוּא יֵשֵׁב עַל־כִּסְאִי תַּחְתָּי כִּי כֵּן אֶעֱשֶׂה הַיּוֹם הַזֶּה׃
31 וַתִּקֹּד בַּת־שֶׁבַע אַפַּיִם אֶרֶץ וַתִּשְׁתַּחוּ לַמֶּלֶךְ וַתֹּאמֶר יְחִי אֲדֹנִי הַמֶּלֶךְ דָּוִד לְעֹלָם׃
32 וַיֹּאמֶר הַמֶּלֶךְ דָּוִד קִרְאוּ־לִי לְצָדוֹק הַכֹּהֵן וּלְנָתָן הַנָּבִיא וְלִבְנָיָהוּ בֶּן־יְהוֹיָדָע וַיָּבֹאוּ לִפְנֵי הַמֶּלֶךְ׃
33 וַיֹּאמֶר הַמֶּלֶךְ לָהֶם קְחוּ עִמָּכֶם אֶת־עַבְדֵי אֲדֹנֵיכֶם וְהִרְכַּבְתֶּם אֶת־שְׁלֹמֹה בְנִי עַל־הַפִּרְדָּה אֲשֶׁר־לִי וְהוֹרַדְתֶּם אֹתוֹ אֶל־גִּחוֹן׃
34 וּמָשַׁח אֹתוֹ שָׁם צָדוֹק הַכֹּהֵן וְנָתָן הַנָּבִיא לְמֶלֶךְ עַל־יִשְׂרָאֵל וּתְקַעְתֶּם בַּשּׁוֹפָר וַאֲמַרְתֶּם יְחִי הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה׃
35 וַעֲלִיתֶם אַחֲרָיו וּבָא וְיָשַׁב עַל־כִּסְאִי וְהוּא יִמְלֹךְ תַּחְתָּי וְאֹתוֹ צִוִּיתִי לִהְיוֹת נָגִיד עַל־יִשְׂרָאֵל וְעַל־יְהוּדָה׃
36 וַיַּעַן בְּנָיָהוּ בֶן־יְהוֹיָדָע אֶת־הַמֶּלֶךְ וַיֹּאמֶר אָמֵן כֵּן יֹאמַר יְהוָה אֱלֹהֵי אֲדֹנִי הַמֶּלֶךְ׃
37 כַּאֲשֶׁר הָיָה יְהוָה עִם־אֲדֹנִי הַמֶּלֶךְ כֵּן יהי [יִהְיֶה] עִם־שְׁלֹמֹה וִיגַדֵּל אֶת־כִּסְאוֹ מִכִּסֵּא אֲדֹנִי הַמֶּלֶךְ דָּוִד׃
38 וַיֵּרֶד צָדוֹק הַכֹּהֵן וְנָתָן הַנָּבִיא וּבְנָיָהוּ בֶן־יְהוֹיָדָע וְהַכְּרֵתִי וְהַפְּלֵתִי וַיַּרְכִּבוּ אֶת־שְׁלֹמֹה עַל־פִּרְדַּת הַמֶּלֶךְ דָּוִד וַיֹּלִכוּ אֹתוֹ עַל־גִּחוֹן׃
39 וַיִּקַּח צָדוֹק הַכֹּהֵן אֶת־קֶרֶן הַשֶּׁמֶן מִן־הָאֹהֶל וַיִּמְשַׁח אֶת־שְׁלֹמֹה וַיִּתְקְעוּ בַּשּׁוֹפָר וַיֹּאמְרוּ כָּל־הָעָם יְחִי הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה׃
40 וַיַּעֲלוּ כָל־הָעָם אַחֲרָיו וְהָעָם מְחַלְּלִים בַּחֲלִלִים וּשְׂמֵחִים שִׂמְחָה גְדוֹלָה וַתִּבָּקַע הָאָרֶץ בְּקוֹלָם׃
41 וַיִּשְׁמַע אֲדֹנִיָּהוּ וְכָל־הַקְּרֻאִים אֲשֶׁר אִתּוֹ וְהֵם כִּלּוּ לֶאֱכֹל וַיִּשְׁמַע יוֹאָב אֶת־קוֹל הַשּׁוֹפָר וַיֹּאמֶר מַדּוּעַ קוֹל־הַקִּרְיָה הוֹמָה׃
42 עוֹדֶנּוּ מְדַבֵּר וְהִנֵּה יוֹנָתָן בֶּן־אֶבְיָתָר הַכֹּהֵן בָּא וַיֹּאמֶר אֲדֹנִיָּהוּ בֹּא כִּי אִישׁ חַיִל אַתָּה וְטוֹב תְּבַשֵּׂר׃
43 וַיַּעַן יוֹנָתָן וַיֹּאמֶר לַאֲדֹנִיָּהוּ אֲבָל אֲדֹנֵינוּ הַמֶּלֶךְ־דָּוִד הִמְלִיךְ אֶת־שְׁלֹמֹה׃
44 וַיִּשְׁלַח אִתּוֹ הַמֶּלֶךְ אֶת־צָדוֹק הַכֹּהֵן וְאֶת־נָתָן הַנָּבִיא וּבְנָיָהוּ בֶּן־יְהוֹיָדָע וְהַכְּרֵתִי וְהַפְּלֵתִי וַיַּרְכִּבוּ אֹתוֹ עַל פִּרְדַּת הַמֶּלֶךְ׃
45 וַיִּמְשְׁחוּ אֹתוֹ צָדוֹק הַכֹּהֵן וְנָתָן הַנָּבִיא לְמֶלֶךְ בְּגִחוֹן וַיַּעֲלוּ מִשָּׁם שְׂמֵחִים וַתֵּהֹם הַקִּרְיָה הוּא הַקּוֹל אֲשֶׁר שְׁמַעְתֶּם׃
46 וְגַם יָשַׁב שְׁלֹמֹה עַל כִּסֵּא הַמְּלוּכָה׃
47 וְגַם־בָּאוּ עַבְדֵי הַמֶּלֶךְ לְבָרֵךְ אֶת־אֲדֹנֵינוּ הַמֶּלֶךְ דָּוִד לֵאמֹר יֵיטֵב אֱלֹהֶיךָ אֶת־שֵׁם שְׁלֹמֹה מִשְּׁמֶךָ וִיגַדֵּל אֶת־כִּסְאוֹ מִכִּסְאֶךָ וַיִּשְׁתַּחוּ הַמֶּלֶךְ עַל־הַמִּשְׁכָּב׃
48 וְגַם־כָּכָה אָמַר הַמֶּלֶךְ בָּרוּךְ יְהוָה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל אֲשֶׁר נָתַן הַיּוֹם יֹשֵׁב עַל־כִּסְאִי וְעֵינַי רֹאוֹת׃
49 וַיֶּחֶרְדוּ וַיָּקֻמוּ כָּל־הַקְּרֻאִים אֲשֶׁר לַאֲדֹנִיָּהוּ וַיֵּלְכוּ אִישׁ לְדַרְכּוֹ׃
50 וַאֲדֹנִיָּהוּ יָרֵא מִפְּנֵי שְׁלֹמֹה וַיָּקָם וַיֵּלֶךְ וַיַּחֲזֵק בְּקַרְנוֹת הַמִּזְבֵּחַ׃
51 וַיֻּגַּד לִשְׁלֹמֹה לֵאמֹר הִנֵּה אֲדֹנִיָּהוּ יָרֵא אֶת־הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה וְהִנֵּה אָחַז בְּקַרְנוֹת הַמִּזְבֵּחַ לֵאמֹר יִשָּׁבַע־לִי כַיּוֹם הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה אִם־יָמִית אֶת־עַבְדּוֹ בֶּחָרֶב׃
52 וַיֹּאמֶר שְׁלֹמֹה אִם יִהְיֶה לְבֶן־חַיִל לֹא־יִפֹּל מִשַּׂעֲרָתוֹ אָרְצָה וְאִם־רָעָה תִמָּצֵא־בוֹ וָמֵת׃
53 וַיִּשְׁלַח הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה וַיֹּרִדֻהוּ מֵעַל הַמִּזְבֵּחַ וַיָּבֹא וַיִּשְׁתַּחוּ לַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה וַיֹּאמֶר־לוֹ שְׁלֹמֹה לֵךְ לְבֵיתֶךָ׃
Capítulo 2
Los últimos días de David y el reinado de Salomón
LBLA
1 Cuando se acercaron los días de la muerte de David, dio instrucciones a su hijo Salomón, diciendo:
2 Yo sigo el camino de todos en la tierra. Sé fuerte, pues, y muéstrate hombre.
3 Guarda el encargo del SEÑOR tu Dios, andando en sus caminos, guardando sus estatutos, sus mandamientos, sus ordenanzas y sus testimonios, conforme a lo que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo lo que emprendas;
4 para que el SEÑOR cumpla la promesa que me hizo, diciendo: "Si tus hijos guardan su camino, andando delante de mí en verdad con todo su corazón y con toda su alma, no te faltará quien se siente en el trono de Israel."
5 Además, tú sabes lo que me ha hecho Joab, hijo de Sarvia, lo que hizo a los dos jefes de los ejércitos de Israel, a Abner hijo de Ner y a Amasa hijo de Jeter, a quienes mató, derramando en tiempo de paz la sangre de guerra, y poniendo sangre de guerra en el cinto que tenía alrededor de su cintura y en el calzado que llevaba en sus pies.
6 Actúa, pues, conforme a tu sabiduría, y no permitas que sus canas desciendan en paz al Seol.
7 Pero muestra bondad a los hijos de Barzilai galaadita, y que estén entre los que comen a tu mesa, porque así ellos se acercaron a mí cuando huía de tu hermano Absalón.
8 Y he aquí, contigo está Simei, hijo de Gera, benjamita, de Bahurim, el cual me maldijo con una maldición violenta el día en que yo iba a Mahanaim. Pero él descendió a recibirme en el Jordán, y yo le juré por el SEÑOR, diciendo: "No te mataré a espada."
9 Ahora pues, no lo dejes sin castigo, porque eres hombre sabio y sabrás lo que le has de hacer; harás descender sus canas en sangre al Seol.
10 Y durmió David con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de David.
11 Los días que reinó David sobre Israel fueron cuarenta años: en Hebrón reinó siete años, y en Jerusalén reinó treinta y tres años.
12 Y Salomón se sentó en el trono de su padre David, y su reino fue firmemente establecido.
13 Entonces Adonías, hijo de Haguit, fue a ver a Betsabé, madre de Salomón. Y ella dijo: ¿Vienes en son de paz? Y él respondió: En son de paz.
14 Y añadió: Tengo algo que decirte. Y ella dijo: Habla.
15 Entonces él dijo: Tú sabes que el reino me pertenecía a mí, y que todo Israel esperaba que yo reinara; pero el reino se me ha escapado y ha venido a ser de mi hermano, porque era suyo por voluntad del SEÑOR.
16 Ahora pues, una petición te hago; no me la niegues. Y ella le dijo: Habla.
17 Y él dijo: Te ruego que hables al rey Salomón (porque él no te la negará), para que me dé a Abisag la sunamita por mujer.
18 Y Betsabé dijo: Bien, hablaré al rey por ti.
19 Betsabé fue, pues, al rey Salomón para hablarle por Adonías. Y el rey se levantó a recibirla, se inclinó delante de ella y se sentó en su trono; e hizo poner una silla para la madre del rey, y ella se sentó a su derecha.
20 Entonces ella dijo: Una pequeña petición te haré; no me la niegues. Y el rey le dijo: Pide, madre mía, porque no te la negaré.
21 Y ella dijo: Que se dé Abisag la sunamita a tu hermano Adonías por mujer.
22 Pero el rey Salomón respondió y dijo a su madre: ¿Por qué pides a Abisag la sunamita para Adonías? Pídele también el reino para él, pues él es mi hermano mayor, y tiene de su parte al sacerdote Abiatar y a Joab hijo de Sarvia.
23 Entonces el rey Salomón juró por el SEÑOR, diciendo: Que Dios me haga así y aun me añada, si Adonías no ha hablado esta palabra contra su propia vida.
24 Ahora pues, vive el SEÑOR, que me ha confirmado y me ha puesto en el trono de David mi padre, y que me ha hecho casa como había prometido, que hoy mismo hará morir a Adonías.
25 Y el rey Salomón envió a Benaía hijo de Joiada, el cual lo hirió y murió.
26 Y el rey dijo al sacerdote Abiatar: Vete a Anatot a tus tierras, porque eres digno de muerte; pero no te daré muerte hoy, por cuanto llevaste el arca del Señor DIOS delante de mi padre David, y porque fuiste afligido en todo lo que mi padre fue afligido.
27 Y Salomón expulsó a Abiatar de ser sacerdote del SEÑOR, para cumplir la palabra que el SEÑOR había hablado en Silo respecto a la casa de Elí.
28 Cuando llegaron las noticias a Joab (pues Joab se había inclinado del lado de Adonías, aunque no se había inclinado del lado de Absalón), huyó Joab al tabernáculo del SEÑOR y se asió de los cuernos del altar.
29 Y le avisaron al rey Salomón: Joab ha huido al tabernáculo del SEÑOR, y he aquí, está junto al altar. Entonces Salomón envió a Benaía hijo de Joiada, diciendo: Ve, hiérelo.
30 Y Benaía fue al tabernáculo del SEÑOR y le dijo: Así dice el rey: "Sal." Pero él dijo: No, sino que aquí moriré. Y Benaía volvió con la respuesta al rey, diciendo: Así habló Joab, y así me respondió.
31 Y el rey le dijo: Haz como él ha dicho; hiérelo y entiérralo, para quitar de mí y de la casa de mi padre la sangre que Joab derramó sin causa.
32 Y el SEÑOR hará recaer su sangre sobre su propia cabeza, porque cayó sobre dos hombres más justos y mejores que él, y los mató a espada sin que mi padre David lo supiera: a Abner hijo de Ner, jefe del ejército de Israel, y a Amasa hijo de Jeter, jefe del ejército de Judá.
33 Recaerá, pues, la sangre de ellos sobre la cabeza de Joab y sobre la cabeza de su descendencia para siempre; pero para David y su descendencia, y su casa y su trono, habrá paz perpetua de parte del SEÑOR.
34 Entonces Benaía hijo de Joiada subió y lo hirió y lo mató, y fue sepultado en su casa en el desierto.
35 Y el rey puso a Benaía hijo de Joiada en su lugar sobre el ejército, y el rey puso al sacerdote Sadoc en lugar de Abiatar.
36 Después el rey envió a llamar a Simei y le dijo: Edifícate una casa en Jerusalén y habita allí, y no salgas de allí a ninguna parte.
37 Porque el día que salgas y pases el torrente de Cedrón, ten por cierto que de cierto morirás; tu sangre será sobre tu propia cabeza.
38 Y Simei dijo al rey: La palabra es buena; como el rey mi señor ha dicho, así lo hará tu siervo. Y habitó Simei en Jerusalén muchos días.
39 Pero sucedió que al cabo de tres años, dos siervos de Simei huyeron a Aquis, hijo de Maaca, rey de Gat. Y le avisaron a Simei, diciendo: He aquí, tus siervos están en Gat.
40 Entonces Simei se levantó, aparejó su asno y fue a Gat, a Aquis, en busca de sus siervos. Y fue Simei y trajo sus siervos de Gat.
41 Y le avisaron a Salomón que Simei había ido de Jerusalén a Gat y que había regresado.
42 El rey envió a llamar a Simei y le dijo: ¿No te hice jurar por el SEÑOR y te advertí solemnemente, diciendo: "El día que salgas y vayas a cualquier parte, ten por cierto que de cierto morirás"? Y tú me dijiste: "La palabra que he oído es buena."
43 ¿Por qué, pues, no guardaste el juramento del SEÑOR y el mandamiento que yo te impuse?
44 Y el rey dijo además a Simei: Tú sabes todo el mal, el cual tu corazón bien sabe, que cometiste contra mi padre David; por tanto, el SEÑOR ha hecho recaer tu maldad sobre tu propia cabeza.
45 Pero el rey Salomón será bendito, y el trono de David será establecido delante del SEÑOR para siempre.
46 Entonces el rey dio órdenes a Benaía hijo de Joiada, el cual salió e hirió a Simei, y murió. Así fue establecido el reino en manos de Salomón.
WLC
1 וַיִּקְרְב֥וּ יְמֵֽי־דָוִ֖ד לָמ֑וּת וַיְצַ֛ו אֶת־שְׁלֹמֹ֥ה בְנ֖וֹ לֵאמֹֽר׃
2 אָנֹכִ֣י הֹלֵ֔ךְ בְּדֶ֖רֶךְ כָּל־הָאָ֑רֶץ וְחָזַקְתָּ֖ וְהָיִ֥יתָ לְאִֽישׁ׃
3 וְשָׁ֣מַרְתָּ֔ אֶת־מִשְׁמֶ֖רֶת יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֑יךָ לָלֶ֤כֶת בִּדְרָכָיו֙ לִשְׁמֹ֨ר חֻקֹּתָ֤יו מִצְוֹתָיו֙ וּמִשְׁפָּטָ֣יו וְעֵדְוֹתָ֔יו כַּכָּת֖וּב בְּתוֹרַ֥ת מֹשֶׁ֔ה לְמַ֣עַן תַּשְׂכִּ֗יל אֵ֚ת כָּל־אֲשֶׁ֣ר תַּעֲשֶׂ֔ה וְאֵ֛ת כָּל־אֲשֶׁ֥ר תִּפְנֶ֖ה שָֽׁם׃
4 לְמַעַן֩ יָקִ֨ים יְהוָ֜ה אֶת־דְּבָר֗וֹ אֲשֶׁ֨ר דִּבֶּ֣ר עָלַי֮ לֵאמֹר֒ אִם־יִשְׁמְר֨וּ בָנֶ֜יךָ אֶת־דַּרְכָּ֗ם לָלֶ֤כֶת לְפָנַי֙ בֶּאֱמֶ֔ת בְּכָל־לְבָבָ֖ם וּבְכָל־נַפְשָׁ֑ם לֵאמֹ֕ר לֹֽא־יִכָּרֵ֤ת לְךָ֙ אִ֔ישׁ מֵעַ֖ל כִּסֵּ֥א יִשְׂרָאֵֽל׃
5 וְגַ֣ם אַתָּ֣ה יָדַ֡עְתָּ אֵת֩ אֲשֶׁר־עָ֨שָׂה לִ֜י יוֹאָ֣ב בֶּן־צְרוּיָ֗ה אֲשֶׁ֣ר עָשָׂ֣ה לִשְׁנֵֽי־שָׂרֵ֣י צִבְא֣וֹת יִֽשְׂרָאֵ֡ל לְאַבְנֵר֩ בֶּן־נֵ֨ר וְלַעֲמָשָׂ֤א בֶן־יֶ֙תֶר֙ וַיַּ֣הַרְגֵ֔ם וַיָּ֥שֶׂם דְּמֵי־מִלְחָמָ֖ה בְּשָׁלֹ֑ם וַיִּתֵּ֞ן דְּמֵ֣י מִלְחָמָ֗ה בַּחֲגֹֽרָתוֹ֙ אֲשֶׁ֣ר בְּמָתְנָ֔יו וּֽבְנַעֲל֖וֹ אֲשֶׁ֥ר בְּרַגְלָֽיו׃
6 וְעָשִׂ֖יתָ כְּחָכְמָתֶ֑ךָ וְלֹֽא־תוֹרֵ֧ד שֵׂיבָת֛וֹ בְּשָׁלֹ֖ם שְׁאֹֽל׃
7 וְלִבְנֵ֨י בַרְזִלַּ֤י הַגִּלְעָדִי֙ תַּֽעֲשֶׂה־חֶ֔סֶד וְהָי֖וּ בְּאֹכְלֵ֣י שֻׁלְחָנֶ֑ךָ כִּי־כֵן֙ קָרְב֣וּ אֵלַ֔י בְּבָרְחִ֕י מִפְּנֵ֖י אַבְשָׁל֥וֹם אָחִֽיךָ׃
8 וְהִנֵּ֣ה עִ֠מְּךָ שִׁמְעִ֨י בֶן־גֵּרָ֥א בֶן־הַיְמִינִי֮ מִבַּחֻרִים֒ וְה֤וּא קִֽלְלַ֙נִי֙ קְלָלָ֣ה נִמְרֶ֔צֶת בְּי֖וֹם לֶכְתִּ֣י מַחֲנָ֑יִם וְהֽוּא־יָרַ֤ד לִקְרָאתִי֙ הַיַּרְדֵּ֔ן וָאֶשָּׁ֨בַֽע ל֤וֹ בַֽיהוָה֙ לֵאמֹ֔ר אִם־אֲמִֽיתְךָ֖ בֶּחָֽרֶב׃
9 וְעַתָּה֙ אַל־תְּנַקֵּ֔הוּ כִּ֛י אִ֥ישׁ חָכָ֖ם אָ֑תָּה וְיָֽדַעְתָּ֙ אֵ֣ת אֲשֶׁ֤ר תַּֽעֲשֶׂה־לּוֹ֙ וְהוֹרַדְתָּ֧ אֶת־שֵׂיבָת֛וֹ בְּדָ֖ם שְׁאֽוֹל׃
10 וַיִּשְׁכַּ֥ב דָּוִ֖ד עִם־אֲבֹתָ֑יו וַיִּקָּבֵ֖ר בְּעִ֥יר דָּוִֽד׃
11 וְהַיָּמִ֗ים אֲשֶׁ֨ר מָלַ֤ךְ דָּוִד֙ עַל־יִשְׂרָאֵ֔ל אַרְבָּעִ֖ים שָׁנָ֑ה בְּחֶבְר֤וֹן מָלַךְ֙ שֶׁ֣בַע שָׁנִ֔ים וּבִירוּשָׁלִַ֥ם מָלַ֖ךְ שְׁלֹשִׁ֥ים וְשָׁלֹֽשׁ שָׁנִֽים׃
12 וּשְׁלֹמֹ֕ה יָשַׁ֕ב עַל־כִּסֵּ֖א דָּוִ֣ד אָבִ֑יו וַתִּכֹּ֥ן מַלְכֻת֖וֹ מְאֹֽד׃
13 וַיָּבֹא֙ אֲדֹנִיָּ֣הוּ בֶן־חַגֵּ֔ית אֶל־בַּת־שֶׁ֖בַע אֵם־שְׁלֹמֹ֑ה וַתֹּ֙אמֶר֙ הֲשָׁל֣וֹם בֹּאֶ֔ךָ וַיֹּ֖אמֶר שָׁלֽוֹם׃
14 וַיֹּ֕אמֶר דָּבָ֖ר לִ֣י אֵלָ֑יִךְ וַתֹּ֖אמֶר דַּבֵּֽר׃
15 וַיֹּ֗אמֶר אַ֤תְּ יָדַ֙עַתְּ֙ כִּי־לִי֙ הָיְתָ֣ה הַמְּלוּכָ֔ה וְעָלַ֞י שָׂ֧מוּ כָל־יִשְׂרָאֵ֛ל פְּנֵיהֶ֖ם לִמְלֹ֑ךְ וַתִּסֹּ֤ב הַמְּלוּכָה֙ וַתְּהִ֣י לְאָחִ֔י כִּ֥י מֵיְהוָ֖ה הָ֥יְתָה לּֽוֹ׃
16 וְעַתָּ֗ה שְׁאֵלָ֤ה אַחַת֙ אָֽנֹכִי֙ שֹׁאֵ֣ל מֵֽאִתָּ֔ךְ אַל־תָּשִׁ֖בִי אֶת־פָּנָ֑י וַתֹּ֥אמֶר אֵלָ֖יו דַּבֵּֽר׃
17 וַיֹּ֗אמֶר אִמְרִי־נָא֙ לִשְׁלֹמֹ֣ה הַמֶּ֔לֶךְ כִּ֥י לֹֽא־יָשִׁ֖יב אֶת־פָּנָ֑יִךְ וְיִתֶּן־לִ֗י אֶת־אֲבִישַׁג֙ הַשּׁ֣וּנַמִּ֔ית לְאִשָּֽׁה׃
18 וַתֹּ֥אמֶר בַּת־שֶׁ֖בַע ט֑וֹב אֲנִ֕י אֲדַבֵּ֥ר עָלֶ֖יךָ אֶל־הַמֶּֽלֶךְ׃
19 וַתָּבֹ֤א בַת־שֶׁ֙בַע֙ אֶל־הַמֶּ֣לֶךְ שְׁלֹמֹ֔ה לְדַבֶּר־לָ֖הּ עַל־אֲדֹנִיָּ֑הוּ וַיָּ֨קָם הַמֶּ֜לֶךְ לִקְרָאתָ֗הּ וַיִּשְׁתַּ֤חוּ לָהּ֙ וַיֵּ֙שֶׁב֙ עַל־כִּסְא֔וֹ וַיָּ֤שֶׂם כִּסֵּא֙ לְאֵ֣ם הַמֶּ֔לֶךְ וַתֵּ֖שֶׁב לִֽימִינֽוֹ׃
20 וַתֹּ֗אמֶר שְׁאֵלָ֨ה אַחַ֤ת קְטַנָּה֙ אָֽנֹכִי֙ שֹׁאֶ֣לֶת מֵֽאִתָּ֔ךְ אַל־תָּ֖שֶׁב אֶת־פָּנָ֑י וַיֹּֽאמֶר־לָ֤הּ הַמֶּ֙לֶךְ֙ שַׁאֲלִ֣י אִמִּ֔י כִּ֥י לֹֽא־אָשִׁ֖יב אֶת־פָּנָֽיִךְ׃
21 וַתֹּ֕אמֶר יֻתַּ֖ן אֶת־אֲבִישַׁ֣ג הַשֻּׁנַמִּ֑ית לַאֲדֹנִיָּ֥הוּ אָחִ֖יךָ לְאִשָּֽׁה׃
22 וַיַּ֨עַן הַמֶּ֜לֶךְ שְׁלֹמֹ֗ה וַיֹּ֙אמֶר֙ לְאִמּ֔וֹ וְלָ֣מָה אַ֗תְּ שֹׁאֶ֤לֶת אֶת־אֲבִישַׁג֙ הַשֻּׁנַמִּ֔ית לַאֲדֹנִיָּ֖הוּ וְשַֽׁאֲלִי־לוֹ֙ אֶת־הַמְּלוּכָ֔ה כִּ֛י ה֥וּא אָחִ֖י הַגָּד֣וֹל מִמֶּ֑נִּי וְלוֹ֙ וּלְאֶבְיָתָ֣ר הַכֹּהֵ֔ן וּלְיוֹאָ֖ב בֶּן־צְרוּיָֽה׃
23 וַיִּשָּׁבַע֙ הַמֶּ֣לֶךְ שְׁלֹמֹ֔ה בַּֽיהוָ֖ה לֵאמֹ֑ר כֹּ֣ה יַֽעֲשֶׂה־לִּ֤י אֱלֹהִים֙ וְכֹ֣ה יוֹסִ֔יף כִּ֣י בְנַפְשׁ֔וֹ דִּבֶּר֙ אֲדֹנִיָּ֔הוּ אֶת־הַדָּבָ֖ר הַזֶּֽה׃
24 וְעַתָּ֗ה חַי־יְהוָה֙ אֲשֶׁ֣ר הֱכִינַ֗נִי וַיּֽוֹשִׁיבַ֙נִי֙ עַל־כִּסֵּא֙ דָּוִ֣ד אָבִ֔י וַאֲשֶׁ֧ר עָֽשָׂה־לִ֛י בַּ֖יִת כַּאֲשֶׁ֣ר דִּבֵּ֑ר כִּ֣י הַיּ֔וֹם יוּמַ֖ת אֲדֹנִיָּֽהוּ׃
25 וַיִּשְׁלַח֙ הַמֶּ֣לֶךְ שְׁלֹמֹ֔ה בְּיַ֖ד בְּנָיָ֣הוּ בֶן־יְהוֹיָדָ֑ע וַיִּפְגַּע־בּ֖וֹ וַיָּמֹֽת׃
26 וּלְאֶבְיָתָ֨ר הַכֹּהֵ֜ן אָמַ֣ר הַמֶּ֗לֶךְ עֲנָתֹ֨ת לֵ֜ךְ עַל־שָׂדֶ֗יךָ כִּ֠י אִ֣־אִ֤ישׁ מָ֙וֶת֙ אַ֔תָּה וְהַיּ֥וֹם לֹֽא־אֲמִיתֶ֖ךָ כִּֽי־נָשָׂ֣אתָ אֶת־אֲר֣וֹן אֲדֹנָ֣י יְהוִ֗ה לִפְנֵי֙ דָּוִ֣ד אָבִ֔י וְכִ֣י הִתְעַנִּ֔יתָ בְּכֹ֥ל אֲשֶׁר־הִתְעַנָּ֖ה אָבִֽי׃
27 וַיְגָ֤רֶשׁ שְׁלֹמֹה֙ אֶת־אֶבְיָתָ֔ר מִהְי֥וֹת כֹּהֵ֖ן לַֽיהוָ֑ה לְמַלֵּא֙ אֶת־דְּבַ֣ר יְהוָ֔ה אֲשֶׁ֥ר דִּבֶּ֛ר עַל־בֵּ֥ית עֵלִ֖י בְּשִׁלֹֽה׃
28 וְהַשְּׁמֻעָה֙ בָּ֣אָה עַד־יוֹאָ֔ב כִּ֣י יוֹאָ֗ב נָטָה֙ אַחֲרֵ֣י אֲדֹנִיָּ֔ה וְאַחֲרֵ֥י אַבְשָׁל֖וֹם לֹ֣א נָטָ֑ה וַיָּ֤נָס יוֹאָב֙ אֶל־אֹ֣הֶל יְהוָ֔ה וַֽיַּחֲזֵ֖ק בְּקַרְנ֥וֹת הַמִּזְבֵּֽחַ׃
29 וַיֻּגַּ֤ד לַמֶּ֙לֶךְ֙ שְׁלֹמֹ֔ה כִּ֣י נָ֔ס יוֹאָ֖ב אֶל־אֹ֣הֶל יְהוָ֑ה וְהִנֵּ֖ה אֵ֥צֶל הַמִּזְבֵּֽחַ֙ וַיִּשְׁלַ֨ח שְׁלֹמֹ֜ה אֶת־בְּנָיָ֧הוּ בֶן־יְהוֹיָדָ֛ע לֵאמֹ֖ר לֵ֥ךְ פְּגַע־בּֽוֹ׃
30 וַיָּבֹ֨א בְנָיָ֜הוּ אֶל־אֹ֣הֶל יְהוָ֗ה וַיֹּ֨אמֶר אֵלָ֜יו כֹּֽה־אָמַ֤ר הַמֶּ֙לֶךְ֙ צֵ֔א וַיֹּ֥אמֶר׀ לֹ֖א כִּ֣י פֹ֣ה אָמ֑וּת וַיָּ֨שֶׁב בְּנָיָ֤הוּ אֶת־הַמֶּ֙לֶךְ֙ דָּבָ֣ר לֵאמֹ֔ר כֹּֽה־דִבֶּ֥ר יוֹאָ֖ב וְכֹ֥ה עָנָֽנִי׃
31 וַיֹּ֧אמֶר ל֣וֹ הַמֶּ֗לֶךְ עֲשֵׂה֙ כַּאֲשֶׁ֣ר דִּבֶּ֔ר וּפְגַע־בּ֖וֹ וּקְבַרְתּ֑וֹ וַהֲסִירֹ֣תָ׀ דְּמֵ֣י חִנָּ֗ם אֲשֶׁר֙ שָׁפַ֣ךְ יוֹאָ֔ב מֵעָלַ֕י וּמֵעַ֖ל בֵּ֥ית אָבִֽי׃
32 וְהֵשִׁיב֩ יְהוָ֨ה אֶת־דָּמ֜וֹ עַל־רֹאשׁ֗וֹ אֲשֶׁ֣ר פָּגַ֣ע בִּשְׁנֵֽי־אֲנָשִׁ֣ים צַדִּקִ֣ים וְטֹבִ֣ים מִמֶּ֡נּוּ וַיַּהַרְגֵ֣ם בַּחֶ֩רֶב֩ וְאָבִ֨י דָוִ֜ד לֹ֣א יָדָ֗ע אֶת־אַבְנֵ֤ר בֶּן־נֵר֙ שַׂר־צְבָ֣א יִשְׂרָאֵ֔ל וְאֶת־עֲמָשָׂ֥א בֶן־יֶ֖תֶר שַׂר־צְבָ֥א יְהוּדָֽה׃
33 וְשָׁ֤בוּ דְמֵיהֶם֙ בְּרֹ֣אשׁ יוֹאָ֔ב וּבְרֹ֖אשׁ זַרְע֣וֹ לְעֹלָ֑ם וּלְדָוִ֡ד וּ֠לְזַרְעוֹ וּלְבֵית֨וֹ וּלְכִסְא֜וֹ יִהְיֶ֥ה שָׁל֛וֹם עַד־עוֹלָ֖ם מֵעִ֥ם יְהוָֽה׃
34 וַיַּ֨עַל בְּנָיָ֧הוּ בֶן־יְהוֹיָדָ֛ע וַיִּפְגַּע־בּ֥וֹ וַיְמִתֵ֖הוּ וַיִּקָּבֵ֑ר בְּבֵית֖וֹ בַּמִּדְבָּֽר׃
35 וַיִּתֵּ֨ן הַמֶּ֜לֶךְ אֶת־בְּנָיָ֧הוּ בֶן־יְהוֹיָדָ֛ע תַּחְתָּ֖יו עַל־הַצָּבָ֑א וְאֶת־צָד֤וֹק הַכֹּהֵן֙ נָתַ֣ן הַמֶּ֔לֶךְ תַּ֖חַת אֶבְיָתָֽר׃
36 וַיִּשְׁלַ֤ח הַמֶּ֙לֶךְ֙ וַיִּקְרָ֣א לְשִׁמְעִ֔י וַיֹּ֣אמֶר ל֔וֹ בְּנֵה־לְךָ֥ בַ֖יִת בִּירוּשָׁלִַ֑ם וְיָשַׁבְתָּ֥ שָׁ֖ם וְלֹא־תֵצֵ֥א מִשָּׁ֖ם אָ֥נֶה וָאָֽנָה׃
37 וְהָיָ֗ה בְּי֨וֹם צֵאתְךָ֜ וְעָבַרְתָּ֣ אֶת־נַ֤חַל קִדְרוֹן֙ יָדֹ֨עַ תֵּדַ֜ע כִּ֧י מ֣וֹת תָּמ֗וּת דָּֽמְךָ֙ יִהְיֶ֣ה בְרֹאשֶׁ֔ךָ׃
38 וַיֹּ֧אמֶר שִׁמְעִ֛י לַמֶּ֖לֶךְ ט֣וֹב הַדָּבָ֑ר כַּאֲשֶׁ֤ר דִּבֶּר֙ אֲדֹנִ֣י הַמֶּ֔לֶךְ כֵּ֖ן יַעֲשֶׂ֥ה עַבְדֶּֽךָ וַיֵּ֤שֶׁב שִׁמְעִי֙ בִּיר֣וּשָׁלִַ֔ם יָמִ֖ים רַבִּֽים׃
39 וַיְהִ֗י מִקֵּץ֙ שָׁלֹ֣שׁ שָׁנִ֔ים וַיִּבְרְח֤וּ שְׁנֵֽי־עֲבָדִים֙ לְשִׁמְעִ֔י אֶל־אָכִ֥ישׁ בֶּן־מַעֲכָ֖ה מֶ֣לֶךְ גַּ֑ת וַיַּגִּ֨ידוּ לְשִׁמְעִ֜י לֵאמֹ֗ר הִנֵּ֤ה עֲבָדֶ֙יךָ֙ בְּגַ֔ת׃
40 וַיָּ֣קָם שִׁמְעִי֮ וַֽיַּחֲבֹשׁ֮ אֶת־חֲמֹרוֹ֒ וַיֵּ֤לֶךְ גַּ֙תָה֙ אֶל־אָכִ֔ישׁ לְבַקֵּ֖שׁ אֶת־עֲבָדָ֑יו וַיֵּ֣לֶךְ שִׁמְעִ֔י וַיָּבֵ֥א אֶת־עֲבָדָ֖יו מִגַּֽת׃
41 וַיֻּגַּ֖ד לִשְׁלֹמֹ֑ה כִּ֚י הָלַ֣ךְ שִׁמְעִ֔י מִירוּשָׁלִַ֖ם גַּ֥ת וַיָּשֹֽׁב׃
42 וַיִּשְׁלַ֣ח הַמֶּ֡לֶךְ וַיִּקְרָ֣א לְשִׁמְעִי֩ וַיֹּ֨אמֶר אֵלָ֜יו הֲל֧וֹא הִשְׁבַּעְתִּ֣יךָ בַֽיהוָ֗ה וָאָעִ֤ד בְּךָ֙ לֵאמֹ֔ר בְּי֨וֹם צֵאתְךָ֜ וְהָלַכְתָּ֣ אָֽנֶה וָאָ֗נָה יָדֹ֙עַ֙ תֵּדַ֔ע כִּ֥י מ֖וֹת תָּמ֑וּת וַתֹּ֧אמֶר אֵלַ֛י ט֥וֹב הַדָּבָ֖ר שָׁמָֽעְתִּי׃
43 וּמַדּ֕וּעַ לֹ֣א שָׁמַ֔רְתָּ אֵ֖ת שְׁבֻעַ֣ת יְהוָ֑ה וְאֶת־הַמִּצְוָ֖ה אֲשֶׁר־צִוִּ֥יתִי עָלֶֽיךָ׃
44 וַיֹּ֨אמֶר הַמֶּ֜לֶךְ אֶל־שִׁמְעִ֗י אַתָּה֙ יָדַ֙עְתָּ֙ אֵ֣ת כָּל־הָרָעָ֔ה אֲשֶׁ֥ר יָדַ֖ע לְבָבְךָ֑ אֲשֶׁ֣ר עָשִׂ֔יתָ לְדָוִ֖ד אָבִ֑י וְהֵשִׁ֧יב יְהוָ֛ה אֶת־רָעָתְךָ֖ בְּרֹאשֶֽׁךָ׃
45 וְהַמֶּ֙לֶךְ֙ שְׁלֹמֹ֣ה בָר֔וּךְ וְכִסֵּ֥א דָוִ֖ד יִהְיֶ֣ה נָכ֑וֹן לִפְנֵ֥י יְהוָ֖ה עַד־עוֹלָֽם׃
46 וַיְצַ֣ו הַמֶּ֔לֶךְ אֶת־בְּנָיָ֖הוּ בֶּן־יְהוֹיָדָ֑ע וַיֵּצֵ֕א וַיִּפְגַּע־בּ֖וֹ וַיָּמֹ֑ת וְהַמַּמְלָכָ֥ה נָכ֖וֹן בְּיַד־שְׁלֹמֹֽה׃
Capítulo 3
Salomón pide sabiduría
LBLA
1 Salomón emparentó con Faraón, rey de Egipto, pues tomó a la hija de Faraón y la trajo a la ciudad de David hasta que terminó de edificar su casa, la casa del SEÑOR y la muralla alrededor de Jerusalén.
2 El pueblo todavía sacrificaba en los lugares altos, porque hasta esos días no se había edificado una casa al nombre del SEÑOR.
3 Y Salomón amó al SEÑOR, andando en los estatutos de su padre David, excepto que sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.
4 El rey fue a Gabaón para ofrecer sacrificios allí, porque aquél era el principal lugar alto; mil holocaustos ofreció Salomón sobre aquel altar.
5 En Gabaón el SEÑOR se apareció a Salomón en un sueño de noche, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé.
6 Entonces Salomón dijo: Tú has mostrado gran misericordia a tu siervo David mi padre, según él anduvo delante de ti en verdad, en justicia y en rectitud de corazón hacia ti; y le has guardado esta gran misericordia, en que le has dado un hijo que se siente en su trono, como sucede hoy.
7 Y ahora, oh SEÑOR, Dios mío, tú has hecho rey a tu siervo en lugar de mi padre David, aunque soy un muchacho; no sé cómo salir ni cómo entrar.
8 Tu siervo está en medio de tu pueblo al que has escogido, pueblo grande que no se puede contar ni numerar por su multitud.
9 Da, pues, a tu siervo un corazón con entendimiento para juzgar a tu pueblo y para discernir entre el bien y el mal. Pues, ¿quién podrá juzgar a este pueblo tuyo tan grande?
10 Y agradó delante del Señor que Salomón hubiera pedido esto.
11 Y Dios le dijo: Por cuanto has pedido esto y no has pedido para ti larga vida, ni has pedido para ti riquezas, ni has pedido la vida de tus enemigos, sino que has pedido para ti inteligencia para administrar justicia,
12 he aquí, he hecho conforme a tus palabras. He aquí, te he dado un corazón sabio y entendido, de modo que no ha habido ninguno como tú antes de ti, ni se levantará ninguno como tú después de ti.
13 También te he dado lo que no has pedido, tanto riquezas como gloria, de modo que no habrá entre los reyes ninguno como tú en todos tus días.
14 Y si andas en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos como anduvo tu padre David, entonces prolongaré tus días.
15 Cuando Salomón despertó, he aquí, era un sueño. Entonces fue a Jerusalén, y se puso delante del arca del pacto del Señor, y ofreció holocaustos e hizo ofrendas de paz, y dio un banquete para todos sus siervos.
16 Entonces vinieron al rey dos mujeres que eran rameras, y se presentaron delante de él.
17 Y una de las mujeres dijo: ¡Ah, señor mío! Esta mujer y yo habitamos en la misma casa, y yo di a luz estando con ella en la casa.
18 Y aconteció que al tercer día después de dar yo a luz, esta mujer también dio a luz, y estábamos juntas; no había ningún extraño con nosotras en la casa, sólo nosotras dos en la casa.
19 Y murió el hijo de esta mujer durante la noche, porque ella se acostó sobre él.
20 Pero ella se levantó a medianoche y tomó a mi hijo de mi lado mientras tu sierva dormía, y lo puso en su regazo, y en mi regazo puso a su hijo muerto.
21 Cuando me levanté por la mañana para dar el pecho a mi hijo, he aquí que estaba muerto; pero cuando lo miré cuidadosamente por la mañana, he aquí, no era mi hijo, el que yo había dado a luz.
22 Entonces la otra mujer dijo: No, porque el vivo es mi hijo, y el muerto es tu hijo. Pero la primera mujer dijo: No, porque el muerto es tu hijo, y el vivo es mi hijo. Así hablaban delante del rey.
23 Entonces el rey dijo: Esta dice: "Este es mi hijo que está vivo, y tu hijo es el muerto"; y la otra dice: "No, porque tu hijo es el muerto, y mi hijo es el vivo."
24 Y el rey dijo: Traedme una espada. Y trajeron una espada al rey.
25 Entonces el rey dijo: Partid en dos al niño vivo, y dad la mitad a una y la mitad a la otra.
26 Pero la mujer de quien era el hijo vivo habló al rey, porque se conmovieron sus entrañas por su hijo, y dijo: ¡Ah, señor mío! Dad a ella el niño vivo, y no lo matéis. Pero la otra decía: Ni para mí ni para ti; partidlo.
27 Entonces el rey respondió y dijo: Dad a la primera el niño vivo, y no lo matéis; ella es su madre.
28 Cuando todo Israel oyó del juicio que el rey había pronunciado, temieron al rey; porque vieron que la sabiduría de Dios estaba en él para administrar justicia.
WLC
1 וַיִּתְחַתֵּן שְׁלֹמֹה אֶת־פַּרְעֹה מֶלֶךְ מִצְרָיִם וַיִּקַּח אֶת־בַּת־פַּרְעֹה וַיְבִיאֶהָ אֶל־עִיר דָּוִד עַד כַּלֹּתוֹ לִבְנוֹת אֶת־בֵּיתוֹ וְאֶת־בֵּית יְהוָה וְאֶת־חוֹמַת יְרוּשָׁלִַם סָבִיב׃
2 רַק הָעָם מְזַבְּחִים בַּבָּמוֹת כִּי לֹא־נִבְנָה בַיִת לְשֵׁם יְהוָה עַד הַיָּמִים הָהֵם׃
3 וַיֶּאֱהַב שְׁלֹמֹה אֶת־יְהוָה לָלֶכֶת בְּחֻקּוֹת דָּוִד אָבִיו רַק בַּבָּמוֹת הוּא מְזַבֵּחַ וּמַקְטִיר׃
4 וַיֵּלֶךְ הַמֶּלֶךְ גִּבְעֹנָה לִזְבֹּחַ שָׁם כִּי הִיא הַבָּמָה הַגְּדוֹלָה אֶלֶף עֹלוֹת יַעֲלֶה שְׁלֹמֹה עַל הַמִּזְבֵּחַ הַהוּא׃
5 בְּגִבְעוֹן נִרְאָה יְהוָה אֶל־שְׁלֹמֹה בַּחֲלוֹם הַלָּיְלָה וַיֹּאמֶר אֱלֹהִים שְׁאַל מָה אֶתֶּן־לָךְ׃
6 וַיֹּאמֶר שְׁלֹמֹה אַתָּה עָשִׂיתָ עִם־עַבְדְּךָ דָוִד אָבִי חֶסֶד גָּדוֹל כַּאֲשֶׁר הָלַךְ לְפָנֶיךָ בֶּאֱמֶת וּבִצְדָקָה וּבְיִשְׁרַת לֵבָב עִמָּךְ וַתִּשְׁמָר־לוֹ אֶת־הַחֶסֶד הַגָּדוֹל הַזֶּה וַתִּתֶּן־לוֹ בֵן יֹשֵׁב עַל־כִּסְאוֹ כַּיּוֹם הַזֶּה׃
7 וְעַתָּה יְהוָה אֱלֹהָי אַתָּה הִמְלַכְתָּ אֶת־עַבְדְּךָ תַּחַת דָּוִד אָבִי וְאָנֹכִי נַעַר קָטֹן לֹא אֵדַע צֵאת וָבֹא׃
8 וְעַבְדְּךָ בְּתוֹךְ עַמְּךָ אֲשֶׁר בָּחָרְתָּ עַם־רָב אֲשֶׁר לֹא־יִמָּנֶה וְלֹא יִסָּפֵר מֵרֹב׃
9 וְנָתַתָּ לְעַבְדְּךָ לֵב שֹׁמֵעַ לִשְׁפֹּט אֶת־עַמְּךָ לְהָבִין בֵּין־טוֹב לְרָע כִּי מִי יוּכַל לִשְׁפֹּט אֶת־עַמְּךָ הַכָּבֵד הַזֶּה׃
10 וַיִּיטַב הַדָּבָר בְּעֵינֵי אֲדֹנָי כִּי שָׁאַל שְׁלֹמֹה אֶת־הַדָּבָר הַזֶּה׃
11 וַיֹּאמֶר אֱלֹהִים אֵלָיו יַעַן אֲשֶׁר שָׁאַלְתָּ אֶת־הַדָּבָר הַזֶּה וְלֹא־שָׁאַלְתָּ לְּךָ יָמִים רַבִּים וְלֹא־שָׁאַלְתָּ לְּךָ עֹשֶׁר וְלֹא שָׁאַלְתָּ נֶפֶשׁ אֹיְבֶיךָ וְשָׁאַלְתָּ לְּךָ הָבִין לִשְׁמֹעַ מִשְׁפָּט׃
12 הִנֵּה עָשִׂיתִי כִּדְבָרֶיךָ הִנֵּה נָתַתִּי לְךָ לֵב חָכָם וְנָבוֹן אֲשֶׁר כָּמוֹךָ לֹא־הָיָה לְפָנֶיךָ וְאַחֲרֶיךָ לֹא־יָקוּם כָּמוֹךָ׃
13 וְגַם אֲשֶׁר לֹא־שָׁאַלְתָּ נָתַתִּי לָךְ גַּם־עֹשֶׁר גַּם־כָּבוֹד אֲשֶׁר לֹא־הָיָה כָמוֹךָ אִישׁ בַּמְּלָכִים כָּל־יָמֶיךָ׃
14 וְאִם תֵּלֵךְ בִּדְרָכַי לִשְׁמֹר חֻקַּי וּמִצְוֺתַי כַּאֲשֶׁר הָלַךְ דָּוִיד אָבִיךָ וְהַאַרַכְתִּי אֶת־יָמֶיךָ׃
15 וַיִּקַץ שְׁלֹמֹה וְהִנֵּה חֲלוֹם וַיָּבוֹא יְרוּשָׁלִַם וַיַּעֲמֹד לִפְנֵי אֲרוֹן בְּרִית־אֲדֹנָי וַיַּעַל עֹלוֹת וַיַּעַשׂ שְׁלָמִים וַיַּעַשׂ מִשְׁתֶּה לְכָל־עֲבָדָיו׃
16 אָז תָּבֹאנָה שְׁתַּיִם נָשִׁים זֹנוֹת אֶל־הַמֶּלֶךְ וַתַּעֲמֹדְנָה לְפָנָיו׃
17 וַתֹּאמֶר הָאִשָּׁה הָאַחַת בִּי אֲדֹנִי אֲנִי וְהָאִשָּׁה הַזֹּאת יֹשְׁבֹת בְּבַיִת אֶחָד וָאֵלֵד עִמָּהּ בַּבָּיִת׃
18 וַיְהִי בַּיּוֹם הַשְּׁלִישִׁי לְלִדְתִּי וַתֵּלֶד גַּם־הָאִשָּׁה הַזֹּאת וַאֲנַחְנוּ יַחְדָּו אֵין־זָר אִתָּנוּ בַּבַּיִת זוּלָתִי שְׁתַּיִם־אֲנַחְנוּ בַּבָּיִת׃
19 וַיָּמָת בֶּן־הָאִשָּׁה הַזֹּאת לָיְלָה אֲשֶׁר שָׁכְבָה עָלָיו׃
20 וַתָּקָם בְּתוֹךְ הַלַּיְלָה וַתִּקַּח אֶת־בְּנִי מֵאֶצְלִי וַאֲמָתְךָ יְשֵׁנָה וַתַּשְׁכִּיבֵהוּ בְּחֵיקָהּ וְאֶת־בְּנָהּ הַמֵּת הִשְׁכִּיבָה בְחֵיקִי׃
21 וָאָקֻם בַּבֹּקֶר לְהֵינִיק אֶת־בְּנִי וְהִנֵּה־מֵת וָאֶתְבּוֹנֵן אֵלָיו בַּבֹּקֶר וְהִנֵּה לֹא־הָיָה בְנִי אֲשֶׁר יָלָדְתִּי׃
22 וַתֹּאמֶר הָאִשָּׁה הָאַחֶרֶת לֹא כִי בְּנִי הַחַי וּבְנֵךְ הַמֵּת וְזֹאת אֹמֶרֶת לֹא כִי בְּנֵךְ הַמֵּת וּבְנִי הֶחָי וַתְּדַבֵּרְנָה לִפְנֵי הַמֶּלֶךְ׃
23 וַיֹּאמֶר הַמֶּלֶךְ זֹאת אֹמֶרֶת זֶה־בְּנִי הַחַי וּבְנֵךְ הַמֵּת וְזֹאת אֹמֶרֶת לֹא כִּי בְּנֵךְ הַמֵּת וּבְנִי הֶחָי׃
24 וַיֹּאמֶר הַמֶּלֶךְ קְחוּ לִי־חָרֶב וַיָּבִאוּ הַחֶרֶב לִפְנֵי הַמֶּלֶךְ׃
25 וַיֹּאמֶר הַמֶּלֶךְ גִּזְרוּ אֶת־הַיֶּלֶד הַחַי לִשְׁנָיִם וּתְנוּ אֶת־הַחֲצִי לְאַחַת וְאֶת־הַחֲצִי לְאֶחָת׃
26 וַתֹּאמֶר הָאִשָּׁה אֲשֶׁר־בְּנָהּ הַחַי אֶל־הַמֶּלֶךְ כִּי־נִכְמְרוּ רַחֲמֶיהָ עַל־בְּנָהּ וַתֹּאמֶר בִּי אֲדֹנִי תְּנוּ־לָהּ אֶת־הַיָּלוּד הַחַי וְהָמֵת אַל־תְּמִיתֻהוּ וְזֹאת אֹמֶרֶת גַּם־לִי גַם־לָךְ לֹא יִהְיֶה גְּזֹרוּ׃
27 וַיַּעַן הַמֶּלֶךְ וַיֹּאמֶר תְּנוּ־לָהּ אֶת־הַיָּלוּד הַחַי וְהָמֵת לֹא תְמִיתֻהוּ הִיא אִמּוֹ׃
28 וַיִּשְׁמְעוּ כָל־יִשְׂרָאֵל אֶת־הַמִּשְׁפָּט אֲשֶׁר שָׁפַט הַמֶּלֶךְ וַיִּרְאוּ מִפְּנֵי הַמֶּלֶךְ כִּי רָאוּ כִּי־חָכְמַת אֱלֹהִים בְּקִרְבּוֹ לַעֲשׂוֹת מִשְׁפָּט׃
Capítulo 4
Oficiales de Salomón
LBLA
1 El rey Salomón era rey sobre todo Israel.
2 Y estos eran sus oficiales: Azarías, hijo de Sadoc, era el sacerdote;
3 Elihoref y Ahías, hijos de Sisa, eran secretarios; Josafat, hijo de Ahilud, era cronista;
4 Benaía, hijo de Joiada, estaba al mando del ejército; Sadoc y Abiatar eran sacerdotes;
5 Azarías, hijo de Natán, estaba sobre los delegados; Zabud, hijo de Natán, era sacerdote, amigo del rey;
6 Ahisar estaba sobre la casa; y Adoniram, hijo de Abda, estaba sobre los hombres sujetos a trabajos forzados.
7 Salomón tenía doce delegados sobre todo Israel, los cuales abastecían al rey y a su casa. Cada uno tenía que proveer por un mes del año.
8 Y estos son sus nombres: Ben-hur, en la región montañosa de Efraín;
9 Ben-decar, en Macaz, en Saalbim, en Bet-semes y en Elón-bet-hanán;
10 Ben-hesed, en Arubot (suyo era Soco y toda la tierra de Hefer);
11 Ben-abinadab, en toda la altura de Dor (Tafat, hija de Salomón, era su mujer);
12 Baana, hijo de Ahilud, en Taanac, Meguido y en todo Bet-seán que está junto a Saretán, más abajo de Jezreel, desde Bet-seán hasta Abel-mehola, hasta el otro lado de Jocmeam;
13 Ben-geber, en Ramot de Galaad (suyas eran las ciudades de Jair, hijo de Manasés, que están en Galaad; suya era también la región de Argob que está en Basán, sesenta grandes ciudades con murallas y cerrojos de bronce);
14 Ahinadab, hijo de Iddo, en Mahanaim;
15 Ahimaas, en Neftalí (él también tomó por mujer a Basemat, hija de Salomón);
16 Baana, hijo de Husai, en Aser y en Alot;
17 Josafat, hijo de Parúa, en Isacar;
18 Simei, hijo de Ela, en Benjamín;
19 Geber, hijo de Uri, en la tierra de Galaad, el país de Sehón, rey de los amorreos, y de Og, rey de Basán; y él era el único delegado que había en la tierra.
20 Judá e Israel eran tan numerosos como la arena que está en abundancia a la orilla del mar; comían, bebían y se alegraban.
21 Y Salomón gobernaba sobre todos los reinos desde el río hasta la tierra de los filisteos y hasta la frontera de Egipto; ellos trajeron tributo y sirvieron a Salomón todos los días de su vida.
22 La provisión de Salomón para un día era treinta coros de flor de harina y sesenta coros de harina,
23 diez bueyes gordos, veinte bueyes de pasto y cien ovejas, sin contar ciervos, gacelas, corzos y aves cebadas.
24 Porque él tenía dominio sobre todo lo que estaba al otro lado del río, desde Tifsa hasta Gaza, sobre todos los reyes del otro lado del río; y tuvo paz por todos lados en derredor suyo.
25 Y Judá e Israel vivían seguros, cada uno bajo su parra y bajo su higuera, desde Dan hasta Beerseba, todos los días de Salomón.
26 Y Salomón tenía cuarenta mil plazas para los caballos de sus carros y doce mil jinetes.
27 Y aquellos delegados proveían para el rey Salomón y para todos los que venían a la mesa del rey Salomón, cada uno en su mes; no dejaban que faltara nada.
28 También llevaban cebada y paja para los caballos y para los corceles, al lugar donde él estaba, cada uno conforme a su turno.
29 Y Dios dio a Salomón sabiduría, gran discernimiento y amplitud de corazón, como la arena que está a la orilla del mar.
30 La sabiduría de Salomón sobrepasó la sabiduría de todos los hijos del oriente y toda la sabiduría de Egipto.
31 Porque él era más sabio que todos los hombres, más que Etán ezraíta, Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol; y su fama se extendió por todas las naciones de alrededor.
32 También compuso tres mil proverbios, y sus cantares fueron mil cinco.
33 Y disertó acerca de los árboles, desde el cedro que está en el Líbano hasta el hisopo que crece en la pared; también disertó acerca de los animales, de las aves, de los reptiles y de los peces.
34 Y venían de todos los pueblos para oír la sabiduría de Salomón, de parte de todos los reyes de la tierra que habían oído de su sabiduría.
WLC
1 וַיְהִי הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה מֶלֶךְ עַל־כָּל־יִשְׂרָאֵל׃
2 וְאֵלֶּה הַשָּׂרִים אֲשֶׁר־לוֹ עֲזַרְיָהוּ בֶן־צָדוֹק הַכֹּהֵן׃
3 אֱלִיחֹרֶף וַאֲחִיָּה בְּנֵי שִׁישָׁא סֹפְרִים יְהוֹשָׁפָט בֶּן־אֲחִילוּד הַמַּזְכִּיר׃
4 וּבְנָיָהוּ בֶן־יְהוֹיָדָע עַל־הַצָּבָא וְצָדוֹק וְאֶבְיָתָר כֹּהֲנִים׃
5 וַעֲזַרְיָהוּ בֶן־נָתָן עַל־הַנִּצָּבִים וְזָבוּד בֶּן־נָתָן כֹּהֵן רֵעֶה הַמֶּלֶךְ׃
6 וַאֲחִישָׁר עַל־הַבָּיִת וַאֲדֹנִירָם בֶּן־עַבְדָּא עַל־הַמַּס׃
7 וְלִשְׁלֹמֹה שְׁנֵים־עָשָׂר נִצָּבִים עַל־כָּל־יִשְׂרָאֵל וְכִלְכְּלוּ אֶת־הַמֶּלֶךְ וְאֶת־בֵּיתוֹ חֹדֶשׁ בַּשָּׁנָה יִהְיֶה עַל־אֶחָד לְכַלְכֵּל׃
8 וְאֵלֶּה שְׁמוֹתָם בֶּן־חוּר בְּהַר אֶפְרָיִם׃
9 בֶּן־דֶּקֶר בְּמָקַץ וּבְשַׁעַלְבִים וּבֵית שָׁמֶשׁ וְאֵילוֹן בֵּית חָנָן׃
10 בֶּן־חֶסֶד בָּאֲרֻבּוֹת לוֹ שֹׂכֹה וְכָל־אֶרֶץ חֵפֶר׃
11 בֶּן־אֲבִינָדָב כָּל־נָפַת דֹּאר טָפַת בַּת־שְׁלֹמֹה הָיְתָה לּוֹ לְאִשָּׁה׃
12 בַּעֲנָא בֶּן־אֲחִילוּד תַּעְנַךְ וּמְגִדּוֹ וְכָל־בֵּית שְׁאָן אֲשֶׁר אֵצֶל צָרְתַנָה מִתַּחַת לְיִזְרְעֶאל מִבֵּית שְׁאָן עַד אָבֵל מְחוֹלָה עַד מֵעֵבֶר לְיָקְמֳעָם׃
13 בֶּן־גֶּבֶר בְּרָמֹת גִּלְעָד לוֹ חַוֹּת יָאִיר בֶּן־מְנַשֶּׁה אֲשֶׁר בַּגִּלְעָד לוֹ חֶבֶל אַרְגֹּב אֲשֶׁר בַּבָּשָׁן שִׁשִּׁים עָרִים גְּדֹלוֹת חוֹמָה וּבְרִיחַ נְחֹשֶׁת׃
14 אֲחִינָדָב בֶּן־עִדֹּא מַחֲנָיְמָה׃
15 אֲחִימַעַץ בְּנַפְתָּלִי גַּם־הוּא לָקַח אֶת־בָּשְׂמַת בַּת־שְׁלֹמֹה לְאִשָּׁה׃
16 בַּעֲנָא בֶּן־חוּשָׁי בְּאָשֵׁר וּבְעָלוֹת׃
17 יְהוֹשָׁפָט בֶּן־פָּרוּחַ בְּיִשָּׂשכָר׃
18 שִׁמְעִי בֶן־אֵלָא בְּבִנְיָמִן׃
19 גֶּבֶר בֶּן־אֻרִי בְּאֶרֶץ גִּלְעָד אֶרֶץ סִיחוֹן מֶלֶךְ הָאֱמֹרִי וְעֹג מֶלֶךְ הַבָּשָׁן וּנְצִיב אֶחָד אֲשֶׁר בָּאָרֶץ׃
20 יְהוּדָה וְיִשְׂרָאֵל רַבִּים כַּחוֹל אֲשֶׁר־עַל־הַיָּם לָרֹב אֹכְלִים וְשֹׁתִים וּשְׂמֵחִים׃
21 וּשְׁלֹמֹה הָיָה מוֹשֵׁל בְּכָל־הַמַּמְלָכוֹת מִן־הַנָּהָר אֶרֶץ פְּלִשְׁתִּים וְעַד גְּבוּל מִצְרָיִם מַגִּשִׁים מִנְחָה וְעֹבְדִים אֶת־שְׁלֹמֹה כָּל־יְמֵי חַיָּיו׃
22 וַיְהִי לֶחֶם־שְׁלֹמֹה לְיוֹם אֶחָד שְׁלֹשִׁים כֹּר סֹלֶת וְשִׁשִּׁים כֹּר קָמַח׃
23 עֲשָׂרָה בָקָר בְּרִאִים וְעֶשְׂרִים בָּקָר רְעִי וּמֵאָה צֹאן לְבַד מֵאַיָּל וּצְבִי וְיַחְמוּר וּבַרְבֻּרִים אֲבוּסִים׃
24 כִּי־הוּא רֹדֶה בְּכָל־עֵבֶר הַנָּהָר מִתִּפְסַח וְעַד־עַזָּה בְּכָל־מַלְכֵי עֵבֶר הַנָּהָר וְשָׁלוֹם הָיָה לוֹ מִכָּל־עֲבָרָיו מִסָּבִיב׃
25 וַיֵּשֶׁב יְהוּדָה וְיִשְׂרָאֵל לָבֶטַח אִישׁ תַּחַת גַּפְנוֹ וְתַחַת תְּאֵנָתוֹ מִדָּן וְעַד־בְּאֵר שָׁבַע כֹּל יְמֵי שְׁלֹמֹה׃
26 וַיְהִי לִשְׁלֹמֹה אַרְבָּעִים אֶלֶף אֻרְוֹת סוּסִים לְמֶרְכָּבוֹ וּשְׁנֵים־עָשָׂר אֶלֶף פָּרָשִׁים׃
27 וְכִלְכְּלוּ הַנִּצָּבִים הָאֵלֶּה אֶת־הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה וְאֵת כָּל־הַקָּרֵב אֶל־שֻׁלְחַן הַמֶּלֶךְ־שְׁלֹמֹה אִישׁ חָדְשׁוֹ לֹא יְעַדְּרוּ דָּבָר׃
28 וְהַשְּׂעֹרִים וְהַתֶּבֶן לַסּוּסִים וְלָרָכֶשׁ יָבִאוּ אֶל־הַמָּקוֹם אֲשֶׁר יִהְיֶה־שָּׁם אִישׁ כְּמִשְׁפָּטוֹ׃
29 וַיִּתֵּן אֱלֹהִים חָכְמָה לִשְׁלֹמֹה וּתְבוּנָה הַרְבֵּה מְאֹד וְרֹחַב לֵב כַּחוֹל אֲשֶׁר עַל־שְׂפַת הַיָּם׃
30 וַתֵּרֶב חָכְמַת שְׁלֹמֹה מֵחָכְמַת כָּל־בְּנֵי־קֶדֶם וּמִכֹּל חָכְמַת מִצְרָיִם׃
31 וַיֶּחְכַּם מִכָּל־הָאָדָם מֵאֵיתָן הָאֶזְרָחִי וְהֵימָן וְכַלְכֹּל וְדַרְדַּע בְּנֵי מָחוֹל וַיְהִי־שְׁמוֹ בְכָל־הַגּוֹיִם סָבִיב׃
32 וַיְדַבֵּר שְׁלֹשֶׁת אֲלָפִים מָשָׁל וַיְהִי שִׁירוֹ חֲמִשָּׁה וָאָלֶף׃
33 וַיְדַבֵּר עַל־הָעֵצִים מִן־הָאֶרֶז אֲשֶׁר בַּלְּבָנוֹן וְעַד הָאֵזוֹב אֲשֶׁר יֹצֵא בַּקִּיר וַיְדַבֵּר עַל־הַבְּהֵמָה וְעַל־הָעוֹף וְעַל־הָרֶמֶשׂ וְעַל־הַדָּגִים׃
34 וַיָּבֹאוּ מִכָּל־הָעַמִּים לִשְׁמֹעַ אֵת חָכְמַת שְׁלֹמֹה מֵאֵת כָּל־מַלְכֵי הָאָרֶץ אֲשֶׁר שָׁמְעוּ אֶת־חָכְמָתוֹ׃
Capítulo 5
Preparativos para el templo
LBLA
1 Hiram, rey de Tiro, envió sus siervos a Salomón cuando oyó que lo habían ungido rey en lugar de su padre, porque Hiram siempre había sido amigo de David.
2 Entonces Salomón envió a decir a Hiram:
3 Tú sabes que mi padre David no pudo edificar una casa al nombre del SEÑOR su Dios a causa de las guerras que lo rodearon por todas partes, hasta que el SEÑOR puso a sus enemigos bajo las plantas de sus pies.
4 Pero ahora el SEÑOR mi Dios me ha dado paz por todas partes; no hay adversario ni calamidad.
5 Y he aquí, pienso edificar una casa al nombre del SEÑOR mi Dios, tal como el SEÑOR habló a mi padre David, diciendo: "Tu hijo, a quien yo pondré sobre tu trono en tu lugar, él edificará la casa a mi nombre."
6 Ahora pues, ordena que me corten cedros del Líbano, y mis siervos estarán con tus siervos; y te daré el salario de tus siervos conforme a todo lo que digas, porque tú sabes que no hay ninguno entre nosotros que sepa labrar la madera como los sidonios.
7 Y sucedió que cuando Hiram oyó las palabras de Salomón, se alegró mucho, y dijo: Bendito sea hoy el SEÑOR, que ha dado a David un hijo sabio sobre este gran pueblo.
8 Hiram envió a decir a Salomón: He oído el mensaje que me has enviado; haré todo lo que deseas acerca de la madera de cedro y la madera de ciprés.
9 Mis siervos los bajarán desde el Líbano hasta el mar, y yo los enviaré en balsas por el mar hasta el lugar adonde tú me indiques, y allí haré que los desaten para que tú los recojas; y tú cumplirás mi deseo dando alimento a mi casa.
10 Hiram dio a Salomón toda la madera de cedro y de ciprés que él deseaba.
11 Y Salomón dio a Hiram veinte mil coros de trigo como alimento para su casa, y veinte coros de aceite puro; esto daba Salomón a Hiram año tras año.
12 El SEÑOR dio sabiduría a Salomón, tal como le había prometido; y hubo paz entre Hiram y Salomón, e hicieron un pacto entre los dos.
13 El rey Salomón reclutó obreros de todo Israel, y los obreros eran treinta mil hombres.
14 Y los envió al Líbano, diez mil cada mes, por turnos; un mes estaban en el Líbano y dos meses en casa. Y Adoniram estaba sobre los obreros forzados.
15 Salomón tenía setenta mil que transportaban cargas y ochenta mil canteros en las montañas,
16 sin contar los oficiales de Salomón que estaban sobre la obra, tres mil trescientos, que dirigían a la gente que hacía la obra.
17 Y el rey ordenó que extrajeran grandes piedras, piedras costosas, para echar los cimientos de la casa con piedras labradas.
18 Y los constructores de Salomón y los constructores de Hiram y los gebalitas las cortaron y prepararon las maderas y las piedras para edificar la casa.
WLC
1 וַיִּשְׁלַח חִירָם מֶלֶךְ־צוֹר אֶת־עֲבָדָיו אֶל־שְׁלֹמֹה כִּי שָׁמַע כִּי אֹתוֹ מָשְׁחוּ לְמֶלֶךְ תַּחַת אָבִיהוּ כִּי אֹהֵב הָיָה חִירָם לְדָוִד כָּל־הַיָּמִים׃
2 וַיִּשְׁלַח שְׁלֹמֹה אֶל־חִירָם לֵאמֹר׃
3 אַתָּה יָדַעְתָּ אֶת־דָּוִד אָבִי כִּי לֹא יָכֹל לִבְנוֹת בַּיִת לְשֵׁם יְהוָה אֱלֹהָיו מִפְּנֵי הַמִּלְחָמָה אֲשֶׁר סְבָבֻהוּ עַד תֵּת־יְהוָה אֹתָם תַּחַת כַּפּוֹת רגלו [רַגְלָיו]׃
4 וְעַתָּה הֵנִיחַ יְהוָה אֱלֹהַי לִי מִסָּבִיב אֵין שָׂטָן וְאֵין פֶּגַע רָע׃
5 וְהִנְנִי אֹמֵר לִבְנוֹת בַּיִת לְשֵׁם יְהוָה אֱלֹהָי כַּאֲשֶׁר דִּבֶּר יְהוָה אֶל־דָּוִד אָבִי לֵאמֹר בִּנְךָ אֲשֶׁר אֶתֵּן תַּחְתֶּיךָ עַל־כִּסְאֶךָ הוּא־יִבְנֶה הַבַּיִת לִשְׁמִי׃
6 וְעַתָּה צַוֵּה וְיִכְרְתוּ־לִי אֲרָזִים מִן־הַלְּבָנוֹן וַעֲבָדַי יִהְיוּ עִם־עֲבָדֶיךָ וּשְׂכַר עֲבָדֶיךָ אֶתֵּן לְךָ כְּכֹל אֲשֶׁר תֹּאמֵר כִּי אַתָּה יָדַעְתָּ כִּי אֵין בָּנוּ אִישׁ יֹדֵעַ לִכְרָת־עֵצִים כַּצִּדֹנִים׃
7 וַיְהִי כִּשְׁמֹעַ חִירָם אֶת־דִּבְרֵי שְׁלֹמֹה וַיִּשְׂמַח מְאֹד וַיֹּאמֶר בָּרוּךְ יְהוָה הַיּוֹם אֲשֶׁר נָתַן לְדָוִד בֵּן חָכָם עַל־הָעָם הָרָב הַזֶּה׃
8 וַיִּשְׁלַח חִירָם אֶל־שְׁלֹמֹה לֵאמֹר שָׁמַעְתִּי אֵת אֲשֶׁר־שָׁלַחְתָּ אֵלָי אֲנִי אֶעֱשֶׂה אֶת־כָּל־חֶפְצְךָ בַּעֲצֵי אֲרָזִים וּבַעֲצֵי בְרוֹשִׁים׃
9 עֲבָדַי יֹרִדוּ מִן־הַלְּבָנוֹן יָמָּה וַאֲנִי אֲשִׂימֵם דֹּבְרוֹת בַּיָּם עַד־הַמָּקוֹם אֲשֶׁר־תִּשְׁלַח אֵלַי וְנִפַּצְתִּים שָׁם וְאַתָּה תִשָּׂא וְאַתָּה תַּעֲשֶׂה אֶת־חֶפְצִי לָתֵת לֶחֶם בֵּיתִי׃
10 וַיְהִי חִירוֹם נֹתֵן לִשְׁלֹמֹה עֲצֵי אֲרָזִים וַעֲצֵי בְרוֹשִׁים כָּל־חֶפְצוֹ׃
11 וּשְׁלֹמֹה נָתַן לְחִירָם עֶשְׂרִים אֶלֶף כֹּר חִטִּים מַכֹּלֶת לְבֵיתוֹ וְעֶשְׂרִים כֹּר שֶׁמֶן כָּתִית כֹּה־יִתֵּן שְׁלֹמֹה לְחִירָם שָׁנָה בְשָׁנָה׃
12 וַיהוָה נָתַן חָכְמָה לִשְׁלֹמֹה כַּאֲשֶׁר דִּבֶּר־לוֹ וַיְהִי שָׁלֹם בֵּין חִירָם וּבֵין שְׁלֹמֹה וַיִּכְרְתוּ בְרִית שְׁנֵיהֶם׃
13 וַיַּעַל הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה מַס מִכָּל־יִשְׂרָאֵל וַיְהִי הַמַּס שְׁלֹשִׁים אֶלֶף אִישׁ׃
14 וַיִּשְׁלָחֵם לְבָנוֹנָה עֲשֶׂרֶת אֲלָפִים בַּחֹדֶשׁ חֲלִיפוֹת חֹדֶשׁ יִהְיוּ בַלְּבָנוֹן שְׁנַיִם חֳדָשִׁים בְּבֵיתוֹ וַאֲדֹנִירָם עַל־הַמַּס׃
15 וַיְהִי לִשְׁלֹמֹה שִׁבְעִים אֶלֶף נֹשֵׂא סַבָּל וּשְׁמֹנִים אֶלֶף חֹצֵב בָּהָר׃
16 לְבַד מִשָּׂרֵי הַנִּצָּבִים לִשְׁלֹמֹה אֲשֶׁר עַל־הַמְּלָאכָה שְׁלֹשֶׁת אֲלָפִים וּשְׁלֹשׁ מֵאוֹת הָרֹדִים בָּעָם הָעֹשִׂים בַּמְּלָאכָה׃
17 וַיְצַו הַמֶּלֶךְ וַיַּסִּעוּ אֲבָנִים גְּדֹלוֹת אֲבָנִים יְקָרוֹת לְיַסֵּד הַבָּיִת אַבְנֵי גָזִית׃
18 וַיִּפְסְלוּ בֹּנֵי שְׁלֹמֹה וּבֹנֵי חִירוֹם וְהַגִּבְלִים וַיָּכִינוּ הָעֵצִים וְהָאֲבָנִים לִבְנוֹת הַבָּיִת׃
Capítulo 6
Construcción del templo
LBLA
1 Y aconteció que en el año cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel salieron de la tierra de Egipto, el cuarto año del reinado de Salomón sobre Israel, en el mes de Zif, que es el segundo mes, comenzó él a edificar la casa del SEÑOR.
2 La casa que el rey Salomón edificó para el SEÑOR tenía sesenta codos de largo, veinte de ancho y treinta codos de alto.
3 El pórtico delante del templo de la casa tenía veinte codos de largo, según la anchura de la casa, y su anchura delante de la casa era de diez codos.
4 También hizo para la casa ventanas con celosías.
5 Contra la pared de la casa edificó pisos alrededor, contra las paredes de la casa, tanto del templo como del santuario interior; así hizo cámaras laterales alrededor.
6 El piso inferior tenía cinco codos de ancho, el intermedio tenía seis codos de ancho y el tercero tenía siete codos de ancho; porque por fuera hizo en la casa rebajos en la pared todo alrededor para no empotrar las vigas en las paredes de la casa.
7 La casa, cuando se edificaba, se construía con piedra preparada en la cantera, y no se oyó en la casa ni martillo, ni hacha, ni ningún instrumento de hierro mientras se edificaba.
8 La entrada del piso inferior estaba en el lado derecho de la casa; y se subía por una escalera de caracol al piso intermedio, y del intermedio al tercero.
9 Así edificó la casa y la terminó; y cubrió la casa con vigas y tablas de cedro.
10 También construyó los pisos contra toda la casa, cada uno de cinco codos de alto; y estaban sujetos a la casa con maderas de cedro.
11 Y vino la palabra del SEÑOR a Salomón, diciendo:
12 En cuanto a esta casa que edificas, si andas en mis estatutos, practicas mis ordenanzas y guardas todos mis mandamientos andando en ellos, yo cumpliré contigo mi palabra, la cual hablé a tu padre David,
13 y habitaré en medio de los hijos de Israel, y no abandonaré a mi pueblo Israel.
14 Así Salomón edificó la casa y la terminó.
15 Y edificó las paredes de la casa por dentro con tablas de cedro; desde el suelo de la casa hasta el techo los recubrió con madera por dentro, y cubrió el piso de la casa con tablas de ciprés.
16 Y edificó los veinte codos del fondo de la casa con tablas de cedro desde el suelo hasta el techo; edificó el interior como santuario interior, como el lugar santísimo.
17 Y la casa, es decir, el templo de la parte anterior, tenía cuarenta codos.
18 Y el cedro de la casa por dentro estaba tallado con figuras de calabazas y flores abiertas; todo era de cedro, no se veía ninguna piedra.
19 Y preparó el santuario interior dentro de la casa, para colocar allí el arca del pacto del SEÑOR.
20 El santuario interior tenía veinte codos de largo, veinte codos de ancho y veinte codos de alto, y lo recubrió de oro puro. También recubrió el altar de cedro.
21 Y Salomón recubrió la casa por dentro con oro puro. Y puso cadenas de oro delante del santuario interior, y lo recubrió de oro.
22 Y recubrió toda la casa de oro, hasta que toda la casa quedó terminada. También recubrió de oro todo el altar que estaba junto al santuario interior.
23 También hizo en el santuario interior dos querubines de madera de olivo, cada uno de diez codos de alto.
24 Y una ala del primer querubín tenía cinco codos, y la otra ala del primer querubín cinco codos; desde la punta de un ala hasta la punta de la otra había diez codos.
25 Y el otro querubín tenía diez codos; ambos querubines tenían la misma medida y la misma forma.
26 La altura de un querubín era de diez codos, y asimismo la del otro querubín.
27 Y colocó los querubines en medio de la casa interior; y las alas de los querubines se extendían, de modo que el ala del primero tocaba una pared, y el ala del segundo querubín tocaba la otra pared, y sus alas se tocaban ala con ala en el centro de la casa.
28 También recubrió de oro los querubines.
29 Y talló todas las paredes de la casa con figuras de querubines, palmeras y flores abiertas, tanto en la parte interior como en la exterior.
30 Y recubrió de oro el piso de la casa, tanto en la parte interior como en la exterior.
31 Y para la entrada del santuario interior hizo puertas de madera de olivo; el dintel y las jambas formaban un pentágono.
32 Las dos puertas eran de madera de olivo, y talló en ellas figuras de querubines, palmeras y flores abiertas, y las recubrió de oro; también extendió el oro sobre los querubines y sobre las palmeras.
33 Así también hizo para la entrada del templo jambas de madera de olivo, un cuadrado.
34 Y las dos puertas eran de madera de ciprés; las dos hojas de una puerta giraban, y las dos hojas de la otra puerta giraban.
35 Y talló en ellas querubines, palmeras y flores abiertas, y las recubrió de oro, aplicado uniformemente sobre lo grabado.
36 Y edificó el atrio interior con tres hileras de piedras labradas y una hilera de vigas de cedro.
37 En el cuarto año, en el mes de Zif, se echaron los cimientos de la casa del SEÑOR,
38 y en el año undécimo, en el mes de Bul, que es el mes octavo, se terminó la casa en todos sus detalles y de acuerdo con sus especificaciones. La edificó, pues, en siete años.
WLC
1 וַיְהִי בִשְׁמוֹנִים שָׁנָה וְאַרְבַּע מֵאוֹת שָׁנָה לְצֵאת בְּנֵי־יִשְׂרָאֵל מֵאֶרֶץ־מִצְרַיִם בַּשָּׁנָה הָרְבִיעִית בְּחֹדֶשׁ זִו הוּא הַחֹדֶשׁ הַשֵּׁנִי לִמְלֹךְ שְׁלֹמֹה עַל־יִשְׂרָאֵל וַיִּבֶן הַבַּיִת לַיהוָה׃
2 וְהַבַּיִת אֲשֶׁר בָּנָה הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה לַיהוָה שִׁשִּׁים־אַמָּה אָרְכּוֹ וְעֶשְׂרִים רָחְבּוֹ וּשְׁלֹשִׁים אַמָּה קוֹמָתוֹ׃
3 וְהָאוּלָם עַל־פְּנֵי הֵיכַל הַבַּיִת עֶשְׂרִים אַמָּה אָרְכּוֹ עַל־פְּנֵי רֹחַב הַבָּיִת עֶשֶׂר בָּאַמָּה רָחְבּוֹ עַל־פְּנֵי הַבָּיִת׃
4 וַיַּעַשׂ לַבָּיִת חַלּוֹנֵי שְׁקֻפִים אֲטֻמִים׃
5 וַיִּבֶן עַל־קִיר הַבַּיִת יָצִיעַ סָבִיב אֶת־קִירוֹת הַבַּיִת סָבִיב לַהֵיכָל וְלַדְּבִיר וַיַּעַשׂ צְלָעוֹת סָבִיב׃
6 הַיָּצִיעַ התחתנה [הַתַּחְתֹּנָה] חָמֵשׁ בָּאַמָּה רָחְבָּהּ וְהַתִּיכֹנָה שֵׁשׁ בָּאַמָּה רָחְבָּהּ וְהַשְּׁלִישִׁית שֶׁבַע בָּאַמָּה רָחְבָּהּ כִּי מִגְרָעוֹת נָתַן לַבַּיִת סָבִיב חוּצָה לְבִלְתִּי אֲחֹז בְּקִירוֹת־הַבָּיִת׃
7 וְהַבַּיִת בְּהִבָּנֹתוֹ אֶבֶן־שְׁלֵמָה מַסָּע נִבְנָה וּמַקָּבוֹת וְהַגַּרְזֶן כָּל־כְּלִי בַרְזֶל לֹא־נִשְׁמַע בַּבַּיִת בְּהִבָּנֹתוֹ׃
8 פֶּתַח הַצֵּלָע הַתִּיכֹנָה אֶל־כֶּתֶף הַבַּיִת הַיְמָנִית וּבְלוּלִּים יַעֲלוּ עַל־הַתִּיכֹנָה וּמִן־הַתִּיכֹנָה אֶל־הַשְּׁלִשִׁים׃
9 וַיִּבֶן אֶת־הַבַּיִת וַיְכַלֵּהוּ וַיִּסְפֹּן אֶת־הַבַּיִת גֵּבִים וּשְׂדֵרֹת בָּאֲרָזִים׃
10 וַיִּבֶן אֶת־הַיָּצִיעַ עַל־כָּל־הַבַּיִת חָמֵשׁ אַמּוֹת קוֹמָתוֹ וַיֶּאֱחֹז אֶת־הַבַּיִת בַּעֲצֵי אֲרָזִים׃
11 וַיְהִי דְּבַר־יְהוָה אֶל־שְׁלֹמֹה לֵאמֹר׃
12 הַבַּיִת הַזֶּה אֲשֶׁר־אַתָּה בֹנֶה אִם־תֵּלֵךְ בְּחֻקֹּתַי וְאֶת־מִשְׁפָּטַי תַּעֲשֶׂה וְשָׁמַרְתָּ אֶת־כָּל־מִצְוֺתַי לָלֶכֶת בָּהֶם וַהֲקִמֹתִי אֶת־דְּבָרִי אִתָּךְ אֲשֶׁר דִּבַּרְתִּי אֶל־דָּוִד אָבִיךָ׃
13 וְשָׁכַנְתִּי בְּתוֹךְ בְּנֵי יִשְׂרָאֵל וְלֹא אֶעֱזֹב אֶת־עַמִּי יִשְׂרָאֵל׃
14 וַיִּבֶן שְׁלֹמֹה אֶת־הַבַּיִת וַיְכַלֵּהוּ׃
15 וַיִּבֶן אֶת־קִירוֹת הַבַּיִת מִבַּיְתָה בְּצַלְעוֹת אֲרָזִים מִקַּרְקַע הַבַּיִת עַד־קִירוֹת הַסִּפֻּן צִפָּה עֵץ מִבָּיִת וַיְצַף אֶת־קַרְקַע הַבַּיִת בְּצַלְעוֹת בְּרוֹשִׁים׃
16 וַיִּבֶן אֶת־עֶשְׂרִים אַמָּה מירכותי [מִיַּרְכְּתֵי] הַבַּיִת בְּצַלְעוֹת אֲרָזִים מִן־הַקַּרְקַע עַד־הַקִּירוֹת וַיִּבֶן לוֹ מִבַּיִת לִדְבִיר לְקֹדֶשׁ הַקֳּדָשִׁים׃
17 וְאַרְבָּעִים בָּאַמָּה הָיָה הַבָּיִת הוּא הַהֵיכָל לִפְנָי׃
18 וְאֶרֶז אֶל־הַבַּיִת פְּנִימָה מִקְלַעַת פְּקָעִים וּפְטוּרֵי צִצִּים הַכֹּל אֶרֶז אֵין אֶבֶן נִרְאָה׃
19 וּדְבִיר בְּתוֹךְ־הַבַּיִת מִפְּנִימָה הֵכִין לְתִתֵּן שָׁם אֶת־אֲרוֹן בְּרִית יְהוָה׃
20 וְלִפְנֵי הַדְּבִיר עֶשְׂרִים אַמָּה אֹרֶךְ וְעֶשְׂרִים אַמָּה רֹחַב וְעֶשְׂרִים אַמָּה קוֹמָתוֹ וַיְצַפֵּהוּ זָהָב סָגוּר וַיְצַף מִזְבֵּחַ אָרֶז׃
21 וַיְצַף שְׁלֹמֹה אֶת־הַבַּיִת מִפְּנִימָה זָהָב סָגוּר וַיְעַבֵּר ברתיקות [בְּרַתּוּקוֹת] זָהָב לִפְנֵי הַדְּבִיר וַיְצַפֵּהוּ זָהָב׃
22 וְאֶת־כָּל־הַבַּיִת צִפָּה זָהָב עַד־תֹּם כָּל־הַבָּיִת וְכָל־הַמִּזְבֵּחַ אֲשֶׁר־לַדְּבִיר צִפָּה זָהָב׃
23 וַיַּעַשׂ בַּדְּבִיר שְׁנֵי כְרוּבִים עֲצֵי־שָׁמֶן עֶשֶׂר אַמּוֹת קוֹמָתוֹ׃
24 וְחָמֵשׁ אַמּוֹת כְּנַף הַכְּרוּב הָאֶחָת וְחָמֵשׁ אַמּוֹת כְּנַף הַכְּרוּב הַשֵּׁנִית עֶשֶׂר אַמּוֹת מִקְצוֹת כְּנָפָיו וְעַד־קְצוֹת כְּנָפָיו׃
25 וְעֶשֶׂר בָּאַמָּה הַכְּרוּב הַשֵּׁנִי מִדָּה אַחַת וְקֶצֶב אֶחָד לִשְׁנֵי הַכְּרֻבִים׃
26 קוֹמַת הַכְּרוּב הָאֶחָד עֶשֶׂר בָּאַמָּה וְכֵן הַכְּרוּב הַשֵּׁנִי׃
27 וַיִּתֵּן אֶת־הַכְּרוּבִים בְּתוֹךְ הַבַּיִת הַפְּנִימִי וַיִּפְרְשׂוּ אֶת־כַּנְפֵי הַכְּרֻבִים וַתִּגַּע כְּנַף־הָאֶחָד בַּקִּיר וּכְנַף הַכְּרוּב הַשֵּׁנִי נֹגַעַת בַּקִּיר הַשֵּׁנִי וְכַנְפֵיהֶם אֶל־תּוֹךְ הַבַּיִת נֹגְעֹת כָּנָף אֶל־כָּנָף׃
28 וַיְצַף אֶת־הַכְּרוּבִים זָהָב׃
29 וְאֵת כָּל־קִירוֹת הַבַּיִת מֵסַב קָלַע פִּתּוּחֵי מִקְלְעוֹת כְּרוּבִים וְתִמֹרֹת וּפְטוּרֵי צִצִּים מִלִּפְנִים וְלַחִיצוֹן׃
30 וְאֶת־קַרְקַע הַבַּיִת צִפָּה זָהָב לִפְנִימָה וְלַחִיצוֹן׃
31 וְאֵת פֶּתַח הַדְּבִיר עָשָׂה דַּלְתוֹת עֲצֵי־שָׁמֶן הָאַיִל מְזוּזוֹת חֲמִשִׁית׃
32 וּשְׁתֵּי דַלְתוֹת עֲצֵי־שֶׁמֶן וְקָלַע עֲלֵיהֶם מִקְלְעוֹת כְּרוּבִים וְתִמֹרוֹת וּפְטוּרֵי צִצִּים וְצִפָּה זָהָב וַיָּרֶד עַל־הַכְּרוּבִים וְעַל־הַתִּמֹרוֹת אֶת־הַזָּהָב׃
33 וְכֵן עָשָׂה לְפֶתַח הַהֵיכָל מְזוּזוֹת עֲצֵי־שָׁמֶן מֵאֵת רְבִעִית׃
34 וּשְׁתֵּי דַלְתוֹת עֲצֵי בְרוֹשִׁים שְׁנֵי צְלָעִים הַדֶּלֶת הָאַחַת גְּלִילִים וּשְׁנֵי קְלָעִים הַדֶּלֶת הַשֵּׁנִית גְּלִילִים׃
35 וְקָלַע כְּרוּבִים וְתִמֹרוֹת וּפְטֻרֵי צִצִּים וְצִפָּה זָהָב מְיֻשָּׁר עַל־הַמְּחֻקֶּה׃
36 וַיִּבֶן אֶת־הֶחָצֵר הַפְּנִימִית שְׁלֹשָׁה טוּרֵי גָזִית וְטוּר כְּרֻתֹת אֲרָזִים׃
37 בַּשָּׁנָה הָרְבִיעִית יֻסַּד בֵּית יְהוָה בְּיֶרַח זִו׃
38 וּבַשָּׁנָה הָאַחַת עֶשְׂרֵה בְּיֶרַח בּוּל הוּא הַחֹדֶשׁ הַשְּׁמִינִי כָּלָה הַבַּיִת לְכָל־דְּבָרָיו וּלְכָל־מִשְׁפָּטָו וַיִּבְנֵהוּ שֶׁבַע שָׁנִים׃
Capítulo 7
Otros edificios de Salomón
LBLA
1 Pero Salomón edificó su casa en trece años, y terminó toda su casa.
2 Edificó la casa del bosque del Líbano de cien codos de largo, cincuenta codos de ancho y treinta codos de alto, sobre cuatro hileras de columnas de cedro, con vigas de cedro sobre las columnas.
3 Y estaba cubierta con tablas de cedro por encima de las vigas que estaban sobre las cuarenta y cinco columnas, quince en cada hilera.
4 Y había tres hileras de ventanas con celosías, y una ventana estaba frente a otra en tres filas.
5 Y todas las puertas y los postes eran cuadrados con un marco, y una ventana estaba frente a otra en tres filas.
6 Después hizo el pórtico de columnas; tenía cincuenta codos de largo y treinta codos de ancho, y otro pórtico delante con columnas y un umbral delante de ellas.
7 E hizo el pórtico del trono donde había de juzgar, el pórtico del juicio, y lo cubrió de cedro desde el suelo hasta el techo.
8 Y su casa donde había de habitar, en el otro atrio, por dentro del pórtico, era de hechura semejante. Salomón hizo también una casa como este pórtico para la hija de Faraón, a quien había tomado por mujer.
9 Todas estas construcciones eran de piedras costosas, de piedras cortadas a medida, aserradas con sierra por dentro y por fuera, desde los cimientos hasta las cornisas, y desde afuera hasta el gran atrio.
10 Y el cimiento era de piedras costosas, piedras grandes, piedras de diez codos y piedras de ocho codos.
11 Y arriba había piedras costosas, piedras cortadas a medida, y madera de cedro.
12 El gran atrio todo alrededor tenía tres hileras de piedras labradas y una hilera de vigas de cedro, como el atrio interior de la casa del SEÑOR y el pórtico de la casa.
13 Y el rey Salomón mandó traer a Hiram de Tiro.
14 Era hijo de una viuda de la tribu de Neftalí, y su padre era un hombre de Tiro que trabajaba en bronce; y estaba lleno de sabiduría, entendimiento y pericia para hacer toda obra en bronce. Y vino al rey Salomón e hizo toda su obra.
15 Fundió las dos columnas de bronce; de dieciocho codos de altura cada una, y un hilo de doce codos medía la circunferencia de cada una.
16 También hizo dos capiteles de bronce fundido para colocarlos sobre las cabezas de las columnas; de cinco codos era la altura de un capitel y de cinco codos la altura del otro capitel.
17 Había redes de obra de malla y trenzas de obra de cadenilla para los capiteles que estaban sobre la cabeza de las columnas; siete para un capitel y siete para el otro capitel.
18 Y así hizo las columnas, con dos hileras alrededor de cada red para cubrir los capiteles que estaban sobre la cabeza de las granadas; y así hizo con el otro capitel.
19 Y los capiteles que estaban sobre las columnas del pórtico eran de obra de lirios, de cuatro codos.
20 Y había capiteles sobre las dos columnas, también arriba junto a la protuberancia que estaba al lado de la red; y había doscientas granadas en hileras alrededor de ambos capiteles.
21 Así erigió las columnas en el pórtico del templo; cuando erigió la columna de la derecha, le puso por nombre Jaquín, y cuando erigió la columna de la izquierda, le puso por nombre Boaz.
22 Y sobre la cabeza de las columnas había obra de lirios. Así fue terminada la obra de las columnas.
23 Hizo también el mar de fundición, de diez codos de borde a borde, circular, de cinco codos de altura, y un hilo de treinta codos lo ceñía alrededor.
24 Y debajo del borde lo circundaban calabazas en todo alrededor, diez en cada codo, rodeando el mar por completo; las calabazas estaban en dos hileras, fundidas en una sola pieza.
25 Y descansaba sobre doce bueyes; tres mirando al norte, tres mirando al occidente, tres mirando al sur y tres mirando al oriente; el mar descansaba sobre ellos, y todas sus ancas estaban hacia adentro.
26 Y tenía un palmo menor de espesor, y su borde estaba hecho como el borde de un cáliz, como una flor de lirio; cabían en él dos mil batos.
27 Entonces hizo las diez basas de bronce; la longitud de cada basa era de cuatro codos, su anchura de cuatro codos, y su altura de tres codos.
28 Y esta era la hechura de las basas: tenían paneles, y los paneles estaban entre las molduras.
29 Y sobre los paneles que estaban entre las molduras había leones, bueyes y querubines; y sobre las molduras había un pedestal arriba, y debajo de los leones y de los bueyes había guirnaldas de obra colgante.
30 Y cada basa tenía cuatro ruedas de bronce con ejes de bronce; y sus cuatro patas tenían brazos de apoyo; debajo de la pila estaban los brazos de apoyo fundidos, con guirnaldas al lado de cada una.
31 Y su abertura dentro del capitel y arriba era de un codo, y su abertura era redonda, a manera de pedestal, de codo y medio; y también sobre su abertura había grabados, y sus paneles eran cuadrados, no redondos.
32 Y las cuatro ruedas estaban debajo de los paneles, y los ejes de las ruedas en la basa; y la altura de cada rueda era de codo y medio.
33 Y la hechura de las ruedas era como la hechura de una rueda de carro; sus ejes, sus llantas, sus rayos y sus cubos, todos eran de fundición.
34 Y había cuatro brazos de apoyo en las cuatro esquinas de cada basa; y los brazos de apoyo eran de una sola pieza con la basa.
35 Y en lo alto de la basa había un soporte redondo de medio codo de altura, y en lo alto de la basa, sus asideros y sus paneles eran de una sola pieza.
36 Y grabó en las planchas de sus asideros y en sus paneles, querubines, leones y palmeras, según el espacio de cada una, con guirnaldas alrededor.
37 Así hizo las diez basas. Todas ellas tenían una misma fundición, una misma medida y una misma forma.
38 E hizo diez pilas de bronce; cada pila contenía cuarenta batos y cada pila medía cuatro codos; y colocó una pila sobre cada una de las diez basas.
39 Entonces colocó las basas, cinco al lado derecho de la casa y cinco al lado izquierdo de la casa; y colocó el mar al lado derecho de la casa, hacia el sudeste.
40 Hiram hizo también las pilas, las palas y los tazones. Así Hiram acabó de hacer toda la obra que hizo para el rey Salomón en la casa del SEÑOR:
41 las dos columnas, los tazones de los capiteles que estaban sobre la cabeza de las dos columnas, y las dos redes para cubrir los dos tazones de los capiteles que estaban sobre la cabeza de las columnas;
42 y las cuatrocientas granadas para las dos redes, dos hileras de granadas para cada red para cubrir los dos tazones de los capiteles que estaban sobre las columnas;
43 y las diez basas con las diez pilas sobre las basas;
44 y el mar y los doce bueyes debajo del mar;
45 y las ollas, las palas y los tazones; todos estos utensilios que Hiram hizo para el rey Salomón, en la casa del SEÑOR, eran de bronce bruñido.
46 En la llanura del Jordán los fundió el rey, en tierra arcillosa entre Sucot y Saretán.
47 Y Salomón dejó sin pesar todos los utensilios a causa de la gran cantidad; no se pudo determinar el peso del bronce.
48 Salomón hizo también todos los utensilios que había en la casa del SEÑOR: el altar de oro y la mesa de oro sobre la cual estaban los panes de la proposición;
49 y los candelabros, cinco a la derecha y cinco a la izquierda delante del santuario interior, de oro puro; y las flores, las lámparas y las tenazas, de oro;
50 y las copas, las despabiladeras, los tazones, las cucharas y los incensarios, de oro puro; y los goznes, tanto para las puertas de la casa interior, el lugar santísimo, como para las puertas de la casa, es decir, del templo, de oro.
51 Así se terminó toda la obra que el rey Salomón hizo en la casa del SEÑOR. Y Salomón trajo las cosas consagradas por su padre David, la plata, el oro y los utensilios, y los puso en los tesoros de la casa del SEÑOR.
WLC
1 וְאֶת־בֵּיתוֹ בָּנָה שְׁלֹמֹה שְׁלֹשׁ עֶשְׂרֵה שָׁנָה וַיְכַל אֶת־כָּל־בֵּיתוֹ׃
2 וַיִּבֶן אֶת־בֵּית יַעַר הַלְּבָנוֹן מֵאָה אַמָּה אָרְכּוֹ וַחֲמִשִּׁים אַמָּה רָחְבּוֹ וּשְׁלֹשִׁים אַמָּה קוֹמָתוֹ עַל אַרְבָּעָה טוּרֵי עַמּוּדֵי אֲרָזִים וּכְרֻתוֹת אֲרָזִים עַל־הָעַמּוּדִים׃
3 וְסָפֻן בָּאֶרֶז מִמַּעַל עַל־הַצְּלָעֹת אֲשֶׁר עַל־הָעַמּוּדִים אַרְבָּעִים וַחֲמִשָּׁה חֲמִשָּׁה עָשָׂר הַטּוּר׃
4 וּשְׁקֻפִים שְׁלֹשָׁה טוּרִים וּמֶחֱזָה אֶל־מֶחֱזָה שָׁלֹשׁ פְּעָמִים׃
5 וְכָל־הַפְּתָחִים וְהַמְּזוּזוֹת רְבֻעִים שָׁקֶף וּמוּל מֶחֱזָה אֶל־מֶחֱזָה שָׁלֹשׁ פְּעָמִים׃
6 וְאֵת אוּלָם הָעַמּוּדִים עָשָׂה חֲמִשִּׁים אַמָּה אָרְכּוֹ וּשְׁלֹשִׁים אַמָּה רָחְבּוֹ וְאוּלָם עַל־פְּנֵיהֶם וְעַמֻּדִים וְעָב עַל־פְּנֵיהֶם׃
7 וְאוּלָם הַכִּסֵּא אֲשֶׁר יִשְׁפָּט־שָׁם אֻלָם הַמִּשְׁפָּט עָשָׂה וְסָפוּן בָּאֶרֶז מֵהַקַּרְקַע עַד־הַקַּרְקָע׃
8 וּבֵיתוֹ אֲשֶׁר־יֵשֶׁב שָׁם חָצֵר הָאַחֶרֶת מִבֵּית לָאוּלָם כַּמַּעֲשֶׂה הַזֶּה הָיָה וּבַיִת יַעֲשֶׂה לְבַת־פַּרְעֹה אֲשֶׁר לָקַח שְׁלֹמֹה כָּאוּלָם הַזֶּה׃
9 כָּל־אֵלֶּה אֲבָנִים יְקָרֹת כְּמִדּוֹת גָּזִית מְגֹרָרוֹת בַּמְּגֵרָה מִבַּיִת וּמִחוּץ וּמִמַּסָּד עַד־הַטְּפָחוֹת וּמִחוּץ עַד־הֶחָצֵר הַגְּדוֹלָה׃
10 וּמְיֻסָּד אֲבָנִים יְקָרוֹת אֲבָנִים גְּדֹלוֹת אַבְנֵי עֶשֶׂר אַמּוֹת וְאַבְנֵי שְׁמֹנֶה אַמּוֹת׃
11 וּמִלְמַעְלָה אֲבָנִים יְקָרוֹת כְּמִדּוֹת גָּזִית וָאָרֶז׃
12 וְחָצֵר הַגְּדוֹלָה סָבִיב שְׁלֹשָׁה טוּרִים גָּזִית וְטוּר כְּרֻתֹת אֲרָזִים וְלַחֲצַר בֵּית־יְהוָה הַפְּנִימִית וּלְאֻלָם הַבָּיִת׃
13 וַיִּשְׁלַח הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה וַיִּקַּח אֶת־חִירָם מִצֹּר׃
14 בֶּן־אִשָּׁה אַלְמָנָה הוּא מִמַּטֵּה נַפְתָּלִי וְאָבִיו אִישׁ־צֹרִי חֹרֵשׁ נְחֹשֶׁת וַיִּמָּלֵא אֶת־הַחָכְמָה וְאֶת־הַתְּבוּנָה וְאֶת־הַדַּעַת לַעֲשׂוֹת כָּל־מְלָאכָה בַּנְּחֹשֶׁת וַיָּבוֹא אֶל־הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה וַיַּעַשׂ אֶת־כָּל־מְלַאכְתּוֹ׃
15 וַיָּצַר אֶת־שְׁנֵי הָעַמּוּדִים נְחֹשֶׁת שְׁמֹנֶה עֶשְׂרֵה אַמָּה קוֹמַת הָעַמּוּד הָאֶחָד וְחוּט שְׁתֵּים־עֶשְׂרֵה אַמָּה יָסֹב אֶת־הָעַמּוּד הַשֵּׁנִי׃
16 וּשְׁתֵּי כֹתָרֹת עָשָׂה לָתֵת עַל־רָאשֵׁי הָעַמּוּדִים מֻצַק נְחֹשֶׁת חָמֵשׁ אַמּוֹת קוֹמַת הַכֹּתֶרֶת הָאֶחָת וְחָמֵשׁ אַמּוֹת קוֹמַת הַכֹּתֶרֶת הַשֵּׁנִית׃
17 שְׂבָכִים מַעֲשֵׂה שְׂבָכָה גְּדִלִים מַעֲשֵׂה שַׁרְשְׁרוֹת לַכֹּתָרֹת אֲשֶׁר עַל־רֹאשׁ הָעַמּוּדִים שִׁבְעָה לַכֹּתֶרֶת הָאֶחָת וְשִׁבְעָה לַכֹּתֶרֶת הַשֵּׁנִית׃
18 וַיַּעַשׂ אֶת־הָעַמּוּדִים וּשְׁנֵי טוּרִים סָבִיב עַל־הַשְּׂבָכָה הָאֶחָת לְכַסּוֹת אֶת־הַכֹּתָרֹת אֲשֶׁר עַל־רֹאשׁ הָרִמֹּנִים וְכֵן עָשָׂה לַכֹּתֶרֶת הַשֵּׁנִית׃
19 וְכֹתָרֹת אֲשֶׁר עַל־רֹאשׁ הָעַמּוּדִים מַעֲשֵׂה שׁוּשַׁן בָּאוּלָם אַרְבַּע אַמּוֹת׃
20 וְכֹתָרֹת עַל־שְׁנֵי הָעַמּוּדִים גַּם־מִמַּעַל מִלְּעֻמַּת הַבֶּטֶן אֲשֶׁר לְעֵבֶר שבכה [הַשְּׂבָכָה] וְהָרִמּוֹנִים מָאתַיִם טֻרִים סָבִיב עַל הַכֹּתֶרֶת הַשֵּׁנִית׃
21 וַיָּקֶם אֶת־הָעַמֻּדִים לְאֻלָם הַהֵיכָל וַיָּקֶם אֶת־הָעַמּוּד הַיְמָנִי וַיִּקְרָא אֶת־שְׁמוֹ יָכִין וַיָּקֶם אֶת־הָעַמּוּד הַשְּׂמָאלִי וַיִּקְרָא אֶת־שְׁמוֹ בֹּעַז׃
22 וְעַל רֹאשׁ הָעַמּוּדִים מַעֲשֵׂה שׁוֹשָׁן וַתִּתֹּם מְלֶאכֶת הָעַמּוּדִים׃
23 וַיַּעַשׂ אֶת־הַיָּם מוּצָק עֶשֶׂר בָּאַמָּה מִשְּׂפָתוֹ עַד־שְׂפָתוֹ עָגֹל סָבִיב וְחָמֵשׁ בָּאַמָּה קוֹמָתוֹ וקוה [וְקָו] שְׁלֹשִׁים בָּאַמָּה יָסֹב אֹתוֹ סָבִיב׃
24 וּפְקָעִים מִתַּחַת לִשְׂפָתוֹ סָבִיב סֹבְבִים אֹתוֹ עֶשֶׂר בָּאַמָּה מַקִּפִים אֶת־הַיָּם סָבִיב שְׁנֵי טוּרִים הַפְּקָעִים יְצֻקִים בִּיצֻקָתוֹ׃
25 עֹמֵד עַל־שְׁנֵי עָשָׂר בָּקָר שְׁלֹשָׁה פֹנִים צָפוֹנָה וּשְׁלֹשָׁה פֹנִים יָמָּה וּשְׁלֹשָׁה פֹּנִים נֶגְבָּה וּשְׁלֹשָׁה פֹּנִים מִזְרָחָה וְהַיָּם עֲלֵיהֶם מִלְמָעְלָה וְכָל־אֲחֹרֵיהֶם בָּיְתָה׃
26 וְעָבְיוֹ טֶפַח וּשְׂפָתוֹ כְּמַעֲשֵׂה שְׂפַת־כּוֹס פֶּרַח שׁוֹשָׁן אַלְפַּיִם בַּת יָכִיל׃
27 וַיַּעַשׂ אֶת־הַמְּכֹנוֹת עֶשֶׂר נְחֹשֶׁת אַרְבַּע בָּאַמָּה אֹרֶךְ הַמְּכוֹנָה הָאֶחָת וְאַרְבַּע בָּאַמָּה רָחְבָּהּ וְשָׁלֹשׁ בָּאַמָּה קוֹמָתָהּ׃
28 וְזֶה מַעֲשֵׂה הַמְּכוֹנָה מִסְגְּרֹת לָהֶם וּמִסְגְּרֹת בֵּין הַשְׁלַבִּים׃
29 וְעַל־הַמִּסְגְּרוֹת אֲשֶׁר בֵּין הַשְׁלַבִּים אֲרָיוֹת בָּקָר וּכְרוּבִים וְעַל־הַשְׁלַבִּים כֵּן מִמַּעַל וּמִתַּחַת לַאֲרָיוֹת וְלַבָּקָר לֹיוֹת מַעֲשֵׂה מוֹרָד׃
30 וְאַרְבָּעָה אוֹפַנֵּי נְחֹשֶׁת לַמְּכוֹנָה הָאַחַת וְסַרְנֵי נְחֹשֶׁת וְאַרְבָּעָה פַעֲמֹתָיו כְּתֵפֹת לָהֶם מִתַּחַת לַכִּיֹּר הַכְּתֵפֹת יְצֻקוֹת מֵעֵבֶר אִישׁ לֹיוֹת׃
31 וּפִיהוּ מִבֵּית לַכֹּתֶרֶת וָמַעְלָה בָּאַמָּה וּפִיהָ עָגֹל מַעֲשֵׂה־כֵן אַמָּה וַחֲצִי הָאַמָּה וְגַם־עַל־פִּיהָ מִקְלָעוֹת וּמִסְגְּרֹתֵיהֶם מְרֻבָּעוֹת לֹא עֲגֻלּוֹת׃
32 וְאַרְבַּעַת הָאוֹפַנִּים לְמִתַּחַת לַמִּסְגְּרוֹת וִידוֹת הָאוֹפַנִּים בַּמְּכוֹנָה וְקוֹמַת הָאוֹפַן הָאֶחָד אַמָּה וַחֲצִי הָאַמָּה׃
33 וּמַעֲשֵׂה הָאוֹפַנִּים כְּמַעֲשֵׂה אוֹפַן הַמֶּרְכָּבָה יְדוֹתָם וְגַבֵּיהֶם וְחִשֻּׁקֵיהֶם וְחִשֻּׁרֵיהֶם הַכֹּל מוּצָק׃
34 וְאַרְבַּע כְּתֵפוֹת אֶל אַרְבַּע פִּנּוֹת הַמְּכֹנָה הָאֶחָת מִן־הַמְּכֹנָה כְּתֵפֶיהָ׃
35 וּבְרֹאשׁ הַמְּכוֹנָה חֲצִי הָאַמָּה קוֹמָה עָגֹל סָבִיב וְעַל רֹאשׁ הַמְּכֹנָה יְדֹתֶיהָ וּמִסְגְּרֹתֶיהָ מִמֶּנָּה׃
36 וַיְפַתַּח עַל־הַלֻּחֹת יְדֹתֶיהָ וְעַל ומסגרתיה [מִסְגְּרֹתֶיהָ] כְּרוּבִים אֲרָיוֹת וְתִמֹרֹת כְּמַעַר־אִישׁ וְלֹיוֹת סָבִיב׃
37 כָּזֹאת עָשָׂה אֵת עֶשֶׂר הַמְּכֹנוֹת מוּצָק אֶחָד מִדָּה אַחַת קֶצֶב אֶחָד לְכֻלָּהְנָה׃
38 וַיַּעַשׂ עֲשָׂרָה כִיֹּרוֹת נְחֹשֶׁת אַרְבָּעִים בַּת יָכִיל הַכִּיּוֹר הָאֶחָד אַרְבַּע בָּאַמָּה הַכִּיּוֹר הָאֶחָד כִּיּוֹר אֶחָד עַל־הַמְּכוֹנָה הָאַחַת לְעֶשֶׂר הַמְּכֹנוֹת׃
39 וַיִּתֵּן אֶת־הַמְּכֹנוֹת חָמֵשׁ עַל־כֶּתֶף הַבַּיִת מִיָּמִין וְחָמֵשׁ עַל־כֶּתֶף הַבַּיִת מִשְּׂמֹאלוֹ וְאֶת־הַיָּם נָתַן מִכֶּתֶף הַבַּיִת הַיְמָנִית קֵדְמָה מִמּוּל נֶגֶב׃
40 וַיַּעַשׂ חִירוֹם אֶת־הַכִּיֹּרוֹת וְאֶת־הַיָּעִים וְאֶת־הַמִּזְרָקוֹת וַיְכַל חִירָם לַעֲשׂוֹת אֶת־כָּל־הַמְּלָאכָה אֲשֶׁר עָשָׂה לַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה בֵּית יְהוָה׃
41 עַמֻּדִים שְׁנַיִם וְגֻלֹּת הַכֹּתָרֹת אֲשֶׁר־עַל־רֹאשׁ הָעַמּוּדִים שְׁתָּיִם וְהַשְּׂבָכוֹת שְׁתַּיִם לְכַסּוֹת אֶת־שְׁתֵּי גֻּלֹּת הַכֹּתָרֹת אֲשֶׁר עַל־רֹאשׁ הָעַמּוּדִים׃
42 וְאֶת־הָרִמֹּנִים אַרְבַּע מֵאוֹת לִשְׁתֵּי הַשְּׂבָכוֹת שְׁנֵי־טוּרִים רִמֹּנִים לַשְּׂבָכָה הָאֶחָת לְכַסּוֹת אֶת־שְׁתֵּי גֻּלֹּת הַכֹּתָרֹת אֲשֶׁר עַל־פְּנֵי הָעַמּוּדִים׃
43 וְאֶת־הַמְּכֹנוֹת עָשֶׂר וְאֶת־הַכִּיֹּרֹת עֲשָׂרָה עַל־הַמְּכֹנוֹת׃
44 וְאֶת־הַיָּם הָאֶחָד וְאֶת־הַבָּקָר שְׁנֵים־עָשָׂר תַּחַת הַיָּם׃
45 וְאֶת־הַסִּירוֹת וְאֶת־הַיָּעִים וְאֶת־הַמִּזְרָקוֹת וְאֵת כָּל־הַכֵּלִים האהל [הָאֵלֶּה] אֲשֶׁר עָשָׂה חִירָם לַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה בֵּית יְהוָה נְחֹשֶׁת מְמֹרָט׃
46 בְּכִכַּר הַיַּרְדֵּן יְצָקָם הַמֶּלֶךְ בְּמַעֲבֵה הָאֲדָמָה בֵּין סֻכּוֹת וּבֵין צָרְתָן׃
47 וַיַּנַּח שְׁלֹמֹה אֶת־כָּל־הַכֵּלִים מֵרֹב מְאֹד מְאֹד לֹא נֶחְקַר מִשְׁקַל הַנְּחֹשֶׁת׃
48 וַיַּעַשׂ שְׁלֹמֹה אֵת כָּל־הַכֵּלִים אֲשֶׁר בֵּית יְהוָה אֵת מִזְבַּח הַזָּהָב וְאֶת־הַשֻּׁלְחָן אֲשֶׁר עָלָיו לֶחֶם הַפָּנִים זָהָב׃
49 וְאֶת־הַמְּנֹרוֹת חָמֵשׁ מִיָּמִין וְחָמֵשׁ מִשְּׂמֹאול לִפְנֵי הַדְּבִיר זָהָב סָגוּר וְהַפֶּרַח וְהַנֵּרֹת וְהַמֶּלְקַחַיִם זָהָב׃
50 וְהַסִּפּוֹת וְהַמְזַמְּרוֹת וְהַמִּזְרָקוֹת וְהַכַּפּוֹת וְהַמַּחְתּוֹת זָהָב סָגוּר וְהַפֹּתוֹת לְדַלְתוֹת הַבַּיִת הַפְּנִימִי לְקֹדֶשׁ הַקֳּדָשִׁים לְדַלְתֵי הַבַּיִת לַהֵיכָל זָהָב׃
51 וַתִּשְׁלַם כָּל־הַמְּלָאכָה אֲשֶׁר עָשָׂה הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה בֵּית יְהוָה וַיָּבֵא שְׁלֹמֹה אֶת־קָדְשֵׁי דָּוִד אָבִיו אֶת־הַכֶּסֶף וְאֶת־הַזָּהָב וְאֶת־הַכֵּלִים נָתַן בְּאֹצְרוֹת בֵּית יְהוָה׃
Capítulo 8
Dedicación del templo
LBLA
1 Entonces Salomón reunió en Jerusalén a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus y a los príncipes de las casas paternas de los hijos de Israel ante el rey Salomón, para hacer subir el arca del pacto del SEÑOR de la ciudad de David, que es Sion.
2 Y todos los hombres de Israel se congregaron ante el rey Salomón en la fiesta, en el mes de Etanim, que es el séptimo mes.
3 Y vinieron todos los ancianos de Israel, y los sacerdotes tomaron el arca,
4 y subieron el arca del SEÑOR, la tienda de reunión y todos los utensilios sagrados que había en la tienda; los sacerdotes y los levitas los llevaron.
5 Y el rey Salomón y toda la congregación de Israel que se había reunido con él estaban con él delante del arca, sacrificando tantas ovejas y bueyes que no se podían contar ni numerar.
6 Entonces los sacerdotes llevaron el arca del pacto del SEÑOR a su lugar, al santuario interior de la casa, al lugar santísimo, bajo las alas de los querubines.
7 Porque los querubines extendían las alas sobre el lugar del arca, cubriendo los querubines el arca y sus varas por encima.
8 Pero las varas eran tan largas que los extremos de las varas se podían ver desde el lugar santo delante del santuario interior, pero no se podían ver desde afuera; y allí están hasta hoy.
9 En el arca no había nada más que las dos tablas de piedra que Moisés puso allí en Horeb, donde el SEÑOR hizo un pacto con los hijos de Israel cuando salieron de la tierra de Egipto.
10 Y sucedió que cuando los sacerdotes salieron del lugar santo, la nube llenó la casa del SEÑOR,
11 y los sacerdotes no pudieron quedarse a ministrar a causa de la nube, porque la gloria del SEÑOR llenó la casa del SEÑOR.
12 Entonces Salomón dijo: El SEÑOR ha dicho que El moraría en la espesa nube.
13 He edificado ciertamente una casa majestuosa para ti, un lugar para tu morada para siempre.
14 Después el rey volvió su rostro y bendijo a toda la asamblea de Israel, mientras toda la asamblea de Israel estaba de pie.
15 Y dijo: Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que habló con su boca a mi padre David, y con su mano ha cumplido, diciendo:
16 "Desde el día en que saqué a mi pueblo Israel de Egipto, no escogí ninguna ciudad de entre todas las tribus de Israel para edificar una casa donde habitara mi nombre, pero escogí a David para que estuviera sobre mi pueblo Israel."
17 Y estaba en el corazón de mi padre David edificar una casa al nombre del SEÑOR, Dios de Israel.
18 Pero el SEÑOR dijo a mi padre David: "Por cuanto tuviste en tu corazón edificar una casa a mi nombre, bien has hecho en tener esto en tu corazón.
19 Sin embargo, tú no edificarás la casa, sino tu hijo que te nacerá, él edificará la casa a mi nombre."
20 Y el SEÑOR ha cumplido su palabra que habló; porque yo me he levantado en lugar de mi padre David y me he sentado en el trono de Israel, como el SEÑOR prometió, y he edificado la casa al nombre del SEÑOR, Dios de Israel.
21 Y allí he puesto un lugar para el arca, en la cual está el pacto del SEÑOR, el cual El hizo con nuestros padres cuando los sacó de la tierra de Egipto.
22 Entonces Salomón se puso delante del altar del SEÑOR en presencia de toda la asamblea de Israel, y extendiendo sus manos al cielo,
23 dijo: Oh SEÑOR, Dios de Israel, no hay Dios como tú ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y muestras misericordia a tus siervos que andan delante de ti con todo su corazón;
24 que has cumplido con tu siervo David mi padre lo que le prometiste; también has hablado con tu boca y lo has cumplido con tu mano, como sucede hoy.
25 Ahora pues, oh SEÑOR, Dios de Israel, cumple a tu siervo David mi padre lo que le has prometido, diciendo: "No faltará de ti varón delante de mí que se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden su camino para andar delante de mí como tú has andado delante de mí."
26 Ahora pues, oh Dios de Israel, te ruego que se confirme tu palabra que hablaste a tu siervo David mi padre.
27 Pero, ¿morará verdaderamente Dios sobre la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener, ¡cuánto menos esta casa que yo he edificado!
28 No obstante, atiende a la oración de tu siervo y a su súplica, oh SEÑOR, Dios mío, para que oigas el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti;
29 que tus ojos estén abiertos noche y día hacia esta casa, hacia el lugar del cual has dicho: "Mi nombre estará allí", para que oigas la oración que tu siervo haga hacia este lugar.
30 Escucha la súplica de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando oren hacia este lugar; escucha tú en el lugar de tu morada, en los cielos; escucha y perdona.
31 Si alguno peca contra su prójimo, y se le exige juramento, y viene y jura delante de tu altar en esta casa,
32 escucha tú en los cielos, y actúa y juzga a tus siervos, condenando al impío, haciendo recaer su proceder sobre su cabeza y justificando al justo, dándole conforme a su justicia.
33 Cuando tu pueblo Israel sea derrotado delante de un enemigo por haber pecado contra ti, si se vuelven a ti y confiesan tu nombre, y oran y te suplican en esta casa,
34 escucha tú en los cielos, y perdona el pecado de tu pueblo Israel, y hazlos volver a la tierra que diste a sus padres.
35 Cuando los cielos se cierren y no haya lluvia por haber pecado ellos contra ti, y oran hacia este lugar y confiesan tu nombre, y se vuelven de su pecado por haberlos tú afligido,
36 escucha tú en los cielos y perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel; sí, enséñales el buen camino por el que deben andar, y envía lluvia sobre tu tierra que has dado a tu pueblo por heredad.
37 Si hay hambre en la tierra, si hay pestilencia, si hay tizón o añublo, langosta o pulgón, si su enemigo los sitia en la tierra de sus ciudades, cualquier plaga, cualquier enfermedad que haya,
38 cualquier oración o súplica que haga cualquier hombre o todo tu pueblo Israel, conociendo cada uno la aflicción de su corazón, y extendiendo sus manos hacia esta casa,
39 escucha tú en los cielos, lugar de tu morada, y perdona y actúa, y da a cada uno conforme a todos sus caminos, ya que conoces su corazón (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres),
40 para que te teman todos los días que vivan en la tierra que has dado a nuestros padres.
41 También en cuanto al extranjero que no es de tu pueblo Israel, cuando venga de un país lejano a causa de tu nombre
42 (porque oirán de tu gran nombre y de tu mano poderosa y de tu brazo extendido), cuando venga a orar a esta casa,
43 escucha tú en los cielos, lugar de tu morada, y haz conforme a todo aquello por lo cual el extranjero clame a ti, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre para temerte, como te teme tu pueblo Israel, y para que sepan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo he edificado.
44 Cuando tu pueblo salga a la batalla contra su enemigo, por cualquier camino que los envíes, y oren al SEÑOR en dirección a la ciudad que tú has escogido y hacia la casa que he edificado a tu nombre,
45 escucha tú en los cielos su oración y su súplica, y hazles justicia.
46 Cuando pequen contra ti (pues no hay hombre que no peque) y te enojes contra ellos y los entregues delante del enemigo, y sus captores los lleven cautivos a tierra del enemigo, lejos o cerca,
47 si recapacitan en la tierra adonde hayan sido llevados cautivos, y se arrepienten y te suplican en la tierra de sus captores, diciendo: "Hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos actuado perversamente";
48 si se vuelven a ti con todo su corazón y con toda su alma en la tierra de sus enemigos que los hayan llevado cautivos, y oran a ti en dirección a la tierra que has dado a sus padres, a la ciudad que has escogido y a la casa que he edificado a tu nombre,
49 escucha entonces desde los cielos, lugar de tu morada, su oración y su súplica, y hazles justicia;
50 y perdona a tu pueblo que ha pecado contra ti, y todas las transgresiones que hayan cometido contra ti, y haz que tengan compasión de ellos delante de sus captores, para que tengan compasión de ellos
51 (porque pueblo tuyo y heredad tuya son, los que sacaste de Egipto, de en medio del horno de hierro);
52 para que tus ojos estén abiertos a la súplica de tu siervo y a la súplica de tu pueblo Israel, para escucharlos siempre que te clamen.
53 Porque tú los separaste de entre todos los pueblos de la tierra como tu heredad, como lo dijiste por medio de Moisés tu siervo, cuando sacaste a nuestros padres de Egipto, oh Señor DIOS.
54 Y sucedió que cuando Salomón había acabado de hacer toda esta oración y súplica al SEÑOR, se levantó de delante del altar del SEÑOR, de estar de rodillas con las manos extendidas hacia el cielo.
55 Y poniéndose en pie, bendijo a toda la asamblea de Israel, diciendo en voz alta:
56 Bendito sea el SEÑOR, que ha dado descanso a su pueblo Israel, conforme a todo lo que prometió; ninguna palabra ha fallado de toda su buena promesa, que El prometió por Moisés su siervo.
57 Que el SEÑOR nuestro Dios esté con nosotros como estuvo con nuestros padres; que no nos abandone ni nos desampare,
58 sino que incline nuestro corazón hacia El, para que andemos en todos sus caminos y guardemos sus mandamientos, sus estatutos y sus ordenanzas, los cuales ordenó a nuestros padres.
59 Y que estas mis palabras con las que he suplicado delante del SEÑOR estén cerca del SEÑOR nuestro Dios día y noche, para que El haga justicia a su siervo y justicia a su pueblo Israel, según la necesidad de cada día,
60 para que todos los pueblos de la tierra sepan que el SEÑOR es Dios; no hay otro.
61 Sea, pues, vuestro corazón íntegro para con el SEÑOR nuestro Dios, para andar en sus estatutos y guardar sus mandamientos, como en este día.
62 Y el rey y todo Israel con él ofrecieron sacrificios delante del SEÑOR.
63 Y Salomón ofreció como sacrificio de las ofrendas de paz, que él ofreció al SEÑOR, veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Así el rey y todos los hijos de Israel dedicaron la casa del SEÑOR.
64 En aquel día el rey consagró el centro del atrio que estaba delante de la casa del SEÑOR, porque allí ofreció el holocausto, la ofrenda de cereal y la grosura de las ofrendas de paz, pues el altar de bronce que estaba delante del SEÑOR era muy pequeño para contener el holocausto, la ofrenda de cereal y la grosura de las ofrendas de paz.
65 Así que Salomón celebró la fiesta en aquel tiempo, y todo Israel con él, una gran asamblea desde la entrada de Hamat hasta el torrente de Egipto, delante del SEÑOR nuestro Dios, por siete días y siete días más, es decir, catorce días.
66 Al octavo día despidió al pueblo, y ellos bendijeron al rey y se fueron a sus tiendas alegres y gozosos de corazón por todo el bien que el SEÑOR había mostrado a David su siervo y a su pueblo Israel.
WLC
1 אָז יַקְהֵל שְׁלֹמֹה אֶת־זִקְנֵי יִשְׂרָאֵל אֶת־כָּל־רָאשֵׁי הַמַּטּוֹת נְשִׂיאֵי הָאָבוֹת לִבְנֵי יִשְׂרָאֵל אֶל־הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה יְרוּשָׁלִָם לְהַעֲלוֹת אֶת־אֲרוֹן בְּרִית־יְהוָה מֵעִיר דָּוִד הִיא צִיּוֹן׃
2 וַיִּקָּהֲלוּ אֶל־הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה כָּל־אִישׁ יִשְׂרָאֵל בְּיֶרַח הָאֵתָנִים בֶּחָג הוּא הַחֹדֶשׁ הַשְּׁבִיעִי׃
3 וַיָּבֹאוּ כֹּל זִקְנֵי יִשְׂרָאֵל וַיִּשְׂאוּ הַכֹּהֲנִים אֶת־הָאָרוֹן׃
4 וַיַּעֲלוּ אֶת־אֲרוֹן יְהוָה וְאֶת־אֹהֶל מוֹעֵד וְאֶת־כָּל־כְּלֵי הַקֹּדֶשׁ אֲשֶׁר בָּאֹהֶל וַיַּעֲלוּ אֹתָם הַכֹּהֲנִים וְהַלְוִיִּם׃
5 וְהַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה וְכָל־עֲדַת יִשְׂרָאֵל הַנּוֹעָדִים עָלָיו אִתּוֹ לִפְנֵי הָאָרוֹן מְזַבְּחִים צֹאן וּבָקָר אֲשֶׁר לֹא־יִסָּפְרוּ וְלֹא יִמָּנוּ מֵרֹב׃
6 וַיָּבִאוּ הַכֹּהֲנִים אֶת־אֲרוֹן בְּרִית־יְהוָה אֶל־מְקוֹמוֹ אֶל־דְּבִיר הַבַּיִת אֶל־קֹדֶשׁ הַקֳּדָשִׁים אֶל־תַּחַת כַּנְפֵי הַכְּרוּבִים׃
7 כִּי הַכְּרוּבִים פֹּרְשִׂים כְּנָפַיִם אֶל־מְקוֹם הָאָרוֹן וַיָּסֹכּוּ הַכְּרֻבִים עַל־הָאָרוֹן וְעַל־בַּדָּיו מִלְמָעְלָה׃
8 וַיַּאֲרִכוּ הַבַּדִּים וַיֵּרָאוּ רָאשֵׁי הַבַּדִּים מִן־הַקֹּדֶשׁ עַל־פְּנֵי הַדְּבִיר וְלֹא יֵרָאוּ הַחוּצָה וַיִּהְיוּ שָׁם עַד הַיּוֹם הַזֶּה׃
9 אֵין בָּאָרוֹן רַק שְׁנֵי לֻחוֹת הָאֲבָנִים אֲשֶׁר הִנִּחַ שָׁם מֹשֶׁה בְּחֹרֵב אֲשֶׁר כָּרַת יְהוָה עִם־בְּנֵי יִשְׂרָאֵל בְּצֵאתָם מֵאֶרֶץ מִצְרָיִם׃
10 וַיְהִי בְּצֵאת הַכֹּהֲנִים מִן־הַקֹּדֶשׁ וְהֶעָנָן מָלֵא אֶת־בֵּית יְהוָה׃
11 וְלֹא־יָכְלוּ הַכֹּהֲנִים לַעֲמֹד לְשָׁרֵת מִפְּנֵי הֶעָנָן כִּי־מָלֵא כְבוֹד־יְהוָה אֶת־בֵּית יְהוָה׃
12 אָז אָמַר שְׁלֹמֹה יְהוָה אָמַר לִשְׁכֹּן בָּעֲרָפֶל׃
13 בָּנֹה בָנִיתִי בֵּית זְבֻל לָךְ מָכוֹן לְשִׁבְתְּךָ עוֹלָמִים׃
14 וַיַּסֵּב הַמֶּלֶךְ אֶת־פָּנָיו וַיְבָרֶךְ אֵת כָּל־קְהַל יִשְׂרָאֵל וְכָל־קְהַל יִשְׂרָאֵל עֹמֵד׃
15 וַיֹּאמֶר בָּרוּךְ יְהוָה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל אֲשֶׁר דִּבֶּר בְּפִיו אֵת דָּוִד אָבִי וּבְיָדוֹ מִלֵּא לֵאמֹר׃
16 מִן־הַיּוֹם אֲשֶׁר הוֹצֵאתִי אֶת־עַמִּי אֶת־יִשְׂרָאֵל מִמִּצְרַיִם לֹא־בָחַרְתִּי בְעִיר מִכֹּל שִׁבְטֵי יִשְׂרָאֵל לִבְנוֹת בַּיִת לִהְיוֹת שְׁמִי שָׁם וָאֶבְחַר בְּדָוִד לִהְיוֹת עַל־עַמִּי יִשְׂרָאֵל׃
17 וַיְהִי עִם־לְבַב דָּוִד אָבִי לִבְנוֹת בַּיִת לְשֵׁם יְהוָה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל׃
18 וַיֹּאמֶר יְהוָה אֶל־דָּוִד אָבִי יַעַן אֲשֶׁר הָיָה עִם־לְבָבְךָ לִבְנוֹת בַּיִת לִשְׁמִי הֱטִיבֹתָ כִּי הָיָה עִם־לְבָבֶךָ׃
19 רַק אַתָּה לֹא תִבְנֶה הַבָּיִת כִּי אִם־בִּנְךָ הַיֹּצֵא מֵחֲלָצֶיךָ הוּא־יִבְנֶה הַבַּיִת לִשְׁמִי׃
20 וַיָּקֶם יְהוָה אֶת־דְּבָרוֹ אֲשֶׁר דִּבֵּר וָאָקֻם תַּחַת דָּוִד אָבִי וָאֵשֵׁב עַל־כִּסֵּא יִשְׂרָאֵל כַּאֲשֶׁר דִּבֶּר יְהוָה וָאֶבְנֶה הַבַּיִת לְשֵׁם יְהוָה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל׃
21 וָאָשִׂם שָׁם מָקוֹם לָאָרוֹן אֲשֶׁר־שָׁם בְּרִית יְהוָה אֲשֶׁר כָּרַת עִם־אֲבֹתֵינוּ בְּהוֹצִיאוֹ אֹתָם מֵאֶרֶץ מִצְרָיִם׃
22 וַיַּעֲמֹד שְׁלֹמֹה לִפְנֵי מִזְבַּח יְהוָה נֶגֶד כָּל־קְהַל יִשְׂרָאֵל וַיִּפְרֹשׂ כַּפָּיו הַשָּׁמָיִם׃
23 וַיֹּאמַר יְהוָה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל אֵין־כָּמוֹךָ אֱלֹהִים בַּשָּׁמַיִם מִמַּעַל וְעַל־הָאָרֶץ מִתָּחַת שֹׁמֵר הַבְּרִית וְהַחֶסֶד לַעֲבָדֶיךָ הַהֹלְכִים לְפָנֶיךָ בְּכָל־לִבָּם׃
24 אֲשֶׁר שָׁמַרְתָּ לְעַבְדְּךָ דָּוִד אָבִי אֵת אֲשֶׁר־דִּבַּרְתָּ לוֹ וַתְּדַבֵּר בְּפִיךָ וּבְיָדְךָ מִלֵּאתָ כַּיּוֹם הַזֶּה׃
25 וְעַתָּה יְהוָה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל שְׁמֹר לְעַבְדְּךָ דָוִד אָבִי אֵת אֲשֶׁר דִּבַּרְתָּ לּוֹ לֵאמֹר לֹא־יִכָּרֵת לְךָ אִישׁ מִלְּפָנַי יֹשֵׁב עַל־כִּסֵּא יִשְׂרָאֵל רַק אִם־יִשְׁמְרוּ בָנֶיךָ אֶת־דַּרְכָּם לָלֶכֶת לְפָנַי כַּאֲשֶׁר הָלַכְתָּ לְפָנָי׃
26 וְעַתָּה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל יֵאָמֶן נָא דבריך [דְּבָרֶיךָ] אֲשֶׁר דִּבַּרְתָּ לְעַבְדְּךָ דָּוִד אָבִי׃
27 כִּי הַאֻמְנָם יֵשֵׁב אֱלֹהִים עַל־הָאָרֶץ הִנֵּה הַשָּׁמַיִם וּשְׁמֵי הַשָּׁמַיִם לֹא יְכַלְכְּלוּךָ אַף כִּי־הַבַּיִת הַזֶּה אֲשֶׁר בָּנִיתִי׃
28 וּפָנִיתָ אֶל־תְּפִלַּת עַבְדְּךָ וְאֶל־תְּחִנָּתוֹ יְהוָה אֱלֹהָי לִשְׁמֹעַ אֶל־הָרִנָּה וְאֶל־הַתְּפִלָּה אֲשֶׁר עַבְדְּךָ מִתְפַּלֵּל לְפָנֶיךָ הַיּוֹם׃
29 לִהְיוֹת עֵינֶךָ פְתֻחוֹת אֶל־הַבַּיִת הַזֶּה לַיְלָה וָיוֹם אֶל־הַמָּקוֹם אֲשֶׁר אָמַרְתָּ יִהְיֶה שְׁמִי שָׁם לִשְׁמֹעַ אֶל־הַתְּפִלָּה אֲשֶׁר יִתְפַּלֵּל עַבְדְּךָ אֶל־הַמָּקוֹם הַזֶּה׃
30 וְשָׁמַעְתָּ אֶל־תְּחִנַּת עַבְדְּךָ וְעַמְּךָ יִשְׂרָאֵל אֲשֶׁר יִתְפַּלְלוּ אֶל־הַמָּקוֹם הַזֶּה וְאַתָּה תִּשְׁמַע אֶל־מְקוֹם שִׁבְתְּךָ אֶל־הַשָּׁמַיִם וְשָׁמַעְתָּ וְסָלָחְתָּ׃
31 אֵת אֲשֶׁר יֶחֱטָא אִישׁ לְרֵעֵהוּ וְנָשָׁא־בוֹ אָלָה לְהַאֲלֹתוֹ וּבָא אָלָה לִפְנֵי מִזְבַּחֲךָ בַּבַּיִת הַזֶּה׃
32 וְאַתָּה תִּשְׁמַע הַשָּׁמַיִם וְעָשִׂיתָ וְשָׁפַטְתָּ אֶת־עֲבָדֶיךָ לְהַרְשִׁיעַ רָשָׁע לָתֵת דַּרְכּוֹ בְּרֹאשׁוֹ וּלְהַצְדִּיק צַדִּיק לָתֶת לוֹ כְּצִדְקָתוֹ׃
33 בְּהִנָּגֵף עַמְּךָ יִשְׂרָאֵל לִפְנֵי אוֹיֵב אֲשֶׁר יֶחֶטְאוּ־לָךְ וְשָׁבוּ אֵלֶיךָ וְהוֹדוּ אֶת־שְׁמֶךָ וְהִתְפַּלְלוּ וְהִתְחַנְּנוּ אֵלֶיךָ בַּבַּיִת הַזֶּה׃
34 וְאַתָּה תִּשְׁמַע הַשָּׁמַיִם וְסָלַחְתָּ לְחַטַּאת עַמְּךָ יִשְׂרָאֵל וַהֲשֵׁבֹתָם אֶל־הָאֲדָמָה אֲשֶׁר נָתַתָּ לַאֲבוֹתָם׃
35 בְּהֵעָצֵר שָׁמַיִם וְלֹא־יִהְיֶה מָטָר כִּי יֶחֶטְאוּ־לָךְ וְהִתְפַּלְלוּ אֶל־הַמָּקוֹם הַזֶּה וְהוֹדוּ אֶת־שְׁמֶךָ וּמֵחַטָּאתָם יְשׁוּבוּן כִּי תַעֲנֵם׃
36 וְאַתָּה תִּשְׁמַע הַשָּׁמַיִם וְסָלַחְתָּ לְחַטַּאת עֲבָדֶיךָ וְעַמְּךָ יִשְׂרָאֵל כִּי תוֹרֵם אֶת־הַדֶּרֶךְ הַטּוֹבָה אֲשֶׁר יֵלְכוּ־בָהּ וְנָתַתָּה מָטָר עַל־אַרְצְךָ אֲשֶׁר־נָתַתָּה לְעַמְּךָ לְנַחֲלָה׃
37 רָעָב כִּי־יִהְיֶה בָאָרֶץ דֶּבֶר כִּי־יִהְיֶה שִׁדָּפוֹן יֵרָקוֹן אַרְבֶּה חָסִיל כִּי יִהְיֶה כִּי יָצַר־לוֹ אֹיְבוֹ בְּאֶרֶץ שְׁעָרָיו כָּל־נֶגַע כָּל־מַחֲלָה׃
38 כָּל־תְּפִלָּה כָל־תְּחִנָּה אֲשֶׁר תִּהְיֶה לְכָל־הָאָדָם לְכֹל עַמְּךָ יִשְׂרָאֵל אֲשֶׁר יֵדְעוּן אִישׁ נֶגַע לְבָבוֹ וּפָרַשׂ כַּפָּיו אֶל־הַבַּיִת הַזֶּה׃
39 וְאַתָּה תִּשְׁמַע הַשָּׁמַיִם מְכוֹן שִׁבְתֶּךָ וְסָלַחְתָּ וְעָשִׂיתָ וְנָתַתָּ לָאִישׁ כְּכָל־דְּרָכָיו אֲשֶׁר תֵּדַע אֶת־לְבָבוֹ כִּי־אַתָּה יָדַעְתָּ לְבַדְּךָ אֶת־לְבַב כָּל־בְּנֵי הָאָדָם׃
40 לְמַעַן יִרָאוּךָ כָּל־הַיָּמִים אֲשֶׁר־הֵם חַיִּים עַל־פְּנֵי הָאֲדָמָה אֲשֶׁר נָתַתָּה לַאֲבֹתֵינוּ׃
41 וְגַם אֶל־הַנָּכְרִי אֲשֶׁר לֹא־מֵעַמְּךָ יִשְׂרָאֵל הוּא וּבָא מֵאֶרֶץ רְחוֹקָה לְמַעַן שְׁמֶךָ׃
42 כִּי יִשְׁמְעוּן אֶת־שִׁמְךָ הַגָּדוֹל וְאֶת־יָדְךָ הַחֲזָקָה וּזְרֹעֲךָ הַנְּטוּיָה וּבָא וְהִתְפַּלֵּל אֶל־הַבַּיִת הַזֶּה׃
43 אַתָּה תִּשְׁמַע הַשָּׁמַיִם מְכוֹן שִׁבְתֶּךָ וְעָשִׂיתָ כְּכֹל אֲשֶׁר־יִקְרָא אֵלֶיךָ הַנָּכְרִי לְמַעַן יֵדְעוּן כָּל־עַמֵּי הָאָרֶץ אֶת־שְׁמֶךָ לְיִרְאָה אֹתְךָ כְּעַמְּךָ יִשְׂרָאֵל וְלָדַעַת כִּי־שִׁמְךָ נִקְרָא עַל־הַבַּיִת הַזֶּה אֲשֶׁר בָּנִיתִי׃
44 כִּי־יֵצֵא עַמְּךָ לַמִּלְחָמָה עַל־אֹיְבוֹ בַּדֶּרֶךְ אֲשֶׁר תִּשְׁלָחֵם וְהִתְפַּלְלוּ אֶל־יְהוָה דֶּרֶךְ הָעִיר אֲשֶׁר בָּחַרְתָּ בָּהּ וְהַבַּיִת אֲשֶׁר־בָּנִתִי לִשְׁמֶךָ׃
45 וְשָׁמַעְתָּ הַשָּׁמַיִם אֶת־תְּפִלָּתָם וְאֶת־תְּחִנָּתָם וְעָשִׂיתָ מִשְׁפָּטָם׃
46 כִּי יֶחֶטְאוּ־לָךְ כִּי אֵין אָדָם אֲשֶׁר לֹא־יֶחֱטָא וְאָנַפְתָּ בָם וּנְתַתָּם לִפְנֵי אוֹיֵב וְשָׁבוּם שֹׁבֵיהֶם אֶל־אֶרֶץ הָאוֹיֵב רְחוֹקָה אוֹ קְרוֹבָה׃
47 וְהֵשִׁיבוּ אֶל־לִבָּם בָּאָרֶץ אֲשֶׁר נִשְׁבּוּ־שָׁם וְשָׁבוּ וְהִתְחַנְּנוּ אֵלֶיךָ בְּאֶרֶץ שֹׁבֵיהֶם לֵאמֹר חָטָאנוּ וְהֶעֱוִינוּ רָשָׁעְנוּ׃
48 וְשָׁבוּ אֵלֶיךָ בְּכָל־לְבָבָם וּבְכָל־נַפְשָׁם בְּאֶרֶץ אֹיְבֵיהֶם אֲשֶׁר־שָׁבוּ אֹתָם וְהִתְפַּלְלוּ אֵלֶיךָ דֶּרֶךְ אַרְצָם אֲשֶׁר נָתַתָּה לַאֲבוֹתָם הָעִיר אֲשֶׁר בָּחַרְתָּ וְהַבַּיִת אֲשֶׁר־בניתי [בָּנִיתִי] לִשְׁמֶךָ׃
49 וְשָׁמַעְתָּ הַשָּׁמַיִם מְכוֹן שִׁבְתְּךָ אֶת־תְּפִלָּתָם וְאֶת־תְּחִנָּתָם וְעָשִׂיתָ מִשְׁפָּטָם׃
50 וְסָלַחְתָּ לְעַמְּךָ אֲשֶׁר חָטְאוּ־לָךְ וּלְכָל־פִּשְׁעֵיהֶם אֲשֶׁר פָּשְׁעוּ־בָךְ וּנְתַתָּם לְרַחֲמִים לִפְנֵי שֹׁבֵיהֶם וְרִחֲמוּם׃
51 כִּי־עַמְּךָ וְנַחֲלָתְךָ הֵם אֲשֶׁר הוֹצֵאתָ מִמִּצְרַיִם מִתּוֹךְ כּוּר הַבַּרְזֶל׃
52 לִהְיוֹת עֵינֶיךָ פְתֻחוֹת אֶל־תְּחִנַּת עַבְדְּךָ וְאֶל־תְּחִנַּת עַמְּךָ יִשְׂרָאֵל לִשְׁמֹעַ אֲלֵיהֶם בְּכֹל קָרְאָם אֵלֶיךָ׃
53 כִּי־אַתָּה הִבְדַּלְתָּם לְךָ לְנַחֲלָה מִכֹּל עַמֵּי הָאָרֶץ כַּאֲשֶׁר דִּבַּרְתָּ בְּיַד מֹשֶׁה עַבְדֶּךָ בְּהוֹצִיאֲךָ אֶת־אֲבֹתֵינוּ מִמִּצְרַיִם אֲדֹנָי יְהוִה׃
54 וַיְהִי כְּכַלּוֹת שְׁלֹמֹה לְהִתְפַּלֵּל אֶל־יְהוָה אֵת כָּל־הַתְּפִלָּה וְהַתְּחִנָּה הַזֹּאת קָם מִלִּפְנֵי מִזְבַּח יְהוָה מִכְּרֹעַ עַל־בִּרְכָּיו וְכַפָּיו פְּרֻשׂוֹת הַשָּׁמָיִם׃
55 וַיַּעְמֹד וַיְבָרֶךְ אֵת כָּל־קְהַל יִשְׂרָאֵל קוֹל גָּדוֹל לֵאמֹר׃
56 בָּרוּךְ יְהוָה אֲשֶׁר נָתַן מְנוּחָה לְעַמּוֹ יִשְׂרָאֵל כְּכֹל אֲשֶׁר דִּבֵּר לֹא־נָפַל דָּבָר אֶחָד מִכֹּל דְּבָרוֹ הַטּוֹב אֲשֶׁר דִּבֶּר בְּיַד מֹשֶׁה עַבְדּוֹ׃
57 יְהִי יְהוָה אֱלֹהֵינוּ עִמָּנוּ כַּאֲשֶׁר הָיָה עִם־אֲבֹתֵינוּ אַל־יַעַזְבֵנוּ וְאַל־יִטְּשֵׁנוּ׃
58 לְהַטּוֹת לְבָבֵנוּ אֵלָיו לָלֶכֶת בְּכָל־דְּרָכָיו וְלִשְׁמֹר מִצְוֺתָיו וְחֻקָּיו וּמִשְׁפָּטָיו אֲשֶׁר צִוָּה אֶת־אֲבֹתֵינוּ׃
59 וְיִהְיוּ דְבָרַי אֵלֶּה אֲשֶׁר הִתְחַנַּנְתִּי לִפְנֵי יְהוָה קְרֹבִים אֶל־יְהוָה אֱלֹהֵינוּ יוֹמָם וָלָיְלָה לַעֲשׂוֹת מִשְׁפַּט עַבְדּוֹ וּמִשְׁפַּט עַמּוֹ יִשְׂרָאֵל דְּבַר־יוֹם בְּיוֹמוֹ׃
60 לְמַעַן דַּעַת כָּל־עַמֵּי הָאָרֶץ כִּי יְהוָה הוּא הָאֱלֹהִים אֵין עוֹד׃
61 וְהָיָה לְבַבְכֶם שָׁלֵם עִם יְהוָה אֱלֹהֵינוּ לָלֶכֶת בְּחֻקָּיו וְלִשְׁמֹר מִצְוֺתָיו כַּיּוֹם הַזֶּה׃
62 וְהַמֶּלֶךְ וְכָל־יִשְׂרָאֵל עִמּוֹ זֹבְחִים זֶבַח לִפְנֵי יְהוָה׃
63 וַיִּזְבַּח שְׁלֹמֹה אֵת זֶבַח הַשְּׁלָמִים אֲשֶׁר זָבַח לַיהוָה בָּקָר עֶשְׂרִים וּשְׁנַיִם אֶלֶף וְצֹאן מֵאָה וְעֶשְׂרִים אָלֶף וַיַּחְנְכוּ אֶת־בֵּית יְהוָה הַמֶּלֶךְ וְכָל־בְּנֵי יִשְׂרָאֵל׃
64 בַּיּוֹם הַהוּא קִדַּשׁ הַמֶּלֶךְ אֶת־תּוֹךְ הֶחָצֵר אֲשֶׁר לִפְנֵי בֵית־יְהוָה כִּי־עָשָׂה שָׁם אֶת־הָעֹלָה וְאֶת־הַמִּנְחָה וְאֵת חֶלְבֵי הַשְּׁלָמִים כִּי־מִזְבַּח הַנְּחֹשֶׁת אֲשֶׁר לִפְנֵי יְהוָה קָטֹן מֵהָכִיל אֶת־הָעֹלָה וְאֶת־הַמִּנְחָה וְאֵת חֶלְבֵי הַשְּׁלָמִים׃
65 וַיַּעַשׂ שְׁלֹמֹה בָעֵת־הַהִיא אֶת־הֶחָג וְכָל־יִשְׂרָאֵל עִמּוֹ קָהָל גָּדוֹל מִלְּבוֹא חֲמָת עַד־נַחַל מִצְרַיִם לִפְנֵי יְהוָה אֱלֹהֵינוּ שִׁבְעַת יָמִים וְשִׁבְעַת יָמִים אַרְבָּעָה עָשָׂר יוֹם׃
66 בַּיּוֹם הַשְּׁמִינִי שִׁלַּח אֶת־הָעָם וַיְבָרֲכוּ אֶת־הַמֶּלֶךְ וַיֵּלְכוּ לְאָהֳלֵיהֶם שְׂמֵחִים וְטוֹבֵי לֵב עַל כָּל־הַטּוֹבָה אֲשֶׁר עָשָׂה יְהוָה לְדָוִד עַבְדּוֹ וּלְיִשְׂרָאֵל עַמּוֹ׃
Capítulo 9
Dios aparece a Salomón
LBLA
1 Y sucedió que cuando Salomón había acabado de edificar la casa del SEÑOR, la casa del rey y todo lo que Salomón deseaba hacer,
2 el SEÑOR se apareció a Salomón por segunda vez, como se le había aparecido en Gabaón.
3 Y le dijo el SEÑOR: He oído tu oración y tu súplica que has hecho delante de mí; he consagrado esta casa que has edificado, poniendo allí mi nombre para siempre; mis ojos y mi corazón estarán allí todos los días.
4 Y en cuanto a ti, si andas delante de mí como anduvo tu padre David, en integridad de corazón y en rectitud, haciendo conforme a todo lo que te he mandado, y guardas mis estatutos y mis ordenanzas,
5 entonces afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, tal como prometí a tu padre David, diciendo: "No faltará hombre de tu linaje sobre el trono de Israel."
6 Pero si en verdad vosotros o vuestros hijos os apartáis de mí y no guardáis mis mandamientos y mis estatutos que he puesto delante de vosotros, sino que os vais y servís a otros dioses y los adoráis,
7 entonces cortaré a Israel de sobre la faz de la tierra que les he dado; y esta casa que he consagrado a mi nombre la echaré de mi presencia, e Israel vendrá a ser refrán y escarnio entre todos los pueblos.
8 Y esta casa se convertirá en ruinas; todo el que pase junto a ella se asombrará y silbará, y dirá: "¿Por qué ha hecho así el SEÑOR a esta tierra y a esta casa?"
9 Y responderán: "Porque abandonaron al SEÑOR su Dios, que sacó a sus padres de la tierra de Egipto, y tomaron para sí otros dioses y los adoraron y los sirvieron, por eso el SEÑOR ha traído toda esta adversidad sobre ellos."
10 Y sucedió que al cabo de los veinte años en los cuales Salomón había edificado las dos casas, la casa del SEÑOR y la casa del rey
11 (para las cuales Hiram, rey de Tiro, había proporcionado a Salomón madera de cedro y de ciprés y oro conforme a todo su deseo), entonces el rey Salomón dio a Hiram veinte ciudades en la tierra de Galilea.
12 Y salió Hiram de Tiro para ver las ciudades que Salomón le había dado, y no le agradaron.
13 Y dijo: ¿Qué ciudades son estas que me has dado, hermano mío? Y las llamó tierra de Cabul hasta hoy.
14 E Hiram había enviado al rey ciento veinte talentos de oro.
15 Y esta es la razón de la leva que el rey Salomón impuso para edificar la casa del SEÑOR, su propia casa, el Milo, la muralla de Jerusalén, Hazor, Meguido y Gezer.
16 Porque Faraón, rey de Egipto, había subido y capturado Gezer, la había incendiado, y había matado a los cananeos que habitaban en la ciudad, y la había dado en dote a su hija, la mujer de Salomón.
17 Y Salomón reconstruyó Gezer, Bet-horón de abajo,
18 Baalat y Tamar en el desierto, en la tierra de Judá,
19 y todas las ciudades de almacenaje que Salomón tenía, y las ciudades para sus carros y las ciudades para su caballería, y todo lo que Salomón quiso edificar en Jerusalén, en el Líbano y en toda la tierra bajo su dominio.
20 En cuanto a todo el pueblo que quedó de los amorreos, de los heteos, de los ferezeos, de los heveos y de los jebuseos, que no eran de los hijos de Israel,
21 a sus descendientes que habían quedado en la tierra después de ellos, a los que los hijos de Israel no pudieron destruir por completo, Salomón les impuso tributo laboral hasta el día de hoy.
22 Pero Salomón no empleó como trabajadores forzados a ninguno de los hijos de Israel; porque ellos eran hombres de guerra, sus servidores, sus príncipes, sus capitanes, los comandantes de sus carros y su caballería.
23 Estos eran los oficiales principales que estaban sobre la obra de Salomón, quinientos cincuenta, que tenían autoridad sobre el pueblo que hacía la obra.
24 Tan pronto como la hija de Faraón subió de la ciudad de David a la casa que Salomón le había edificado, entonces él edificó el Milo.
25 Y tres veces al año Salomón ofrecía holocaustos y ofrendas de paz sobre el altar que había edificado al SEÑOR, quemando incienso con ellos sobre el altar que estaba delante del SEÑOR. Así terminó la casa.
26 El rey Salomón también construyó una flota en Ezión-geber, que está junto a Elot en la ribera del Mar Rojo, en la tierra de Edom.
27 Y envió Hiram en la flota a sus siervos, marineros que conocían el mar, con los siervos de Salomón.
28 Y llegaron a Ofir y tomaron de allí oro, cuatrocientos veinte talentos, y lo trajeron al rey Salomón.
WLC
1 וַיְהִי כְּכַלּוֹת שְׁלֹמֹה לִבְנוֹת אֶת־בֵּית־יְהוָה וְאֶת־בֵּית הַמֶּלֶךְ וְאֵת כָּל־חֵשֶׁק שְׁלֹמֹה אֲשֶׁר חָפֵץ לַעֲשׂוֹת׃
2 וַיֵּרָא יְהוָה אֶל־שְׁלֹמֹה שֵׁנִית כַּאֲשֶׁר נִרְאָה אֵלָיו בְּגִבְעוֹן׃
3 וַיֹּאמֶר יְהוָה אֵלָיו שָׁמַעְתִּי אֶת־תְּפִלָּתְךָ וְאֶת־תְּחִנָּתְךָ אֲשֶׁר הִתְחַנַּנְתָּה לְפָנַי הִקְדַּשְׁתִּי אֶת־הַבַּיִת הַזֶּה אֲשֶׁר בָּנִתָה לָשׂוּם־שְׁמִי שָׁם עַד־עוֹלָם וְהָיוּ עֵינַי וְלִבִּי שָׁם כָּל־הַיָּמִים׃
4 וְאַתָּה אִם־תֵּלֵךְ לְפָנַי כַּאֲשֶׁר הָלַךְ דָּוִד אָבִיךָ בְּתָם־לֵבָב וּבְיֹשֶׁר לַעֲשׂוֹת כְּכֹל אֲשֶׁר צִוִּיתִיךָ חֻקַּי וּמִשְׁפָּטַי תִּשְׁמֹר׃
5 וַהֲקִמֹתִי אֶת־כִּסֵּא מַמְלַכְתְּךָ עַל־יִשְׂרָאֵל לְעֹלָם כַּאֲשֶׁר דִּבַּרְתִּי עַל־דָּוִד אָבִיךָ לֵאמֹר לֹא־יִכָּרֵת לְךָ אִישׁ מֵעַל כִּסֵּא יִשְׂרָאֵל׃
6 אִם־שׁוֹב תְּשֻׁבוּן אַתֶּם וּבְנֵיכֶם מֵאַחֲרַי וְלֹא תִשְׁמְרוּ מִצְוֺתַי חֻקֹּתַי אֲשֶׁר נָתַתִּי לִפְנֵיכֶם וַהֲלַכְתֶּם וַעֲבַדְתֶּם אֱלֹהִים אֲחֵרִים וְהִשְׁתַּחֲוִיתֶם לָהֶם׃
7 וְהִכְרַתִּי אֶת־יִשְׂרָאֵל מֵעַל פְּנֵי הָאֲדָמָה אֲשֶׁר נָתַתִּי לָהֶם וְאֶת־הַבַּיִת אֲשֶׁר הִקְדַּשְׁתִּי לִשְׁמִי אֲשַׁלַּח מֵעַל פָּנָי וְהָיָה יִשְׂרָאֵל לְמָשָׁל וְלִשְׁנִינָה בְּכָל־הָעַמִּים׃
8 וְהַבַּיִת הַזֶּה יִהְיֶה עֶלְיוֹן כָּל־עֹבֵר עָלָיו יִשֹּׁם וְשָׁרָק וְאָמְרוּ עַל־מֶה עָשָׂה יְהוָה כָּכָה לָאָרֶץ הַזֹּאת וְלַבַּיִת הַזֶּה׃
9 וְאָמְרוּ עַל אֲשֶׁר עָזְבוּ אֶת־יְהוָה אֱלֹהֵיהֶם אֲשֶׁר הוֹצִיא אֶת־אֲבֹתָם מֵאֶרֶץ מִצְרַיִם וַיַּחֲזִקוּ בֵּאלֹהִים אֲחֵרִים וישתחו [וַיִּשְׁתַּחֲווּ] לָהֶם וַיַּעַבְדֻם עַל־כֵּן הֵבִיא יְהוָה עֲלֵיהֶם אֵת כָּל־הָרָעָה הַזֹּאת׃
10 וַיְהִי מִקְצֵה עֶשְׂרִים שָׁנָה אֲשֶׁר־בָּנָה שְׁלֹמֹה אֶת־שְׁנֵי הַבָּתִּים אֶת־בֵּית יְהוָה וְאֶת־בֵּית הַמֶּלֶךְ׃
11 חִירָם מֶלֶךְ־צֹר נִשָּׂא אֶת־שְׁלֹמֹה בַּעֲצֵי אֲרָזִים וּבַעֲצֵי בְרוֹשִׁים וּבְזָהָב לְכָל־חֶפְצוֹ אָז יִתֵּן הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה לְחִירָם עֶשְׂרִים עִיר בְּאֶרֶץ הַגָּלִיל׃
12 וַיֵּצֵא חִירָם מִצֹּר לִרְאוֹת אֶת־הֶעָרִים אֲשֶׁר נָתַן־לוֹ שְׁלֹמֹה וְלֹא יָשְׁרוּ בְּעֵינָיו׃
13 וַיֹּאמֶר מָה הֶעָרִים הָאֵלֶּה אֲשֶׁר־נָתַתָּה לִּי אָחִי וַיִּקְרָא לָהֶם אֶרֶץ כָּבוּל עַד הַיּוֹם הַזֶּה׃
14 וַיִּשְׁלַח חִירָם לַמֶּלֶךְ מֵאָה וְעֶשְׂרִים כִּכַּר זָהָב׃
15 וְזֶה דְבַר־הַמַּס אֲשֶׁר־הֶעֱלָה הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה לִבְנוֹת אֶת־בֵּית יְהוָה וְאֶת־בֵּיתוֹ וְאֶת־הַמִּלּוֹא וְאֵת חוֹמַת יְרוּשָׁלִָם וְאֶת־חָצֹר וְאֶת־מְגִדּוֹ וְאֶת־גָּזֶר׃
16 פַּרְעֹה מֶלֶךְ־מִצְרַיִם עָלָה וַיִּלְכֹּד אֶת־גֶּזֶר וַיִּשְׂרְפָהּ בָּאֵשׁ וְאֶת־הַכְּנַעֲנִי הַיֹּשֵׁב בָּעִיר הָרָג וַיִּתְּנָהּ שִׁלֻּחִים לְבִתּוֹ אֵשֶׁת שְׁלֹמֹה׃
17 וַיִּבֶן שְׁלֹמֹה אֶת־גָּזֶר וְאֶת־בֵּית חֹרֹן תַּחְתּוֹן׃
18 וְאֶת־בַּעֲלָת וְאֶת־תמר [תַּדְמֹר] בַּמִּדְבָּר בָּאָרֶץ׃
19 וְאֵת כָּל־עָרֵי הַמִּסְכְּנוֹת אֲשֶׁר הָיוּ לִשְׁלֹמֹה וְאֵת עָרֵי הָרֶכֶב וְאֵת עָרֵי הַפָּרָשִׁים וְאֵת חֵשֶׁק שְׁלֹמֹה אֲשֶׁר חָשַׁק לִבְנוֹת בִּירוּשָׁלִַם וּבַלְּבָנוֹן וּבְכֹל אֶרֶץ מֶמְשַׁלְתּוֹ׃
20 כָּל־הָעָם הַנּוֹתָר מִן־הָאֱמֹרִי הַחִתִּי הַפְּרִזִּי הַחִוִּי וְהַיְבוּסִי אֲשֶׁר לֹא־מִבְּנֵי יִשְׂרָאֵל הֵמָּה׃
21 בְּנֵיהֶם אֲשֶׁר נֹתְרוּ אַחֲרֵיהֶם בָּאָרֶץ אֲשֶׁר לֹא־יָכְלוּ בְּנֵי יִשְׂרָאֵל לְהַחֲרִימָם וַיַּעֲלֵם שְׁלֹמֹה לְמַס־עֹבֵד עַד הַיּוֹם הַזֶּה׃
22 וּמִבְּנֵי יִשְׂרָאֵל לֹא־נָתַן שְׁלֹמֹה עָבֶד כִּי־הֵם אַנְשֵׁי הַמִּלְחָמָה וַעֲבָדָיו וְשָׂרָיו וְשָׁלִשָׁיו וְשָׂרֵי רִכְבּוֹ וּפָרָשָׁיו׃
23 אֵלֶּה שָׂרֵי הַנִּצָּבִים אֲשֶׁר עַל־הַמְּלָאכָה לִשְׁלֹמֹה חֲמִשִּׁים וַחֲמֵשׁ מֵאוֹת הָרֹדִים בָּעָם הָעֹשִׂים בַּמְּלָאכָה׃
24 אַךְ בַּת־פַּרְעֹה עָלְתָה מֵעִיר דָּוִד אֶל־בֵּיתָהּ אֲשֶׁר בָּנָה־לָהּ אָז בָּנָה אֶת־הַמִּלּוֹא׃
25 וְהֶעֱלָה שְׁלֹמֹה שָׁלֹשׁ פְּעָמִים בַּשָּׁנָה עֹלוֹת וּשְׁלָמִים עַל־הַמִּזְבֵּחַ אֲשֶׁר בָּנָה לַיהוָה וְהַקְטֵיר אִתּוֹ אֲשֶׁר לִפְנֵי יְהוָה וְשִׁלַּם אֶת־הַבָּיִת׃
26 וָאֳנִי עָשָׂה הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה בְּעֶצְיוֹן־גֶּבֶר אֲשֶׁר אֶת־אֵלוֹת עַל־שְׂפַת יַם־סוּף בְּאֶרֶץ אֱדוֹם׃
27 וַיִּשְׁלַח חִירָם בָּאֳנִי אֶת־עֲבָדָיו אַנְשֵׁי אֳנִיּוֹת יֹדְעֵי הַיָּם עִם עַבְדֵי שְׁלֹמֹה׃
28 וַיָּבֹאוּ אוֹפִירָה וַיִּקְחוּ מִשָּׁם זָהָב אַרְבַּע־מֵאוֹת וְעֶשְׂרִים כִּכָּר וַיָּבִאוּ אֶל־הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה׃
Capítulo 10
Visita de la reina de Sabá
LBLA
1 Cuando la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón en relación con el nombre del SEÑOR, vino a probarle con preguntas difíciles.
2 Y vino a Jerusalén con un séquito muy grande, con camellos cargados de especias, y oro en gran cantidad y piedras preciosas. Cuando vino a Salomón, habló con él de todo lo que tenía en su corazón.
3 Y Salomón contestó todas sus preguntas; no hubo nada tan difícil que el rey no le pudiera contestar.
4 Cuando la reina de Sabá vio toda la sabiduría de Salomón, la casa que él había edificado,
5 los manjares de su mesa, las habitaciones de sus siervos, el porte de sus ministros y sus vestiduras, sus coperos y la escalinata por la cual subía a la casa del SEÑOR, se quedó asombrada.
6 Y dijo al rey: Verdad era lo que oí en mi tierra acerca de tus palabras y de tu sabiduría.
7 Pero no creí las palabras hasta que vine y mis ojos lo vieron. Y he aquí, no se me había contado ni la mitad; tú superas en sabiduría y prosperidad la fama que oí.
8 Dichosos tus hombres, dichosos estos tus siervos que están delante de ti continuamente y oyen tu sabiduría.
9 Bendito sea el SEÑOR tu Dios que se agradó de ti para ponerte sobre el trono de Israel; por el amor que el SEÑOR ha tenido siempre a Israel, te ha puesto por rey para que administres derecho y justicia.
10 Y ella dio al rey ciento veinte talentos de oro, y gran cantidad de especias y piedras preciosas. Nunca más entró tal abundancia de especias como las que la reina de Sabá dio al rey Salomón.
11 También las naves de Hiram, que traían oro de Ofir, trajeron de Ofir gran cantidad de madera de sándalo y piedras preciosas.
12 El rey hizo con la madera de sándalo soportes para la casa del SEÑOR y para el palacio del rey, también liras y arpas para los cantores; nunca más entró ni se ha visto semejante madera de sándalo hasta hoy.
13 El rey Salomón dio a la reina de Sabá todo cuanto ella quiso pedirle, además de lo que le dio conforme a su real munificencia. Después ella se volvió, y regresó a su tierra con sus siervos.
14 El peso del oro que llegaba a Salomón en un año era de seiscientos sesenta y seis talentos de oro,
15 sin contar lo de los mercaderes, y el comercio de los negociantes, y de todos los reyes de Arabia y de los gobernadores del país.
16 Y el rey Salomón hizo doscientos escudos grandes de oro batido, usando seiscientos siclos de oro en cada escudo.
17 E hizo trescientos escudos de oro batido, usando tres minas de oro en cada escudo; y el rey los puso en la casa del bosque del Líbano.
18 El rey hizo además un gran trono de marfil y lo recubrió de oro fino.
19 El trono tenía seis gradas, y la parte superior del trono era redonda por detrás; por ambos lados del asiento había brazos, y dos leones estaban junto a los brazos.
20 Y doce leones estaban allí a un lado y al otro sobre las seis gradas; nada igual había sido hecho para ningún otro reino.
21 Y todas las vasijas de beber del rey Salomón eran de oro, y todos los utensilios de la casa del bosque del Líbano eran de oro puro. Nada era de plata; ésta no era considerada de mucho valor en los días de Salomón.
22 Porque el rey tenía en el mar la flota de Tarsis con la flota de Hiram; una vez cada tres años venía la flota de Tarsis trayendo oro, plata, marfil, monos y pavos reales.
23 Así el rey Salomón sobrepasó a todos los reyes de la tierra en riquezas y en sabiduría.
24 Y toda la tierra procuraba ver a Salomón, para oír la sabiduría que Dios había puesto en su corazón.
25 Y todos traían cada uno su presente: objetos de plata y de oro, vestiduras, armas, especias, caballos y mulos; y así año tras año.
26 Salomón reunió carros y hombres de a caballo; y tenía mil cuatrocientos carros y doce mil hombres de a caballo, a los cuales situó en las ciudades de carros y junto al rey en Jerusalén.
27 El rey hizo la plata tan común en Jerusalén como las piedras, e hizo los cedros tan numerosos como los sicómoros que hay en el valle.
28 Y los caballos que Salomón tenía eran importados de Egipto y de Coa, y los mercaderes del rey los adquirían de Coa por cierto precio.
29 Un carro que se importaba de Egipto costaba seiscientos siclos de plata, y un caballo ciento cincuenta; y en la misma forma los exportaban a todos los reyes de los heteos y a los reyes de Aram por medio de ellos.
WLC
1 וּמַלְכַּת־שְׁבָא שֹׁמַעַת אֶת־שֵׁמַע שְׁלֹמֹה לְשֵׁם יְהוָה וַתָּבֹא לְנַסֹּתוֹ בְּחִידוֹת׃
2 וַתָּבֹא יְרוּשָׁלְַמָה בְּחַיִל כָּבֵד מְאֹד גְּמַלִּים נֹשְׂאִים בְּשָׂמִים וְזָהָב רַב־מְאֹד וְאֶבֶן יְקָרָה וַתָּבֹא אֶל־שְׁלֹמֹה וַתְּדַבֵּר אֵלָיו אֵת כָּל־אֲשֶׁר הָיָה עִם־לְבָבָהּ׃
3 וַיַּגֶּד־לָהּ שְׁלֹמֹה אֶת־כָּל־דְּבָרֶיהָ לֹא־הָיָה דָּבָר נֶעְלָם מִן־הַמֶּלֶךְ אֲשֶׁר לֹא הִגִּיד לָהּ׃
4 וַתֵּרֶא מַלְכַּת־שְׁבָא אֵת כָּל־חָכְמַת שְׁלֹמֹה וְהַבַּיִת אֲשֶׁר בָּנָה׃
5 וּמַאֲכַל שֻׁלְחָנוֹ וּמוֹשַׁב עֲבָדָיו וּמַעֲמַד מְשָׁרְתָו וּמַלְבֻּשֵׁיהֶם וּמַשְׁקָיו וְעֹלָתוֹ אֲשֶׁר יַעֲלֶה בֵּית יְהוָה וְלֹא־הָיָה בָהּ עוֹד רוּחַ׃
6 וַתֹּאמֶר אֶל־הַמֶּלֶךְ אֱמֶת הָיָה הַדָּבָר אֲשֶׁר שָׁמַעְתִּי בְּאַרְצִי עַל־דְּבָרֶיךָ וְעַל־חָכְמָתֶךָ׃
7 וְלֹא־הֶאֱמַנְתִּי לַדְּבָרִים עַד אֲשֶׁר־בָּאתִי וַתִּרְאֶינָה עֵינַי וְהִנֵּה לֹא־הֻגַּד־לִי הַחֵצִי הוֹסַפְתָּ חָכְמָה וָטוֹב אֶל־הַשְּׁמוּעָה אֲשֶׁר שָׁמָעְתִּי׃
8 אַשְׁרֵי אֲנָשֶׁיךָ אַשְׁרֵי עֲבָדֶיךָ אֵלֶּה הָעֹמְדִים לְפָנֶיךָ תָּמִיד הַשֹּׁמְעִים אֶת־חָכְמָתֶךָ׃
9 יְהִי יְהוָה אֱלֹהֶיךָ בָּרוּךְ אֲשֶׁר חָפֵץ בְּךָ לְתִתְּךָ עַל־כִּסֵּא יִשְׂרָאֵל בְּאַהֲבַת יְהוָה אֶת־יִשְׂרָאֵל לְעֹלָם וַיְשִֽׂימְךָ לְמֶלֶךְ לַעֲשׂוֹת מִשְׁפָּט וּצְדָקָה׃
10 וַתִּתֵּן לַמֶּלֶךְ מֵאָה וְעֶשְׂרִים כִּכַּר זָהָב וּבְשָׂמִים הַרְבֵּה מְאֹד וְאֶבֶן יְקָרָה לֹא־בָא כַבֹּשֶׂם הַהוּא עוֹד לָרֹב אֲשֶׁר־נָתְנָה מַלְכַּת־שְׁבָא לַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה׃
11 וְגַם אֳנִי חִירָם אֲשֶׁר־נָשָׂא זָהָב מֵאוֹפִיר הֵבִיא מֵאֹפִיר עֲצֵי אַלְמֻגִּים הַרְבֵּה מְאֹד וְאֶבֶן יְקָרָה׃
12 וַיַּעַשׂ הַמֶּלֶךְ אֶת־עֲצֵי הָאַלְמֻגִּים מִסְעָד לְבֵית־יְהוָה וּלְבֵית הַמֶּלֶךְ וְכִנֹּרוֹת וּנְבָלִים לַשָּׁרִים לֹא בָא־כֵן עֲצֵי אַלְמֻגִּים וְלֹא נִרְאָה עַד הַיּוֹם הַזֶּה׃
13 וְהַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה נָתַן לְמַלְכַּת־שְׁבָא אֶת־כָּל־חֶפְצָהּ אֲשֶׁר שָׁאָלָה מִלְּבַד אֲשֶׁר נָתַן־לָהּ כְּיַד הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה וַתֵּפֶן וַתֵּלֶךְ לְאַרְצָהּ הִיא וַעֲבָדֶיהָ׃
14 וַיְהִי מִשְׁקַל הַזָּהָב אֲשֶׁר־בָּא לִשְׁלֹמֹה בְּשָׁנָה אֶחָת שֵׁשׁ מֵאוֹת שִׁשִּׁים וָשֵׁשׁ כִּכַּר זָהָב׃
15 לְבַד מֵאַנְשֵׁי הַתָּרִים וּמִסְחַר הָרֹכְלִים וְכָל־מַלְכֵי הָעֶרֶב וּפַחוֹת הָאָרֶץ׃
16 וַיַּעַשׂ הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה מָאתַיִם צִנָּה זָהָב שָׁחוּט שֵׁשׁ־מֵאוֹת זָהָב יַעֲלֶה עַל־הַצִּנָּה הָאֶחָת׃
17 וּשְׁלֹשׁ־מֵאוֹת מָגִנִּים זָהָב שָׁחוּט שְׁלֹשֶׁת מָנִים זָהָב יַעֲלֶה עַל־הַמָּגֵן הָאֶחָת וַיִּתְּנֵם הַמֶּלֶךְ בֵּית יַעַר הַלְּבָנוֹן׃
18 וַיַּעַשׂ הַמֶּלֶךְ כִּסֵּא־שֵׁן גָּדוֹל וַיְצַפֵּהוּ זָהָב מוּפָז׃
19 שֵׁשׁ מַעֲלוֹת לַכִּסֵּה וְרֹאשׁ־עָגֹל לַכִּסֵּה מֵאַחֲרָיו וְיָדֹת מִזֶּה וּמִזֶּה אֶל־מְקוֹם הַשָּׁבֶת וּשְׁנַיִם אֲרָיוֹת עֹמְדִים אֵצֶל הַיָּדוֹת׃
20 וּשְׁנֵים עָשָׂר אֲרָיִים עֹמְדִים שָׁם עַל־שֵׁשׁ הַמַּעֲלוֹת מִזֶּה וּמִזֶּה לֹא־נַעֲשָׂה כֵן לְכָל־מַמְלָכוֹת׃
21 וְכֹל כְּלֵי מַשְׁקֵה הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה זָהָב וְכֹל כְּלֵי בֵּית־יַעַר הַלְּבָנוֹן זָהָב סָגוּר אֵין כֶּסֶף לֹא נֶחְשָׁב בִּימֵי שְׁלֹמֹה לִמְאוּמָה׃
22 כִּי אֳנִי תַרְשִׁישׁ לַמֶּלֶךְ בַּיָּם עִם אֳנִי חִירָם אַחַת לְשָׁלֹשׁ שָׁנִים תָּבוֹא אֳנִי תַרְשִׁישׁ נֹשְׂאֵת זָהָב וָכֶסֶף שֶׁנְהַבִּים וְקֹפִים וְתֻכִּיִּים׃
23 וַיִּגְדַּל הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה מִכֹּל מַלְכֵי הָאָרֶץ לְעֹשֶׁר וּלְחָכְמָה׃
24 וְכָל־הָאָרֶץ מְבַקְשִׁים אֶת־פְּנֵי שְׁלֹמֹה לִשְׁמֹעַ אֶת־חָכְמָתוֹ אֲשֶׁר־נָתַן אֱלֹהִים בְּלִבּוֹ׃
25 וְהֵמָּה מְבִאִים אִישׁ מִנְחָתוֹ כְּלֵי כֶסֶף וּכְלֵי זָהָב וּשְׂלָמוֹת וְנֵשֶׁק וּבְשָׂמִים סוּסִים וּפְרָדִים דְּבַר־שָׁנָה בְּשָׁנָה׃
26 וַיֶּאֱסֹף שְׁלֹמֹה רֶכֶב וּפָרָשִׁים וַיְהִי־לוֹ אֶלֶף וְאַרְבַּע־מֵאוֹת רֶכֶב וּשְׁנֵים־עָשָׂר אֶלֶף פָּרָשִׁים וַיַּנְחֵם בְּעָרֵי הָרֶכֶב וְעִם־הַמֶּלֶךְ בִּירוּשָׁלִָם׃
27 וַיִּתֵּן הַמֶּלֶךְ אֶת־הַכֶּסֶף בִּירוּשָׁלִַם כָּאֲבָנִים וְאֵת הָאֲרָזִים נָתַן כַּשִּׁקְמִים אֲשֶׁר־בַּשְּׁפֵלָה לָרֹב׃
28 וּמוֹצָא הַסּוּסִים אֲשֶׁר לִשְׁלֹמֹה מִמִּצְרָיִם וּמִקְוֵה סֹחֲרֵי הַמֶּלֶךְ יִקְחוּ מִקְוֵה בִּמְחִיר׃
29 וַתַּעֲלֶה וַתֵּצֵא מֶרְכָּבָה מִמִּצְרַיִם בְּשֵׁשׁ מֵאוֹת כֶּסֶף וְסוּס בַּחֲמִשִּׁים וּמֵאָה וְכֵן לְכָל־מַלְכֵי הַחִתִּים וּלְמַלְכֵי אֲרָם בְּיָדָם יֹצִאוּ׃
Capítulo 11
Las mujeres extranjeras y la idolatría de Salomón
LBLA
1 Pero el rey Salomón amó a muchas mujeres extranjeras además de la hija de Faraón: mujeres moabitas, amonitas, edomitas, sidonias e hititas,
2 de las naciones acerca de las cuales el SEÑOR había dicho a los hijos de Israel: No os uniréis a ellas, ni ellas se unirán a vosotros, porque ciertamente desviarán vuestro corazón tras sus dioses. Pero Salomón se apegó a ellas con amor.
3 Y tuvo setecientas mujeres que eran princesas y trescientas concubinas, y sus mujeres desviaron su corazón.
4 Pues sucedió que cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras otros dioses, y su corazón no estuvo dedicado por completo al SEÑOR su Dios, como había estado el corazón de David su padre.
5 Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas.
6 Salomón hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, y no siguió plenamente al SEÑOR, como lo había hecho su padre David.
7 Entonces Salomón edificó un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está frente a Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón.
8 Así hizo también para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.
9 Y se enojó el SEÑOR con Salomón porque su corazón se había desviado del SEÑOR, Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces,
10 y le había ordenado acerca de esto, que no siguiera a otros dioses; pero no guardó lo que el SEÑOR le había ordenado.
11 Y el SEÑOR dijo a Salomón: Por cuanto has hecho esto, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que te he ordenado, ciertamente arrancaré el reino de ti, y lo daré a tu siervo.
12 Sin embargo, no lo haré en tus días por amor a tu padre David, sino que lo arrancaré de la mano de tu hijo.
13 Tampoco arrancaré todo el reino, sino que daré una tribu a tu hijo por amor a mi siervo David y por amor a Jerusalén, la cual he escogido.
14 Y el SEÑOR levantó un adversario contra Salomón: Hadad edomita; era de linaje real en Edom.
15 Porque aconteció que cuando David estaba en Edom, y Joab, el comandante del ejército, subió a enterrar a los muertos y mató a todos los varones en Edom
16 (pues Joab y todo Israel permanecieron allí seis meses hasta que exterminaron a todos los varones en Edom),
17 Hadad huyó a Egipto, él y algunos edomitas de los siervos de su padre con él, cuando Hadad era todavía un muchacho.
18 Partieron de Madián y llegaron a Parán; y tomando consigo hombres de Parán, fueron a Egipto, a Faraón rey de Egipto, quien le dio una casa a Hadad, le asignó alimento y le dio tierra.
19 Y Hadad halló gran favor ante los ojos de Faraón, quien le dio por mujer a la hermana de su esposa, la hermana de la reina Tahpenes.
20 Y la hermana de Tahpenes le dio a luz a su hijo Genubat, a quien Tahpenes destetó en la casa de Faraón; y Genubat estaba en la casa de Faraón entre los hijos de Faraón.
21 Pero cuando Hadad oyó en Egipto que David había dormido con sus padres, y que Joab, el comandante del ejército, había muerto, Hadad dijo a Faraón: Déjame ir para que vaya a mi tierra.
22 Entonces Faraón le dijo: ¿Qué te ha faltado junto a mí para que procures irte a tu tierra? Y él respondió: Nada; sin embargo, te ruego que me dejes ir.
23 Dios también levantó otro adversario contra Salomón: Rezón, hijo de Eliada, que había huido de su señor Hadad-ezer, rey de Soba;
24 y había reunido hombres consigo y se había hecho jefe de una banda de merodeadores, después que David mató a los de Soba; y fueron a Damasco y habitaron allí, y reinaron en Damasco.
25 Y fue adversario de Israel todos los días de Salomón, junto con el mal que Hadad hizo; y aborreció a Israel y reinó sobre Aram.
26 También Jeroboam, hijo de Nabat, efrateo de Sereda, siervo de Salomón, cuya madre era una mujer viuda llamada Zerúa, se rebeló contra el rey.
27 Esta fue la razón por la cual se rebeló contra el rey: Salomón había edificado el Milo y había cerrado la brecha de la ciudad de su padre David.
28 Y Jeroboam era un hombre valiente y esforzado, y viendo Salomón que el joven era industrioso, lo puso al frente de toda la mano de obra de la casa de José.
29 Y aconteció que en aquel tiempo, cuando Jeroboam salió de Jerusalén, el profeta Ahías silonita lo encontró en el camino. Ahías estaba vestido con un manto nuevo, y los dos estaban solos en el campo.
30 Entonces Ahías tomó el manto nuevo que traía puesto, lo rasgó en doce pedazos,
31 y dijo a Jeroboam: Toma para ti diez pedazos; porque así dice el SEÑOR, Dios de Israel: "He aquí, arrancaré el reino de la mano de Salomón y te daré diez tribus
32 (pero él tendrá una tribu por amor a mi siervo David y por amor a Jerusalén, la ciudad que he escogido de entre todas las tribus de Israel),
33 porque me han abandonado y han adorado a Astoret, diosa de los sidonios, a Quemos, dios de Moab, y a Milcom, dios de los hijos de Amón, y no han andado en mis caminos para hacer lo recto delante de mis ojos y guardar mis estatutos y mis ordenanzas, como hizo su padre David.
34 Sin embargo, no quitaré todo el reino de su mano, sino que lo haré príncipe todos los días de su vida, por amor a mi siervo David a quien escogí, el cual guardó mis mandamientos y mis estatutos;
35 pero quitaré el reino de mano de su hijo y te lo daré a ti, es decir, las diez tribus.
36 Y a su hijo le daré una tribu, para que mi siervo David tenga una lámpara siempre delante de mí en Jerusalén, la ciudad que yo he escogido para poner allí mi nombre.
37 Y te tomaré a ti, y reinarás sobre todo lo que desees, y serás rey sobre Israel.
38 Y sucederá que si escuchas todo lo que te ordeno, y andas en mis caminos, y haces lo recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como hizo mi siervo David, entonces estaré contigo y te edificaré una casa firme, como la que edifiqué a David, y te entregaré Israel;
39 y afligiré a la descendencia de David por esto, pero no para siempre."
40 Por eso Salomón procuró dar muerte a Jeroboam, pero Jeroboam se levantó y huyó a Egipto, a Sisac, rey de Egipto, y estuvo en Egipto hasta la muerte de Salomón.
41 Los demás hechos de Salomón, y todo lo que hizo, y su sabiduría, ¿no están escritos en el libro de los hechos de Salomón?
42 Y el tiempo que Salomón reinó en Jerusalén sobre todo Israel fue de cuarenta años.
43 Y durmió Salomón con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de su padre David; y su hijo Roboam reinó en su lugar.
WLC
1 וְהַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה אָהַב נָשִׁים נָכְרִיּוֹת רַבּוֹת וְאֶת־בַּת־פַּרְעֹה מוֹאֲבִיּוֹת עַמֳּנִיּוֹת אֲדֹמִיֹּת צֵדְנִיֹּת חִתִּיֹּת׃
2 מִן־הַגּוֹיִם אֲשֶׁר אָמַר־יְהוָה אֶל־בְּנֵי יִשְׂרָאֵל לֹא־תָבֹאוּ בָהֶם וְהֵם לֹא־יָבֹאוּ בָכֶם אָכֵן יַטּוּ אֶת־לְבַבְכֶם אַחֲרֵי אֱלֹהֵיהֶם בָּהֶם דָּבַק שְׁלֹמֹה לְאַהֲבָה׃
3 וַיְהִי־לוֹ נָשִׁים שָׂרוֹת שְׁבַע מֵאוֹת וּפִלַגְשִׁים שְׁלֹשׁ מֵאוֹת וַיַּטּוּ נָשָׁיו אֶת־לִבּוֹ׃
4 וַיְהִי לְעֵת זִקְנַת שְׁלֹמֹה נָשָׁיו הִטּוּ אֶת־לְבָבוֹ אַחֲרֵי אֱלֹהִים אֲחֵרִים וְלֹא־הָיָה לְבָבוֹ שָׁלֵם עִם־יְהוָה אֱלֹהָיו כִּלְבַב דָּוִיד אָבִיו׃
5 וַיֵּלֶךְ שְׁלֹמֹה אַחֲרֵי עַשְׁתֹּרֶת אֱלֹהֵי צִדֹנִים וְאַחֲרֵי מִלְכֹּם שִׁקֻּץ עַמֹּנִים׃
6 וַיַּעַשׂ שְׁלֹמֹה הָרַע בְּעֵינֵי יְהוָה וְלֹא מִלֵּא אַחֲרֵי יְהוָה כְּדָוִד אָבִיו׃
7 אָז יִבְנֶה שְׁלֹמֹה בָּמָה לִכְמוֹשׁ שִׁקֻּץ מוֹאָב בָּהָר אֲשֶׁר עַל־פְּנֵי יְרוּשָׁלִָם וּלְמֹלֶךְ שִׁקֻּץ בְּנֵי עַמּוֹן׃
8 וְכֵן עָשָׂה לְכָל־נָשָׁיו הַנָּכְרִיּוֹת מַקְטִירוֹת וּמְזַבְּחוֹת לֵאלֹהֵיהֶן׃
9 וַיִּתְאַנַּף יְהוָה בִּשְׁלֹמֹה כִּי־נָטָה לְבָבוֹ מֵעִם יְהוָה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל הַנִּרְאָה אֵלָיו פַּעֲמָיִם׃
10 וְצִוָּה אֵלָיו עַל־הַדָּבָר הַזֶּה לְבִלְתִּי־לֶכֶת אַחֲרֵי אֱלֹהִים אֲחֵרִים וְלֹא שָׁמַר אֵת אֲשֶׁר־צִוָּה יְהוָה׃
11 וַיֹּאמֶר יְהוָה לִשְׁלֹמֹה יַעַן אֲשֶׁר הָיְתָה־זֹּאת עִמָּךְ וְלֹא שָׁמַרְתָּ בְּרִיתִי וְחֻקֹּתַי אֲשֶׁר צִוִּיתִי עָלֶיךָ קָרֹעַ אֶקְרַע אֶת־הַמַּמְלָכָה מֵעָלֶיךָ וּנְתַתִּיהָ לְעַבְדֶּךָ׃
12 אַךְ־בְּיָמֶיךָ לֹא אֶעֱשֶׂנָּה לְמַעַן דָּוִד אָבִיךָ מִיַּד בִּנְךָ אֶקְרָעֶנָּה׃
13 רַק אֶת־כָּל־הַמַּמְלָכָה לֹא אֶקְרָע שֵׁבֶט אֶחָד אֶתֵּן לִבְנֶךָ לְמַעַן דָּוִד עַבְדִּי וּלְמַעַן יְרוּשָׁלִַם אֲשֶׁר בָּחָרְתִּי׃
14 וַיָּקֶם יְהוָה שָׂטָן לִשְׁלֹמֹה אֵת הֲדַד הָאֲדֹמִי מִזֶּרַע הַמֶּלֶךְ הוּא בֶּאֱדוֹם׃
15 וַיְהִי בִּהְיוֹת דָּוִד אֶת־אֱדוֹם בַּעֲלוֹת יוֹאָב שַׂר הַצָּבָא לְקַבֵּר אֶת־הַחֲלָלִים וַיַּךְ כָּל־זָכָר בֶּאֱדוֹם׃
16 כִּי שֵׁשֶׁת חֳדָשִׁים יָשַׁב־שָׁם יוֹאָב וְכָל־יִשְׂרָאֵל עַד־הִכְרִית כָּל־זָכָר בֶּאֱדוֹם׃
17 וַיִּבְרַח אֲדַד הוּא וַאֲנָשִׁים אֲדֹמִיִּים מֵעַבְדֵי אָבִיו אִתּוֹ לָבוֹא מִצְרָיִם וַהֲדַד נַעַר קָטָן׃
18 וַיָּקֻמוּ מִמִּדְיָן וַיָּבֹאוּ פָּארָן וַיִּקְחוּ אֲנָשִׁים עִמָּם מִפָּארָן וַיָּבֹאוּ מִצְרַיִם אֶל־פַּרְעֹה מֶלֶךְ־מִצְרַיִם וַיִּתֶּן־לוֹ בַיִת וְלֶחֶם אָמַר לוֹ וְאֶרֶץ נָתַן לוֹ׃
19 וַיִּמְצָא הֲדַד חֵן בְּעֵינֵי פַרְעֹה מְאֹד וַיִּתֶּן־לוֹ אִשָּׁה אֶת־אֲחוֹת אִשְׁתּוֹ אֲחוֹת תַּחְפְּנֵיס הַגְּבִירָה׃
20 וַתֵּלֶד לוֹ אֲחוֹת תַּחְפְּנֵיס אֵת גְּנֻבַת בְּנוֹ וַתִּגְמְלֵהוּ תַּחְפְּנֵס בְּתוֹךְ בֵּית פַּרְעֹה וַיְהִי גְּנֻבַת בֵּית פַּרְעֹה בְּתוֹךְ בְּנֵי פַרְעֹה׃
21 וַהֲדַד שָׁמַע בְּמִצְרַיִם כִּי־שָׁכַב דָּוִד עִם־אֲבֹתָיו וְכִי־מֵת יוֹאָב שַׂר־הַצָּבָא וַיֹּאמֶר הֲדַד אֶל־פַּרְעֹה שַׁלְּחֵנִי וְאֵלֵךְ אֶל־אַרְצִי׃
22 וַיֹּאמֶר לוֹ פַרְעֹה כִּי מָה־אַתָּה חָסֵר עִמִּי וְהִנְּךָ מְבַקֵּשׁ לָלֶכֶת אֶל־אַרְצֶךָ וַיֹּאמֶר לֹא כִּי שַׁלֵּחַ תְּשַׁלְּחֵנִי׃
23 וַיָּקֶם אֱלֹהִים לוֹ שָׂטָן אֶת־רְזוֹן בֶּן־אֶלְיָדָע אֲשֶׁר בָּרַח מֵאֵת הֲדַדְעֶזֶר מֶלֶךְ־צוֹבָה אֲדֹנָיו׃
24 וַיִּקְבֹּץ עָלָיו אֲנָשִׁים וַיְהִי שַׂר־גְּדוּד בַּהֲרֹג דָּוִד אֹתָם וַיֵּלְכוּ דַמֶּשֶׂק וַיֵּשְׁבוּ בָהּ וַיִּמְלְכוּ בְּדַמָּשֶׂק׃
25 וַיְהִי שָׂטָן לְיִשְׂרָאֵל כָּל־יְמֵי שְׁלֹמֹה וְאֶת־הָרָעָה אֲשֶׁר הֲדָד וַיָּקָץ בְּיִשְׂרָאֵל וַיִּמְלֹךְ עַל־אֲרָם׃
26 וְיָרָבְעָם בֶּן־נְבָט אֶפְרָתִי מִן־הַצְּרֵדָה וְשֵׁם אִמּוֹ צְרוּעָה אִשָּׁה אַלְמָנָה עֶבֶד לִשְׁלֹמֹה וַיָּרֶם יָד בַּמֶּלֶךְ׃
27 וְזֶה הַדָּבָר אֲשֶׁר־הֵרִים יָד בַּמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה בָּנָה אֶת־הַמִּלּוֹא סָגַר אֶת־פֶּרֶץ עִיר דָּוִד אָבִיו׃
28 וְהָאִישׁ יָרָבְעָם גִּבּוֹר חָיִל וַיַּרְא שְׁלֹמֹה אֶת־הַנַּעַר כִּי־עֹשֵׂה מְלָאכָה הוּא וַיַּפְקֵד אֹתוֹ לְכָל־סֵבֶל בֵּית יוֹסֵף׃
29 וַיְהִי בָּעֵת הַהִיא וְיָרָבְעָם יָצָא מִירוּשָׁלִָם וַיִּמְצָא אֹתוֹ אֲחִיָּה הַשִּׁילֹנִי הַנָּבִיא בַּדֶּרֶךְ וְהוּא מִתְכַּסֶּה בְּשַׂלְמָה חֲדָשָׁה וּשְׁנֵיהֶם לְבַדָּם בַּשָּׂדֶה׃
30 וַיִּתְפֹּשׂ אֲחִיָּה בַּשַּׂלְמָה הַחֲדָשָׁה אֲשֶׁר עָלָיו וַיִּקְרָעֶהָ שְׁנֵים עָשָׂר קְרָעִים׃
31 וַיֹּאמֶר לְיָרָבְעָם קַח־לְךָ עֲשָׂרָה קְרָעִים כִּי כֹה אָמַר יְהוָה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל הִנְנִי קֹרֵעַ אֶת־הַמַּמְלָכָה מִיַּד שְׁלֹמֹה וְנָתַתִּי לְךָ אֵת עֲשָׂרָה הַשְּׁבָטִים׃
32 וְהַשֵּׁבֶט הָאֶחָד יִהְיֶה־לּוֹ לְמַעַן עַבְדִּי דָוִד וּלְמַעַן יְרוּשָׁלִַם הָעִיר אֲשֶׁר בָּחַרְתִּי בָהּ מִכֹּל שִׁבְטֵי יִשְׂרָאֵל׃
33 יַעַן אֲשֶׁר עֲזָבוּנִי וַיִּשְׁתַּחֲווּ לְעַשְׁתֹּרֶת אֱלֹהֵי צִדֹנִין לִכְמוֹשׁ אֱלֹהֵי מוֹאָב וּלְמִלְכֹּם אֱלֹהֵי בְנֵי־עַמּוֹן וְלֹא־הָלְכוּ בִדְרָכַי לַעֲשׂוֹת הַיָּשָׁר בְּעֵינַי וְחֻקֹּתַי וּמִשְׁפָּטַי כְּדָוִד אָבִיו׃
34 וְלֹא־אֶקַּח אֶת־כָּל־הַמַּמְלָכָה מִיָּדוֹ כִּי נָשִׂיא אֲשִׁתֶנּוּ כֹּל יְמֵי חַיָּיו לְמַעַן דָּוִד עַבְדִּי אֲשֶׁר בָּחַרְתִּי אֹתוֹ אֲשֶׁר שָׁמַר מִצְוֺתַי וְחֻקֹּתָי׃
35 וְלָקַחְתִּי הַמְּלוּכָה מִיַּד בְּנוֹ וּנְתַתִּיהָ לְּךָ אֵת עֲשֶׂרֶת הַשְּׁבָטִים׃
36 וְלִבְנוֹ אֶתֵּן שֵׁבֶט־אֶחָד לְמַעַן הֱיוֹת־נִיר לְדָוִיד־עַבְדִּי כָּל־הַיָּמִים לְפָנַי בִּירוּשָׁלִַם הָעִיר אֲשֶׁר בָּחַרְתִּי לִי לָשׂוּם שְׁמִי שָׁם׃
37 וְאֹתְךָ אֶקַּח וּמָלַכְתָּ בְּכֹל אֲשֶׁר־תְּאַוֶּה נַפְשֶׁךָ וְהָיִיתָ מֶּלֶךְ עַל־יִשְׂרָאֵל׃
38 וְהָיָה אִם־תִּשְׁמַע אֶת־כָּל־אֲשֶׁר אֲצַוֶּךָ וְהָלַכְתָּ בִדְרָכַי וְעָשִׂיתָ הַיָּשָׁר בְּעֵינַי לִשְׁמוֹר חֻקּוֹתַי וּמִצְוֺתַי כַּאֲשֶׁר עָשָׂה דָּוִד עַבְדִּי וְהָיִיתִי עִמָּךְ וּבָנִיתִי לְךָ בַיִת־נֶאֱמָן כַּאֲשֶׁר בָּנִיתִי לְדָוִד וְנָתַתִּי לְךָ אֶת־יִשְׂרָאֵל׃
39 וַאֲעַנֶּה אֶת־זֶרַע דָּוִד לְמַעַן זֹאת אַךְ לֹא כָל־הַיָּמִים׃
40 וַיְבַקֵּשׁ שְׁלֹמֹה לְהָמִית אֶת־יָרָבְעָם וַיָּקָם יָרָבְעָם וַיִּבְרַח מִצְרַיִם אֶל־שִׁישַׁק מֶלֶךְ־מִצְרַיִם וַיְהִי בְמִצְרַיִם עַד־מוֹת שְׁלֹמֹה׃
41 וְיֶתֶר דִּבְרֵי שְׁלֹמֹה וְכָל־אֲשֶׁר עָשָׂה וְחָכְמָתוֹ הֲלוֹא־הֵם כְּתוּבִים עַל־סֵפֶר דִּבְרֵי שְׁלֹמֹה׃
42 וְהַיָּמִים אֲשֶׁר מָלַךְ שְׁלֹמֹה בִירוּשָׁלִַם עַל־כָּל־יִשְׂרָאֵל אַרְבָּעִים שָׁנָה׃
43 וַיִּשְׁכַּב שְׁלֹמֹה עִם־אֲבֹתָיו וַיִּקָּבֵר בְּעִיר דָּוִד אָבִיו וַיִּמְלֹךְ רְחַבְעָם בְּנוֹ תַּחְתָּיו׃
Capítulo 12
Rebelión de las diez tribus
LBLA
1 Roboam fue a Siquem, porque todo Israel había ido a Siquem para hacerlo rey.
2 Y sucedió que cuando lo oyó Jeroboam, hijo de Nabat, que estaba aún en Egipto (porque había huido de la presencia del rey Salomón, y Jeroboam habitaba en Egipto),
3 enviaron a llamarlo. Y Jeroboam y toda la asamblea de Israel vinieron y hablaron a Roboam, diciendo:
4 Tu padre hizo duro nuestro yugo; ahora pues, aligera la dura servidumbre de tu padre y el pesado yugo que puso sobre nosotros, y te serviremos.
5 Y él les dijo: Idos por tres días, y volved a mí. Y el pueblo se fue.
6 Entonces el rey Roboam consultó con los ancianos que habían servido a su padre Salomón cuando aún vivía, diciendo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo?
7 Y ellos le respondieron, diciendo: Si hoy te haces servidor de este pueblo y los sirves, y les respondes y les dices buenas palabras, ellos serán tus siervos para siempre.
8 Pero él desechó el consejo que los ancianos le habían dado, y consultó con los jóvenes que se habían criado con él y que estaban a su servicio.
9 Y les dijo: ¿Qué aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo que me ha hablado, diciendo: "Aligera el yugo que tu padre puso sobre nosotros"?
10 Y los jóvenes que se habían criado con él le respondieron, diciendo: Así dirás a este pueblo que te ha hablado, diciendo: "Tu padre hizo pesado nuestro yugo, ahora hazlo tú más ligero para nosotros"; así les hablarás: "Mi dedo meñique es más grueso que los lomos de mi padre.
11 "Ahora pues, mi padre os cargó con yugo pesado, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con látigos, pero yo os castigaré con escorpiones."
12 Entonces Jeroboam y todo el pueblo vinieron a Roboam al tercer día, tal como el rey había hablado, diciendo: Volved a mí al tercer día.
13 Y el rey respondió al pueblo con dureza, desechando el consejo que los ancianos le habían dado,
14 y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre hizo pesado vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con látigos, pero yo os castigaré con escorpiones.
15 Y el rey no escuchó al pueblo; porque era un giro de acontecimientos de parte del SEÑOR, para que se confirmara la palabra que el SEÑOR había hablado por medio de Ahías silonita a Jeroboam, hijo de Nabat.
16 Cuando todo Israel vio que el rey no les había hecho caso, el pueblo respondió al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos herencia en el hijo de Isaí. ¡A tus tiendas, Israel! ¡Ahora mira por tu propia casa, David! Y los de Israel se fueron a sus tiendas.
17 Pero en cuanto a los hijos de Israel que habitaban en las ciudades de Judá, Roboam reinó sobre ellos.
18 Entonces el rey Roboam envió a Adoram, que estaba a cargo del tributo laboral, pero todo Israel lo apedreó y murió. Y el rey Roboam se apresuró a subir a su carro para huir a Jerusalén.
19 Así se rebeló Israel contra la casa de David hasta hoy.
20 Y sucedió que cuando todo Israel oyó que Jeroboam había vuelto, mandaron llamarlo a la asamblea y lo hicieron rey sobre todo Israel. Ninguno siguió a la casa de David sino la tribu de Judá solamente.
21 Cuando Roboam llegó a Jerusalén, reunió a toda la casa de Judá y a la tribu de Benjamín, ciento ochenta mil guerreros escogidos, para pelear contra la casa de Israel a fin de hacer volver el reino a Roboam, hijo de Salomón.
22 Pero vino la palabra de Dios a Semaías, hombre de Dios, diciendo:
23 Habla a Roboam, hijo de Salomón, rey de Judá, a toda la casa de Judá y de Benjamín, y al resto del pueblo, diciendo:
24 Así dice el SEÑOR: "No subiréis ni pelearéis contra vuestros hermanos los hijos de Israel. Volveos cada uno a su casa, porque de mí ha venido esta cosa." Y escucharon la palabra del SEÑOR y se volvieron y se fueron según la palabra del SEÑOR.
25 Entonces Jeroboam edificó Siquem en la región montañosa de Efraín, y habitó en ella. Y saliendo de allí, edificó Penuel.
26 Y Jeroboam dijo en su corazón: Ahora volverá el reino a la casa de David.
27 Si este pueblo sube a ofrecer sacrificios en la casa del SEÑOR en Jerusalén, el corazón de este pueblo se volverá a su señor, a Roboam, rey de Judá; me matarán y se volverán a Roboam, rey de Judá.
28 Por lo cual el rey tomó consejo, e hizo dos becerros de oro, y dijo al pueblo: Es mucho para vosotros subir a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel, que te hicieron subir de la tierra de Egipto.
29 Y puso uno en Betel, y el otro lo colocó en Dan.
30 Y esto fue motivo de pecado, porque el pueblo iba hasta Dan para adorar delante de uno de ellos.
31 Hizo también casas en los lugares altos, e hizo sacerdotes de entre el pueblo que no eran de los hijos de Leví.
32 Y Jeroboam instituyó una fiesta en el mes octavo, en el día quince del mes, como la fiesta que hay en Judá, y subió al altar; así hizo en Betel, sacrificando a los becerros que había hecho. Y colocó en Betel a los sacerdotes de los lugares altos que él había edificado.
33 Subió, pues, al altar que había hecho en Betel el día quince del mes octavo, mes que había escogido por su cuenta; y estableció una fiesta para los hijos de Israel, y subió al altar para quemar incienso.
WLC
1 וַיֵּלֶךְ רְחַבְעָם שְׁכֶם כִּי שְׁכֶם בָּא כָל־יִשְׂרָאֵל לְהַמְלִיךְ אֹתוֹ׃
2 וַיְהִי כִּשְׁמֹעַ יָרָבְעָם בֶּן־נְבָט וְהוּא עוֹדֶנּוּ בְמִצְרַיִם אֲשֶׁר בָּרַח מִפְּנֵי הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה וַיֵּשֶׁב יָרָבְעָם בְּמִצְרָיִם׃
3 וַיִּשְׁלְחוּ וַיִּקְרְאוּ־לוֹ ויבאו [וַיָּבֹא] יָרָבְעָם וְכָל־קְהַל יִשְׂרָאֵל וַיְדַבְּרוּ אֶל־רְחַבְעָם לֵאמֹר׃
4 אָבִיךָ הִקְשָׁה אֶת־עֻלֵּנוּ וְאַתָּה עַתָּה הָקֵל מֵעֲבֹדַת אָבִיךָ הַקָּשָׁה וּמֵעֻלּוֹ הַכָּבֵד אֲשֶׁר־נָתַן עָלֵינוּ וְנַעַבְדֶךָּ׃
5 וַיֹּאמֶר אֲלֵיהֶם לְכוּ עֹד שְׁלֹשָׁה יָמִים וְשׁוּבוּ אֵלָי וַיֵּלְכוּ הָעָם׃
6 וַיִּוָּעַץ הַמֶּלֶךְ רְחַבְעָם אֶת־הַזְּקֵנִים אֲשֶׁר־הָיוּ עֹמְדִים אֶת־פְּנֵי שְׁלֹמֹה אָבִיו בִּהְיֹתוֹ חַי לֵאמֹר אֵיךְ אַתֶּם נוֹעָצִים לְהָשִׁיב אֶת־הָעָם־הַזֶּה דָּבָר׃
7 וידבר [וַיְדַבְּרוּ] אֵלָיו לֵאמֹר אִם־הַיּוֹם תִּהְיֶה־עֶבֶד לָעָם הַזֶּה וַעֲבַדְתָּם וַעֲנִיתָם וְדִבַּרְתָּ אֲלֵיהֶם דְּבָרִים טוֹבִים וְהָיוּ לְךָ עֲבָדִים כָּל־הַיָּמִים׃
8 וַיַּעֲזֹב אֶת־עֲצַת הַזְּקֵנִים אֲשֶׁר יְעָצֻהוּ וַיִּוָּעַץ אֶת־הַיְלָדִים אֲשֶׁר גָּדְלוּ אִתּוֹ אֲשֶׁר הָעֹמְדִים לְפָנָיו׃
9 וַיֹּאמֶר אֲלֵיהֶם מָה אַתֶּם נוֹעָצִים וְנָשִׁיב דָּבָר אֶת־הָעָם הַזֶּה אֲשֶׁר דִּבְּרוּ אֵלַי לֵאמֹר הָקֵל מִן־הָעֹל אֲשֶׁר־נָתַן אָבִיךָ עָלֵינוּ׃
10 וַיְדַבְּרוּ אֵלָיו הַיְלָדִים אֲשֶׁר גָּדְלוּ אִתּוֹ לֵאמֹר כֹּה־תֹאמַר לָעָם הַזֶּה אֲשֶׁר דִּבְּרוּ אֵלֶיךָ לֵאמֹר אָבִיךָ הִכְבִּיד אֶת־עֻלֵּנוּ וְאַתָּה הָקֵל מֵעָלֵינוּ כֹּה תְּדַבֵּר אֲלֵיהֶם קָטָנִּי עָבָה מִמָּתְנֵי אָבִי׃
11 וְעַתָּה אָבִי הֶעְמִיס עֲלֵיכֶם עֹל כָּבֵד וַאֲנִי אוֹסִיף עַל־עֻלְּכֶם אָבִי יִסַּר אֶתְכֶם בַּשּׁוֹטִים וַאֲנִי אֲיַסֵּר אֶתְכֶם בָּעַקְרַבִּים׃
12 ויבו [וַיָּבוֹא] יָרָבְעָם וְכָל־הָעָם אֶל־רְחַבְעָם בַּיּוֹם הַשְּׁלִישִׁי כַּאֲשֶׁר דִּבֶּר הַמֶּלֶךְ לֵאמֹר שׁוּבוּ אֵלַי בַּיּוֹם הַשְּׁלִישִׁי׃
13 וַיַּעַן הַמֶּלֶךְ אֶת־הָעָם קָשָׁה וַיַּעֲזֹב אֶת־עֲצַת הַזְּקֵנִים אֲשֶׁר יְעָצֻהוּ׃
14 וַיְדַבֵּר אֲלֵיהֶם כַּעֲצַת הַיְלָדִים לֵאמֹר אָבִי הִכְבִּיד אֶת־עֻלְּכֶם וַאֲנִי אֹסִיף עַל־עֻלְּכֶם אָבִי יִסַּר אֶתְכֶם בַּשּׁוֹטִים וַאֲנִי אֲיַסֵּר אֶתְכֶם בָּעַקְרַבִּים׃
15 וְלֹא־שָׁמַע הַמֶּלֶךְ אֶל־הָעָם כִּי־הָיְתָה סִבָּה מֵעִם יְהוָה לְמַעַן הָקִים אֶת־דְּבָרוֹ אֲשֶׁר דִּבֶּר יְהוָה בְּיַד אֲחִיָּה הַשִּׁילֹנִי אֶל־יָרָבְעָם בֶּן־נְבָט׃
16 וַיַּרְא כָּל־יִשְׂרָאֵל כִּי לֹא־שָׁמַע הַמֶּלֶךְ אֲלֵיהֶם וַיָּשִׁבוּ הָעָם אֶת־הַמֶּלֶךְ דָּבָר לֵאמֹר מַה־לָּנוּ חֵלֶק בְּדָוִד וְלֹא־נַחֲלָה בְּבֶן־יִשַׁי לְאֹהָלֶיךָ יִשְׂרָאֵל עַתָּה רְאֵה בֵיתְךָ דָּוִד וַיֵּלֶךְ יִשְׂרָאֵל לְאֹהָלָיו׃
17 וּבְנֵי יִשְׂרָאֵל הַיֹּשְׁבִים בְּעָרֵי יְהוּדָה וַיִּמְלֹךְ עֲלֵיהֶם רְחַבְעָם׃
18 וַיִּשְׁלַח הַמֶּלֶךְ רְחַבְעָם אֶת־אֲדֹרָם אֲשֶׁר עַל־הַמַּס וַיִּרְגְּמוּ כָל־יִשְׂרָאֵל בּוֹ אֶבֶן וַיָּמֹת וְהַמֶּלֶךְ רְחַבְעָם הִתְאַמֵּץ לַעֲלוֹת בַּמֶּרְכָּבָה לָנוּס יְרוּשָׁלִָם׃
19 וַיִּפְשְׁעוּ יִשְׂרָאֵל בְּבֵית דָּוִד עַד הַיּוֹם הַזֶּה׃
20 וַיְהִי כִּשְׁמֹעַ כָּל־יִשְׂרָאֵל כִּי־שָׁב יָרָבְעָם וַיִּשְׁלְחוּ וַיִּקְרְאוּ אֹתוֹ אֶל־הָעֵדָה וַיַּמְלִיכוּ אֹתוֹ עַל־כָּל־יִשְׂרָאֵל לֹא הָיָה אַחֲרֵי בֵּית־דָּוִד זוּלָתִי שֵׁבֶט־יְהוּדָה לְבַדּוֹ׃
21 ויבאו [וַיָּבֹא] רְחַבְעָם יְרוּשָׁלִַם וַיַּקְהֵל אֶת־כָּל־בֵּית יְהוּדָה וְאֶת־שֵׁבֶט בִּנְיָמִן מֵאָה וּשְׁמֹנִים אֶלֶף בָּחוּר עֹשֵׂה מִלְחָמָה לְהִלָּחֵם עִם־בֵּית יִשְׂרָאֵל לְהָשִׁיב אֶת־הַמְּלוּכָה לִרְחַבְעָם בֶּן־שְׁלֹמֹה׃
22 וַיְהִי דְּבַר הָאֱלֹהִים אֶל־שְׁמַעְיָה אִישׁ־הָאֱלֹהִים לֵאמֹר׃
23 אֱמֹר אֶל־רְחַבְעָם בֶּן־שְׁלֹמֹה מֶלֶךְ יְהוּדָה וְאֶל־כָּל־בֵּית יְהוּדָה וּבִנְיָמִין וְיֶתֶר הָעָם לֵאמֹר׃
24 כֹּה אָמַר יְהוָה לֹא־תַעֲלוּ וְלֹא־תִלָּחֲמוּן עִם־אֲחֵיכֶם בְּנֵי־יִשְׂרָאֵל שׁוּבוּ אִישׁ לְבֵיתוֹ כִּי מֵאִתִּי נִהְיָה הַדָּבָר הַזֶּה וַיִּשְׁמְעוּ אֶת־דְּבַר יְהוָה וַיָּשֻׁבוּ לָלֶכֶת כִּדְבַר יְהוָה׃
25 וַיִּבֶן יָרָבְעָם אֶת־שְׁכֶם בְּהַר אֶפְרַיִם וַיֵּשֶׁב בָּהּ וַיֵּצֵא מִשָּׁם וַיִּבֶן אֶת־פְּנוּאֵל׃
26 וַיֹּאמֶר יָרָבְעָם בְּלִבּוֹ עַתָּה תָּשׁוּב הַמַּמְלָכָה לְבֵית דָּוִד׃
27 אִם־יַעֲלֶה הָעָם הַזֶּה לַעֲשׂוֹת זְבָחִים בְּבֵית־יְהוָה בִּירוּשָׁלִַם וְשָׁב לֵב הָעָם הַזֶּה אֶל־אֲדֹנֵיהֶם אֶל־רְחַבְעָם מֶלֶךְ יְהוּדָה וַהֲרָגֻנִי וְשָׁבוּ אֶל־רְחַבְעָם מֶלֶךְ־יְהוּדָה׃
28 וַיִּוָּעַץ הַמֶּלֶךְ וַיַּעַשׂ שְׁנֵי עֶגְלֵי זָהָב וַיֹּאמֶר אֲלֵהֶם רַב־לָכֶם מֵעֲלוֹת יְרוּשָׁלִַם הִנֵּה אֱלֹהֶיךָ יִשְׂרָאֵל אֲשֶׁר הֶעֱלוּךָ מֵאֶרֶץ מִצְרָיִם׃
29 וַיָּשֶׂם אֶת־הָאֶחָד בְּבֵית־אֵל וְאֶת־הָאֶחָד נָתַן בְּדָן׃
30 וַיְהִי הַדָּבָר הַזֶּה לְחַטָּאת וַיֵּלְכוּ הָעָם לִפְנֵי הָאֶחָד עַד־דָּן׃
31 וַיַּעַשׂ אֶת־בֵּית בָּמוֹת וַיַּעַשׂ כֹּהֲנִים מִקְצוֹת הָעָם אֲשֶׁר לֹא־הָיוּ מִבְּנֵי לֵוִי׃
32 וַיַּעַשׂ יָרָבְעָם חָג בַּחֹדֶשׁ הַשְּׁמִינִי בַּחֲמִשָּׁה־עָשָׂר יוֹם לַחֹדֶשׁ כֶּחָג אֲשֶׁר בִּיהוּדָה וַיַּעַל עַל־הַמִּזְבֵּחַ כֵּן עָשָׂה בְּבֵית־אֵל לְזַבֵּחַ לָעֲגָלִים אֲשֶׁר־עָשָׂה וְהֶעֱמִיד בְּבֵית אֵל אֶת־כֹּהֲנֵי הַבָּמוֹת אֲשֶׁר עָשָׂה׃
33 וַיַּעַל עַל־הַמִּזְבֵּחַ אֲשֶׁר־עָשָׂה בְּבֵית־אֵל בַּחֲמִשָּׁה עָשָׂר יוֹם בַּחֹדֶשׁ הַשְּׁמִינִי בַּחֹדֶשׁ אֲשֶׁר־בָּדָא מלבד [מִלִּבּוֹ] וַיַּעַשׂ חָג לִבְנֵי יִשְׂרָאֵל וַיַּעַל עַל־הַמִּזְבֵּחַ לְהַקְטִיר׃
Capítulo 13
Un profeta condena el altar
LBLA
1 Y he aquí, un hombre de Dios vino de Judá a Betel por palabra del SEÑOR, mientras Jeroboam estaba de pie junto al altar para quemar incienso.
2 Y clamó contra el altar por palabra del SEÑOR, y dijo: Oh altar, altar, así dice el SEÑOR: "He aquí, a la casa de David le nacerá un hijo, Josías por nombre, y sobre ti sacrificará a los sacerdotes de los lugares altos que queman incienso sobre ti, y huesos humanos serán quemados sobre ti."
3 Y aquel mismo día dio una señal, diciendo: Esta es la señal de que el SEÑOR ha hablado: He aquí, el altar se rajará, y la ceniza que está sobre él se derramará.
4 Y aconteció que cuando el rey oyó la palabra del hombre de Dios, que había clamado contra el altar de Betel, Jeroboam extendió su mano desde el altar, diciendo: ¡Prendedle! Y su mano, que había extendido contra él, se le secó, y no podía volverla hacia sí.
5 El altar también se rajó, y la ceniza se derramó del altar conforme a la señal que el hombre de Dios había dado por palabra del SEÑOR.
6 Y respondiendo el rey, dijo al hombre de Dios: Te ruego que implores el favor del SEÑOR tu Dios y ores por mí, para que mi mano me sea restaurada. Y el hombre de Dios imploró el favor del SEÑOR, y la mano del rey le fue restaurada y quedó como antes.
7 Entonces el rey dijo al hombre de Dios: Ven conmigo a casa y refréscate, y te daré una recompensa.
8 Pero el hombre de Dios dijo al rey: Aunque me dieras la mitad de tu casa no iría contigo, ni comería pan ni bebería agua en este lugar.
9 Porque así me fue ordenado por palabra del SEÑOR, diciendo: "No comerás pan, ni beberás agua, ni volverás por el camino que fuiste."
10 Y se fue por otro camino, y no volvió por el camino por donde había ido a Betel.
11 Y vivía en Betel un viejo profeta; y sus hijos vinieron y le contaron todas las obras que el hombre de Dios había hecho aquel día en Betel; las palabras que había hablado al rey, también se las contaron a su padre.
12 Y su padre les dijo: ¿Por qué camino se fue? Y sus hijos le mostraron el camino por donde se había ido el hombre de Dios que vino de Judá.
13 Entonces dijo a sus hijos: Aparejadme el asno. Y le aparejaron el asno y se montó en él;
14 y fue tras el hombre de Dios, y lo halló sentado debajo de una encina, y le dijo: ¿Eres tú el hombre de Dios que vino de Judá? Y él respondió: Yo soy.
15 Entonces le dijo: Ven conmigo a casa y come pan.
16 Y él dijo: No puedo volver contigo, ni entrar contigo, ni tampoco comeré pan ni beberé agua contigo en este lugar.
17 Porque me fue dicho por palabra del SEÑOR: "No comerás pan ni beberás agua allí; no volverás por el camino por donde fuiste."
18 Y él le dijo: Yo también soy profeta como tú, y un ángel me habló por palabra del SEÑOR, diciendo: "Tráele contigo a tu casa para que coma pan y beba agua." Pero le mintió.
19 Y volvió con él, y comió pan en su casa y bebió agua.
20 Y sucedió que mientras estaban sentados a la mesa, vino la palabra del SEÑOR al profeta que le había hecho volver;
21 y clamó al hombre de Dios que vino de Judá, diciendo: Así dice el SEÑOR: "Por cuanto has desobedecido el mandato del SEÑOR, y no has guardado el mandamiento que el SEÑOR tu Dios te había ordenado,
22 sino que has vuelto y has comido pan y bebido agua en el lugar del cual el SEÑOR te dijo: 'No comerás pan ni beberás agua'; tu cadáver no entrará en el sepulcro de tus padres."
23 Y sucedió que después que hubo comido pan y bebido agua, el viejo profeta aparejó el asno para él, para el profeta al que había hecho volver.
24 Y se fue, y un león lo encontró en el camino y lo mató, y su cadáver estaba echado en el camino, y el asno estaba junto a él; también el león estaba junto al cadáver.
25 Y he aquí, unos hombres pasaban y vieron el cadáver echado en el camino, y al león que estaba junto al cadáver; y fueron y lo dijeron en la ciudad donde vivía el viejo profeta.
26 Y cuando el profeta que le había hecho volver del camino lo oyó, dijo: Es el hombre de Dios, que desobedeció la orden del SEÑOR; por tanto, el SEÑOR lo ha entregado al león que lo ha desgarrado y matado, conforme a la palabra que el SEÑOR le había hablado.
27 Entonces habló a sus hijos, diciendo: Aparejadme el asno. Y se lo aparejaron.
28 Y él fue y halló el cadáver echado en el camino, y el asno y el león que estaban junto al cadáver; el león no había devorado el cadáver ni había desgarrado al asno.
29 Y el profeta levantó el cadáver del hombre de Dios, lo puso sobre el asno y lo trajo. Y el viejo profeta vino a la ciudad para hacer duelo por él y enterrarlo.
30 Y puso el cadáver en su propio sepulcro, e hicieron duelo por él, diciendo: ¡Ay, hermano mío!
31 Y sucedió que después de haberlo enterrado, habló a sus hijos, diciendo: Cuando yo muera, enterradme en el sepulcro donde está enterrado el hombre de Dios; poned mis huesos junto a los suyos.
32 Porque ciertamente se cumplirá lo que él clamó por palabra del SEÑOR contra el altar que está en Betel y contra todos los santuarios de los lugares altos que hay en las ciudades de Samaria.
33 Después de esto, Jeroboam no se volvió de su mal camino, sino que volvió a designar sacerdotes de los lugares altos de entre el pueblo; al que lo deseaba, lo consagraba para que fuera sacerdote de los lugares altos.
34 Y esto vino a ser pecado a la casa de Jeroboam, aun para destruirla y borrarla de sobre la faz de la tierra.
WLC
1 וְהִנֵּה אִישׁ אֱלֹהִים בָּא מִיהוּדָה בִּדְבַר יְהוָה אֶל־בֵּית־אֵל וְיָרָבְעָם עֹמֵד עַל־הַמִּזְבֵּחַ לְהַקְטִיר׃
2 וַיִּקְרָא עַל־הַמִּזְבֵּחַ בִּדְבַר יְהוָה וַיֹּאמֶר מִזְבֵּחַ מִזְבֵּחַ כֹּה אָמַר יְהוָה הִנֵּה־בֵן נוֹלָד לְבֵית־דָּוִד יֹאשִׁיָּהוּ שְׁמוֹ וְזָבַח עָלֶיךָ אֶת־כֹּהֲנֵי הַבָּמוֹת הַמַּקְטִרִים עָלֶיךָ וְעַצְמוֹת אָדָם יִשְׂרְפוּ עָלֶיךָ׃
3 וְנָתַן בַּיּוֹם הַהוּא מוֹפֵת לֵאמֹר זֶה הַמּוֹפֵת אֲשֶׁר דִּבֶּר יְהוָה הִנֵּה הַמִּזְבֵּחַ נִקְרָע וְנִשְׁפַּךְ הַדֶּשֶׁן אֲשֶׁר־עָלָיו׃
4 וַיְהִי כִשְׁמֹעַ הַמֶּלֶךְ אֶת־דְּבַר אִישׁ־הָאֱלֹהִים אֲשֶׁר קָרָא עַל־הַמִּזְבֵּחַ בְּבֵית־אֵל וַיִּשְׁלַח יָרָבְעָם אֶת־יָדוֹ מֵעַל הַמִּזְבֵּחַ לֵאמֹר תִּפְשֻׂהוּ וַתִּיבַשׁ יָדוֹ אֲשֶׁר שָׁלַח עָלָיו וְלֹא יָכֹל לַהֲשִׁיבָהּ אֵלָיו׃
5 וְהַמִּזְבֵּחַ נִקְרָע וַיִּשָּׁפֵךְ הַדֶּשֶׁן מִן־הַמִּזְבֵּחַ כַּמּוֹפֵת אֲשֶׁר נָתַן אִישׁ הָאֱלֹהִים בִּדְבַר יְהוָה׃
6 וַיַּעַן הַמֶּלֶךְ וַיֹּאמֶר אֶל־אִישׁ הָאֱלֹהִים חַל־נָא אֶת־פְּנֵי יְהוָה אֱלֹהֶיךָ וְהִתְפַּלֵּל בַּעֲדִי וְתָשֹׁב יָדִי אֵלָי וַיְחַל אִישׁ־הָאֱלֹהִים אֶת־פְּנֵי יְהוָה וַתָּשָׁב יַד־הַמֶּלֶךְ אֵלָיו וַתְּהִי כְּבָרִאשֹׁנָה׃
7 וַיְדַבֵּר הַמֶּלֶךְ אֶל־אִישׁ הָאֱלֹהִים בֹּאָה־אִתִּי הַבַּיְתָה וּסְעָדָה וְאֶתְּנָה לְךָ מַתָּת׃
8 וַיֹּאמֶר אִישׁ־הָאֱלֹהִים אֶל־הַמֶּלֶךְ אִם־תִּתֶּן־לִי אֶת־חֲצִי בֵיתֶךָ לֹא אָבֹא עִמָּךְ וְלֹא־אֹכַל לֶחֶם וְלֹא אֶשְׁתֶּה־מַּיִם בַּמָּקוֹם הַזֶּה׃
9 כִּי־כֵן צִוָּה אֹתִי בִּדְבַר יְהוָה לֵאמֹר לֹא־תֹאכַל לֶחֶם וְלֹא תִשְׁתֶּה־מָּיִם וְלֹא תָשׁוּב בַּדֶּרֶךְ אֲשֶׁר הָלָכְתָּ׃
10 וַיֵּלֶךְ בְּדֶרֶךְ אַחֵר וְלֹא־שָׁב בַּדֶּרֶךְ אֲשֶׁר בָּא בָהּ אֶל־בֵּית־אֵל׃
11 וְנָבִיא אֶחָד זָקֵן יֹשֵׁב בְּבֵית־אֵל וַיָּבוֹא בְנוֹ וַיְסַפֶּר־לוֹ אֶת־כָּל־הַמַּעֲשֶׂה אֲשֶׁר־עָשָׂה אִישׁ־הָאֱלֹהִים הַיּוֹם בְּבֵית־אֵל אֶת־הַדְּבָרִים אֲשֶׁר דִּבֶּר אֶל־הַמֶּלֶךְ וַיְסַפְּרוּם לַאֲבִיהֶם׃
12 וַיְדַבֵּר אֲלֵהֶם אֲבִיהֶם אֵי־זֶה הַדֶּרֶךְ הָלָךְ וַיִּרְאוּ בָנָיו אֶת־הַדֶּרֶךְ אֲשֶׁר הָלַךְ אִישׁ הָאֱלֹהִים אֲשֶׁר־בָּא מִיהוּדָה׃
13 וַיֹּאמֶר אֶל־בָּנָיו חִבְשׁוּ־לִי הַחֲמוֹר וַיַּחְבְּשׁוּ־לוֹ הַחֲמוֹר וַיִּרְכַּב עָלָיו׃
14 וַיֵּלֶךְ אַחֲרֵי אִישׁ הָאֱלֹהִים וַיִּמְצָאֵהוּ יֹשֵׁב תַּחַת הָאֵלָה וַיֹּאמֶר אֵלָיו הַאַתָּה אִישׁ־הָאֱלֹהִים אֲשֶׁר־בָּאתָ מִיהוּדָה וַיֹּאמֶר אָנִי׃
15 וַיֹּאמֶר אֵלָיו לֵךְ אִתִּי הַבָּיְתָה וֶאֱכֹל לָחֶם׃
16 וַיֹּאמֶר לֹא אוּכַל לָשׁוּב אִתָּךְ וְלָבוֹא אִתָּךְ וְלֹא־אֹכַל לֶחֶם וְלֹא־אֶשְׁתֶּה אִתְּךָ מַיִם בַּמָּקוֹם הַזֶּה׃
17 כִּי־דָבָר אֵלַי בִּדְבַר יְהוָה לֹא־תֹאכַל לֶחֶם וְלֹא־תִשְׁתֶּה שָׁם מָיִם לֹא־תָשׁוּב לָלֶכֶת בַּדֶּרֶךְ אֲשֶׁר־הָלַכְתָּ בָּהּ׃
18 וַיֹּאמֶר לוֹ גַּם־אֲנִי נָבִיא כָּמוֹךָ וּמַלְאָךְ דִּבֶּר אֵלַי בִּדְבַר יְהוָה לֵאמֹר הֲשִׁבֵהוּ אִתְּךָ אֶל־בֵּיתֶךָ וְיֹאכַל לֶחֶם וְיֵשְׁתְּ מָיִם כִּחֵשׁ לוֹ׃
19 וַיָּשָׁב אִתּוֹ וַיֹּאכַל לֶחֶם בְּבֵיתוֹ וַיֵּשְׁתְּ מָיִם׃
20 וַיְהִי הֵם יֹשְׁבִים אֶל־הַשֻּׁלְחָן וַיְהִי דְּבַר־יְהוָה אֶל־הַנָּבִיא אֲשֶׁר הֱשִׁיבוֹ׃
21 וַיִּקְרָא אֶל־אִישׁ הָאֱלֹהִים אֲשֶׁר־בָּא מִיהוּדָה לֵאמֹר כֹּה אָמַר יְהוָה יַעַן כִּי מָרִיתָ פִּי יְהוָה וְלֹא שָׁמַרְתָּ אֶת־הַמִּצְוָה אֲשֶׁר צִוְּךָ יְהוָה אֱלֹהֶיךָ׃
22 וַתָּשָׁב וַתֹּאכַל לֶחֶם וַתֵּשְׁתְּ מַיִם בַּמָּקוֹם אֲשֶׁר דִּבֶּר אֵלֶיךָ אַל־תֹּאכַל לֶחֶם וְאַל־תֵּשְׁתְּ מָיִם לֹא־תָבוֹא נִבְלָתְךָ אֶל־קֶבֶר אֲבֹתֶיךָ׃
23 וַיְהִי אַחֲרֵי אָכְלוֹ לֶחֶם וְאַחֲרֵי שְׁתוֹתוֹ וַיַּחֲבָשׁ־לוֹ הַחֲמוֹר לַנָּבִיא אֲשֶׁר הֱשִׁיבוֹ׃
24 וַיֵּלֶךְ וַיִּמְצָאֵהוּ אַרְיֵה בַּדֶּרֶךְ וַיְמִיתֵהוּ וַתְּהִי נִבְלָתוֹ מֻשְׁלֶכֶת בַּדֶּרֶךְ וְהַחֲמוֹר עֹמֵד אֶצְלָהּ וְהָאַרְיֵה עֹמֵד אֵצֶל הַנְּבֵלָה׃
25 וְהִנֵּה אֲנָשִׁים עֹבְרִים וַיִּרְאוּ אֶת־הַנְּבֵלָה מֻשְׁלֶכֶת בַּדֶּרֶךְ וְאֶת־הָאַרְיֵה עֹמֵד אֵצֶל הַנְּבֵלָה וַיָּבֹאוּ וַיְדַבְּרוּ בָעִיר אֲשֶׁר הַנָּבִיא הַזָּקֵן יֹשֵׁב בָּהּ׃
26 וַיִּשְׁמַע הַנָּבִיא אֲשֶׁר הֱשִׁיבוֹ מִן־הַדֶּרֶךְ וַיֹּאמֶר אִישׁ הָאֱלֹהִים הוּא אֲשֶׁר מָרָה אֶת־פִּי יְהוָה וַיִּתְּנֵהוּ יְהוָה לָאַרְיֵה וַיִּשְׁבְּרֵהוּ וַיְמִתֵהוּ כִּדְבַר יְהוָה אֲשֶׁר דִּבֶּר־לוֹ׃
27 וַיְדַבֵּר אֶל־בָּנָיו לֵאמֹר חִבְשׁוּ־לִי אֶת־הַחֲמוֹר וַיַּחֲבֹשׁוּ׃
28 וַיֵּלֶךְ וַיִּמְצָא אֶת־נִבְלָתוֹ מֻשְׁלֶכֶת בַּדֶּרֶךְ וַחֲמוֹר וְהָאַרְיֵה עֹמְדִים אֵצֶל הַנְּבֵלָה לֹא־אָכַל הָאַרְיֵה אֶת־הַנְּבֵלָה וְלֹא שָׁבַר אֶת־הַחֲמוֹר׃
29 וַיִּשָּׂא הַנָּבִיא אֶת־נִבְלַת אִישׁ־הָאֱלֹהִים וַיַּנִּחֵהוּ אֶל־הַחֲמוֹר וַיְשִׁיבֵהוּ וַיָּבֹא אֶל־עִיר הַנָּבִיא הַזָּקֵן לִסְפֹּד וּלְקָבְרוֹ׃
30 וַיַּנַּח אֶת־נִבְלָתוֹ בְּקִבְרוֹ וַיִּסְפְּדוּ עָלָיו הוֹי אָחִי׃
31 וַיְהִי אַחֲרֵי קָבְרוֹ אֹתוֹ וַיֹּאמֶר אֶל־בָּנָיו לֵאמֹר בְּמוֹתִי וּקְבַרְתֶּם אֹתִי בַּקֶּבֶר אֲשֶׁר אִישׁ הָאֱלֹהִים קָבוּר בּוֹ אֵצֶל עַצְמֹתָיו הַנִּיחוּ אֶת־עַצְמֹתָי׃
32 כִּי הָיֹה יִהְיֶה הַדָּבָר אֲשֶׁר קָרָא בִּדְבַר יְהוָה עַל־הַמִּזְבֵּחַ אֲשֶׁר בְּבֵית־אֵל וְעַל כָּל־בָּתֵּי הַבָּמוֹת אֲשֶׁר בְּעָרֵי שֹׁמְרוֹן׃
33 אַחַר הַדָּבָר הַזֶּה לֹא־שָׁב יָרָבְעָם מִדַּרְכּוֹ הָרָעָה וַיָּשָׁב וַיַּעַשׂ מִקְצוֹת הָעָם כֹּהֲנֵי בָמוֹת הֶחָפֵץ יְמַלֵּא אֶת־יָדוֹ וִיהִי כֹּהֲנֵי בָמוֹת׃
34 וַיְהִי בַּדָּבָר הַזֶּה לְחַטַּאת בֵּית יָרָבְעָם וּלְהַכְחִיד וּלְהַשְׁמִיד מֵעַל פְּנֵי הָאֲדָמָה׃
Capítulo 14
Profecía contra Jeroboam
LBLA
1 En aquel tiempo Abías, hijo de Jeroboam, se enfermó.
2 Y Jeroboam dijo a su mujer: Levántate ahora, y disfrázate para que no conozcan que eres la mujer de Jeroboam, y ve a Silo; he aquí, allí está el profeta Ahías, el que me dijo que yo sería rey sobre este pueblo.
3 Toma en tu mano diez panes, tortas y una vasija de miel, y ve a él. El te dirá lo que ha de suceder al niño.
4 Así lo hizo la mujer de Jeroboam; se levantó, fue a Silo y llegó a casa de Ahías. Y Ahías no podía ver, porque sus ojos se habían nublado a causa de su vejez.
5 Y el SEÑOR había dicho a Ahías: He aquí, la mujer de Jeroboam viene a consultarte sobre su hijo, porque está enfermo. Así y así le hablarás, pues cuando ella llegue, fingirá ser otra mujer.
6 Y sucedió que cuando Ahías oyó el ruido de sus pasos que entraba por la puerta, dijo: Entra, mujer de Jeroboam, ¿por qué finges ser otra mujer? Pues he sido enviado a ti con malas noticias.
7 Ve, di a Jeroboam: "Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: 'Por cuanto te levanté de entre el pueblo y te hice príncipe sobre mi pueblo Israel,
8 y arranqué el reino de la casa de David y te lo di a ti, y no has sido como mi siervo David, que guardó mis mandamientos y me siguió con todo su corazón, haciendo sólo lo que era recto a mis ojos,
9 sino que has hecho más mal que todos los que fueron antes de ti, y has ido y te has hecho otros dioses e imágenes fundidas para provocarme a ira, y me has echado a tus espaldas;
10 por tanto, he aquí, traigo mal sobre la casa de Jeroboam, y cortaré de Jeroboam a todo varón, tanto esclavo como libre en Israel, y barreré completamente a la casa de Jeroboam, como se barre el estiércol hasta que desaparece.
11 Al que muera de los de Jeroboam en la ciudad, se lo comerán los perros, y al que muera en el campo, se lo comerán las aves del cielo; porque el SEÑOR lo ha dicho.'"
12 Y tú, levántate y vete a tu casa. Cuando tus pies entren en la ciudad, el niño morirá.
13 Y todo Israel hará duelo por él y lo sepultará, porque de los de Jeroboam, sólo él será sepultado, por cuanto de la casa de Jeroboam, sólo en él se ha hallado algo bueno delante del SEÑOR, Dios de Israel.
14 Además, el SEÑOR levantará para sí un rey sobre Israel que destruirá la casa de Jeroboam hoy y desde ahora.
15 Porque el SEÑOR herirá a Israel como una caña se agita en el agua; y arrancará a Israel de esta buena tierra que dio a sus padres, y los esparcirá más allá del río Eufrates, porque han hecho sus Aseras, provocando a ira al SEÑOR.
16 Y entregará a Israel a causa de los pecados de Jeroboam, los cuales él cometió e hizo pecar a Israel.
17 Entonces la mujer de Jeroboam se levantó, se fue y llegó a Tirsa. Y cuando ella entró al umbral de la casa, el niño murió.
18 Y todo Israel lo sepultó e hizo duelo por él, conforme a la palabra que el SEÑOR había hablado por medio de su siervo, el profeta Ahías.
19 Y los demás hechos de Jeroboam, cómo guerreó y cómo reinó, he aquí, están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel.
20 Y el tiempo que Jeroboam reinó fue de veintidós años, y durmió con sus padres, y su hijo Nadab reinó en su lugar.
21 Y Roboam, hijo de Salomón, reinó en Judá. Roboam tenía cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que el SEÑOR había escogido de entre todas las tribus de Israel para poner allí su nombre. Y el nombre de su madre era Naama, la amonita.
22 Y Judá hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, y le provocaron a celos más que todo lo que sus padres habían hecho con los pecados que cometieron.
23 Porque ellos también se construyeron lugares altos, piedras sagradas y Aseras en toda colina alta y bajo todo árbol frondoso.
24 Y hubo también en la tierra sodomitas. Hicieron conforme a todas las abominaciones de las naciones que el SEÑOR había echado delante de los hijos de Israel.
25 Y sucedió que en el año quinto del rey Roboam, Sisac, rey de Egipto, subió contra Jerusalén,
26 y tomó los tesoros de la casa del SEÑOR y los tesoros del palacio real, se llevó todo, y tomó también todos los escudos de oro que Salomón había hecho.
27 Entonces el rey Roboam hizo escudos de bronce en su lugar, y los confió al cuidado de los jefes de la guardia que custodiaban la entrada de la casa del rey.
28 Y sucedía que cuando el rey entraba en la casa del SEÑOR, los guardias los llevaban y después los devolvían al cuarto de los guardias.
29 Y los demás hechos de Roboam y todo lo que hizo, ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Judá?
30 Y hubo guerra continuamente entre Roboam y Jeroboam.
31 Y durmió Roboam con sus padres y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David; y el nombre de su madre era Naama, la amonita. Y su hijo Abiam reinó en su lugar.
WLC
1 בָּעֵת הַהִיא חָלָה אֲבִיָּה בֶן־יָרָבְעָם׃
2 וַיֹּאמֶר יָרָבְעָם לְאִשְׁתּוֹ קוּמִי נָא וְהִשְׁתַּנִּית וְלֹא יֵדְעוּ כִּי־אתי [אַתְּ] אֵשֶׁת יָרָבְעָם וְהָלַכְתְּ שִׁלֹה הִנֵּה־שָׁם אֲחִיָּהוּ הַנָּבִיא הוּא־דִבֶּר עָלַי לְמֶלֶךְ עַל־הָעָם הַזֶּה׃
3 וְלָקַחְתְּ בְּיָדֵךְ עֲשָׂרָה לֶחֶם וְנִקֻּדִים וּבַקְבֻּק דְּבַשׁ וּבָאת אֵלָיו הוּא יַגִּיד לָךְ מַה־יִּהְיֶה לַנָּעַר׃
4 וַתַּעַשׂ כֵּן אֵשֶׁת יָרָבְעָם וַתָּקָם וַתֵּלֶךְ שִׁלֹה וַתָּבֹא בֵּית אֲחִיָּהוּ וַאֲחִיָּהוּ לֹא־יָכֹל לִרְאוֹת כִּי קָמוּ עֵינָיו מִשֵּׂיבוֹ׃
5 וַיהוָה אָמַר אֶל־אֲחִיָּהוּ הִנֵּה אֵשֶׁת יָרָבְעָם בָּאָה לִדְרֹשׁ דָּבָר מֵעִמְּךָ אֶל־בְּנָהּ כִּי־חֹלֶה הוּא כָּזֹה וְכָזֶה תְּדַבֵּר אֵלֶיהָ וִיהִי כְבֹאָהּ וְהִיא מִתְנַכֵּרָה׃
6 וַיְהִי כִשְׁמֹעַ אֲחִיָּהוּ אֶת־קוֹל רַגְלֶיהָ בָּאָה בַפֶּתַח וַיֹּאמֶר בֹּאִי אֵשֶׁת יָרָבְעָם לָמָּה זֶּה אַתְּ מִתְנַכֵּרָה וְאָנֹכִי שָׁלוּחַ אֵלַיִךְ קָשָׁה׃
7 לְכִי אִמְרִי לְיָרָבְעָם כֹּה־אָמַר יְהוָה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל יַעַן אֲשֶׁר הֲרִימֹתִיךָ מִתּוֹךְ הָעָם וָאֶתֶּנְךָ נָגִיד עַל עַמִּי יִשְׂרָאֵל׃
8 וָאֶקְרַע אֶת־הַמַּמְלָכָה מִבֵּית דָּוִד וָאֶתְּנֶהָ לָךְ וְלֹא־הָיִיתָ כְּעַבְדִּי דָוִד אֲשֶׁר שָׁמַר מִצְוֺתַי וַאֲשֶׁר־הָלַךְ אַחֲרַי בְּכָל־לְבָבוֹ לַעֲשׂוֹת רַק הַיָּשָׁר בְּעֵינָי׃
9 וַתָּרַע לַעֲשׂוֹת מִכֹּל אֲשֶׁר־הָיוּ לְפָנֶיךָ וַתֵּלֶךְ וַתַּעֲשֶׂה־לְּךָ אֱלֹהִים אֲחֵרִים וּמַסֵּכוֹת לְהַכְעִיסֵנִי וְאֹתִי הִשְׁלַכְתָּ אַחֲרֵי גַוֶּךָ׃
10 לָכֵן הִנְנִי מֵבִיא רָעָה אֶל־בֵּית יָרָבְעָם וְהִכְרַתִּי לְיָרָבְעָם מַשְׁתִּין בְּקִיר עָצוּר וְעָזוּב בְּיִשְׂרָאֵל וּבִעַרְתִּי אַחֲרֵי בֵית־יָרָבְעָם כַּאֲשֶׁר יְבַעֵר הַגָּלָל עַד־תֻּמּוֹ׃
11 הַמֵּת לְיָרָבְעָם בָּעִיר יֹאכְלוּ הַכְּלָבִים וְהַמֵּת בַּשָּׂדֶה יֹאכְלוּ עוֹף הַשָּׁמָיִם כִּי יְהוָה דִּבֵּר׃
12 וְאַתְּ קוּמִי לְכִי לְבֵיתֵךְ בְּבֹאָה רַגְלַיִךְ הָעִירָה וּמֵת הַיָּלֶד׃
13 וְסָפְדוּ־לוֹ כָל־יִשְׂרָאֵל וְקָבְרוּ אֹתוֹ כִּי־זֶה לְבַדּוֹ יָבֹא לְיָרָבְעָם אֶל־קָבֶר יַעַן נִמְצָא־בוֹ דָּבָר טוֹב אֶל־יְהוָה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל בְּבֵית יָרָבְעָם׃
14 וְהֵקִים יְהוָה לוֹ מֶלֶךְ עַל־יִשְׂרָאֵל אֲשֶׁר יַכְרִית אֶת־בֵּית יָרָבְעָם זֶה הַיּוֹם וּמֶה גַּם־עָתָּה׃
15 וְהִכָּה יְהוָה אֶת־יִשְׂרָאֵל כַּאֲשֶׁר יָנוּד הַקָּנֶה בַּמַּיִם וְנָתַשׁ אֶת־יִשְׂרָאֵל מֵעַל הָאֲדָמָה הַטּוֹבָה הַזֹּאת אֲשֶׁר נָתַן לַאֲבוֹתֵיהֶם וְזֵרָם מֵעֵבֶר לַנָּהָר יַעַן אֲשֶׁר עָשׂוּ אֶת־אֲשֵׁרֵיהֶם מַכְעִיסִים אֶת־יְהוָה׃
16 וְיִתֵּן אֶת־יִשְׂרָאֵל בִּגְלַל חַטֹּאות יָרָבְעָם אֲשֶׁר חָטָא וַאֲשֶׁר הֶחֱטִיא אֶת־יִשְׂרָאֵל׃
17 וַתָּקָם אֵשֶׁת יָרָבְעָם וַתֵּלֶךְ וַתָּבֹא תִרְצָתָה הִיא בָּאָה בְסַף־הַבַּיִת וְהַנַּעַר מֵת׃
18 וַיִּקְבְּרוּ אֹתוֹ וַיִּסְפְּדוּ־לוֹ כָּל־יִשְׂרָאֵל כִּדְבַר יְהוָה אֲשֶׁר דִּבֶּר בְּיַד־עַבְדּוֹ אֲחִיָּהוּ הַנָּבִיא׃
19 וְיֶתֶר דִּבְרֵי יָרָבְעָם אֲשֶׁר נִלְחַם וַאֲשֶׁר מָלָךְ הִנָּם כְּתוּבִים עַל־סֵפֶר דִּבְרֵי הַיָּמִים לְמַלְכֵי יִשְׂרָאֵל׃
20 וְהַיָּמִים אֲשֶׁר מָלַךְ יָרָבְעָם עֶשְׂרִים וּשְׁתַּיִם שָׁנָה וַיִּשְׁכַּב עִם־אֲבֹתָיו וַיִּמְלֹךְ נָדָב בְּנוֹ תַּחְתָּיו׃
21 וּרְחַבְעָם בֶּן־שְׁלֹמֹה מָלַךְ בִּיהוּדָה בֶּן־אַרְבָּעִים וְאַחַת שָׁנָה רְחַבְעָם בְּמָלְכוֹ וּשֲׁבַע עֶשְׂרֵה שָׁנָה מָלַךְ בִּירוּשָׁלִַם הָעִיר אֲשֶׁר־בָּחַר יְהוָה לָשׂוּם אֶת־שְׁמוֹ שָׁם מִכֹּל שִׁבְטֵי יִשְׂרָאֵל וְשֵׁם אִמּוֹ נַעֲמָה הָעַמֹּנִית׃
22 וַיַּעַשׂ יְהוּדָה הָרַע בְּעֵינֵי יְהוָה וַיְקַנְאוּ אֹתוֹ מִכֹּל אֲשֶׁר עָשׂוּ אֲבֹתָם בְּחַטֹּאתָם אֲשֶׁר חָטָאוּ׃
23 וַיִּבְנוּ גַם־הֵמָּה לָהֶם בָּמוֹת וּמַצֵּבוֹת וַאֲשֵׁרִים עַל כָּל־גִּבְעָה גְבֹהָה וְתַחַת כָּל־עֵץ רַעֲנָן׃
24 וְגַם־קָדֵשׁ הָיָה בָאָרֶץ עָשׂוּ כְּכֹל הַתּוֹעֲבֹת הַגּוֹיִם אֲשֶׁר הוֹרִישׁ יְהוָה מִפְּנֵי בְּנֵי יִשְׂרָאֵל׃
25 וַיְהִי בַּשָּׁנָה הַחֲמִישִׁית לַמֶּלֶךְ רְחַבְעָם עָלָה שושק [שִׁישַׁק] מֶלֶךְ־מִצְרַיִם עַל־יְרוּשָׁלִָם׃
26 וַיִּקַּח אֶת־אֹצְרוֹת בֵּית־יְהוָה וְאֶת־אוֹצְרוֹת בֵּית הַמֶּלֶךְ וְאֶת־הַכֹּל לָקָח וַיִּקַּח אֶת־כָּל־מָגִנֵּי הַזָּהָב אֲשֶׁר עָשָׂה שְׁלֹמֹה׃
27 וַיַּעַשׂ הַמֶּלֶךְ רְחַבְעָם תַּחְתָּם מָגִנֵּי נְחֹשֶׁת וְהִפְקִיד עַל־יַד שָׂרֵי הָרָצִים הַשֹּׁמְרִים פֶּתַח בֵּית הַמֶּלֶךְ׃
28 וַיְהִי מִדֵּי־בֹא הַמֶּלֶךְ בֵּית יְהוָה יִשָּׂאוּם הָרָצִים וֶהֱשִׁיבוּם אֶל־תָּא הָרָצִים׃
29 וְיֶתֶר דִּבְרֵי רְחַבְעָם וְכָל־אֲשֶׁר עָשָׂה הֲלֹא־הֵמָּה כְתוּבִים עַל־סֵפֶר דִּבְרֵי הַיָּמִים לְמַלְכֵי יְהוּדָה׃
30 וּמִלְחָמָה הָיְתָה בֵין־רְחַבְעָם וּבֵין יָרָבְעָם כָּל־הַיָּמִים׃
31 וַיִּשְׁכַּב רְחַבְעָם עִם־אֲבֹתָיו וַיִּקָּבֵר עִם־אֲבֹתָיו בְּעִיר דָּוִד וְשֵׁם אִמּוֹ נַעֲמָה הָעַמֹּנִית וַיִּמְלֹךְ אֲבִיָּם בְּנוֹ תַּחְתָּיו׃
Capítulo 15
Reinado de Abiam
LBLA
1 En el año dieciocho del rey Jeroboam, hijo de Nabat, Abiam comenzó a reinar sobre Judá.
2 Reinó tres años en Jerusalén; y el nombre de su madre era Maaca, hija de Abisalom.
3 Anduvo en todos los pecados que su padre había cometido antes de él; y su corazón no estuvo dedicado por completo al SEÑOR su Dios, como el corazón de su padre David.
4 Pero por amor a David, el SEÑOR su Dios le dio una lámpara en Jerusalén, levantando a su hijo después de él y sosteniendo a Jerusalén;
5 porque David había hecho lo recto ante los ojos del SEÑOR, y no se había apartado de nada de lo que El le había ordenado todos los días de su vida, excepto en el caso de Urías heteo.
6 Y hubo guerra entre Roboam y Jeroboam todos los días de su vida.
7 Los demás hechos de Abiam y todo lo que hizo, ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Judá? Y hubo guerra entre Abiam y Jeroboam.
8 Y durmió Abiam con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad de David; y su hijo Asa reinó en su lugar.
9 En el año veinte de Jeroboam, rey de Israel, Asa comenzó a reinar sobre Judá.
10 Y reinó cuarenta y un años en Jerusalén; y el nombre de su madre era Maaca, hija de Abisalom.
11 Asa hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, como David su padre.
12 También expulsó del país a los sodomitas, y quitó todos los ídolos que sus padres habían hecho.
13 También quitó a su madre Maaca de ser reina madre, porque ella había hecho una horrible imagen de Asera; y Asa derribó su horrible imagen y la quemó junto al torrente Cedrón.
14 Pero los lugares altos no fueron quitados; sin embargo, el corazón de Asa estuvo dedicado por completo al SEÑOR todos sus días.
15 Y trajo a la casa del SEÑOR las cosas consagradas por su padre y sus propias cosas consagradas: plata, oro y utensilios.
16 Y hubo guerra entre Asa y Baasa, rey de Israel, todos sus días.
17 Y Baasa, rey de Israel, subió contra Judá y fortificó Ramá para impedir que nadie saliera o entrara del territorio de Asa, rey de Judá.
18 Entonces Asa tomó toda la plata y el oro que había quedado en los tesoros de la casa del SEÑOR y los tesoros de la casa del rey, y los entregó en manos de sus siervos. Y el rey Asa los envió a Ben-adad, hijo de Tabrimón, hijo de Hezión, rey de Aram, que habitaba en Damasco, diciendo:
19 Haya alianza entre tú y yo, como entre mi padre y tu padre. He aquí, te he enviado un presente de plata y de oro; ve, rompe tu alianza con Baasa, rey de Israel, para que se aparte de mí.
20 Y Ben-adad escuchó al rey Asa y envió a los jefes de sus ejércitos contra las ciudades de Israel, y conquistó Ijón, Dan, Abel-bet-maaca y toda Cineret, además de toda la tierra de Neftalí.
21 Y sucedió que cuando Baasa lo oyó, dejó de fortificar Ramá y se quedó en Tirsa.
22 Entonces el rey Asa hizo una proclamación a todo Judá, sin exceptuar a ninguno, y se llevaron las piedras de Ramá y su madera con las cuales Baasa había edificado. Y con ellas el rey Asa edificó Geba de Benjamín y Mizpa.
23 Los demás hechos de Asa y todo su poderío, todo lo que hizo y las ciudades que edificó, ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Judá? Pero en el tiempo de su vejez enfermó de los pies.
24 Y durmió Asa con sus padres, y fue sepultado con sus padres en la ciudad de su padre David; y su hijo Josafat reinó en su lugar.
25 Y Nadab, hijo de Jeroboam, comenzó a reinar sobre Israel en el segundo año de Asa, rey de Judá, y reinó sobre Israel dos años.
26 E hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, y anduvo en el camino de su padre y en el pecado con que hizo pecar a Israel.
27 Entonces Baasa, hijo de Ahías, de la casa de Isacar, conspiró contra él, y Baasa lo hirió en Gibetón, que pertenecía a los filisteos, mientras Nadab y todo Israel sitiaban a Gibetón.
28 Y Baasa lo mató en el tercer año de Asa, rey de Judá, y reinó en su lugar.
29 Y sucedió que cuando comenzó a reinar, hirió a toda la casa de Jeroboam; no dejó a nadie con vida de los de Jeroboam hasta destruirlos, conforme a la palabra que el SEÑOR había hablado por medio de su siervo Ahías silonita,
30 a causa de los pecados que Jeroboam había cometido e hizo cometer a Israel, y por la provocación con que provocó a ira al SEÑOR, Dios de Israel.
31 Los demás hechos de Nadab y todo lo que hizo, ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel?
32 Y hubo guerra entre Asa y Baasa, rey de Israel, todos sus días.
33 En el tercer año de Asa, rey de Judá, Baasa, hijo de Ahías, comenzó a reinar sobre todo Israel en Tirsa, y reinó veinticuatro años.
34 E hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, y anduvo en el camino de Jeroboam y en su pecado con que hizo pecar a Israel.
WLC
1 וּבִשְׁנַת שְׁמֹנֶה עֶשְׂרֵה לַמֶּלֶךְ יָרָבְעָם בֶּן־נְבָט מָלַךְ אֲבִיָּם עַל־יְהוּדָה׃
2 שָׁלֹשׁ שָׁנִים מָלַךְ בִּירוּשָׁלִָם וְשֵׁם אִמּוֹ מַעֲכָה בַּת־אֲבִישָׁלוֹם׃
3 וַיֵּלֶךְ בְּכָל־חַטֹּאות אָבִיו אֲשֶׁר־עָשָׂה לְפָנָיו וְלֹא־הָיָה לְבָבוֹ שָׁלֵם עִם־יְהוָה אֱלֹהָיו כִּלְבַב דָּוִד אָבִיו׃
4 כִּי לְמַעַן דָּוִד נָתַן יְהוָה אֱלֹהָיו לוֹ נִיר בִּירוּשָׁלִָם לְהָקִים אֶת־בְּנוֹ אַחֲרָיו וּלְהַעֲמִיד אֶת־יְרוּשָׁלִָם׃
5 אֲשֶׁר עָשָׂה דָוִד אֶת־הַיָּשָׁר בְּעֵינֵי יְהוָה וְלֹא־סָר מִכֹּל אֲשֶׁר־צִוָּהוּ כֹּל יְמֵי חַיָּיו רַק בִּדְבַר אוּרִיָּה הַחִתִּי׃
6 וּמִלְחָמָה הָיְתָה בֵין־רְחַבְעָם וּבֵין יָרָבְעָם כָּל־יְמֵי חַיָּיו׃
7 וְיֶתֶר דִּבְרֵי אֲבִיָּם וְכָל־אֲשֶׁר עָשָׂה הֲלוֹא־הֵם כְּתוּבִים עַל־סֵפֶר דִּבְרֵי הַיָּמִים לְמַלְכֵי יְהוּדָה וּמִלְחָמָה הָיְתָה בֵּין אֲבִיָּם וּבֵין יָרָבְעָם׃
8 וַיִּשְׁכַּב אֲבִיָּם עִם־אֲבֹתָיו וַיִּקְבְּרוּ אֹתוֹ בְּעִיר דָּוִד וַיִּמְלֹךְ אָסָא בְנוֹ תַּחְתָּיו׃
9 וּבִשְׁנַת עֶשְׂרִים לְיָרָבְעָם מֶלֶךְ יִשְׂרָאֵל מָלַךְ אָסָא מֶלֶךְ יְהוּדָה׃
10 וְאַרְבָּעִים וְאַחַת שָׁנָה מָלַךְ בִּירוּשָׁלִָם וְשֵׁם אִמּוֹ מַעֲכָה בַּת־אֲבִישָׁלוֹם׃
11 וַיַּעַשׂ אָסָא הַיָּשָׁר בְּעֵינֵי יְהוָה כְּדָוִד אָבִיו׃
12 וַיַּעֲבֵר הַקְּדֵשִׁים מִן־הָאָרֶץ וַיָּסַר אֶת־כָּל־הַגִּלֻּלִים אֲשֶׁר עָשׂוּ אֲבֹתָיו׃
13 וְגַם אֶת־מַעֲכָה אִמּוֹ וַיְסִרֶהָ מִגְּבִירָה אֲשֶׁר־עָשְׂתָה מִפְלֶצֶת לָאֲשֵׁרָה וַיִּכְרֹת אָסָא אֶת־מִפְלַצְתָּהּ וַיִּשְׂרֹף בְּנַחַל קִדְרוֹן׃
14 וְהַבָּמוֹת לֹא־סָרוּ רַק לְבַב־אָסָא הָיָה שָׁלֵם עִם־יְהוָה כָּל־יָמָיו׃
15 וַיָּבֵא אֶת־קָדְשֵׁי אָבִיו וקדשו [וְקָדְשֵׁי] בֵּית יְהוָה כֶּסֶף וְזָהָב וְכֵלִים׃
16 וּמִלְחָמָה הָיְתָה בֵּין אָסָא וּבֵין בַּעְשָׁא מֶלֶךְ־יִשְׂרָאֵל כָּל־יְמֵיהֶם׃
17 וַיַּעַל בַּעְשָׁא מֶלֶךְ־יִשְׂרָאֵל עַל־יְהוּדָה וַיִּבֶן אֶת־הָרָמָה לְבִלְתִּי תֵּת יֹצֵא וָבָא לְאָסָא מֶלֶךְ יְהוּדָה׃
18 וַיִּקַּח אָסָא אֶת־כָּל־הַכֶּסֶף וְהַזָּהָב הַנּוֹתָרִים בְּאוֹצְרוֹת בֵּית־יְהוָה וְאֶת־אוֹצְרוֹת בֵּית מלך [הַמֶּלֶךְ] וַיִּתְּנֵם בְּיַד־עֲבָדָיו וַיִּשְׁלָחֵם הַמֶּלֶךְ אָסָא אֶל־בֶּן־הֲדַד בֶּן־טַבְרִמֹּן בֶּן־חֶזְיוֹן מֶלֶךְ אֲרָם הַיֹּשֵׁב בְּדַמֶּשֶׂק לֵאמֹר׃
19 בְּרִית בֵּינִי וּבֵינֶךָ בֵּין אָבִי וּבֵין אָבִיךָ הִנֵּה שָׁלַחְתִּי לְךָ שֹׁחַד כֶּסֶף וְזָהָב לֵךְ הָפֵרָה אֶת־בְּרִיתְךָ אֶת־בַּעְשָׁא מֶלֶךְ־יִשְׂרָאֵל וְיַעֲלֶה מֵעָלָי׃
20 וַיִּשְׁמַע בֶּן־הֲדַד אֶל־הַמֶּלֶךְ אָסָא וַיִּשְׁלַח אֶת־שָׂרֵי הַחֲיָלִים אֲשֶׁר־לוֹ עַל־עָרֵי יִשְׂרָאֵל וַיַּךְ אֶת־עִיּוֹן וְאֶת־דָּן וְאֵת אָבֵל בֵּית־מַעֲכָה וְאֵת כָּל־כִּנְרוֹת עַל כָּל־אֶרֶץ נַפְתָּלִי׃
21 וַיְהִי כִּשְׁמֹעַ בַּעְשָׁא וַיֶּחְדַּל מִבְּנוֹת אֶת־הָרָמָה וַיֵּשֶׁב בְּתִרְצָה׃
22 וְהַמֶּלֶךְ אָסָא הִשְׁמִיעַ אֶת־כָּל־יְהוּדָה אֵין נָקִי וַיִּשְׂאוּ אֶת־אַבְנֵי הָרָמָה וְאֶת־עֵצֶיהָ אֲשֶׁר בָּנָה בַּעְשָׁא וַיִּבֶן בָּם הַמֶּלֶךְ אָסָא אֶת־גֶּבַע בִּנְיָמִן וְאֶת־הַמִּצְפָּה׃
23 וְיֶתֶר כָּל־דִּבְרֵי אָסָא וְכָל־גְּבוּרָתוֹ וְכָל־אֲשֶׁר עָשָׂה וְהֶעָרִים אֲשֶׁר בָּנָה הֲלֹא־הֵמָּה כְתוּבִים עַל־סֵפֶר דִּבְרֵי הַיָּמִים לְמַלְכֵי יְהוּדָה רַק לְעֵת זִקְנָתוֹ חָלָה אֶת־רַגְלָיו׃
24 וַיִּשְׁכַּב אָסָא עִם־אֲבֹתָיו וַיִּקָּבֵר עִם־אֲבֹתָיו בְּעִיר דָּוִד אָבִיו וַיִּמְלֹךְ יְהוֹשָׁפָט בְּנוֹ תַּחְתָּיו׃
25 וְנָדָב בֶּן־יָרָבְעָם מָלַךְ עַל־יִשְׂרָאֵל בִּשְׁנַת שְׁתַּיִם לְאָסָא מֶלֶךְ יְהוּדָה וַיִּמְלֹךְ עַל־יִשְׂרָאֵל שְׁנָתָיִם׃
26 וַיַּעַשׂ הָרַע בְּעֵינֵי יְהוָה וַיֵּלֶךְ בְּדֶרֶךְ אָבִיו וּבְחַטָּאתוֹ אֲשֶׁר הֶחֱטִיא אֶת־יִשְׂרָאֵל׃
27 וַיִּקְשֹׁר עָלָיו בַּעְשָׁא בֶּן־אֲחִיָּה לְבֵית יִשָּׂשכָר וַיַּכֵּהוּ בַעְשָׁא בְּגִבְּתוֹן אֲשֶׁר לַפְּלִשְׁתִּים וְנָדָב וְכָל־יִשְׂרָאֵל צָרִים עַל־גִּבְּתוֹן׃
28 וַיְמִתֵהוּ בַעְשָׁא בִּשְׁנַת שָׁלֹשׁ לְאָסָא מֶלֶךְ יְהוּדָה וַיִּמְלֹךְ תַּחְתָּיו׃
29 וַיְהִי כְמָלְכוֹ הִכָּה אֶת־כָּל־בֵּית יָרָבְעָם לֹא־הִשְׁאִיר כָּל־נְשָׁמָה לְיָרָבְעָם עַד־הִשְׁמִדוֹ כִּדְבַר יְהוָה אֲשֶׁר דִּבֶּר בְּיַד־עַבְדּוֹ אֲחִיָּה הַשִּׁילֹנִי׃
30 עַל־חַטֹּאות יָרָבְעָם אֲשֶׁר חָטָא וַאֲשֶׁר הֶחֱטִיא אֶת־יִשְׂרָאֵל בְּכַעְסוֹ אֲשֶׁר הִכְעִיס אֶת־יְהוָה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל׃
31 וְיֶתֶר דִּבְרֵי נָדָב וְכָל־אֲשֶׁר עָשָׂה הֲלֹא־הֵם כְּתוּבִים עַל־סֵפֶר דִּבְרֵי הַיָּמִים לְמַלְכֵי יִשְׂרָאֵל׃
32 וּמִלְחָמָה הָיְתָה בֵּין אָסָא וּבֵין בַּעְשָׁא מֶלֶךְ־יִשְׂרָאֵל כָּל־יְמֵיהֶם׃
33 בִּשְׁנַת שָׁלֹשׁ לְאָסָא מֶלֶךְ יְהוּדָה מָלַךְ בַּעְשָׁא בֶן־אֲחִיָּה עַל־כָּל־יִשְׂרָאֵל בְּתִרְצָה עֶשְׂרִים וְאַרְבַּע שָׁנָה׃
34 וַיַּעַשׂ הָרַע בְּעֵינֵי יְהוָה וַיֵּלֶךְ בְּדֶרֶךְ יָרָבְעָם וּבְחַטָּאתוֹ אֲשֶׁר הֶחֱטִיא אֶת־יִשְׂרָאֵל׃
Capítulo 16
Reinado de Baasa
LBLA
1 Y vino palabra del SEÑOR a Jehú, hijo de Hanani, contra Baasa, diciendo:
2 Por cuanto yo te levanté del polvo y te hice príncipe sobre mi pueblo Israel, y has andado en el camino de Jeroboam, y has hecho pecar a mi pueblo Israel, provocándome a ira con sus pecados,
3 he aquí, consumiré a Baasa y a su casa, y haré tu casa como la casa de Jeroboam, hijo de Nabat.
4 Al que muera de los de Baasa en la ciudad, se lo comerán los perros, y al que muera en el campo, se lo comerán las aves del cielo.
5 Los demás hechos de Baasa, lo que hizo y su poderío, ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel?
6 Y durmió Baasa con sus padres y fue sepultado en Tirsa, y su hijo Ela reinó en su lugar.
7 Y además vino la palabra del SEÑOR por medio del profeta Jehú, hijo de Hanani, contra Baasa y su casa, no sólo por todo el mal que había hecho ante los ojos del SEÑOR, provocándole a ira con la obra de sus manos, llegando a ser como la casa de Jeroboam, sino también porque mató a Jeroboam.
8 En el año veintiséis de Asa, rey de Judá, Ela, hijo de Baasa, comenzó a reinar sobre Israel en Tirsa, y reinó dos años.
9 Y su siervo Zimri, comandante de la mitad de sus carros, conspiró contra él. Y estando él en Tirsa, bebiendo hasta emborracharse en casa de Arsa, que estaba a cargo de la casa en Tirsa,
10 Zimri entró, lo hirió y lo mató, en el año veintisiete de Asa, rey de Judá, y reinó en su lugar.
11 Y sucedió que cuando comenzó a reinar, tan pronto como se sentó en su trono, mató a toda la casa de Baasa; no dejó de ella varón, ni de sus parientes ni de sus amigos.
12 Así Zimri destruyó toda la casa de Baasa, conforme a la palabra que el SEÑOR había hablado contra Baasa por medio del profeta Jehú,
13 por todos los pecados de Baasa y los pecados de su hijo Ela, que ellos cometieron e hicieron pecar a Israel, provocando a ira con sus ídolos al SEÑOR, Dios de Israel.
14 Los demás hechos de Ela y todo lo que hizo, ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel?
15 En el año veintisiete de Asa, rey de Judá, Zimri reinó siete días en Tirsa. Y el pueblo estaba acampado contra Gibetón, que pertenecía a los filisteos.
16 Y el pueblo que estaba acampado oyó decir: Zimri ha conspirado y ha matado también al rey. Por lo cual todo Israel hizo rey sobre Israel a Omri, jefe del ejército, aquel día en el campamento.
17 Entonces Omri subió de Gibetón y todo Israel con él, y sitiaron a Tirsa.
18 Y sucedió que cuando Zimri vio que la ciudad había sido tomada, entró en la ciudadela de la casa del rey, prendió fuego sobre sí a la casa del rey, y murió,
19 a causa de los pecados que había cometido, haciendo lo malo ante los ojos del SEÑOR, andando en el camino de Jeroboam, y en su pecado que cometió, haciendo pecar a Israel.
20 Los demás hechos de Zimri y la conspiración que tramó, ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel?
21 Entonces el pueblo de Israel se dividió en dos partes: la mitad del pueblo seguía a Tibni, hijo de Ginat, para hacerlo rey, y la otra mitad seguía a Omri.
22 Pero el pueblo que seguía a Omri prevaleció sobre el pueblo que seguía a Tibni, hijo de Ginat. Y Tibni murió, y Omri fue rey.
23 En el año treinta y uno de Asa, rey de Judá, comenzó Omri a reinar sobre Israel, y reinó doce años; en Tirsa reinó seis años.
24 Y compró el monte de Samaria de Semer por dos talentos de plata; y edificó en el monte, y a la ciudad que edificó la llamó Samaria, del nombre de Semer, dueño del monte.
25 Y Omri hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, y obró con más maldad que todos los que fueron antes de él.
26 Pues anduvo en todo el camino de Jeroboam, hijo de Nabat, y en su pecado con que hizo pecar a Israel, provocando a ira al SEÑOR, Dios de Israel, con sus ídolos.
27 Los demás hechos de Omri, lo que hizo y el poderío que mostró, ¿no están escritos en el Libro de las Crónicas de los reyes de Israel?
28 Y durmió Omri con sus padres, y fue sepultado en Samaria; y su hijo Acab reinó en su lugar.
29 Acab, hijo de Omri, comenzó a reinar sobre Israel el año treinta y ocho de Asa, rey de Judá. Y Acab, hijo de Omri, reinó sobre Israel en Samaria veintidós años.
30 Y Acab, hijo de Omri, hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR más que todos los que fueron antes de él.
31 Y como si fuera poco andar en los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, tomó por mujer a Jezabel, hija de Et-baal, rey de los sidonios, y fue y sirvió a Baal, y lo adoró.
32 Y erigió un altar a Baal en la casa de Baal, la cual edificó en Samaria.
33 Acab hizo también una Asera. Así Acab hizo más para provocar al SEÑOR, Dios de Israel, que todos los reyes de Israel que fueron antes de él.
34 En sus días Hiel de Betel reedificó Jericó; echó sus cimientos a costa de la vida de Abiram su primogénito, y colocó sus puertas a costa de la vida de su hijo menor Segub, conforme a la palabra del SEÑOR, que El había hablado por medio de Josué, hijo de Nun.
WLC
1 וַיְהִי דְבַר־יְהוָה אֶל־יֵהוּא בֶן־חֲנָנִי עַל־בַּעְשָׁא לֵאמֹר׃
2 יַעַן אֲשֶׁר הֲרִימֹתִיךָ מִן־הֶעָפָר וָאֶתֶּנְךָ נָגִיד עַל עַמִּי יִשְׂרָאֵל וַתֵּלֶךְ בְּדֶרֶךְ יָרָבְעָם וַתַּחֲטִא אֶת־עַמִּי יִשְׂרָאֵל לְהַכְעִיסֵנִי בְּחַטֹּאתָם׃
3 הִנְנִי מַבְעִיר אַחֲרֵי בַעְשָׁא וְאַחֲרֵי בֵיתוֹ וְנָתַתִּי אֶת־בֵּיתְךָ כְּבֵית יָרָבְעָם בֶּן־נְבָט׃
4 הַמֵּת לְבַעְשָׁא בָּעִיר יֹאכְלוּ הַכְּלָבִים וְהַמֵּת לוֹ בַּשָּׂדֶה יֹאכְלוּ עוֹף הַשָּׁמָיִם׃
5 וְיֶתֶר דִּבְרֵי בַעְשָׁא וַאֲשֶׁר עָשָׂה וּגְבוּרָתוֹ הֲלֹא־הֵם כְּתוּבִים עַל־סֵפֶר דִּבְרֵי הַיָּמִים לְמַלְכֵי יִשְׂרָאֵל׃
6 וַיִּשְׁכַּב בַּעְשָׁא עִם־אֲבֹתָיו וַיִּקָּבֵר בְּתִרְצָה וַיִּמְלֹךְ אֵלָה בְנוֹ תַּחְתָּיו׃
7 וְגַם בְּיַד־יֵהוּא בֶן־חֲנָנִי הַנָּבִיא דְּבַר־יְהוָה הָיָה אֶל־בַּעְשָׁא וְאֶל־בֵּיתוֹ וְעַל כָּל־הָרָעָה אֲשֶׁר עָשָׂה בְּעֵינֵי יְהוָה לְהַכְעִיסוֹ בְּמַעֲשֵׂה יָדָיו לִהְיוֹת כְּבֵית יָרָבְעָם וְעַל אֲשֶׁר־הִכָּה אֹתוֹ׃
8 בִּשְׁנַת עֶשְׂרִים וָשֵׁשׁ שָׁנָה לְאָסָא מֶלֶךְ יְהוּדָה מָלַךְ אֵלָה בֶן־בַּעְשָׁא עַל־יִשְׂרָאֵל בְּתִרְצָה שְׁנָתָיִם׃
9 וַיִּקְשֹׁר עָלָיו עַבְדּוֹ זִמְרִי שַׂר מַחֲצִית הָרָכֶב וְהוּא בְתִרְצָה שֹׁתֶה שִׁכּוֹר בֵּית אַרְצָא אֲשֶׁר עַל־הַבַּיִת בְּתִרְצָה׃
10 וַיָּבֹא זִמְרִי וַיַּכֵּהוּ וַיְמִיתֵהוּ בִּשְׁנַת עֶשְׂרִים וָשֶׁבַע לְאָסָא מֶלֶךְ יְהוּדָה וַיִּמְלֹךְ תַּחְתָּיו׃
11 וַיְהִי בְמָלְכוֹ כְּשִׁבְתּוֹ עַל־כִּסְאוֹ הִכָּה אֶת־כָּל־בֵּית בַּעְשָׁא לֹא־הִשְׁאִיר לוֹ מַשְׁתִּין בְּקִיר וְגֹאֲלָיו וְרֵעֵהוּ׃
12 וַיַּשְׁמֵד זִמְרִי אֵת כָּל־בֵּית בַּעְשָׁא כִּדְבַר יְהוָה אֲשֶׁר דִּבֶּר אֶל־בַּעְשָׁא בְּיַד יֵהוּא הַנָּבִיא׃
13 אֶל כָּל־חַטֹּאות בַּעְשָׁא וְחַטֹּאות אֵלָה בְנוֹ אֲשֶׁר חָטְאוּ וַאֲשֶׁר הֶחֱטִיאוּ אֶת־יִשְׂרָאֵל לְהַכְעִיס אֶת־יְהוָה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל בְּהַבְלֵיהֶם׃
14 וְיֶתֶר דִּבְרֵי אֵלָה וְכָל־אֲשֶׁר עָשָׂה הֲלוֹא־הֵם כְּתוּבִים עַל־סֵפֶר דִּבְרֵי הַיָּמִים לְמַלְכֵי יִשְׂרָאֵל׃
15 בִּשְׁנַת עֶשְׂרִים וָשֶׁבַע שָׁנָה לְאָסָא מֶלֶךְ יְהוּדָה מָלַךְ זִמְרִי שִׁבְעַת יָמִים בְּתִרְצָה וְהָעָם חֹנִים עַל־גִּבְּתוֹן אֲשֶׁר לַפְּלִשְׁתִּים׃
16 וַיִּשְׁמַע הָעָם הַחֹנִים לֵאמֹר קָשַׁר זִמְרִי וְגַם הִכָּה אֶת־הַמֶּלֶךְ וַיַּמְלִכוּ כָל־יִשְׂרָאֵל אֶת־עָמְרִי שַׂר־צָבָא עַל־יִשְׂרָאֵל בַּיּוֹם הַהוּא בַּמַּחֲנֶה׃
17 וַיַּעֲלֶה עָמְרִי וְכָל־יִשְׂרָאֵל עִמּוֹ מִגִּבְּתוֹן וַיָּצֻרוּ עַל־תִּרְצָה׃
18 וַיְהִי כִּרְאוֹת זִמְרִי כִּי־נִלְכְּדָה הָעִיר וַיָּבֹא אֶל־אַרְמוֹן בֵּית־הַמֶּלֶךְ וַיִּשְׂרֹף עָלָיו אֶת־בֵּית־מֶלֶךְ בָּאֵשׁ וַיָּמֹת׃
19 עַל־חַטֹּאתָיו אֲשֶׁר חָטָא לַעֲשׂוֹת הָרַע בְּעֵינֵי יְהוָה לָלֶכֶת בְּדֶרֶךְ יָרָבְעָם וּבְחַטָּאתוֹ אֲשֶׁר עָשָׂה לְהַחֲטִיא אֶת־יִשְׂרָאֵל׃
20 וְיֶתֶר דִּבְרֵי זִמְרִי וְקִשְׁרוֹ אֲשֶׁר קָשָׁר הֲלֹא־הֵם כְּתוּבִים עַל־סֵפֶר דִּבְרֵי הַיָּמִים לְמַלְכֵי יִשְׂרָאֵל׃
21 אָז יֵחָלֵק הָעָם יִשְׂרָאֵל לַחֵצִי חֲצִי הָעָם הָיָה אַחֲרֵי תִבְנִי בֶן־גִּינַת לְהַמְלִיכוֹ וְהַחֲצִי אַחֲרֵי עָמְרִי׃
22 וַיֶּחֱזַק הָעָם אֲשֶׁר אַחֲרֵי עָמְרִי אֶת־הָעָם אֲשֶׁר אַחֲרֵי תִּבְנִי בֶן־גִּינַת וַיָּמָת תִּבְנִי וַיִּמְלֹךְ עָמְרִי׃
23 בִּשְׁנַת שְׁלֹשִׁים וְאַחַת שָׁנָה לְאָסָא מֶלֶךְ יְהוּדָה מָלַךְ עָמְרִי עַל־יִשְׂרָאֵל שְׁתֵּים עֶשְׂרֵה שָׁנָה בְּתִרְצָה מָלַךְ שֵׁשׁ־שָׁנִים׃
24 וַיִּקֶן אֶת־הָהָר שֹׁמְרוֹן מֵאֶת שֶׁמֶר בְּכִכְּרַיִם כָּסֶף וַיִּבֶן אֶת־הָהָר וַיִּקְרָא אֶת־שֵׁם הָעִיר אֲשֶׁר בָּנָה עַל שֶׁם־שֶׁמֶר אֲדֹנֵי הָהָר שֹׁמְרוֹן׃
25 וַיַּעֲשֶׂה עָמְרִי הָרַע בְּעֵינֵי יְהוָה וַיָּרַע מִכֹּל אֲשֶׁר לְפָנָיו׃
26 וַיֵּלֶךְ בְּכָל־דֶּרֶךְ יָרָבְעָם בֶּן־נְבָט ובחטאתיו [וּבְחַטָּאתוֹ] אֲשֶׁר הֶחֱטִיא אֶת־יִשְׂרָאֵל לְהַכְעִיס אֶת־יְהוָה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל בְּהַבְלֵיהֶם׃
27 וְיֶתֶר דִּבְרֵי עָמְרִי אֲשֶׁר עָשָׂה וּגְבוּרָתוֹ אֲשֶׁר עָשָׂה הֲלֹא־הֵם כְּתוּבִים עַל־סֵפֶר דִּבְרֵי הַיָּמִים לְמַלְכֵי יִשְׂרָאֵל׃
28 וַיִּשְׁכַּב עָמְרִי עִם־אֲבֹתָיו וַיִּקָּבֵר בְּשֹׁמְרוֹן וַיִּמְלֹךְ אַחְאָב בְּנוֹ תַּחְתָּיו׃
29 וְאַחְאָב בֶּן־עָמְרִי מָלַךְ עַל־יִשְׂרָאֵל בִּשְׁנַת שְׁלֹשִׁים וּשְׁמֹנֶה שָׁנָה לְאָסָא מֶלֶךְ יְהוּדָה וַיִּמְלֹךְ אַחְאָב בֶּן־עָמְרִי עַל־יִשְׂרָאֵל בְּשֹׁמְרוֹן עֶשְׂרִים וּשְׁתַּיִם שָׁנָה׃
30 וַיַּעַשׂ אַחְאָב בֶּן־עָמְרִי הָרַע בְּעֵינֵי יְהוָה מִכֹּל אֲשֶׁר לְפָנָיו׃
31 וַיְהִי הֲנָקֵל לֶכְתּוֹ בְּחַטֹּאות יָרָבְעָם בֶּן־נְבָט וַיִּקַּח אִשָּׁה אֶת־אִיזֶבֶל בַּת־אֶתְבַּעַל מֶלֶךְ צִידֹנִים וַיֵּלֶךְ וַיַּעֲבֹד אֶת־הַבַּעַל וַיִּשְׁתַּחוּ לוֹ׃
32 וַיָּקֶם מִזְבֵּחַ לַבָּעַל בֵּית הַבַּעַל אֲשֶׁר בָּנָה בְּשֹׁמְרוֹן׃
33 וַיַּעַשׂ אַחְאָב אֶת־הָאֲשֵׁרָה וַיּוֹסֶף אַחְאָב לַעֲשׂוֹת לְהַכְעִיס אֶת־יְהוָה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל מִכֹּל מַלְכֵי יִשְׂרָאֵל אֲשֶׁר הָיוּ לְפָנָיו׃
34 בְּיָמָיו בָּנָה חִיאֵל בֵּית הָאֱלִי אֶת־יְרִיחֹה בַּאֲבִירָם בְּכֹרוֹ יִסְּדָהּ ובשגיב [וּבִשְׂגוּב] צְעִירוֹ הִצִּיב דְּלָתֶיהָ כִּדְבַר יְהוָה אֲשֶׁר דִּבֶּר בְּיַד יְהוֹשֻׁעַ בִּן־נוּן׃
Capítulo 17
Elías predice la sequía
LBLA
1 Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive el SEÑOR, Dios de Israel, delante de quien estoy, que ciertamente no habrá rocío ni lluvia en estos años, sino por la palabra de mi boca.
2 Y vino a él la palabra del SEÑOR, diciendo:
3 Vete de aquí, y dirígete hacia el oriente y escóndete junto al arroyo Querit, que está al oriente del Jordán.
4 Y beberás del arroyo, y he ordenado a los cuervos que te sustenten allí.
5 Fue, pues, e hizo conforme a la palabra del SEÑOR, y se fue y habitó junto al arroyo Querit, que está al oriente del Jordán.
6 Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne al atardecer, y bebía del arroyo.
7 Y sucedió que después de algún tiempo, el arroyo se secó, porque no había caído lluvia en la tierra.
8 Entonces vino a él la palabra del SEÑOR, diciendo:
9 Levántate, ve a Sarepta, que pertenece a Sidón, y habita allí; he aquí, he mandado a una viuda de allí que te sustente.
10 El se levantó y se fue a Sarepta, y cuando llegó a la entrada de la ciudad, he aquí, allí estaba una viuda recogiendo leña; y él la llamó y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso para que yo beba.
11 Cuando ella iba a traérsela, él la volvió a llamar y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano.
12 Pero ella respondió: Vive el SEÑOR tu Dios, que no tengo pan, sólo tengo un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en la vasija; y he aquí, estoy recogiendo unos trozos de leña para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que comamos y muramos.
13 Entonces Elías le dijo: No temas; ve, haz como has dicho, pero primero hazme una pequeña torta de ello y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo.
14 Porque así dice el SEÑOR, Dios de Israel: "La harina de la tinaja no se acabará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que el SEÑOR mande lluvia sobre la faz de la tierra."
15 Ella fue e hizo conforme a la palabra de Elías, y ella, él y la casa de ella comieron por muchos días.
16 La harina de la tinaja no se acabó, ni el aceite de la vasija disminuyó, conforme a la palabra que el SEÑOR había hablado por medio de Elías.
17 Y después de estas cosas, aconteció que el hijo de la dueña de la casa enfermó; y su enfermedad fue tan grave que no quedó aliento en él.
18 Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo que ver contigo, oh varón de Dios? Has venido para traer a memoria mis iniquidades y para hacer morir a mi hijo.
19 Y él le dijo: Dame a tu hijo. Y él lo tomó de su regazo, y lo llevó arriba al aposento donde él se hospedaba, y lo acostó en su cama.
20 Y clamó al SEÑOR, y dijo: Oh SEÑOR, Dios mío, ¿también a la viuda en cuya casa estoy hospedado has traído mal haciendo morir a su hijo?
21 Entonces se tendió sobre el niño tres veces, y clamó al SEÑOR y dijo: Oh SEÑOR, Dios mío, te ruego que el alma de este niño vuelva a él.
22 Y el SEÑOR oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él y revivió.
23 Elías tomó al niño, y lo bajó del aposento alto a la casa y lo dio a su madre; y Elías dijo: Mira, tu hijo vive.
24 Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres hombre de Dios, y que la palabra del SEÑOR en tu boca es verdad.
WLC
1 וַיֹּאמֶר אֵלִיָּהוּ הַתִּשְׁבִּי מִתֹּשָׁבֵי גִלְעָד אֶל־אַחְאָב חַי־יְהוָה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל אֲשֶׁר עָמַדְתִּי לְפָנָיו אִם־יִהְיֶה הַשָּׁנִים הָאֵלֶּה טַל וּמָטָר כִּי אִם־לְפִי דְבָרִי׃
2 וַיְהִי דְבַר־יְהוָה אֵלָיו לֵאמֹר׃
3 לֵךְ מִזֶּה וּפָנִיתָ לְּךָ קֵדְמָה וְנִסְתַּרְתָּ בְּנַחַל כְּרִית אֲשֶׁר עַל־פְּנֵי הַיַּרְדֵּן׃
4 וְהָיָה מֵהַנַּחַל תִּשְׁתֶּה וְאֶת־הָעֹרְבִים צִוִּיתִי לְכַלְכֶּלְךָ שָׁם׃
5 וַיֵּלֶךְ וַיַּעַשׂ כִּדְבַר יְהוָה וַיֵּלֶךְ וַיֵּשֶׁב בְּנַחַל כְּרִית אֲשֶׁר עַל־פְּנֵי הַיַּרְדֵּן׃
6 וְהָעֹרְבִים מְבִיאִים לוֹ לֶחֶם וּבָשָׂר בַּבֹּקֶר וְלֶחֶם וּבָשָׂר בָּעָרֶב וּמִן־הַנַּחַל יִשְׁתֶּה׃
7 וַיְהִי מִקֵּץ יָמִים וַיִּיבַשׁ הַנָּחַל כִּי לֹא־הָיָה גֶשֶׁם בָּאָרֶץ׃
8 וַיְהִי דְבַר־יְהוָה אֵלָיו לֵאמֹר׃
9 קוּם לֵךְ צָרְפַתָה אֲשֶׁר לְצִידוֹן וְיָשַׁבְתָּ שָׁם הִנֵּה צִוִּיתִי שָׁם אִשָּׁה אַלְמָנָה לְכַלְכְּלֶךָ׃
10 וַיָּקָם וַיֵּלֶךְ צָרְפַתָה וַיָּבֹא אֶל־פֶּתַח הָעִיר וְהִנֵּה־שָׁם אִשָּׁה אַלְמָנָה מְקֹשֶׁשֶׁת עֵצִים וַיִּקְרָא אֵלֶיהָ וַיֹּאמַר קְחִי־נָא לִי מְעַט־מַיִם בַּכְּלִי וְאֶשְׁתֶּה׃
11 וַתֵּלֶךְ לָקַחַת וַיִּקְרָא אֵלֶיהָ וַיֹּאמַר לִקְחִי־נָא לִי פַּת־לֶחֶם בְּיָדֵךְ׃
12 וַתֹּאמֶר חַי־יְהוָה אֱלֹהֶיךָ אִם־יֶשׁ־לִי מָעוֹג כִּי אִם־מְלֹא כַף־קֶמַח בַּכַּד וּמְעַט־שֶׁמֶן בַּצַּפָּחַת וְהִנְנִי מְקֹשֶׁשֶׁת שְׁנַיִם עֵצִים וּבָאתִי וַעֲשִׂיתִיהוּ לִי וְלִבְנִי וַאֲכַלְנֻהוּ וָמָתְנוּ׃
13 וַיֹּאמֶר אֵלֶיהָ אֵלִיָּהוּ אַל־תִּירְאִי בֹּאִי עֲשִׂי כִדְבָרֵךְ אַךְ עֲשִׂי־לִי מִשָּׁם עֻגָה קְטַנָּה בָרִאשֹׁנָה וְהוֹצֵאת לִי וְלָךְ וְלִבְנֵךְ תַּעֲשִׂי בָּאַחֲרֹנָה׃
14 כִּי כֹה אָמַר יְהוָה אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל כַּד הַקֶּמַח לֹא תִכְלָה וְצַפַּחַת הַשֶּׁמֶן לֹא תֶחְסָר עַד יוֹם תתן־ [תֵּת] יְהוָה גֶּשֶׁם עַל־פְּנֵי הָאֲדָמָה׃
15 וַתֵּלֶךְ וַתַּעֲשֶׂה כִּדְבַר אֵלִיָּהוּ וַתֹּאכַל הוא־ [הִיא] וָהוּא וּבֵיתָהּ יָמִים׃
16 כַּד הַקֶּמַח לֹא כָלָתָה וְצַפַּחַת הַשֶּׁמֶן לֹא חָסֵר כִּדְבַר יְהוָה אֲשֶׁר דִּבֶּר בְּיַד אֵלִיָּהוּ׃
17 וַיְהִי אַחַר הַדְּבָרִים הָאֵלֶּה חָלָה בֶּן־הָאִשָּׁה בַּעֲלַת הַבָּיִת וַיְהִי חָלְיוֹ חָזָק מְאֹד עַד אֲשֶׁר לֹא־נוֹתְרָה־בּוֹ נְשָׁמָה׃
18 וַתֹּאמֶר אֶל־אֵלִיָּהוּ מַה־לִּי וָלָךְ אִישׁ הָאֱלֹהִים בָּאתָ אֵלַי לְהַזְכִּיר אֶת־עֲוֺנִי וּלְהָמִית אֶת־בְּנִי׃
19 וַיֹּאמֶר אֵלֶיהָ תְּנִי־לִי אֶת־בְּנֵךְ וַיִּקָּחֵהוּ מֵחֵיקָהּ וַיַּעֲלֵהוּ אֶל־הָעֲלִיָּה אֲשֶׁר־הוּא יֹשֵׁב שָׁם וַיַּשְׁכִּבֵהוּ עַל־מִטָּתוֹ׃
20 וַיִּקְרָא אֶל־יְהוָה וַיֹּאמַר יְהוָה אֱלֹהָי הֲגַם עַל־הָאַלְמָנָה אֲשֶׁר־אֲנִי מִתְגּוֹרֵר עִמָּהּ הֲרֵעוֹתָ לְהָמִית אֶת־בְּנָהּ׃
21 וַיִּתְמֹדֵד עַל־הַיֶּלֶד שָׁלֹשׁ פְּעָמִים וַיִּקְרָא אֶל־יְהוָה וַיֹּאמַר יְהוָה אֱלֹהָי תָּשָׁב נָא נֶפֶשׁ־הַיֶּלֶד הַזֶּה עַל־קִרְבּוֹ׃
22 וַיִּשְׁמַע יְהוָה בְּקוֹל אֵלִיָּהוּ וַתָּשָׁב נֶפֶשׁ־הַיֶּלֶד עַל־קִרְבּוֹ וַיֶּחִי׃
23 וַיִּקַּח אֵלִיָּהוּ אֶת־הַיֶּלֶד וַיֹּרִדֵהוּ מִן־הָעֲלִיָּה הַבַּיְתָה וַיִּתְּנֵהוּ לְאִמּוֹ וַיֹּאמֶר אֵלִיָּהוּ רְאִי חַי בְּנֵךְ׃
24 וַתֹּאמֶר הָאִשָּׁה אֶל־אֵלִיָּהוּ עַתָּה זֶה יָדַעְתִּי כִּי אִישׁ אֱלֹהִים אָתָּה וּדְבַר־יְהוָה בְּפִיךָ אֱמֶת׃
Capítulo 18
Elías y los profetas de Baal
LBLA
1 Pasados muchos días, vino palabra del SEÑOR a Elías en el año tercero, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, porque yo enviaré lluvia sobre la faz de la tierra.
2 Fue, pues, Elías a mostrarse a Acab. Y el hambre era grave en Samaria.
3 Y Acab llamó a Abdías, que era mayordomo de su casa. (Abdías temía en gran manera al SEÑOR;
4 porque cuando Jezabel destruía a los profetas del SEÑOR, Abdías tomó a cien profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta en una cueva, y los sustentó con pan y agua.)
5 Y Acab dijo a Abdías: Ve por el país a todas las fuentes de agua y a todos los arroyos, quizá hallemos hierba para mantener con vida los caballos y las mulas, y no tengamos que matar algunos de los animales.
6 Se repartieron, pues, el país para recorrerlo; Acab fue por un camino, y Abdías fue por otro.
7 Y estando Abdías en el camino, he aquí, Elías le salió al encuentro. Y cuando lo reconoció, cayó sobre su rostro y dijo: ¿Eres tú, Elías mi señor?
8 Y él le respondió: Soy yo. Ve, di a tu señor: "Aquí está Elías."
9 Pero él dijo: ¿En qué he pecado, para que entregues a tu siervo en mano de Acab para que me mate?
10 Vive el SEÑOR tu Dios, que no ha habido nación ni reino adonde mi señor no te haya enviado a buscarte; y cuando decían: "No está aquí", hacía jurar al reino o a la nación que no te habían hallado.
11 Y ahora tú dices: "Ve, di a tu señor: 'Aquí está Elías.'"
12 Y sucederá que en cuanto yo me haya ido de ti, el Espíritu del SEÑOR te llevará adonde yo no sepa; y cuando vaya yo a informar a Acab y él no te halle, me matará. Sin embargo, tu siervo ha temido al SEÑOR desde su juventud.
13 ¿No se ha dicho a mi señor lo que hice cuando Jezabel mataba a los profetas del SEÑOR, que escondí a cien hombres de los profetas del SEÑOR de cincuenta en cincuenta en una cueva, y los sustenté con pan y agua?
14 Y ahora tú dices: "Ve, di a tu señor: 'Aquí está Elías'"; y él me matará.
15 Y Elías dijo: Vive el SEÑOR de los ejércitos, ante quien estoy, que hoy me mostraré a él.
16 Entonces Abdías fue a encontrarse con Acab, y le dio el mensaje; y Acab fue al encuentro de Elías.
17 Y cuando Acab vio a Elías, Acab le dijo: ¿Eres tú el que trastorna a Israel?
18 Y él respondió: Yo no he trastornado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, porque habéis abandonado los mandamientos del SEÑOR y has seguido a los baales.
19 Ahora pues, manda reunir junto a mí a todo Israel en el monte Carmelo, con los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel.
20 Entonces Acab envió mensaje a todos los hijos de Israel y reunió a los profetas en el monte Carmelo.
21 Y Elías se acercó a todo el pueblo y dijo: ¿Hasta cuándo vacilaréis entre dos opiniones? Si el SEÑOR es Dios, seguidle; y si Baal, seguidle. Pero el pueblo no le respondió ni una palabra.
22 Entonces Elías dijo al pueblo: Solo yo he quedado como profeta del SEÑOR, pero los profetas de Baal son cuatrocientos cincuenta hombres.
23 Que nos den dos toros; que ellos escojan uno para sí, que lo corten en pedazos y lo pongan sobre la leña, pero que no le prendan fuego. Yo prepararé el otro toro y lo pondré sobre la leña, y no le prenderé fuego.
24 Entonces invocad vosotros el nombre de vuestro dios, y yo invocaré el nombre del SEÑOR; y el Dios que responda por medio de fuego, ese es Dios. Y todo el pueblo respondió y dijo: La propuesta es buena.
25 Y Elías dijo a los profetas de Baal: Escogeos un toro y preparadlo vosotros primero, pues sois los más numerosos; e invocad el nombre de vuestro dios, pero no le pongáis fuego.
26 Tomaron, pues, el toro que les fue dado, lo prepararon e invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: ¡Oh Baal, respóndenos! Pero no hubo voz ni quien respondiera. Y saltaban cojeando alrededor del altar que habían hecho.
27 Y aconteció que al mediodía, Elías se burlaba de ellos y decía: Gritad en alta voz, porque es un dios; quizá esté meditando o tenga algún trabajo, o esté de viaje; tal vez esté dormido y se despierte.
28 Y ellos gritaban en alta voz, y se sajaban con cuchillos y lancetas según su costumbre, hasta chorrear la sangre sobre ellos.
29 Y sucedió que cuando pasó el mediodía, ellos continuaron profetizando frenéticamente hasta la hora de ofrecerse el sacrificio de la tarde, pero no hubo voz, ni quien respondiera, ni hubo atención.
30 Entonces Elías dijo a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se le acercó. Y él reparó el altar del SEÑOR que había sido derribado.
31 Tomó Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, a quien había venido la palabra del SEÑOR, diciendo: Israel será tu nombre.
32 Y con las piedras edificó un altar en el nombre del SEÑOR, e hizo alrededor del altar un surco como de dos medidas de semilla.
33 Luego arregló la leña, cortó el toro en pedazos y lo puso sobre la leña.
34 Y dijo: Llenad cuatro cántaros de agua y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. Y dijo: Hacedlo otra vez. Y lo hicieron otra vez. Y dijo: Hacedlo por tercera vez. Y lo hicieron por tercera vez.
35 Y el agua corría alrededor del altar y también llenó el surco de agua.
36 Y sucedió que a la hora de ofrecerse el sacrificio de la tarde, el profeta Elías se acercó y dijo: Oh SEÑOR, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, que sea conocido hoy que tú eres Dios en Israel, que yo soy tu siervo y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas.
37 Respóndeme, oh SEÑOR, respóndeme, para que este pueblo sepa que tú, oh SEÑOR, eres Dios, y que tú has hecho volver sus corazones.
38 Entonces cayó fuego del SEÑOR y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y lamió el agua que estaba en el surco.
39 Y cuando todo el pueblo lo vio, cayeron sobre sus rostros y dijeron: ¡El SEÑOR, El es Dios! ¡El SEÑOR, El es Dios!
40 Entonces Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal; que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y Elías los hizo descender al torrente Cisón y allí los degolló.
41 Y Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe, porque ya se oye el ruido de una lluvia torrencial.
42 Entonces Acab subió a comer y a beber. Pero Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas.
43 Y dijo a su criado: Sube ahora, mira hacia el mar. Y él subió, miró y dijo: No hay nada. Y Elías le volvió a decir: Vuelve siete veces.
44 Y sucedió que a la séptima vez, dijo: Veo una nube tan pequeña como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y Elías dijo: Ve, di a Acab: "Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te detenga."
45 Y sucedió que entretanto, los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y cayó una gran lluvia. Y Acab subió a su carro y se fue a Jezreel.
46 Y la mano del SEÑOR vino sobre Elías, y este ciñó sus lomos y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezreel.
WLC
1 וַיְהִי֙ יָמִ֣ים רַבִּ֔ים וּדְבַר־יְהוָ֗ה הָיָה֙ אֶל־אֵ֣לִיָּ֔הוּ בַּשָּׁנָ֥ה הַשְּׁלִישִׁ֖ית לֵאמֹ֑ר לֵ֚ךְ הֵרָאֵ֣ה אֶל־אַחְאָ֔ב וְאֶתְּנָ֥ה מָטָ֖ר עַל־פְּנֵ֥י הָאֲדָמָֽה׃
2 וַיֵּ֙לֶךְ֙ אֵֽלִיָּ֔הוּ לְהֵרָא֖וֹת אֶל־אַחְאָ֑ב וְהָרָעָ֖ב חָזָ֥ק בְּשֹׁמְרֽוֹן׃
3 וַיִּקְרָ֣א אַחְאָ֔ב אֶל־עֹבַדְיָ֖הוּ אֲשֶׁ֣ר עַל־הַבָּ֑יִת וְעֹבַדְיָ֗הוּ הָיָ֥ה יָרֵ֛א אֶת־יְהוָ֖ה מְאֹֽד׃
4 וַיְהִי֙ בְּהַכְרִ֣ית אִיזֶ֔בֶל אֵ֖ת נְבִיאֵ֣י יְהוָ֑ה וַיִּקַּ֨ח עֹבַדְיָ֜הוּ מֵאָ֣ה נְבִאִ֗ים וַֽיַּחְבִּיאֵ֞ם חֲמִשִּׁ֥ים אִישׁ֙ בַּמְּעָרָ֔ה וְכִלְכְּלָ֖ם לֶ֥חֶם וָמָֽיִם׃
5 וַיֹּ֤אמֶר אַחְאָב֙ אֶל־עֹ֣בַדְיָ֔הוּ לֵ֤ךְ בָּאָ֙רֶץ֙ אֶל־כָּל־מַעְיְנֵ֣י הַמַּ֔יִם וְאֶ֖ל כָּל־הַנְּחָלִ֑ים אוּלַ֣י׀ נִמְצָ֣א חָצִ֗יר וּנְחַיֶּה֙ ס֣וּס וָפֶ֔רֶד וְל֥וֹא נַכְרִ֖ית מֵהַבְּהֵמָֽה׃
6 וַֽיְחַלְּק֥וּ לָהֶ֛ם אֶת־הָאָ֖רֶץ לַֽעֲבָר־בָּ֑הּ אַחְאָ֞ב הָלַ֨ךְ בְּדֶ֤רֶךְ אֶחָד֙ לְבַדּ֔וֹ וְעֹבַדְיָ֛הוּ הָלַ֥ךְ בְּדֶרֶךְ־אֶחָ֖ד לְבַדּֽוֹ׃
7 וַיְהִ֤י עֹבַדְיָ֙הוּ֙ בַּדֶּ֔רֶךְ וְהִנֵּ֥ה אֵלִיָּ֖הוּ לִקְרָאת֑וֹ וַיַּכִּרֵ֙הוּ֙ וַיִּפֹּ֣ל עַל־פָּנָ֔יו וַיֹּ֕אמֶר הַאַתָּ֥ה זֶ֖ה אֲדֹנִ֥י אֵלִיָּֽהוּ׃
8 וַיֹּ֥אמֶר ל֖וֹ אָ֑נִי לֵ֛ךְ אֱמֹ֥ר לַאדֹנֶ֖יךָ הִנֵּ֥ה אֵלִיָּֽהוּ׃
9 וַיֹּ֖אמֶר מֶ֣ה חָטָ֑אתִי כִּֽי־אַתָּ֞ה נֹתֵ֧ן אֶֽת־עַבְדְּךָ֛ בְּיַד־אַחְאָ֖ב לַהֲמִיתֵֽנִי׃
10 חַ֣י׀ יְהוָ֣ה אֱלֹהֶ֗יךָ אִם־יֶשׁ־גּ֤וֹי וּמַמְלָכָה֙ אֲ֠שֶׁר לֹֽא־שָׁלַ֨ח אֲדֹנִ֥י שָׁם֙ לְבַקֶּשְׁךָ֔ וְאָמְר֖וּ אָ֑יִן וְהִשְׁבִּ֤יעַ אֶת־הַמַּמְלָכָה֙ וְאֶת־הַגּ֔וֹי כִּ֖י לֹ֥א יִמְצָאֶֽכָּה׃
11 וְעַתָּ֖ה אַתָּ֣ אֹמֵ֑ר לֵ֛ךְ אֱמֹ֥ר לַאדֹנֶ֖יךָ הִנֵּ֥ה אֵלִיָּֽהוּ׃
12 וְהָיָ֞ה אֲנִ֣י׀ אֵלֵ֣ךְ מֵאִתָּ֗ךְ וְר֨וּחַ יְהוָ֤ה׀ יִֽשָּׂאֲךָ֙ עַ֚ל אֲשֶׁ֣ר לֹֽא־אֵדָ֔ע וּבָ֨אתִי לְהַגִּ֧יד לְאַחְאָ֛ב וְלֹ֥א יִֽמְצָאֲךָ֖ וַהֲרָגָ֑נִי וְעַבְדְּךָ֛ יָרֵ֥א אֶת־יְהוָ֖ה מִנְּעֻרָֽי׃
13 הֲלֹֽא־הֻגַּ֤ד לַאדֹנִי֙ אֵ֣ת אֲשֶׁר־עָשִׂ֔יתִי בַּהֲרֹ֣ג אִיזֶ֔בֶל אֵ֖ת נְבִיאֵ֣י יְהוָ֑ה וָאַחְבִּא֩ מִנְּבִיאֵ֨י יְהוָ֜ה מֵ֣אָה אִ֗ישׁ חֲמִשִּׁ֨ים חֲמִשִּׁ֥ים אִישׁ֙ בַּמְּעָרָ֔ה וָאֲכַלְכְּלֵ֖ם לֶ֥חֶם וָמָֽיִם׃
14 וְעַתָּה֙ אַתָּ֣ה אֹמֵ֔ר לֵ֛ךְ אֱמֹ֥ר לַאדֹנֶ֖יךָ הִנֵּ֣ה אֵלִיָּ֑הוּ וַהֲרָגָֽנִי׃
15 וַיֹּ֙אמֶר֙ אֵֽלִיָּ֔הוּ חַ֚י יְהוָ֣ה צְבָא֔וֹת אֲשֶׁ֥ר עָמַ֖דְתִּי לְפָנָ֑יו כִּ֥י הַיּ֖וֹם אֵרָאֶ֥ה אֵלָֽיו׃
16 וַיֵּ֧לֶךְ עֹבַדְיָ֛הוּ לִקְרַ֥את אַחְאָ֖ב וַיַּגֶּד־ל֑וֹ וַיֵּ֥לֶךְ אַחְאָ֖ב לִקְרַ֥את אֵלִיָּֽהוּ׃
17 וַיְהִ֛י כִּרְא֥וֹת אַחְאָ֖ב אֶת־אֵלִיָּ֑הוּ וַיֹּ֤אמֶר אַחְאָב֙ אֵלָ֔יו הַאַתָּ֥ה זֶ֖ה עֹכֵ֥ר יִשְׂרָאֵֽל׃
18 וַיֹּ֗אמֶר לֹ֤א עָכַ֙רְתִּי֙ אֶת־יִשְׂרָאֵ֔ל כִּ֥י אִם־אַתָּ֖ה וּבֵ֣ית אָבִ֑יךָ בַּֽעֲזׇבְכֶם֙ אֶת־מִצְוֺ֣ת יְהוָ֔ה וַתֵּ֖לֶךְ אַחֲרֵ֥י הַבְּעָלִֽים׃
19 וְעַתָּ֗ה שְׁלַ֨ח קְבֹ֥ץ אֵלַ֛י אֶת־כָּל־יִשְׂרָאֵ֖ל אֶל־הַ֣ר הַכַּרְמֶ֑ל וְאֶת־נְבִיאֵ֨י הַבַּ֜עַל אַרְבַּ֧ע מֵא֣וֹת וַחֲמִשִּׁ֗ים וּנְבִיאֵ֤י הָֽאֲשֵׁרָה֙ אַרְבַּ֣ע מֵא֔וֹת אֹכְלֵ֖י שֻׁלְחַ֥ן אִיזָֽבֶל׃
20 וַיִּשְׁלַ֥ח אַחְאָ֖ב בְּכָל־בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֑ל וַיִּקְבֹּ֥ץ אֶת־הַנְּבִיאִ֖ים אֶל־הַ֥ר הַכַּרְמֶֽל׃
21 וַיִּגַּ֨שׁ אֵלִיָּ֜הוּ אֶל־כָּל־הָעָ֗ם וַיֹּ֙אמֶר֙ עַד־מָתַ֞י אַתֶּ֣ם פֹּסְחִים֮ עַל־שְׁתֵּ֣י הַסְּעִפִּים֒ אִם־יְהוָ֤ה הָֽאֱלֹהִים֙ לְכ֣וּ אַחֲרָ֔יו וְאִם־הַבַּ֖עַל לְכ֣וּ אַחֲרָ֑יו וְלֹֽא־עָנ֥וּ הָעָ֛ם אֹת֖וֹ דָּבָֽר׃
22 וַיֹּ֤אמֶר אֵלִיָּ֙הוּ֙ אֶל־הָעָ֔ם אֲנִ֞י נוֹתַ֧רְתִּי נָבִ֛יא לַיהוָ֖ה לְבַדִּ֑י וּנְבִיאֵ֣י הַבַּ֔עַל אַרְבַּע־מֵא֥וֹת וַחֲמִשִּׁ֖ים אִֽישׁ׃
23 וְיִתְּנוּ־לָ֜נוּ שְׁנַ֣יִם פָּרִ֗ים וְיִבְחֲר֣וּ לָהֶם֩ הַפָּ֨ר הָאֶחָ֜ד וִֽינַתְּחֻ֗הוּ וְיָשִׂ֙ימוּ֙ עַל־הָ֣עֵצִ֔ים וְאֵ֖שׁ לֹ֣א יָשִׂ֑ימוּ וַאֲנִ֞י אֶעֱשֶׂ֣ה׀ אֶת־הַפָּ֣ר הָאֶחָ֗ד וְנָתַתִּי֙ עַל־הָ֣עֵצִ֔ים וְאֵ֖שׁ לֹ֥א אָשִֽׂים׃
24 וּקְרָאתֶ֞ם בְּשֵׁ֣ם אֱלֹֽהֵיכֶ֗ם וַֽאֲנִי֙ אֶקְרָ֣א בְשֵׁם־יְהוָ֔ה וְהָיָ֧ה הָאֱלֹהִ֛ים אֲשֶׁר־יַעֲנֶ֥ה בָאֵ֖שׁ ה֣וּא הָאֱלֹהִ֑ים וַיַּ֧עַן כָּל־הָעָ֛ם וַיֹּאמְר֖וּ ט֥וֹב הַדָּבָֽר׃
25 וַיֹּ֨אמֶר אֵלִיָּ֜הוּ לִנְבִיאֵ֣י הַבַּ֗עַל בַּחֲר֨וּ לָכֶ֜ם הַפָּ֤ר הָֽאֶחָד֙ וַעֲשׂ֣וּ רִאשֹׁנָ֔ה כִּ֥י אַתֶּ֖ם הָרַבִּ֑ים וְקִרְאוּ֙ בְּשֵׁ֣ם אֱלֹהֵיכֶ֔ם וְאֵ֖שׁ לֹ֥א תָשִֽׂימוּ׃
26 וַ֠יִּקְחוּ אֶת־הַפָּ֨ר אֲשֶׁר־נָתַ֣ן לָהֶם֮ וַֽיַּעֲשׂוּ֒ וַיִּקְרְא֣וּ בְשֵׁם־הַ֠בַּעַל מֵהַבֹּ֨קֶר וְעַד־הַצָּהֳרַ֤יִם לֵאמֹר֙ הַבַּ֣עַל עֲנֵ֔נוּ וְאֵ֥ין ק֖וֹל וְאֵ֣ין עֹנֶ֑ה וַֽיְפַסְּח֔וּ עַל־הַמִּזְבֵּ֖חַ אֲשֶׁ֥ר עָשָֽׂה׃
27 וַיְהִ֨י בַֽצָּהֳרַ֜יִם וַיְהַתֵּ֧ל בָּהֶ֣ם אֵלִיָּ֗הוּ וַיֹּ֙אמֶר֙ קִרְא֤וּ בְקוֹל־גָּדוֹל֙ כִּֽי־אֱלֹהִ֣ים ה֔וּא כִּ֣י שִׂ֧יחַ וְכִֽי־שִׂ֛יג ל֖וֹ וְכִֽי־דֶ֣רֶךְ ל֑וֹ אוּלַ֛י יָשֵׁ֥ן ה֖וּא וְיִקָֽץ׃
28 וַֽיִּקְרְאוּ֙ בְּק֣וֹל גָּד֔וֹל וַיִּתְגֹּֽדְדוּ֙ כְּמִשְׁפָּטָ֔ם בַּחֲרָב֖וֹת וּבָֽרְמָחִ֑ים עַד־שְׁפָךְ־דָּ֖ם עֲלֵיהֶֽם׃
29 וַֽיְהִי֙ כַּעֲבֹ֣ר הַֽצָּהֳרַ֔יִם וַיִּֽתְנַבְּא֔וּ עַ֖ד לַעֲל֣וֹת הַמִּנְחָ֑ה וְאֵין־ק֥וֹל וְאֵין־עֹנֶ֖ה וְאֵ֥ין קָֽשֶׁב׃
30 וַיֹּ֨אמֶר אֵלִיָּ֤הוּ לְכָל־הָעָם֙ גְּשׁ֣וּ אֵלַ֔י וַיִּגְּשׁ֥וּ כָל־הָעָ֖ם אֵלָ֑יו וַיְרַפֵּ֛א אֶת־מִזְבַּ֥ח יְהוָ֖ה הֶהָרֽוּס׃
31 וַיִּקַּ֣ח אֵלִיָּ֗הוּ שְׁתֵּ֤ים עֶשְׂרֵה֙ אֲבָנִ֔ים כְּמִסְפַּ֖ר שִׁבְטֵ֣י בְנֵֽי־יַעֲקֹ֑ב אֲשֶׁר֩ הָיָ֨ה דְבַר־יְהוָ֤ה אֵלָיו֙ לֵאמֹ֔ר יִשְׂרָאֵ֖ל יִהְיֶ֥ה שְׁמֶֽךָ׃
32 וַיִּבְנֶ֧ה אֶת־הָאֲבָנִ֛ים מִזְבֵּ֖חַ בְּשֵׁ֣ם יְהוָ֑ה וַיַּ֣עַשׂ תְּעָלָ֗ה כְּבֵית֙ סָאתַ֣יִם זֶ֔רַע סָבִ֖יב לַמִּזְבֵּֽחַ׃
33 וַֽיַּעֲרֹ֖ךְ אֶת־הָעֵצִ֑ים וַיְנַתַּח֙ אֶת־הַפָּ֔ר וַיָּ֖שֶׂם עַל־הָעֵצִֽים׃
34 וַיֹּ֗אמֶר מִלְא֨וּ אַרְבָּעָ֤ה כַדִּים֙ מַ֔יִם וְיִֽצְק֥וּ עַל־הָעֹלָ֖ה וְעַל־הָעֵצִ֑ים וַיֹּ֤אמֶר שְׁנוּ֙ וַיִּשְׁנ֔וּ וַיֹּ֥אמֶר שַׁלֵּ֖שׁוּ וַיְשַׁלֵּֽשׁוּ׃
35 וַיֵּֽלְכוּ֙ הַמַּ֔יִם סָבִ֖יב לַמִּזְבֵּ֑חַ וְגַ֥ם אֶת־הַתְּעָלָ֖ה מִלֵּא־מָֽיִם׃
36 וַיְהִ֣י׀ בַּעֲל֣וֹת הַמִּנְחָ֗ה וַיִּגַּ֞שׁ אֵלִיָּ֣הוּ הַנָּבִיא֮ וַיֹּאמַר֒ יְהוָ֗ה אֱלֹהֵי֙ אַבְרָהָם֙ יִצְחָ֣ק וְיִשְׂרָאֵ֔ל הַיּ֣וֹם יִוָּדַ֗ע כִּֽי־אַתָּ֧ה אֱלֹהִ֛ים בְּיִשְׂרָאֵ֖ל וַאֲנִ֣י עַבְדֶּ֑ךָ וּבְדִבְרֵיכֶ֣ם עָשִׂ֔יתִי אֵ֥ת כָּל־הַדְּבָרִ֖ים הָאֵֽלֶּה׃
37 עֲנֵ֤נִי יְהוָה֙ עֲנֵ֔נִי וְיֵֽדְעוּ֙ הָעָ֣ם הַזֶּ֔ה כִּֽי־אַתָּ֥ה יְהוָ֖ה הָאֱלֹהִ֑ים וְאַתָּ֛ה הֲסִבֹּ֥תָ אֶת־לִבָּ֖ם אֲחֹרַנִּֽית׃
38 וַתִּפֹּ֣ל אֵשׁ־יְהוָ֗ה וַתֹּ֤אכַל אֶת־הָעֹלָה֙ וְאֶת־הָעֵצִ֔ים וְאֶת־הָאֲבָנִ֖ים וְאֶת־הֶעָפָ֑ר וְאֶת־הַמַּ֥יִם אֲשֶׁר־בַּתְּעָלָ֖ה לִחֵֽכָה׃
39 וַיַּרְא֙ כָּל־הָעָ֔ם וַֽיִּפְּל֖וּ עַל־פְּנֵיהֶ֑ם וַיֹּ֣אמְר֔וּ יְהוָה֙ ה֣וּא הָאֱלֹהִ֔ים יְהוָ֖ה ה֥וּא הָאֱלֹהִֽים׃
40 וַיֹּ֤אמֶר אֵלִיָּ֙הוּ֙ לָהֶ֔ם תִּפְשׂ֖וּ אֶת־נְבִיאֵ֣י הַבַּ֑עַל אִ֖ישׁ אַל־יִמָּלֵ֥ט מֵהֶֽם׃ וַֽיִּתְפְּשׂ֔וּם וַיּוֹרִדֵ֤ם אֵלִיָּ֙הוּ֙ אֶל־נַ֣חַל קִישׁ֔וֹן וַיִּשְׁחָטֵ֖ם שָֽׁם׃
41 וַיֹּ֤אמֶר אֵלִיָּ֙הוּ֙ לְאַחְאָ֔ב עֲלֵ֖ה אֱכֹ֣ל וּשְׁתֵ֑ה כִּי־ק֖וֹל הֲמ֥וֹן הַגָּֽשֶׁם׃
42 וַיַּעֲלֶ֥ה אַחְאָ֖ב לֶאֱכֹ֣ל וְלִשְׁתּ֑וֹת וְאֵ֨לִיָּ֜הוּ עָלָ֨ה אֶל־רֹ֣אשׁ הַכַּרְמֶ֗ל וַיִּגְהַ֤ר אַרְצָה֙ וַיָּ֣שֶׂם פָּנָ֔יו בֵּ֥ין בִּרְכָּ֖יו׃
43 וַיֹּ֣אמֶר אֶֽל־נַעֲר֗וֹ עֲלֵֽה־נָא֙ הַבֵּ֣ט דֶּֽרֶךְ־יָ֔ם וַיַּ֙עַל֙ וַיַּבֵּ֔ט וַיֹּ֖אמֶר אֵ֣ין מְא֑וּמָה וַיֹּ֕אמֶר שֻׁ֖ב שֶׁ֥בַע פְּעָמִֽים׃
44 וַיְהִ֣י בַּשְּׁבִעִ֗ית וַיֹּ֙אמֶר֙ הִנֵּה־עָ֠ב קְטַנָּ֨ה כְּכַף־אִ֤ישׁ עֹלָה֙ מִן־הַיָּ֔ם וַיֹּ֕אמֶר עֲלֵ֖ה אֱמֹ֣ר אֶל־אַחְאָ֑ב אֱסֹ֥ר וָרֵ֖ד וְלֹ֥א יַעַצְרְךָֽ הַגָּֽשֶׁם׃
45 וַיְהִ֣י׀ עַד־כֹּ֣ה וְעַד־כֹּ֗ה וְהַשָּׁמַ֙יִם֙ הִתְקַדְּרוּ֙ עָבִ֣ים וְר֔וּחַ וַיְהִ֖י גֶּ֣שֶׁם גָּד֑וֹל וַיִּרְכַּ֥ב אַחְאָ֖ב וַיֵּ֥לֶךְ יִזְרְעֶֽאלָה׃
46 וְיַד־יְהוָ֗ה הָֽיְתָה֙ אֶל־אֵ֣לִיָּ֔הוּ וַיְשַׁנֵּ֖ס מָתְנָ֑יו וַיָּ֙רָץ֙ לִפְנֵ֣י אַחְאָ֔ב עַד־בֹּאֲכָ֖ה יִזְרְעֶֽאלָה׃
Capítulo 19
Elías en Horeb
LBLA
1 Y Acab contó a Jezabel todo lo que Elías había hecho, y cómo había matado a espada a todos los profetas.
2 Entonces Jezabel envió un mensajero a Elías, diciendo: Así me hagan los dioses y aun me añadan, si mañana a estas horas no he puesto tu persona como la de uno de ellos.
3 Y él tuvo miedo, y se levantó y se fue para salvar su vida; y llegó a Beerseba, que pertenece a Judá, y dejó allí a su criado.
4 Pero él mismo se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó bajo un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh SEÑOR, toma mi vida, pues no soy mejor que mis padres.
5 Y se acostó y se durmió bajo un enebro; y he aquí, un ángel lo tocó, y le dijo: Levántate, come.
6 Y miró, y he aquí, a su cabecera había una torta cocida sobre piedras calientes, y una vasija de agua. Y comió y bebió, y volvió a acostarse.
7 Y el ángel del SEÑOR volvió por segunda vez, lo tocó y le dijo: Levántate, come, porque el camino es demasiado para ti.
8 Y se levantó, comió y bebió, y con la fuerza de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.
9 Y allí entró en una cueva y pasó la noche. Y he aquí, vino a él la palabra del SEÑOR, y le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?
10 Y él respondió: He sentido un vivo celo por el SEÑOR, Dios de los ejércitos, porque los hijos de Israel han abandonado tu pacto, han derribado tus altares y han matado a espada a tus profetas, y solo yo he quedado, y buscan mi vida para quitármela.
11 Y El le dijo: Sal fuera y ponte en el monte delante del SEÑOR. Y he aquí que el SEÑOR pasaba, y un grande y poderoso viento destrozaba los montes y quebraba las peñas delante del SEÑOR; pero el SEÑOR no estaba en el viento. Y después del viento, un terremoto; pero el SEÑOR no estaba en el terremoto.
12 Y después del terremoto, un fuego; pero el SEÑOR no estaba en el fuego. Y después del fuego, el sonido de un silbo apacible y delicado.
13 Y cuando lo oyó Elías, se cubrió el rostro con su manto, y salió y se puso a la entrada de la cueva. Y he aquí, vino a él una voz que decía: ¿Qué haces aquí, Elías?
14 Y él respondió: He sentido un vivo celo por el SEÑOR, Dios de los ejércitos, porque los hijos de Israel han abandonado tu pacto, han derribado tus altares y han matado a espada a tus profetas, y solo yo he quedado, y buscan mi vida para quitármela.
15 Y el SEÑOR le dijo: Ve, vuelve por tu camino al desierto de Damasco; y cuando llegues, ungirás a Hazael por rey sobre Aram.
16 También ungirás a Jehú, hijo de Nimsi, por rey sobre Israel; y ungirás a Eliseo, hijo de Safat, de Abel-mehola, por profeta en tu lugar.
17 Y sucederá que al que escape de la espada de Hazael, Jehú lo matará, y al que escape de la espada de Jehú, Eliseo lo matará.
18 Pero yo he dejado en Israel siete mil, todas las rodillas que no se han doblado ante Baal, y toda boca que no lo ha besado.
19 Y partiendo de allí, Elías encontró a Eliseo, hijo de Safat, que estaba arando con doce yuntas delante de él, y él estaba con la duodécima. Y Elías pasó junto a él y le echó su manto encima.
20 Y dejando él los bueyes, corrió tras Elías y dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre, y entonces te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuelve, pues ¿qué te he hecho yo?
21 Y volviendo él de seguirle, tomó un par de bueyes y los sacrificó, y con el arado de los bueyes coció la carne y la dio al pueblo, y comieron. Luego se levantó y siguió a Elías, y le servía.
WLC
1 וַיַּגֵּ֤ד אַחְאָב֙ לְאִיזֶ֔בֶל אֵ֛ת כָּל־אֲשֶׁ֥ר עָשָׂ֖ה אֵלִיָּ֑הוּ וְאֵ֨ת כָּל־אֲשֶׁ֥ר הָרַ֛ג אֶת־כָּל־הַנְּבִיאִ֖ים בֶּחָֽרֶב׃
2 וַתִּשְׁלַ֤ח אִיזֶ֙בֶל֙ מַלְאָ֔ךְ אֶל־אֵלִיָּ֖הוּ לֵאמֹ֑ר כֹּֽה־יַעֲשׂ֨וּן הָאֱלֹהִ֜ים וְכֹ֣ה יוֹסִפ֗וּן כִּֽי־כָעֵ֤ת מָחָר֙ אָשִׂ֣ים אֶת־נַפְשְׁךָ֔ כְּנֶ֖פֶשׁ אַחַ֥ד מֵהֶֽם׃
3 וַיַּ֗רְא וַיָּ֙קָם֙ וַיֵּ֣לֶךְ אֶל־נַפְשׁ֔וֹ וַיָּבֹ֕א בְּאֵ֥ר שֶׁ֖בַע אֲשֶׁ֣ר לִיהוּדָ֑ה וַיַּנַּ֥ח אֶֽת־נַעֲר֖וֹ שָֽׁם׃
4 וְהֽוּא־הָלַ֨ךְ בַּמִּדְבָּ֜ר דֶּ֣רֶךְ י֗וֹם וַיָּבֹ֞א וַיֵּ֤שֶׁב תַּֽחַת־רֹ֙תֶם֙ אֶחָ֔ד וַיִּשְׁאַ֤ל אֶת־נַפְשׁוֹ֙ לָמ֔וּת וַיֹּ֣אמֶר רַ֗ב עַתָּ֤ה יְהוָה֙ קַ֣ח נַפְשִׁ֔י כִּֽי־לֹא־ט֥וֹב אָנֹכִ֖י מֵאֲבֹתָֽי׃
5 וַיִּשְׁכַּב֙ וַיִּישַׁ֔ן תַּ֖חַת רֹ֣תֶם אֶחָ֑ד וְהִנֵּה־זֶ֤ה מַלְאָךְ֙ נֹגֵ֣עַ בּ֔וֹ וַיֹּ֥אמֶר ל֖וֹ ק֥וּם אֱכֽוֹל׃
6 וַיַּבֵּ֕ט וְהִנֵּ֧ה מְרַאֲשֹׁתָ֛יו עֻגַ֥ת רְצָפִ֖ים וְצַפַּ֣חַת מָ֑יִם וַיֹּ֣אכַל וַיֵּ֔שְׁתְּ וַיָּ֖שָׁב וַיִּשְׁכָּֽב׃
7 וַיָּ֩שׇׁב֩ מַלְאַ֨ךְ יְהוָ֤ה׀ שֵׁנִית֙ וַיִּגַּע־בּ֔וֹ וַיֹּ֖אמֶר ק֣וּם אֱכֹ֑ל כִּ֛י רַ֥ב מִמְּךָ֖ הַדָּֽרֶךְ׃
8 וַיָּ֖קָם וַיֹּ֣אכַל וַיִּשְׁתֶּ֑ה וַיֵּ֜לֶךְ בְּכֹ֣חַ׀ הָאֲכִילָ֣ה הַהִ֗יא אַרְבָּעִ֥ים יוֹם֙ וְאַרְבָּעִ֣ים לַ֔יְלָה עַ֛ד הַ֥ר הָאֱלֹהִ֖ים חֹרֵֽב׃
9 וַיָּבֹא־שָׁ֥ם אֶל־הַמְּעָרָ֖ה וַיָּ֣לֶן שָׁ֑ם וְהִנֵּ֤ה דְבַר־יְהוָה֙ אֵלָ֔יו וַיֹּ֣אמֶר ל֔וֹ מַה־לְּךָ֥ פֹ֖ה אֵלִיָּֽהוּ׃
10 וַיֹּאמֶר֩ קַנֹּ֨א קִנֵּ֜אתִי לַיהוָ֣ה׀ אֱלֹהֵ֣י צְבָא֗וֹת כִּֽי־עָזְב֤וּ בְרִֽיתְךָ֙ בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל אֶת־מִזְבְּחֹתֶ֣יךָ הָרָ֔סוּ וְאֶת־נְבִיאֶ֖יךָ הָרְג֣וּ בֶחָ֑רֶב וָֽאִוָּתֵ֤ר אֲנִי֙ לְבַדִּ֔י וַיְבַקְשׁ֥וּ אֶת־נַפְשִׁ֖י לְקַחְתָּֽהּ׃
11 וַיֹּ֗אמֶר צֵ֣א וְעָמַדְתָּ֣ בָהָר֮ לִפְנֵ֣י יְהוָה֒ וְהִנֵּ֧ה יְהוָ֣ה עֹבֵ֗ר וְר֣וּחַ גְּדוֹלָ֡ה וְחָזָ֞ק מְפָרֵק֩ הָרִ֨ים וּמְשַׁבֵּ֤ר סְלָעִים֙ לִפְנֵ֣י יְהוָ֔ה לֹ֥א בָר֖וּחַ יְהוָ֑ה וְאַחַ֤ר הָר֙וּחַ֙ רַ֔עַשׁ לֹ֥א בָרַ֖עַשׁ יְהוָֽה׃
12 וְאַחַ֤ר הָרַ֙עַשׁ֙ אֵ֔שׁ לֹ֥א בָאֵ֖שׁ יְהוָ֑ה וְאַחַ֣ר הָאֵ֔שׁ ק֖וֹל דְּמָמָ֥ה דַקָּֽה׃
13 וַיְהִ֣י׀ כִּשְׁמֹ֣עַ אֵלִיָּ֗הוּ וַיָּ֤לֶט פָּנָיו֙ בְּאַדַּרְתּ֔וֹ וַיֵּצֵ֕א וַֽיַּעֲמֹ֖ד פֶּ֣תַח הַמְּעָרָ֑ה וְהִנֵּ֤ה אֵלָיו֙ ק֔וֹל וַיֹּ֕אמֶר מַה־לְּךָ֥ פֹ֖ה אֵלִיָּֽהוּ׃
14 וַיֹּאמֶר֩ קַנֹּ֨א קִנֵּ֜אתִי לַיהוָ֣ה׀ אֱלֹהֵ֣י צְבָא֗וֹת כִּֽי־עָזְב֤וּ בְרִֽיתְךָ֙ בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל אֶת־מִזְבְּחֹתֶ֣יךָ הָרָ֔סוּ וְאֶת־נְבִיאֶ֖יךָ הָרְג֣וּ בֶחָ֑רֶב וָֽאִוָּתֵ֤ר אֲנִי֙ לְבַדִּ֔י וַיְבַקְשׁ֥וּ אֶת־נַפְשִׁ֖י לְקַחְתָּֽהּ׃
15 וַיֹּ֤אמֶר יְהוָה֙ אֵלָ֔יו לֵ֛ךְ שׁ֥וּב לְדַרְכְּךָ֖ מִדְבַּ֣רָה דַמָּ֑שֶׂק וּבָ֗אתָ וּמָשַׁחְתָּ֧ אֶת־חֲזָאֵ֛ל לְמֶ֖לֶךְ עַל־אֲרָֽם׃
16 וְאֵת֙ יֵה֣וּא בֶן־נִמְשִׁ֔י תִּמְשַׁ֥ח לְמֶ֖לֶךְ עַל־יִשְׂרָאֵ֑ל וְאֶת־אֱלִישָׁ֤ע בֶּן־שָׁפָט֙ מֵאָבֵ֣ל מְחוֹלָ֔ה תִּמְשַׁ֥ח לְנָבִ֖יא תַּחְתֶּֽיךָ׃
17 וְהָיָ֗ה הַנִּמְלָ֛ט מֵחֶ֥רֶב חֲזָאֵ֖ל יָמִ֣ית יֵה֑וּא וְהַנִּמְלָ֛ט מֵחֶ֥רֶב יֵה֖וּא יָמִ֥ית אֱלִישָֽׁע׃
18 וְהִשְׁאַרְתִּ֥י בְיִשְׂרָאֵ֖ל שִׁבְעַ֣ת אֲלָפִ֑ים כָּל־הַבִּרְכַּ֗יִם אֲשֶׁ֤ר לֹֽא־כָֽרְעוּ֙ לַבַּ֔עַל וְכָל־הַפֶּ֖ה אֲשֶׁ֥ר לֹֽא־נָשַֽׁק לֽוֹ׃
19 וַיֵּ֣לֶךְ מִ֠שָּׁם וַיִּמְצָ֞א אֶת־אֱלִישָׁ֤ע בֶּן־שָׁפָט֙ וְה֣וּא חֹרֵ֔שׁ שְׁנֵים־עָשָׂ֤ר צְמָדִים֙ לְפָנָ֔יו וְה֖וּא בִּשְׁנֵ֣ים הֶעָשָׂ֑ר וַיַּעֲבֹ֤ר אֵלִיָּ֙הוּ֙ אֵלָ֔יו וַיַּשְׁלֵ֥ךְ אַדַּרְתּ֖וֹ אֵלָֽיו׃
20 וַיַּעֲזֹ֣ב אֶת־הַבָּקָ֗ר וַיָּ֙רָץ֙ אַחֲרֵ֣י אֵלִיָּ֔הוּ וַיֹּ֕אמֶר אֶשְּׁקָה־נָּא֙ לְאָבִ֣י וּלְאִמִּ֔י וְאֵלְכָ֖ה אַחֲרֶ֑יךָ וַיֹּ֤אמֶר לוֹ֙ לֵ֣ךְ שׁ֔וּב כִּ֥י מֶה־עָשִׂ֖יתִי לָֽךְ׃
21 וַיָּ֩שׇׁב֩ מֵאַחֲרָ֨יו וַיִּקַּ֜ח אֶת־צֶ֧מֶד הַבָּקָ֣ר וַיִּזְבָּחֵ֗הוּ וּבִכְלִ֤י הַבָּקָר֙ בִּשְּׁלָ֣ם הַבָּשָׂ֔ר וַיִּתֵּ֥ן לָעָ֖ם וַיֹּאכֵ֑לוּ וַיָּ֗קָם וַיֵּ֛לֶךְ אַחֲרֵ֥י אֵלִיָּ֖הוּ וַֽיְשָׁרְתֵֽהוּ׃
Capítulo 20
Guerras de Acab contra Siria
LBLA
1 Y Ben-adad, rey de Aram, reunió todo su ejército, y con él treinta y dos reyes con caballos y carros; y subió y sitió a Samaria, y luchó contra ella.
2 Y envió mensajeros a la ciudad a Acab, rey de Israel,
3 y le dijo: Así dice Ben-adad: "Tu plata y tu oro son míos, y también tus mujeres y tus hijos más hermosos son míos."
4 Y el rey de Israel respondió y dijo: Como tú dices, oh rey mi señor, yo soy tuyo con todo lo que tengo.
5 Y volvieron los mensajeros y dijeron: Así dice Ben-adad: "Ciertamente te envié a decir: 'Me darás tu plata y tu oro, tus mujeres y tus hijos.'
6 Pero mañana a estas horas enviaré mis siervos a ti, y registrarán tu casa y las casas de tus siervos; y sucederá que tomarán y se llevarán todo lo que sea de valor para ti."
7 Entonces el rey de Israel llamó a todos los ancianos del país y les dijo: Reconoced ahora y ved cómo este hombre busca nuestra ruina, pues ha enviado a pedirme mis mujeres, mis hijos, mi plata y mi oro, y no se lo he negado.
8 Y todos los ancianos y todo el pueblo le dijeron: No lo escuches, ni consientas.
9 Por tanto, dijo a los mensajeros de Ben-adad: Decid a mi señor el rey: "Haré todo lo que mandaste a tu siervo la primera vez, pero esto no lo puedo hacer." Y los mensajeros se fueron y le llevaron la respuesta.
10 Entonces Ben-adad le envió a decir: Así me hagan los dioses y aun me añadan, si el polvo de Samaria basta para llenar el puño de todo el pueblo que me sigue.
11 Y el rey de Israel respondió y dijo: Decidle: "Que no se jacte el que se ciñe las armas como el que las quita."
12 Y sucedió que cuando Ben-adad oyó este mensaje, mientras bebía con los reyes en las tiendas, dijo a sus siervos: Tomad posiciones. Y tomaron posiciones contra la ciudad.
13 Y he aquí, un profeta se acercó a Acab, rey de Israel, y dijo: Así dice el SEÑOR: "¿Has visto toda esta gran multitud? He aquí, la entregaré hoy en tu mano, y sabrás que yo soy el SEÑOR."
14 Y Acab dijo: ¿Por medio de quién? Y él respondió: Así dice el SEÑOR: "Por medio de los jóvenes de los príncipes de las provincias." Y Acab preguntó: ¿Quién comenzará la batalla? Y él respondió: Tú.
15 Entonces pasó revista a los jóvenes de los príncipes de las provincias, y eran doscientos treinta y dos; y después de ellos pasó revista a todo el pueblo, a todos los hijos de Israel, siete mil.
16 Y salieron al mediodía, mientras Ben-adad bebía hasta embriagarse en las tiendas, él y los reyes, los treinta y dos reyes que le ayudaban.
17 Salieron primero los jóvenes de los príncipes de las provincias, y Ben-adad envió a algunos, quienes le avisaron, diciendo: Han salido hombres de Samaria.
18 Y él dijo: Si han salido en son de paz, prendedlos vivos; o si han salido para la batalla, tomadlos vivos.
19 Y salieron de la ciudad los jóvenes de los príncipes de las provincias, y el ejército que los seguía.
20 Y cada uno mató al que venía contra él, y los arameos huyeron, y los persiguió Israel. Y Ben-adad, rey de Aram, escapó a caballo con algunos de los jinetes.
21 Y salió el rey de Israel e hirió a los caballos y a los carros, e infligió una gran derrota a los arameos.
22 Entonces se acercó el profeta al rey de Israel y le dijo: Ve, fortalécete, considera bien lo que has de hacer, porque el rey de Aram subirá contra ti a la vuelta del año.
23 Y los siervos del rey de Aram le dijeron: Sus dioses son dioses de los montes, por eso fueron más fuertes que nosotros; pero luchemos contra ellos en la llanura, y de seguro seremos más fuertes que ellos.
24 Y haz esto: quita a los reyes, cada uno de su lugar, y pon capitanes en su lugar.
25 Y reúne un ejército como el ejército que perdiste, caballo por caballo y carro por carro; y luchemos contra ellos en la llanura, y de seguro seremos más fuertes que ellos. Y él escuchó su voz y lo hizo así.
26 Y sucedió que a la vuelta del año, Ben-adad pasó revista a los arameos y subió a Afec para pelear contra Israel.
27 Y los hijos de Israel fueron pasados también por revista, aprovisionados y marcharon a su encuentro; y los hijos de Israel acamparon delante de ellos como dos pequeños rebaños de cabras, pero los arameos llenaban el país.
28 Y se acercó el hombre de Dios y habló al rey de Israel, y dijo: Así dice el SEÑOR: "Porque los arameos han dicho: 'El SEÑOR es Dios de los montes, pero no es Dios de los valles', entregaré toda esta gran multitud en tu mano, y sabréis que yo soy el SEÑOR."
29 Y acamparon unos frente a otros por siete días. Y sucedió que al séptimo día comenzó la batalla, y los hijos de Israel mataron de los arameos a cien mil hombres de a pie en un solo día.
30 Y los restantes huyeron a Afec, a la ciudad, y el muro cayó sobre veintisiete mil hombres que habían quedado. También Ben-adad huyó y entró en la ciudad, escondiéndose de habitación en habitación.
31 Y sus siervos le dijeron: He aquí, hemos oído que los reyes de la casa de Israel son reyes clementes; permitamos, pues, que nos pongan sacos sobre los lomos y sogas al cuello, y salgamos al rey de Israel; quizá salve tu vida.
32 Se ciñeron, pues, sacos sobre sus lomos y sogas a sus cuellos, y fueron al rey de Israel y dijeron: Tu siervo Ben-adad dice: "Te ruego que me dejes vivir." Y él respondió: ¿Vive aún? Es mi hermano.
33 Y los hombres tomaron esto como buen augurio, y se apresuraron a tomarlo de su palabra, y dijeron: Ben-adad es tu hermano. Y él dijo: Id, traedlo. Entonces Ben-adad salió a él, y él lo hizo subir al carro.
34 Y Ben-adad le dijo: Las ciudades que mi padre tomó de tu padre, las devolveré; y tú podrás poner mercados para ti en Damasco, como mi padre los puso en Samaria. Y Acab respondió: Y yo te dejaré ir con este pacto. Así hizo un pacto con él y lo dejó ir.
35 Entonces un hombre de los hijos de los profetas dijo a su compañero por la palabra del SEÑOR: Hiéreme, te ruego. Pero el hombre rehusó herirlo.
36 Y él le dijo: Por cuanto no has obedecido la voz del SEÑOR, he aquí, en cuanto te apartes de mí, un león te matará. Y en cuanto se apartó de él, un león lo encontró y lo mató.
37 Entonces encontró a otro hombre y le dijo: Hiéreme, te ruego. Y el hombre lo hirió, hiriéndolo y lastimándolo.
38 Y el profeta se fue y esperó al rey en el camino, y se disfrazó con una venda sobre los ojos.
39 Y sucedió que cuando el rey pasaba, él clamó al rey y dijo: Tu siervo salió en medio de la batalla; y he aquí, un hombre se apartó y me trajo un hombre, y me dijo: "Guarda a este hombre; si por cualquier razón falta, entonces tu vida será por la suya, o pagarás un talento de plata."
40 Y sucedió que mientras tu siervo estaba ocupado aquí y allá, él desapareció. Y el rey de Israel le dijo: Tal es tu sentencia; tú mismo lo has decidido.
41 Entonces él se apresuró a quitarse la venda de sobre los ojos, y el rey de Israel lo reconoció, que era uno de los profetas.
42 Y él le dijo: Así dice el SEÑOR: "Por cuanto has dejado escapar de tu mano al hombre que yo había dedicado a destrucción, tu vida será por la suya, y tu pueblo por su pueblo."
43 Y el rey de Israel se fue a su casa resentido y enojado, y llegó a Samaria.
WLC
1 וּבֶן־הֲדַד֩ מֶ֨לֶךְ אֲרָ֜ם קָבַ֥ץ אֶת־כָּל־חֵיל֗וֹ וּשְׁלֹשִׁ֨ים וּשְׁנַ֥יִם מֶ֛לֶךְ אִתּ֖וֹ וְס֣וּס וָרָ֑כֶב וַיַּ֗עַל וַיָּ֙צַר֙ עַל־שֹׁ֣מְר֔וֹן וַיִּלָּ֖חֶם בָּֽהּ׃
2 וַיִּשְׁלַ֧ח מַלְאָכִ֛ים אֶל־אַחְאָ֥ב מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵ֖ל הָעִֽירָה׃
3 וַיֹּ֣אמֶר ל֔וֹ כֹּ֖ה אָמַ֣ר בֶּן־הֲדַ֑ד כַּסְפְּךָ֥ וּֽזְהָבְךָ֖ לִי־ה֑וּא וְנָשֶׁ֧יךָ וּבָנֶ֛יךָ הַטּוֹבִ֖ים לִי־הֵֽם׃
4 וַיַּ֤עַן מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵל֙ וַיֹּ֔אמֶר כִּדְבָֽרְךָ֖ אֲדֹנִ֣י הַמֶּ֑לֶךְ לְךָ֥ אֲנִ֖י וְכָל־אֲשֶׁר־לִֽי׃
5 וַיָּשׁ֙וּבוּ֙ הַמַּלְאָכִ֔ים וַיֹּאמְר֕וּ כֹּֽה־אָמַ֥ר בֶּן־הֲדַ֖ד לֵאמֹ֑ר כִּֽי־שָׁלַ֤חְתִּי אֵלֶ֙יךָ֙ לֵאמֹ֔ר כַּסְפְּךָ֧ וּזְהָבְךָ֛ וְנָשֶׁ֥יךָ וּבָנֶ֖יךָ לִ֥י תִתֵּֽן׃
6 כִּ֣י׀ אִם־כָּעֵ֣ת מָחָ֗ר אֶשְׁלַ֤ח אֶת־עֲבָדַי֙ אֵלֶ֔יךָ וְחִפְּשׂוּ֙ אֶת־בֵּ֣יתְךָ֔ וְאֵת֙ בָּתֵּ֣י עֲבָדֶ֔יךָ וְהָיָה֙ כָּל־מַחְמַ֣ד עֵינֶ֔יךָ יָשִׂ֥ימוּ בְיָדָ֖ם וְלָקָֽחוּ׃
7 וַיִּקְרָ֤א מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵל֙ לְכָל־זִקְנֵ֣י הָאָ֔רֶץ וַיֹּ֙אמֶר֙ דְּעֽוּ־נָ֣א וּרְא֔וּ כִּ֥י רָעָ֖ה זֶ֣ה מְבַקֵּ֑שׁ כִּֽי־שָׁלַ֨ח אֵלַ֜י לְנָשַׁ֗י וּלְבָנַי֙ וּלְכַסְפִּ֣י וְלִזְהָבִ֔י וְלֹ֥א מָנַ֖עְתִּי מִמֶּֽנּוּ׃
8 וַיֹּאמְר֥וּ אֵלָ֛יו כָּל־הַזְּקֵנִ֖ים וְכָל־הָעָ֑ם אַל־תִּשְׁמַ֖ע וְל֥וֹא תֹאבֶֽה׃
9 וַיֹּ֜אמֶר לְמַלְאֲכֵ֣י בֶן־הֲדַ֗ד אִמְר֞וּ לַאדֹנִ֤י הַמֶּ֙לֶךְ֙ כֹּל֩ אֲשֶׁר־שָׁלַ֨חְתָּ אֶל־עַבְדְּךָ֤ בָרִֽאשֹׁנָה֙ אֶעֱשֶׂ֔ה וְהַדָּבָ֣ר הַזֶּ֔ה לֹ֥א אוּכַ֖ל לַעֲשֹׂ֑ות וַיֵּֽלְכוּ֙ הַמַּלְאָכִ֔ים וַיְשִׁבֻ֖הוּ דָּבָֽר׃
10 וַיִּשְׁלַ֤ח אֵלָיו֙ בֶּן־הֲדַ֔ד וַיֹּ֕אמֶר כֹּֽה־יַעֲשׂ֥וּן לִ֛י אֱלֹהִ֖ים וְכֹ֣ה יוֹסִ֑פוּ אִם־יִשְׂפֹּק֙ עֲפַ֣ר שֹׁמְר֔וֹן לִשְׁעָלִ֕ים לְכָל־הָעָ֖ם אֲשֶׁ֥ר בְּרַגְלָֽי׃
11 וַיַּ֤עַן מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵל֙ וַיֹּ֣אמֶר דַּבְּר֔וּ אַל־יִתְהַלֵּ֥ל חֹגֵ֖ר כִּמְפַתֵּֽחַ׃
12 וַיְהִ֗י כִּשְׁמֹ֙עַ֙ אֶת־הַדָּבָ֣ר הַזֶּ֔ה וְה֥וּא שֹׁתֶ֛ה ה֥וּא וְהַמְּלָכִ֖ים בַּסֻּכּ֑וֹת וַיֹּ֤אמֶר אֶל־עֲבָדָיו֙ שִׂ֔ימוּ וַיָּשִׂ֖ימוּ עַל־הָעִֽיר׃
13 וְהִנֵּ֣ה׀ נָבִ֣יא אֶחָ֗ד נִגַּשׁ֮ אֶל־אַחְאָ֣ב מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵל֒ וַיֹּ֗אמֶר כֹּ֚ה אָמַ֣ר יְהוָ֔ה הְֽרָאִ֔יתָ אֵ֛ת כָּל־הֶהָמ֥וֹן הַגָּד֖וֹל הַזֶּ֑ה הִנְנִ֨י נֹתְנ֤וֹ בְיָֽדְךָ֙ הַיּ֔וֹם וְיָדַעְתָּ֖ כִּֽי־אֲנִ֥י יְהוָֽה׃
14 וַיֹּ֤אמֶר אַחְאָב֙ בְּמִ֔י וַיֹּ֙אמֶר֙ כֹּ֣ה אָמַ֣ר יְהוָ֔ה בְּנַעֲרֵ֖י שָׂרֵ֣י הַמְּדִינ֑וֹת וַיֹּ֛אמֶר מִֽי־יֶאְסֹ֥ר הַמִּלְחָמָ֖ה וַיֹּ֥אמֶר אָֽתָּה׃
15 וַיִּפְקֹ֗ד אֶֽת־נַעֲרֵי֙ שָׂרֵ֣י הַמְּדִינ֔וֹת וַיִּהְי֕וּ מָאתַ֖יִם שְׁנַ֣יִם וּשְׁלֹשִׁ֑ים וְאַחֲרֵיהֶ֗ם פָּקַד֙ אֶת־כָּל־הָעָ֔ם כָּל־בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל שִׁבְעַ֥ת אֲלָפִֽים׃
16 וַיֵּצְא֖וּ בַּֽצָּהֳרָ֑יִם וּבֶן־הֲדַד֩ שֹׁתֶ֨ה שִׁכּ֜וֹר בַּסֻּכּ֗וֹת ה֛וּא וְהַמְּלָכִ֖ים שְׁלֹשִׁים־וּשְׁנַ֥יִם מֶ֖לֶךְ עֹזֵ֥ר אֹתֽוֹ׃
17 וַיֵּצְאוּ֙ נַעֲרֵ֣י שָׂרֵ֣י הַמְּדִינ֔וֹת בָּרִֽאשֹׁנָ֑ה וַיִּשְׁלַ֣ח בֶּן־הֲדַ֗ד וַיַּגִּ֤ידוּ לוֹ֙ לֵאמֹ֔ר אֲנָשִׁ֕ים יָצְא֖וּ מִשֹּׁמְרֽוֹן׃
18 וַיֹּ֛אמֶר אִם־לְשָׁל֥וֹם יָצָ֖אוּ תִּפְשׂ֣וּם חַיִּ֑ים וְאִ֧ם לְמִלְחָמָ֛ה יָצָ֖אוּ חַיִּ֥ים תִּפְשֽׂוּם׃
19 וְאֵ֨לֶּה יָצְא֤וּ מִן־הָעִיר֙ נַעֲרֵ֣י שָׂרֵ֣י הַמְּדִינ֔וֹת וְהַחַ֖יִל אֲשֶׁ֥ר אַחֲרֵיהֶֽם׃
20 וַיַּכּוּ֙ אִ֣ישׁ אִישׁ֔וֹ וַיָּנֻ֣סוּ אֲרָ֔ם וַֽיִּרְדְּפֵ֖ם יִשְׂרָאֵ֑ל וַיִּמָּלֵ֗ט בֶּן־הֲדַד֙ מֶ֣לֶךְ אֲרָ֔ם עַל־ס֖וּס וּפָרָשִֽׁים׃
21 וַיֵּצֵא֙ מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֔ל וַיַּ֥ךְ אֶת־הַסּ֖וּס וְאֶת־הָרָ֑כֶב וְהִכָּ֥ה בַאֲרָ֖ם מַכָּ֥ה גְדוֹלָֽה׃
22 וַיִּגַּ֤שׁ הַנָּבִיא֙ אֶל־מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֔ל וַיֹּ֤אמֶר לוֹ֙ לֵ֣ךְ הִתְחַזַּ֔ק וְדַ֥ע וּרְאֵ֖ה אֵ֣ת אֲשֶׁר־תַּעֲשֶׂ֑ה כִּ֚י לִתְשׁוּבַ֣ת הַשָּׁנָ֔ה מֶ֥לֶךְ אֲרָ֖ם עֹלֶ֥ה עָלֶֽיךָ׃
23 וְעַבְדֵי֙ מֶֽלֶךְ־אֲרָ֔ם אָמְר֥וּ אֵלָ֖יו אֱלֹהֵ֣י הָרִ֣ים אֱלֹהֵיהֶ֑ם עַל־כֵּ֣ן חָזְק֣וּ מִמֶּ֔נּוּ וְאוּלָ֗ם נִלָּחֵ֤ם אִתָּם֙ בַּמִּישׁ֔וֹר אִם־לֹ֖א נֶחֱזַ֥ק מֵהֶֽם׃
24 וְאֶת־הַדָּבָ֥ר הַזֶּ֖ה עֲשֵׂ֑ה הָסֵ֤ר הַמְּלָכִים֙ אִ֣ישׁ מִמְּקֹמ֔וֹ וְשִׂ֥ים פַּח֖וֹת תַּחְתֵּיהֶֽם׃
25 וְאַתָּ֣ה תִֽמְנֶֽה־לְךָ֣׀ חַ֡יִל כַּחַיִל֩ הַנֹּפֵ֨ל מֵאוֹתָ֜ךְ וְס֣וּס כַּסּ֣וּס׀ וְרֶ֣כֶב כָּרֶ֗כֶב וְנִֽלָּחֲמָ֤ה אוֹתָם֙ בַּמִּישׁ֔וֹר אִם־לֹ֥א נֶחֱזַ֖ק מֵהֶ֑ם וַיִּשְׁמַ֣ע לְקוֹלָ֔ם וַיַּ֖עַשׂ כֵּֽן׃
26 וַֽיְהִי֙ לִתְשׁוּבַ֣ת הַשָּׁנָ֔ה וַיִּפְקֹ֥ד בֶּן־הֲדַ֖ד אֶת־אֲרָ֑ם וַיַּ֣עַל אֲפֵ֔קָה לַמִּלְחָמָ֖ה עִם־יִשְׂרָאֵֽל׃
27 וּבְנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֗ל הָתְפָּקְדוּ֙ וְכָלְכְּל֔וּ וַיֵּלְכ֖וּ לִקְרָאתָ֑ם וַיַּחֲנ֨וּ בְנֵֽי־יִשְׂרָאֵ֜ל נֶגְדָּ֗ם כִּשְׁנֵי֙ חֲשִׂפֵ֣י עִזִּ֔ים וַאֲרָ֖ם מִלְא֥וּ אֶת־הָאָֽרֶץ׃
28 וַיִּגַּ֞שׁ אִ֣ישׁ הָאֱלֹהִ֗ים וַיֹּ֘אמֶר֮ אֶל־מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵל֒ וַיֹּ֜אמֶר כֹּֽה־אָמַ֣ר יְהוָ֗ה יַ֠עַן אֲשֶׁ֨ר אָמְר֤וּ אֲרָם֙ אֱלֹהֵ֤י הָרִים֙ יְהוָ֔ה וְלֹֽא־אֱלֹהֵ֥י עֲמָקִ֖ים ה֑וּא וְ֠נָתַתִּי אֶת־כָּל־הֶהָמ֨וֹן הַגָּד֤וֹל הַזֶּה֙ בְּיָדֶ֔ךָ וִֽידַעְתֶּ֖ם כִּֽי־אֲנִ֥י יְהוָֽה׃
29 וַֽיַּחֲנ֧וּ אֵ֦לֶּה נֹֽכַח־אֵ֥לֶּה שִׁבְעַ֣ת יָמִ֑ים וַיְהִ֣י׀ בַּיּ֣וֹם הַשְּׁבִיעִ֗י וַתִּקְרַב֙ הַמִּלְחָמָ֔ה וַיַּכּ֨וּ בְנֵי־יִשְׂרָאֵ֧ל אֶת־אֲרָ֛ם מֵאָה־אֶ֥לֶף רַגְלִ֖י בְּי֥וֹם אֶחָֽד׃
30 וַיָּנֻ֨סוּ֙ הַנּ֣וֹתָרִ֔ים אֲפֵ֖קָה אֶל־הָעִ֑יר וַתִּפֹּל֙ הַחוֹמָ֔ה עַל־עֶשְׂרִ֨ים וְשִׁבְעָ֥ה אֶ֛לֶף אִ֖ישׁ הַנּוֹתָרִֽים׃ וּבֶן־הֲדַ֣ד נָ֔ס וַיָּבֹ֥א אֶל־הָעִ֖יר חֶ֥דֶר בְּחָֽדֶר׃
31 וַיֹּאמְר֣וּ אֵלָיו֮ עֲבָדָיו֒ הִנֵּה־נָ֣א שָׁמַ֔עְנוּ כִּ֗י מַלְכֵי֙ בֵּ֣ית יִשְׂרָאֵ֔ל כִּֽי־מַלְכֵ֥י חֶ֖סֶד הֵ֑ם נָשִׂ֣ימָה נָּא֩ שַׂקִּ֨ים בְּמׇתְנֵ֜ינוּ וַחֲבָלִ֣ים בְּרֹאשֵׁ֗נוּ וְנֵצֵא֙ אֶל־מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֔ל אוּלַ֖י יְחַיֶּ֥ה אֶת־נַפְשֶֽׁךָ׃
32 וַיַּחְגְּרוּ֩ שַׂקִּ֨ים בְּמׇתְנֵיהֶ֜ם וַחֲבָלִ֣ים בְּרָאשֵׁיהֶ֗ם וַיָּבֹ֙אוּ֙ אֶל־מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֔ל וַיֹּ֣אמְר֔וּ עַבְדְּךָ֧ בֶן־הֲדַ֛ד אָמַ֖ר תְּחִי־נָ֣א נַפְשִׁ֑י וַיֹּ֛אמֶר הַעוֹדֶ֥נּוּ חַ֖י אָחִ֥י הֽוּא׃
33 וְהָאֲנָשִׁים֩ יְנַחֲשׁ֨וּ וַֽיְמַהֲר֜וּ וַיַּחְלְט֣וּ הֲמִמֶּ֗נּוּ וַיֹּֽאמְרוּ֙ אָחִ֣יךָ בֶן־הֲדַ֔ד וַיֹּ֖אמֶר בֹּ֣אוּ קָחֻ֑הוּ וַיֵּצֵ֤א אֵלָיו֙ בֶּן־הֲדַ֔ד וַֽיַּעֲלֵ֖הוּ עַל־הַמֶּרְכָּבָֽה׃
34 וַיֹּ֣אמֶר אֵלָ֡יו הֶעָרִ֣ים אֲשֶׁר־לָֽקַח־אָבִי֩ מֵאֵ֨ת אָבִ֜יךָ אָשִׁ֗יב וְ֠חוּצוֹת תָּשִׂ֨ים לְךָ֥ בְדַמֶּ֛שֶׂק כַּאֲשֶׁר־שָׂ֥ם אָבִ֖י בְּשֹׁמְר֑וֹן וַאֲנִ֗י בַּבְּרִית֙ אֲשַׁלְּחֶ֔ךָּ וַיִּכְרׇת־ל֥וֹ בְרִ֖ית וַֽיְשַׁלְּחֵֽהוּ׃
35 וְאִ֨ישׁ אֶחָ֜ד מִבְּנֵ֣י הַנְּבִיאִ֗ים אָמַ֧ר אֶל־רֵעֵ֛הוּ בִּדְבַ֥ר יְהוָ֖ה הַכֵּ֣ינִי נָ֑א וַיְמָאֵ֥ן הָאִ֖ישׁ לְהַכֹּתֽוֹ׃
36 וַיֹּ֣אמֶר ל֗וֹ יַ֚עַן אֲשֶׁ֤ר לֹֽא־שָׁמַ֙עְתָּ֙ בְּק֣וֹל יְהוָ֔ה הִנְּךָ֤ הוֹלֵךְ֙ מֵֽאִתִּ֔י וְהִכְּךָ֖ הָאַרְיֵ֑ה וַיֵּ֙לֶךְ֙ מֵֽאֶצְל֔וֹ וַיִּמְצָאֵ֥הוּ הָאַרְיֵ֖ה וַיַּכֵּֽהוּ׃
37 וַיִּמְצָא֙ אִ֣ישׁ אַחֵ֔ר וַיֹּ֖אמֶר הַכֵּ֣ינִי נָ֑א וַיַּכֵּ֥הוּ הָאִ֖ישׁ הַכֵּ֥ה וּפָצֹֽעַ׃
38 וַיֵּ֙לֶךְ֙ הַנָּבִ֔יא וַיַּעֲמֹ֥ד לַמֶּ֖לֶךְ עַל־הַדָּ֑רֶךְ וַיִּתְחַפֵּ֥שׂ בָּאֲפֵ֖ר עַל־עֵינָֽיו׃
39 וַיְהִ֤י הַמֶּ֙לֶךְ֙ עֹבֵ֔ר וְה֖וּא צָעַ֣ק אֶל־הַמֶּ֑לֶךְ וַיֹּ֜אמֶר עַבְדְּךָ֣׀ יָצָ֣א בְקֶֽרֶב־הַמִּלְחָמָ֗ה וְהִנֵּֽה־אִ֨ישׁ סָ֜ר וַיָּבֵ֧א אֵלַ֣י אִ֗ישׁ וַיֹּ֙אמֶר֙ שְׁמֹר֙ אֶת־הָאִ֣ישׁ הַזֶּ֔ה אִם־הִפָּקֵד֙ יִפָּקֵ֔ד וְהָיְתָ֤ה נַפְשְׁךָ֙ תַּ֣חַת נַפְשׁ֔וֹ א֥וֹ כִכַּר־כֶּ֖סֶף תִּשְׁקֽוֹל׃
40 וַיְהִ֣י עַבְדְּךָ֗ עֹשֵׂ֥ה הֵ֛נָּה וָהֵ֖נָּה וְה֣וּא אֵינֶ֑נּוּ וַיֹּ֨אמֶר אֵלָ֧יו מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵ֛ל כֵּ֥ן מִשְׁפָּטֶ֖ךָ אַתָּ֥ה חָרָֽצְתָּ׃
41 וַיְמַהֵ֕ר וַיָּ֙סַר֙ אֶת־הָ֣אֲפֵ֔ר מֵעַ֖ל עֵינָ֑יו וַיַּכֵּ֤ר אֹתוֹ֙ מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֔ל כִּ֥י מֵהַנְּבִיאִ֖ים הֽוּא׃
42 וַיֹּ֣אמֶר אֵלָ֗יו כֹּ֚ה אָמַ֣ר יְהוָ֔ה יַ֛עַן שִׁלַּ֥חְתָּ אֶת־אִישׁ־חֶרְמִ֖י מִיָּ֑ד וְהָיְתָ֤ה נַפְשְׁךָ֙ תַּ֣חַת נַפְשׁ֔וֹ וְעַמְּךָ֖ תַּ֥חַת עַמּֽוֹ׃
43 וַיֵּ֧לֶךְ מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵ֛ל עַל־בֵּית֖וֹ סַ֣ר וְזָעֵ֑ף וַיָּבֹ֖א שֹׁמְרֽוֹנָה׃
Capítulo 21
Acab y la viña de Nabot
LBLA
1 Y sucedió después de estas cosas, que Nabot de Jezreel tenía una viña en Jezreel, junto al palacio de Acab, rey de Samaria.
2 Y Acab habló a Nabot, diciendo: Dame tu viña para que me sirva de huerto de legumbres, pues está cerca, junto a mi casa, y yo te daré por ella una viña mejor que esta; o si prefieres, te daré su valor en dinero.
3 Pero Nabot dijo a Acab: Guárdeme el SEÑOR de que yo te dé la heredad de mis padres.
4 Y Acab vino a su casa resentido y enojado por la palabra que Nabot de Jezreel le había dicho, pues había dicho: No te daré la heredad de mis padres. Y se acostó en su cama, volvió su rostro y no comió pan.
5 Pero Jezabel su mujer vino a él y le dijo: ¿Por qué está tan resentido tu espíritu que no comes pan?
6 Y él le respondió: Porque hablé a Nabot de Jezreel y le dije: "Dame tu viña por dinero; o si prefieres, te daré otra viña en su lugar." Pero él respondió: "No te daré mi viña."
7 Entonces Jezabel su mujer le dijo: ¿Eres ahora rey sobre Israel? Levántate, come pan y alégrate; yo te daré la viña de Nabot de Jezreel.
8 Y escribió cartas en nombre de Acab, las selló con su sello y envió las cartas a los ancianos y a los nobles que vivían en la ciudad con Nabot.
9 Y escribió en las cartas, diciendo: Proclamad un ayuno y sentad a Nabot a la cabeza del pueblo;
10 y sentad frente a él a dos hombres perversos que testifiquen contra él, diciendo: "Tú has maldecido a Dios y al rey." Entonces sacadlo y apedreadlo para que muera.
11 Y los hombres de su ciudad, los ancianos y los nobles que vivían en su ciudad, hicieron como Jezabel les había mandado, conforme a lo escrito en las cartas que ella les había enviado.
12 Proclamaron un ayuno y sentaron a Nabot a la cabeza del pueblo.
13 Y vinieron los dos hombres perversos y se sentaron frente a él; y los hombres perversos testificaron contra Nabot en presencia del pueblo, diciendo: Nabot maldijo a Dios y al rey. Entonces lo sacaron fuera de la ciudad y lo apedrearon, y murió.
14 Entonces enviaron a decir a Jezabel: Nabot ha sido apedreado y ha muerto.
15 Y sucedió que cuando Jezabel oyó que Nabot había sido apedreado y había muerto, Jezabel dijo a Acab: Levántate, toma posesión de la viña de Nabot de Jezreel, que él rehusó darte por dinero, porque Nabot no vive, sino que ha muerto.
16 Y sucedió que cuando Acab oyó que Nabot había muerto, se levantó para descender a la viña de Nabot de Jezreel, para tomar posesión de ella.
17 Entonces vino palabra del SEÑOR a Elías tisbita, diciendo:
18 Levántate, desciende al encuentro de Acab, rey de Israel, que está en Samaria; he aquí, está en la viña de Nabot, donde ha descendido para tomar posesión de ella.
19 Y le hablarás, diciendo: "Así dice el SEÑOR: '¿Has asesinado y también has tomado posesión?'" Y le hablarás, diciendo: "Así dice el SEÑOR: 'En el lugar donde los perros lamieron la sangre de Nabot, los perros lamerán tu sangre, la tuya misma.'"
20 Y Acab dijo a Elías: ¿Me has encontrado, enemigo mío? Y él respondió: Te he encontrado, porque te has vendido para hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR.
21 He aquí, traeré mal sobre ti, barreré tu posteridad y cortaré de Acab todo varón, tanto el esclavo como el libre en Israel.
22 Y haré tu casa como la casa de Jeroboam, hijo de Nabat, y como la casa de Baasa, hijo de Ahías, por la provocación con que me provocaste a ira y porque hiciste pecar a Israel.
23 Y también acerca de Jezabel ha hablado el SEÑOR, diciendo: "Los perros comerán a Jezabel en el terraplén de Jezreel."
24 "El que de Acab muera en la ciudad, lo comerán los perros, y el que muera en el campo, lo comerán las aves del cielo."
25 Ciertamente no hubo nadie como Acab, que se vendió para hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR, porque Jezabel su mujer lo incitaba.
26 Y actuó en forma abominable, yendo en pos de ídolos, conforme a todo lo que hicieron los amorreos, a los cuales el SEÑOR había echado de delante de los hijos de Israel.
27 Y sucedió que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio y ayunó; y se acostaba con cilicio y andaba humillado.
28 Entonces vino palabra del SEÑOR a Elías tisbita, diciendo:
29 ¿Has visto cómo Acab se ha humillado delante de mí? Porque se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días; en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa.
WLC
1 וַיְהִי֙ אַחַ֣ר הַדְּבָרִ֔ים הָאֵ֕לֶּה כֶּ֚רֶם הָיָ֣ה לְנָב֔וֹת הַיִּזְרְעֵאלִ֖י אֲשֶׁ֣ר בְּיִזְרְעֶ֑אל אֵ֚צֶל הֵיכַ֣ל אַחְאָ֔ב מֶ֖לֶךְ שֹׁמְרֽוֹן׃
2 וַיְדַבֵּ֣ר אַחְאָ֣ב אֶל־נָב֣וֹת׀ לֵאמֹר֩׀ תְּנָה־לִּ֨י אֶת־כַּרְמְךָ֜ וִֽיהִי־לִ֣י לְגַן־יָרָ֗ק כִּ֣י ה֤וּא קָרוֹב֙ אֵ֣צֶל בֵּיתִ֔י וְאֶתְּנָ֤ה לְךָ֙ תַּחְתָּ֔יו כֶּ֖רֶם ט֣וֹב מִמֶּ֑נּוּ אִ֚ם ט֣וֹב בְּעֵינֶ֔יךָ אֶתְּנָה־לְךָ֥ כֶ֖סֶף מְחִ֥יר זֶֽה׃
3 וַיֹּ֥אמֶר נָב֖וֹת אֶל־אַחְאָ֑ב חָלִ֤ילָה לִּי֙ מֵֽיהוָ֔ה מִתִּתִּ֛י אֶת־נַחֲלַ֥ת אֲבֹתַ֖י לָֽךְ׃
4 וַיָּבֹא֩ אַחְאָ֨ב אֶל־בֵּית֜וֹ סַ֣ר וְזָעֵ֗ף עַל־הַדָּבָר֙ אֲשֶׁר־דִּבֶּ֣ר אֵלָ֗יו נָבוֹת֙ הַיִּזְרְעֵאלִ֔י וַיֹּ֕אמֶר לֹֽא־אֶתֵּ֥ן לְךָ֖ אֶת־נַחֲלַ֣ת אֲבוֹתָ֑י וַיִּשְׁכַּב֙ עַל־מִטָּת֔וֹ וַיַּסֵּ֥ב אֶת־פָּנָ֖יו וְלֹֽא־אָ֥כַל לָֽחֶם׃
5 וַתָּבֹ֥א אֵלָ֖יו אִיזֶ֣בֶל אִשְׁתּ֑וֹ וַתְּדַבֵּ֣ר אֵלָ֔יו מַה־זֶּ֗ה רוּחֲךָ֤ סָרָה֙ וְאֵינְךָ֣ אֹכֵ֣ל לָ֔חֶם׃
6 וַיְדַבֵּ֣ר אֵלֶ֗יהָ כִּֽי־אֲ֠דַבֵּר אֶל־נָב֨וֹת הַיִּזְרְעֵאלִ֜י וָאֹ֣מַר ל֗וֹ תְּנָה־לִּ֤י אֶת־כַּרְמְךָ֙ בְּכֶ֔סֶף א֚וֹ אִם־חָפֵ֣ץ אַתָּ֔ה אֶתְּנָה־לְךָ֥ כֶ֖רֶם תַּחְתָּ֑יו וַיֹּ֕אמֶר לֹא־אֶתֵּ֥ן לְךָ֖ אֶת־כַּרְמִֽי׃
7 וַתֹּ֤אמֶר אֵלָיו֙ אִיזֶ֣בֶל אִשְׁתּ֔וֹ אַתָּ֕ה עַתָּ֛ה תַּעֲשֶׂ֥ה מְלוּכָ֖ה עַל־יִשְׂרָאֵ֑ל ק֤וּם אֱכָל־לֶ֙חֶם֙ וְיִטַ֣ב לִבֶּ֔ךָ אֲנִי֙ אֶתֵּ֣ן לְךָ֔ אֶת־כֶּ֖רֶם נָב֥וֹת הַיִּזְרְעֵאלִֽי׃
8 וַתִּכְתֹּ֤ב סְפָרִים֙ בְּשֵׁ֣ם אַחְאָ֔ב וַתַּחְתֹּ֖ם בְּחֹתָמ֑וֹ וַתִּשְׁלַ֣ח הַסְּפָרִ֗ים אֶל־הַזְקֵנִים֙ וְאֶל־הַ֣חֹרִ֔ים אֲשֶׁ֥ר בְּעִיר֖וֹ הַיֹּשְׁבִ֥ים אֶת־נָבֽוֹת׃
9 וַתִּכְתֹּ֥ב בַּסְּפָרִ֖ים לֵאמֹ֑ר קִֽרְאוּ־צ֔וֹם וְהוֹשִׁיב֥וּ אֶת־נָב֖וֹת בְּרֹ֥אשׁ הָעָֽם׃
10 וְהוֹשִׁיב֣וּ שְׁנַֽיִם־אֲ֠נָשִׁים בְּנֵֽי־בְלִיַּעַל֙ נֶגְדּ֔וֹ וִיעִדֻ֖הוּ לֵאמֹ֑ר בֵּרַ֥כְתָּ אֱלֹהִ֖ים וָמֶ֑לֶךְ וְהוֹצִיאֻ֥הוּ וְסִקְלֻ֖הוּ וְיָמֹֽת׃
11 וַיַּעֲשׂוּ֩ אַנְשֵׁ֨י עִיר֜וֹ הַזְּקֵנִ֣ים וְהַחֹרִ֗ים אֲשֶׁ֤ר הַיֹּֽשְׁבִים֙ בְּעִיר֔וֹ כַּאֲשֶׁ֛ר שָׁלְחָ֥ה אֲלֵיהֶ֖ם אִיזָ֑בֶל כַּאֲשֶׁ֤ר כָּתוּב֙ בַּסְּפָרִ֔ים אֲשֶׁ֥ר שָׁלְחָ֖ה אֲלֵיהֶֽם׃
12 קָרְא֖וּ צ֑וֹם וְהֹשִׁ֥יבוּ אֶת־נָב֖וֹת בְּרֹ֥אשׁ הָעָֽם׃
13 וַיָּבֹ֣אוּ שְׁנֵ֣י הָאֲנָשִׁ֣ים בְּנֵֽי־בְלִיַּ֡עַל וַיֵּשְׁב֣וּ נֶגְדּוֹ֩ וַיְעִדֻהוּ֩ אַנְשֵׁ֨י הַבְּלִיַּ֜עַל אֶת־נָב֗וֹת נֶ֤גֶד הָעָם֙ לֵאמֹ֔ר בֵּרַ֥ךְ נָב֛וֹת אֱלֹהִ֖ים וָמֶ֑לֶךְ וַיֹּצִאֻ֙הוּ֙ מִח֣וּץ לָעִ֔יר וַיִּסְקְלֻ֥הוּ בָאֲבָנִ֖ים וַיָּמֹֽת׃
14 וַֽיִּשְׁלְח֖וּ אֶל־אִיזֶ֣בֶל לֵאמֹ֑ר סֻקַּ֥ל נָב֖וֹת וַיָּמֹֽת׃
15 וַיְהִי֩ כִּשְׁמֹ֨עַ אִיזֶ֜בֶל כִּֽי־סֻקַּ֣ל נָב֗וֹת וַיָּמֹ֑ת וַתֹּ֤אמֶר אִיזֶ֙בֶל֙ אֶל־אַחְאָ֔ב ק֣וּם רֵ֔שׁ אֶת־כֶּ֙רֶם֙ נָב֣וֹת הַיִּזְרְעֵאלִ֔י אֲשֶׁ֥ר מֵאֵ֖ן לָתֶת־לְךָ֣ בְכֶ֑סֶף כִּ֣י אֵ֥ין נָב֛וֹת חַ֖י כִּי־מֵֽת׃
16 וַיְהִי֙ כִּשְׁמֹ֣עַ אַחְאָ֔ב כִּ֛י מֵ֥ת נָב֖וֹת וַיָּ֣קׇם אַחְאָ֑ב לָרֶ֛דֶת אֶל־כֶּ֥רֶם נָב֖וֹת הַיִּזְרְעֵאלִ֑י לְרִשְׁתּֽוֹ׃
17 וַֽיְהִי֙ דְּבַר־יְהוָ֔ה אֶל־אֵלִיָּ֥הוּ הַתִּשְׁבִּ֖י לֵאמֹֽר׃
18 ק֣וּם רֵ֗ד לִקְרַ֛את אַחְאָ֥ב מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵ֖ל אֲשֶׁ֣ר בְּשֹׁמְר֑וֹן הִנֵּה֙ בְּכֶ֣רֶם נָב֔וֹת אֲשֶׁר־יָ֥רַד שָׁ֖ם לְרִשְׁתּֽוֹ׃
19 וְדִבַּרְתָּ֨ אֵלָ֜יו לֵאמֹ֗ר כֹּ֚ה אָמַ֣ר יְהוָ֔ה הֲרָצַ֖חְתָּ וְגַם־יָרָ֑שְׁתָּ וְדִבַּרְתָּ֨ אֵלָ֜יו לֵאמֹ֗ר כֹּ֚ה אָמַ֣ר יְהוָ֔ה בִּמְק֗וֹם אֲשֶׁ֨ר לָקְק֤וּ הַכְּלָבִים֙ אֶת־דַּ֣ם נָב֔וֹת יָלֹ֧קּוּ הַכְּלָבִ֛ים אֶת־דָּמְךָ֖ גַּם־אָֽתָּה׃
20 וַיֹּ֤אמֶר אַחְאָב֙ אֶל־אֵ֣לִיָּ֔הוּ הַֽמְצָאתַ֖נִי אֹיְבִ֑י וַיֹּ֣אמֶר מָצָ֔אתִי יַ֚עַן הִתְמַכֶּרְךָ֔ לַעֲשׂ֥וֹת הָרַ֖ע בְּעֵינֵ֥י יְהוָֽה׃
21 הִנְנִי֩ מבי מֵבִ֨יא אֵלֶ֜יךָ רָעָ֗ה וּבִעַרְתִּ֤י אַחֲרֶ֙יךָ֙ וְהִכְרַתִּ֤י לְאַחְאָב֙ מַשְׁתִּ֣ין בְּקִ֔יר וְעָצ֥וּר וְעָז֖וּב בְּיִשְׂרָאֵֽל׃
22 וְנָתַתִּ֣י אֶת־בֵּיתְךָ֗ כְּבֵית֙ יָרׇבְעָ֣ם בֶּן־נְבָ֔ט וּכְבֵ֖ית בַּעְשָׁ֣א בֶן־אֲחִיָּ֑ה אֶל־הַכַּ֙עַס֙ אֲשֶׁ֣ר הִכְעַ֔סְתָּ וַֽתַּחֲטִ֖א אֶת־יִשְׂרָאֵֽל׃
23 וְגַ֨ם־לְאִיזֶ֔בֶל דִּבֶּ֥ר יְהוָ֖ה לֵאמֹ֑ר הַכְּלָבִ֛ים יֹאכְל֥וּ אֶת־אִיזֶ֖בֶל בְּחֵ֥ל יִזְרְעֶֽאל׃
24 הַמֵּ֤ת לְאַחְאָב֙ בָּעִ֔יר יֹאכְל֖וּ הַכְּלָבִ֑ים וְהַמֵּת֙ בַּשָּׂדֶ֔ה יֹאכְל֖וּ ע֥וֹף הַשָּׁמָֽיִם׃
25 רַ֚ק לֹֽא־הָיָ֣ה כְאַחְאָ֔ב אֲשֶׁ֣ר הִתְמַכֵּ֔ר לַעֲשׂ֥וֹת הָרַ֖ע בְּעֵינֵ֣י יְהוָ֑ה אֲשֶׁר־הֵסַ֥תָּה אֹת֖וֹ אִיזֶ֥בֶל אִשְׁתּֽוֹ׃
26 וַיַּתְעֵ֣ב מְאֹ֔ד לָלֶ֖כֶת אַחֲרֵ֣י הַגִּלֻּלִ֑ים כְּכֹל֙ אֲשֶׁ֣ר עָשׂ֣וּ הָאֱמֹרִ֔י אֲשֶׁר֙ הוֹרִ֣ישׁ יְהוָ֔ה מִפְּנֵ֖י בְּנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
27 וַיְהִי֩ כִשְׁמֹ֨עַ אַחְאָ֜ב אֶת־הַדְּבָרִ֤ים הָאֵ֙לֶּה֙ וַיִּקְרַ֣ע בְּגָדָ֔יו וַיָּֽשֶׂם־שַׂ֥ק עַל־בְּשָׂר֖וֹ וַיָּצ֑וֹם וַיִּשְׁכַּ֣ב בַּשָּׂ֔ק וַיְהַלֵּ֖ךְ אַֽט׃
28 וַֽיְהִי֙ דְּבַר־יְהוָ֔ה אֶל־אֵלִיָּ֥הוּ הַתִּשְׁבִּ֖י לֵאמֹֽר׃
29 הֲֽרָאִ֔יתָ כִּֽי־נִכְנַ֥ע אַחְאָ֖ב מִלְּפָנָ֑י יַ֜עַן כִּֽי־נִכְנַ֣ע מִפָּנַ֗י לֹֽא־אבי אָבִ֤יא הָֽרָעָה֙ בְּיָמָ֔יו בִּימֵ֣י בְנ֔וֹ אָבִ֥יא הָרָעָ֖ה עַל־בֵּיתֽוֹ׃
Capítulo 22
Micaías profetiza contra Acab
LBLA
1 Y pasaron tres años sin guerra entre Aram e Israel.
2 Y sucedió que en el año tercero, Josafat, rey de Judá, descendió a visitar al rey de Israel.
3 Y el rey de Israel dijo a sus siervos: ¿Sabéis que Ramot de Galaad nos pertenece? Y nosotros no hacemos nada para tomarla de mano del rey de Aram.
4 Y dijo a Josafat: ¿Irás conmigo a la batalla a Ramot de Galaad? Y Josafat respondió al rey de Israel: Yo soy como tú, mi pueblo como tu pueblo, mis caballos como tus caballos.
5 Además, Josafat dijo al rey de Israel: Te ruego que consultes hoy la palabra del SEÑOR.
6 Entonces el rey de Israel reunió a los profetas, como cuatrocientos hombres, y les dijo: ¿Iré a la batalla contra Ramot de Galaad, o desistiré? Y ellos dijeron: Sube, porque el Señor la entregará en mano del rey.
7 Pero Josafat dijo: ¿No hay aún aquí un profeta del SEÑOR para que consultemos por medio de él?
8 Y el rey de Israel dijo a Josafat: Todavía hay un hombre por medio del cual podemos consultar al SEÑOR, pero yo lo aborrezco, porque no me profetiza cosas buenas, sino malas: es Micaías, hijo de Imla. Y Josafat dijo: No hable el rey así.
9 Entonces el rey de Israel llamó a un oficial y dijo: Trae pronto a Micaías, hijo de Imla.
10 Y el rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, vestidos con sus vestiduras reales, en la era a la entrada de la puerta de Samaria; y todos los profetas profetizaban delante de ellos.
11 Y Sedequías, hijo de Quenaana, se hizo cuernos de hierro y dijo: Así dice el SEÑOR: "Con estos acornearás a los arameos hasta acabarlos."
12 Y todos los profetas profetizaban de la misma manera, diciendo: Sube a Ramot de Galaad y tendrás éxito, porque el SEÑOR la entregará en mano del rey.
13 Y el mensajero que había ido a llamar a Micaías le habló, diciendo: He aquí, las palabras de los profetas unánimemente son favorables al rey. Te ruego que tu palabra sea como la de uno de ellos, y hables favorablemente.
14 Pero Micaías dijo: Vive el SEÑOR, que lo que el SEÑOR me diga, eso hablaré.
15 Cuando llegó al rey, el rey le dijo: Micaías, ¿iremos a la batalla a Ramot de Galaad, o desistiremos? Y él le respondió: Sube y tendrás éxito, porque el SEÑOR la entregará en mano del rey.
16 Entonces el rey le dijo: ¿Cuántas veces he de hacerte jurar que no me hables sino la verdad en nombre del SEÑOR?
17 Y él dijo: Vi a todo Israel disperso por los montes, como ovejas que no tienen pastor; y el SEÑOR dijo: "Estos no tienen señor; que cada uno vuelva a su casa en paz."
18 Entonces el rey de Israel dijo a Josafat: ¿No te dije que no me profetizaría bien, sino mal?
19 Y Micaías dijo: Escucha, pues, la palabra del SEÑOR. Yo vi al SEÑOR sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a Él, a su derecha y a su izquierda.
20 Y el SEÑOR dijo: "¿Quién inducirá a Acab para que suba y caiga en Ramot de Galaad?" Y uno decía de una manera, y otro decía de otra.
21 Entonces salió un espíritu y se puso delante del SEÑOR, y dijo: "Yo lo induciré." Y el SEÑOR le dijo: "¿Cómo?"
22 Y él dijo: "Saldré y seré espíritu de mentira en la boca de todos sus profetas." Entonces Él dijo: "Tú lo inducirás y también prevalecerás. Ve y hazlo así."
23 Ahora pues, he aquí que el SEÑOR ha puesto espíritu de mentira en la boca de todos estos tus profetas; y el SEÑOR ha decretado el mal acerca de ti.
24 Entonces Sedequías, hijo de Quenaana, se acercó y golpeó a Micaías en la mejilla, y dijo: ¿Cómo pasó el Espíritu del SEÑOR de mí para hablarte a ti?
25 Y Micaías respondió: He aquí, lo verás aquel día cuando entres en la cámara más interior para esconderte.
26 Entonces el rey de Israel dijo: Toma a Micaías y llévalo de vuelta a Amón, gobernador de la ciudad, y a Joás, hijo del rey;
27 y dirás: "Así dice el rey: 'Poned a éste en la cárcel y sustentadlo con pan de aflicción y agua de aflicción hasta que yo vuelva en paz.'"
28 Y Micaías dijo: Si en verdad vuelves en paz, el SEÑOR no ha hablado por mí. Y añadió: Oíd, pueblos todos.
29 Y el rey de Israel subió con Josafat, rey de Judá, a Ramot de Galaad.
30 Y el rey de Israel dijo a Josafat: Yo me disfrazaré y entraré en la batalla, pero tú ponte tus vestiduras reales. Y el rey de Israel se disfrazó y entró en la batalla.
31 Ahora bien, el rey de Aram había ordenado a los treinta y dos capitanes de sus carros, diciendo: No peleéis contra chico ni contra grande, sino sólo contra el rey de Israel.
32 Y sucedió que cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Ciertamente éste es el rey de Israel. Y se desviaron para pelear contra él, y Josafat gritó.
33 Y sucedió que cuando los capitanes de los carros vieron que no era el rey de Israel, dejaron de perseguirlo.
34 Pero un hombre disparó su arco al azar e hirió al rey de Israel por entre las junturas de la armadura. Y él dijo al conductor de su carro: Da la vuelta y sácame de la batalla, porque estoy gravemente herido.
35 Y la batalla arreció aquel día, y el rey fue sostenido en su carro frente a los arameos, y murió al atardecer; y la sangre de la herida corría al fondo del carro.
36 Y al ponerse el sol, corrió un clamor por el campamento, diciendo: ¡Cada uno a su ciudad, y cada uno a su tierra!
37 Y murió el rey, y lo llevaron a Samaria, y sepultaron al rey en Samaria.
38 Y lavaron el carro junto al estanque de Samaria, y los perros lamieron su sangre (y las prostitutas se bañaban allí), conforme a la palabra del SEÑOR que Él había hablado.
39 Los demás hechos de Acab, y todo lo que hizo, la casa de marfil que construyó y todas las ciudades que edificó, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel?
40 Y Acab durmió con sus padres, y su hijo Ocozías reinó en su lugar.
41 Y Josafat, hijo de Asa, comenzó a reinar sobre Judá en el cuarto año de Acab, rey de Israel.
42 Josafat tenía treinta y cinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. El nombre de su madre era Azuba, hija de Silhi.
43 Y anduvo en todo el camino de su padre Asa; no se apartó de él, haciendo lo recto ante los ojos del SEÑOR.
44 Sólo que los lugares altos no fueron quitados; el pueblo aún sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.
45 Y Josafat hizo la paz con el rey de Israel.
46 Los demás hechos de Josafat, y el poderío que demostró, y cómo guerreó, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá?
47 También barrió de la tierra el resto de los sodomitas cultuales que habían quedado en los días de su padre Asa.
48 No había rey en Edom; un gobernador era rey.
49 Josafat hizo naves de Tarsis para ir a Ofir por oro, pero no fueron porque las naves se rompieron en Ezión-geber.
50 Entonces Ocozías, hijo de Acab, dijo a Josafat: Vayan mis siervos con tus siervos en las naves. Pero Josafat no quiso.
51 Y Josafat durmió con sus padres y fue sepultado con sus padres en la ciudad de su padre David, y su hijo Joram reinó en su lugar.
52 Ocozías, hijo de Acab, comenzó a reinar sobre Israel en Samaria en el año diecisiete de Josafat, rey de Judá, y reinó dos años sobre Israel.
53 E hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, y anduvo en el camino de su padre y en el camino de su madre y en el camino de Jeroboam, hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel.
54 Sirvió a Baal y lo adoró, y provocó a ira al SEÑOR, Dios de Israel, conforme a todo lo que su padre había hecho.
WLC
1 וַיֵּשְׁבוּ֙ שָׁלֹ֣שׁ שָׁנִ֔ים אֵ֥ין מִלְחָמָ֖ה בֵּ֣ין אֲרָ֑ם וּבֵ֖ין יִשְׂרָאֵֽל׃
2 וַיְהִ֖י בַּשָּׁנָ֣ה הַשְּׁלִישִׁ֑ית וַיֵּ֛רֶד יְהוֹשָׁפָ֥ט מֶֽלֶךְ־יְהוּדָ֖ה אֶל־מֶ֥לֶךְ יִשְׂרָאֵֽל׃
3 וַיֹּ֤אמֶר מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵל֙ אֶל־עֲבָדָ֔יו הַיְדַעְתֶּ֕ם כִּֽי־לָ֖נוּ רָמֹ֣ת גִּלְעָ֑ד וַאֲנַ֣חְנוּ מַחְשִׁ֔ים מִקַּ֣חַת אֹתָ֔הּ מִיַּ֖ד מֶ֥לֶךְ אֲרָֽם׃
4 וַיֹּ֙אמֶר֙ אֶל־יְה֣וֹשָׁפָ֔ט הֲתֵלֵ֥ךְ אִתִּ֛י לַמִּלְחָמָ֖ה רָמֹ֣ת גִּלְעָ֑ד וַיֹּ֤אמֶר יְהֽוֹשָׁפָט֙ אֶל־מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֔ל כָּמ֥וֹנִי כָמ֖וֹךָ כְּעַמִּ֣י כְעַמֶּ֑ךָ כְּסוּסַ֖י כְּסוּסֶֽיךָ׃
5 וַיֹּ֥אמֶר יְהוֹשָׁפָ֖ט אֶל־מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֑ל דְּרׇשׁ־נָ֥א כַיּ֖וֹם אֶת־דְּבַ֥ר יְהוָֽה׃
6 וַיִּקְבֹּ֨ץ מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵ֥ל אֶֽת־הַנְּבִיאִים֮ כְּאַרְבַּ֣ע מֵא֣וֹת אִישׁ֒ וַיֹּ֣אמֶר אֲלֵהֶ֗ם הַאֵלֵ֞ךְ עַל־רָמֹ֥ת גִּלְעָ֛ד לַמִּלְחָמָ֖ה אִם־אֶחְדָּ֑ל וַיֹּאמְר֣וּ עֲלֵ֔ה וְיִתֵּ֥ן אֲדֹנָ֖י בְּיַ֥ד הַמֶּֽלֶךְ׃
7 וַיֹּ֙אמֶר֙ יְה֣וֹשָׁפָ֔ט הַאֵ֨ין פֹּ֥ה נָבִ֛יא לַיהוָ֖ה ע֑וֹד וְנִדְרְשָׁ֖ה מֵאוֹתֽוֹ׃
8 וַיֹּ֣אמֶר מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵ֣ל׀ אֶֽל־יְהוֹשָׁפָ֡ט ע֣וֹד אִישׁ־אֶחָ֡ד לִדְרֹשׁ֩ אֶת־יְהוָ֨ה מֵאוֹת֜וֹ וַאֲנִ֣י שְׂנֵאתִ֗יו כִּ֠י לֹא־יִתְנַבֵּ֨א עָלַ֥י טוֹב֙ כִּ֣י אִם־רָ֔ע מִיכָ֖יְהוּ בֶּן־יִמְלָ֑ה וַיֹּ֙אמֶר֙ יְה֣וֹשָׁפָ֔ט אַל־יֹאמַ֥ר הַמֶּ֖לֶךְ כֵּֽן׃
9 וַיִּקְרָא֙ מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֔ל אֶל־סָרִ֖יס אֶחָ֑ד וַיֹּ֕אמֶר מַהֲרָ֖ה מִיכָ֥יְהוּ בֶן־יִמְלָֽה׃
10 וּמֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֡ל וִֽיהוֹשָׁפָ֣ט מֶֽלֶךְ־יְהוּדָ֡ה יֹשְׁבִים֩ אִ֨ישׁ עַל־כִּסְא֜וֹ מְלֻבָּשִׁ֤ים בְּגָדִים֙ בְּגֹ֔רֶן פֶּ֖תַח שַׁ֣עַר שֹׁמְר֑וֹן וְכׇל־הַנְּבִיאִ֔ים מִֽתְנַבְּאִ֖ים לִפְנֵיהֶֽם׃
11 וַיַּ֥עַשׂ ל֛וֹ צִדְקִיָּ֥ה בֶֽן־כְּנַעֲנָ֖ה קַרְנֵ֣י בַרְזֶ֑ל וַיֹּ֙אמֶר֙ כֹּֽה־אָמַ֣ר יְהוָ֔ה בְּאֵ֛לֶּה תְּנַגַּ֥ח אֶת־אֲרָ֖ם עַד־כַּלֹּתָֽם׃
12 וְכׇל־הַנְּבִאִ֔ים נִבְּאִ֥ים כֵּ֖ן לֵאמֹ֑ר עֲלֵ֞ה רָמֹ֤ת גִּלְעָד֙ וְהַצְלַ֔ח וְנָתַ֥ן יְהוָ֖ה בְּיַ֥ד הַמֶּֽלֶךְ׃
13 וְהַמַּלְאָ֞ךְ אֲשֶׁר־הָלַ֣ךְ׀ לִקְרֹ֣א מִיכָ֗יְהוּ דִּבֶּ֤ר אֵלָיו֙ לֵאמֹ֔ר הִנֵּה־נָ֞א דִּבְרֵ֧י הַנְּבִיאִ֛ים פֶּה־אֶחָ֥ד ט֖וֹב אֶל־הַמֶּ֑לֶךְ יְהִֽי־נָ֣א דְבָרְךָ֗ כִּדְבַ֛ר אַחַ֥ד מֵהֶ֖ם וְדִבַּ֥רְתָּ טּֽוֹב׃
14 וַיֹּ֖אמֶר מִיכָ֑יְהוּ חַי־יְהוָ֕ה כִּ֛י אֶת־אֲשֶׁר־יֹאמַ֥ר יְהוָ֖ה אֵלַ֥י אֹתֽוֹ אֲדַבֵּֽר׃
15 וַיָּבֹא֮ אֶל־הַמֶּלֶךְ֒ וַיֹּ֨אמֶר הַמֶּ֜לֶךְ אֵלָ֗יו מִיכָ֙יְהוּ֙ הֲנֵלֵ֞ךְ אֶל־רָמֹ֥ת גִּלְעָ֛ד לַמִּלְחָמָ֖ה אִם־נֶחְדָּ֑ל וַיֹּ֤אמֶר אֵלָיו֙ עֲלֵ֣ה וְהַצְלַ֔ח וְנָתַ֥ן יְהוָ֖ה בְּיַ֥ד הַמֶּֽלֶךְ׃
16 וַיֹּ֤אמֶר אֵלָיו֙ הַמֶּ֔לֶךְ עַד־כַּמֶּ֥ה פְעָמִ֖ים אֲנִ֣י מַשְׁבִּיעֶ֑ךָ אֲ֠שֶׁ֠ר לֹֽא־תְדַבֵּ֥ר אֵלַ֛י רַק־אֱמֶ֖ת בְּשֵׁ֥ם יְהוָֽה׃
17 וַיֹּ֗אמֶר רָאִ֤יתִי אֶת־כׇּל־יִשְׂרָאֵל֙ נְפֹצִ֣ים אֶל־הֶהָרִ֔ים כַּצֹּ֕אן אֲשֶׁ֥ר אֵין־לָהֶ֖ם רֹעֶ֑ה וַיֹּ֤אמֶר יְהוָה֙ לֹֽא־אֲדֹנִ֣ים לָאֵ֔לֶּה יָשׁ֥וּבוּ אִישׁ־לְבֵית֖וֹ בְּשָׁלֽוֹם׃
18 וַיֹּ֥אמֶר מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵ֖ל אֶל־יְהוֹשָׁפָ֑ט הֲלוֹא֙ אָמַ֣רְתִּי אֵלֶ֔יךָ לֽוֹא־יִתְנַבֵּ֥א עָלַ֛י ט֖וֹב כִּ֥י אִם־רָֽע׃
19 וַיֹּ֕אמֶר לָכֵ֖ן שְׁמַ֣ע דְּבַר־יְהוָ֑ה רָאִ֤יתִי אֶת־יְהוָה֙ יֹשֵׁ֣ב עַל־כִּסְא֔וֹ וְכׇל־צְבָ֤א הַשָּׁמַ֙יִם֙ עֹמֵ֣ד עָלָ֔יו מִימִינ֖וֹ וּמִשְּׂמֹאלֽוֹ׃
20 וַיֹּ֣אמֶר יְהוָ֗ה מִ֤י יְפַתֶּה֙ אֶת־אַחְאָ֔ב וְיַ֕עַל וְיִפֹּ֖ל בְּרָמֹ֣ת גִּלְעָ֑ד וַיֹּ֤אמֶר זֶה֙ בְּכֹ֔ה וְזֶ֥ה אֹמֵ֖ר בְּכֹֽה׃
21 וַיֵּצֵ֣א הָר֗וּחַ וַֽיַּעֲמֹד֙ לִפְנֵ֣י יְהוָ֔ה וַיֹּ֖אמֶר אֲנִ֣י אֲפַתֶּ֑נּוּ וַיֹּ֧אמֶר יְהוָ֛ה אֵלָ֖יו בַּמָּֽה׃
22 וַיֹּ֗אמֶר אֵצֵא֙ וְהָיִ֙יתִי֙ ר֣וּחַ שֶׁ֔קֶר בְּפִ֖י כׇּל־נְבִיאָ֑יו וַיֹּ֗אמֶר תְּפַתֶּה֙ וְגַם־תּוּכָ֔ל צֵ֖א וַעֲשֵׂה־כֵֽן׃
23 וְעַתָּ֗ה הִנֵּ֨ה נָתַ֤ן יְהוָה֙ ר֣וּחַ שֶׁ֔קֶר בְּפִ֖י כׇּל־נְבִיאֶ֣יךָ אֵ֑לֶּה וַֽיהוָ֔ה דִּבֶּ֥ר עָלֶ֖יךָ רָעָֽה׃
24 וַיִּגַּשׁ֙ צִדְקִיָּ֣הוּ בֶֽן־כְּנַעֲנָ֔ה וַיַּ֥ךְ אֶת־מִיכָ֖יְהוּ עַל־הַלֶּ֑חִי וַיֹּ֕אמֶר אֵי־זֶ֨ה עָבַ֧ר רֽוּחַ־יְהוָ֛ה מֵאִתִּ֖י לְדַבֵּ֥ר אוֹתָֽךְ׃
25 וַיֹּ֣אמֶר מִיכָ֔יְהוּ הִנְּךָ֥ רֹאֶ֖ה בַּיּ֣וֹם הַה֑וּא אֲשֶׁ֥ר תָּבֹ֛א חֶ֖דֶר בְּחֶ֥דֶר לְהֵחָבֵֽא׃
26 וַיֹּ֙אמֶר֙ מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֔ל קַ֚ח אֶת־מִיכָ֔יְהוּ וַהֲשִׁיבֵ֖הוּ אֶל־אָמֹ֣ן שַׂר־הָעִ֑יר וְאֶל־יוֹאָ֖שׁ בֶּן־הַמֶּֽלֶךְ׃
27 וְאָמַרְתָּ֗ כֹּ֚ה אָמַ֣ר הַמֶּ֔לֶךְ שִׂ֥ימוּ אֶת־זֶ֖ה בֵּ֣ית הַכֶּ֑לֶא וְהַאֲכִילֻ֨הוּ לֶ֤חֶם לַ֙חַץ֙ וּמַ֣יִם לַ֔חַץ עַ֖ד בֹּאִ֥י בְשָׁלֽוֹם׃
28 וַיֹּ֣אמֶר מִיכָ֔יְהוּ אִם־שׁ֤וֹב תָּשׁוּב֙ בְּשָׁל֔וֹם לֹֽא־דִבֶּ֥ר יְהוָ֖ה בִּ֑י וַיֹּ֕אמֶר שִׁמְע֖וּ עַמִּ֥ים כֻּלָּֽם׃
29 וַיַּ֧עַל מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵ֛ל וְיהוֹשָׁפָ֥ט מֶֽלֶךְ־יְהוּדָ֖ה רָמֹ֥ת גִּלְעָֽד׃
30 וַיֹּ֩אמֶר֩ מֶ֨לֶךְ יִשְׂרָאֵ֜ל אֶל־יְהוֹשָׁפָ֗ט הִתְחַפֵּשׂ֙ וָבֹ֣א בַמִּלְחָמָ֔ה וְאַתָּ֖ה לְבַ֣שׁ בְּגָדֶ֑יךָ וַיִּתְחַפֵּשׂ֙ מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֔ל וַיָּב֖וֹא בַּמִּלְחָמָֽה׃
31 וּמֶ֣לֶךְ אֲרָ֡ם צִוָּ֣ה אֶת־שָׂרֵי֩ הָרֶ֨כֶב אֲשֶׁר־ל֜וֹ שְׁלֹשִׁ֤ים וּשְׁנַ֙יִם֙ לֵאמֹ֔ר לֹ֚א תִּלָּ֣חֲמ֔וּ אֶת־קָטֹ֖ן וְאֶת־גָּד֑וֹל כִּ֛י אִם־אֶת־מֶ֥לֶךְ יִשְׂרָאֵ֖ל לְבַדּֽוֹ׃
32 וַיְהִ֡י כִּרְאוֹת֩ שָׂרֵ֨י הָרֶ֜כֶב אֶת־יְהוֹשָׁפָ֗ט וְהֵ֤מָּה אָֽמְרוּ֙ אַ֣ךְ מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵ֣ל ה֔וּא וַיָּסֻ֥רוּ עָלָ֖יו לְהִלָּחֵ֑ם וַיִּזְעַ֖ק יְהוֹשָׁפָֽט׃
33 וַיְהִ֗י כִּרְאוֹת֙ שָׂרֵ֣י הָרֶ֔כֶב כִּ֥י לֹא־מֶֽלֶךְ־יִשְׂרָאֵ֖ל ה֑וּא וַיָּשׁ֖וּבוּ מֵאַחֲרָֽיו׃
34 וְאִ֗ישׁ מָשַׁ֤ךְ בַּקֶּ֙שֶׁת֙ לְתֻמּ֔וֹ וַיַּכֶּה֙ אֶת־מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֔ל בֵּ֥ין הַדְּבָקִ֖ים וּבֵ֣ין הַשִּׁרְיָ֑ן וַיֹּ֣אמֶר לְרַכָּב֗וֹ הֲפֹ֥ךְ יָדְךָ֛ וְהוֹצִיאֵ֥נִי מִן־הַֽמַּחֲנֶ֖ה כִּ֥י הָחֳלֵֽיתִי׃
35 וַתַּעֲלֶ֤ה הַמִּלְחָמָה֙ בַּיּ֣וֹם הַה֔וּא וְהַמֶּ֗לֶךְ הָיָ֧ה מָעֳמָ֛ד בַּמֶּרְכָּבָ֖ה נֹ֣כַח אֲרָ֑ם וַיָּ֤מׇת בָּעֶ֙רֶב֙ וַיִּ֤צֶק דַּֽם־הַמַּכָּה֙ אֶל־חֵ֣יק הָרָ֔כֶב׃
36 וַיַּעֲבֹ֥ר הָרִנָּ֖ה בַּֽמַּחֲנֶ֑ה כְּבֹ֤א הַשֶּׁ֙מֶשׁ֙ לֵאמֹ֔ר אִ֥ישׁ אֶל־עִיר֖וֹ וְאִ֥ישׁ אֶל־אַרְצֽוֹ׃
37 וַיָּ֣מׇת הַמֶּ֔לֶךְ וַיָּב֖וֹא שֹׁמְר֑וֹן וַיִּקְבְּר֥וּ אֶת־הַמֶּ֖לֶךְ בְּשֹׁמְרֽוֹן׃
38 וַיִּשְׁטֹ֨ף אֶת־הָרֶ֜כֶב עַ֣ל׀ בְּרֵכַ֣ת שֹׁמְר֗וֹן וַיָּלֹ֤קּוּ הַכְּלָבִים֙ אֶת־דָּמ֔וֹ וְהַזֹּנ֖וֹת רָחָ֑צוּ כִּדְבַ֥ר יְהוָ֖ה אֲשֶׁ֥ר דִּבֵּֽר׃
39 וְיֶ֨תֶר דִּבְרֵ֤י אַחְאָב֙ וְכׇל־אֲשֶׁ֣ר עָשָׂ֔ה וּבֵ֥ית הַשֵּׁ֖ן אֲשֶׁ֣ר בָּנָ֑ה וְכׇל־הֶעָרִ֤ים אֲשֶׁר֙ בָּנָ֔ה הֲלֽוֹא־הֵ֣ם כְּתוּבִ֗ים עַל־סֵ֛פֶר דִּבְרֵ֥י הַיָּמִ֖ים לְמַלְכֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
40 וַיִּשְׁכַּ֥ב אַחְאָ֖ב עִם־אֲבֹתָ֑יו וַיִּמְלֹ֛ךְ אֲחַזְיָ֥הוּ בְנ֖וֹ תַּחְתָּֽיו׃
41 וִיהוֹשָׁפָ֣ט בֶּן־אָסָ֗א מָלַךְ֙ עַל־יְהוּדָ֔ה בִּשְׁנַ֣ת אַרְבַּ֔ע לְאַחְאָ֖ב מֶ֣לֶךְ יִשְׂרָאֵ֑ל׃
42 יְהוֹשָׁפָ֗ט בֶּן־שְׁלֹשִׁ֨ים וְחָמֵ֤שׁ שָׁנָה֙ בְּמׇלְכ֔וֹ וְעֶשְׂרִ֤ים וְחָמֵשׁ֙ שָׁנָ֔ה מָלַ֖ךְ בִּירוּשָׁלָ֑͏ִם וְשֵׁ֣ם אִמּ֔וֹ עֲזוּבָ֖ה בַּת־שִׁלְחִֽי׃
43 וַיֵּ֗לֶךְ בְּכׇל־דֶּ֙רֶךְ֙ אָסָ֣א אָבִ֔יו לֹא־סָ֖ר מִמֶּ֑נּוּ לַעֲשׂ֥וֹת הַיָּשָׁ֖ר בְּעֵינֵ֥י יְהוָֽה׃
44 אַ֥ךְ הַבָּמ֖וֹת לֹא־סָ֑רוּ ע֥וֹד הָעָ֛ם מְזַבְּחִ֥ים וּֽמְקַטְּרִ֖ים בַּבָּמֽוֹת׃
45 וַיַּשְׁלֵ֖ם יְהוֹשָׁפָ֑ט עִ֖ם מֶ֥לֶךְ יִשְׂרָאֵֽל׃
46 וְיֶ֨תֶר דִּבְרֵ֧י יְהוֹשָׁפָ֛ט וּגְבוּרָת֥וֹ אֲשֶׁר־עָשָׂ֖ה וַאֲשֶׁ֣ר נִלְחָ֑ם הֲלֹֽא־הֵ֣ם כְּתוּבִ֗ים עַל־סֵ֛פֶר דִּבְרֵ֥י הַיָּמִ֖ים לְמַלְכֵ֥י יְהוּדָֽה׃
47 וְיֶ֣תֶר הַקָּדֵ֗שׁ אֲשֶׁ֨ר נִשְׁאַ֗ר בִּימֵי֙ אָסָ֣א אָבִ֔יו בִּעֵ֖ר מִן־הָאָ֑רֶץ׃
48 וּמֶ֥לֶךְ אֵ֛ין בֶּאֱד֖וֹם נִצָּ֥ב מֶֽלֶךְ׃
49 יְהוֹשָׁפָ֡ט עָשָׂה֩ אֳנִיּ֨וֹת תַּרְשִׁ֜ישׁ לָלֶ֧כֶת אוֹפִ֛ירָה לַזָּהָ֖ב וְלֹ֣א הָלָ֑ךְ כִּֽי־נשברה נִשְׁבְּר֥וּ אֳנִיּ֖וֹת בְּעֶצְי֥וֹן גָּֽבֶר׃
50 אָ֠ז אָמַ֞ר אֲחַזְיָ֤הוּ בֶן־אַחְאָב֙ אֶל־יְה֣וֹשָׁפָ֔ט יֵלְכ֥וּ עֲבָדַ֖י עִם־עֲבָדֶ֑יךָ בָּאֳנִיּ֗וֹת וְלֹ֥א אָבָ֛ה יְהוֹשָׁפָ֖ט׃
51 וַיִּשְׁכַּ֤ב יְהוֹשָׁפָט֙ עִם־אֲבֹתָ֔יו וַיִּקָּבֵ֥ר עִם־אֲבֹתָ֖יו בְּעִ֣יר דָּוִ֣ד אָבִ֑יו וַיִּמְלֹ֛ךְ יְהוֹרָ֥ם בְּנ֖וֹ תַּחְתָּֽיו׃
52 אֲחַזְיָ֣הוּ בֶן־אַחְאָ֗ב מָלַ֤ךְ עַל־יִשְׂרָאֵל֙ בְּשֹׁ֣מְר֔וֹן בִּשְׁנַת֙ שְׁבַ֣ע עֶשְׂרֵ֔ה לִיהוֹשָׁפָ֖ט מֶ֣לֶךְ יְהוּדָ֑ה וַיִּמְלֹ֥ךְ עַל־יִשְׂרָאֵ֖ל שְׁנָתָֽיִם׃
53 וַיַּ֨עַשׂ הָרַ֤ע בְּעֵינֵי֙ יְהוָ֔ה וַיֵּ֙לֶךְ֙ בְּדֶ֣רֶךְ אָבִ֔יו וּבְדֶ֖רֶךְ אִמּ֑וֹ וּבְדֶ֙רֶךְ֙ יָרׇבְעָ֣ם בֶּן־נְבָ֔ט אֲשֶׁ֥ר הֶחֱטִ֖יא אֶת־יִשְׂרָאֵֽל׃
54 וַיַּעֲבֹ֗ד אֶת־הַבַּ֙עַל֙ וַיִּשְׁתַּ֣חֲוֶ֣ה ל֔וֹ וַיַּכְעֵ֕ס אֶת־יְהוָ֖ה אֱלֹהֵ֣י יִשְׂרָאֵ֑ל כְּכֹ֥ל אֲשֶׁר־עָשָׂ֖ה אָבִֽיו׃