ESTER

CAPÍTULOS 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Capítulo 1
La reina Vasti desobedece al rey Asuero
LBLA
1 Sucedió en los días de Asuero, el Asuero que reinó desde la India hasta Etiopía sobre ciento veintisiete provincias.
2 En aquellos días, cuando el rey Asuero se había sentado en el trono de su reino, el cual estaba en Susa la capital.
3 En el año tercero de su reinado, ofreció un banquete para todos sus príncipes y servidores, estando presentes los oficiales del ejército de Persia y Media, los nobles y los príncipes de sus provincias.
4 Y él exhibió las riquezas de la gloria de su reino y el esplendor de su gran majestad durante muchos días, ciento ochenta días.
5 Cuando se cumplieron estos días, el rey ofreció un banquete de siete días para todo el pueblo que se encontraba en Susa la capital, desde el mayor hasta el menor, en el atrio de los jardines del palacio real.
6 Había cortinas de lino fino y púrpura, sujetas por cordones de lino y púrpura a anillos de plata y columnas de mármol; los reclinatorios eran de oro y plata sobre un pavimento de mosaicos de pórfido, de mármol, de alabastro y de piedras preciosas.
7 Y se servían bebidas en vasijas de oro, siendo todas ellas diferentes, y el vino real abundaba conforme a la generosidad del rey.
8 La bebida se servía según esta norma: «Nadie debe ser obligado». Porque el rey había dado órdenes a todos los oficiales de su casa para que hicieran conforme al gusto de cada persona.
9 También la reina Vasti hizo un banquete para las mujeres en el palacio real del rey Asuero.
10 Al séptimo día, cuando el corazón del rey estaba alegre por el vino, ordenó a Mehumán, Bizta, Harbona, Bigta, Abagta, Zetar y Carcas, los siete eunucos que servían en la presencia del rey Asuero.
11 Que trajeran a la reina Vasti a la presencia del rey con su corona real, para mostrar su belleza a los pueblos y a los príncipes, pues ella era muy hermosa.
12 Pero la reina Vasti rehusó venir al mandato del rey transmitido por los eunucos. Entonces el rey se enfureció mucho, y se encendió su ira en él.
13 Y el rey consultó a los sabios que conocían los tiempos (porque así era la costumbre del rey hacia todos los que conocían la ley y el derecho.
14 Los más cercanos a él eran Carsena, Setar, Admata, Tarsis, Meres, Marsena y Memucán, siete príncipes de Persia y Media que tenían acceso al rey y que ocupaban los primeros puestos en el reino).
15 Preguntándoles: «Según la ley, ¿qué se debe hacer con la reina Vasti por no haber obedecido el mandato del rey Asuero transmitido por los eunucos?»
16 Y Memucán respondió delante del rey y de los príncipes: «La reina Vasti no sólo ha ofendido al rey, sino también a todos los príncipes y a todos los pueblos que están en todas las provincias del rey Asuero.
17 Porque la conducta de la reina llegará a conocerse por todas las mujeres, y hará que ellas miren con desdén a sus maridos, diciendo: "El rey Asuero ordenó que trajeran a su presencia a la reina Vasti, pero ella no fue".
18 Y este día las señoras de Persia y Media que han oído de la conducta de la reina hablarán del mismo modo a todos los príncipes del rey, y habrá mucho desdén e indignación.
19 Si place al rey, que salga un decreto real de él y que sea inscrito en las leyes de Persia y Media para que no sea revocado, de que Vasti no vuelva más a la presencia del rey Asuero; y que el rey dé su posición de reina a otra que sea mejor que ella.
20 Y el decreto del rey que se promulgue será oído en todo su reino, aunque es grande, y todas las mujeres honrarán a sus maridos, desde el mayor hasta el menor».
21 Este consejo agradó al rey y a los príncipes, y el rey hizo conforme a lo dicho por Memucán.
22 Envió cartas a todas las provincias del rey, a cada provincia conforme a su escritura y a cada pueblo conforme a su lengua, para que todo hombre fuera señor en su casa y que en ella se hablara la lengua de su pueblo.
WLC
1 וַיְהִ֖י בִּימֵ֣י אֲחַשְׁוֵר֑וֹשׁ ה֣וּא אֲחַשְׁוֵר֗וֹשׁ הַמֹּלֵךְ֙ מֵהֹ֣דּוּ וְעַד־כּ֔וּשׁ שֶׁ֛בַע וְעֶשְׂרִ֥ים וּמֵאָ֖ה מְדִינָֽה׃
2 בַּיָּמִ֖ים הָהֵ֑ם כְּשֶׁ֣בֶת׀ הַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֗וֹשׁ עַ֚ל כִּסֵּ֣א מַלְכוּת֔וֹ אֲשֶׁ֖ר בְּשׁוּשַׁ֥ן הַבִּירָֽה׃
3 בִּשְׁנַ֤ת שָׁלוֹשׁ֙ לְמָלְכ֔וֹ עָשָׂ֣ה מִשְׁתֶּ֔ה לְכָל־שָׂרָ֖יו וַעֲבָדָ֑יו חֵ֣יל׀ פָּרַ֣ס וּמָדַ֗י הַֽפַּרְתְּמִ֛ים וְשָׂרֵ֥י הַמְּדִינ֖וֹת לְפָנָֽיו׃
4 בְּהַרְאֹת֗וֹ אֶת־עֹ֙שֶׁר֙ כְּב֣וֹד מַלְכוּת֔וֹ וְאֶ֨ת־יְקָ֔ר תִּפְאֶ֖רֶת גְּדוּלָּת֑וֹ יָמִ֣ים רַבִּ֔ים שְׁמוֹנִ֥ים וּמְאַ֖ת יֽוֹם׃
5 וּבִמְל֣וֹאת׀ הַיָּמִ֣ים הָאֵ֗לֶּה עָשָׂ֣ה הַמֶּ֡לֶךְ לְכָל־הָעָ֣ם הַנִּמְצְאִים֩ בְּשׁוּשַׁ֨ן הַבִּירָ֜ה לְמִגָּ֧דוֹל וְעַד־קָטָ֛ן מִשְׁתֶּ֖ה שִׁבְעַ֣ת יָמִ֑ים בַּחֲצַ֕ר גִּנַּ֥ת בִּיתַ֖ן הַמֶּֽלֶךְ׃
6 ח֣וּר׀ כַּרְפַּ֣ס וּתְכֵ֗לֶת אָחוּז֙ בְּחַבְלֵי־ב֣וּץ וְאַרְגָּמָ֔ן עַל־גְּלִ֥ילֵי כֶ֖סֶף וְעַמּ֣וּדֵי שֵׁ֑שׁ מִטּ֣וֹת׀ זָהָ֣ב וָכֶ֗סֶף עַ֛ל רִֽצְפַ֥ת בַּהַט־וָשֵׁ֖שׁ וְדַ֥ר וְסֹחָֽרֶת׃
7 וְהַשְׁקוֹת֙ בִּכְלֵ֣י זָהָ֔ב וְכֵלִ֖ים מִכֵּלִ֣ים שׁוֹנִ֑ים וְיֵ֥ין מַלְכ֛וּת רָ֖ב כְּיַ֥ד הַמֶּֽלֶךְ׃
8 וְהַשְּׁתִיָּ֥ה כַדָּ֖ת אֵ֣ין אֹנֵ֑ס כִּי־כֵ֣ן׀ יִסַּ֣ד הַמֶּ֗לֶךְ עַ֚ל כָּל־רַ֣ב בֵּית֔וֹ לַעֲשׂ֖וֹת כִּרְצ֥וֹן אִישׁ־וָאִֽישׁ׃
9 גַּ֚ם וַשְׁתִּ֣י הַמַּלְכָּ֔ה עָשְׂתָ֖ה מִשְׁתֵּ֣ה נָשִׁ֑ים בֵּ֚ית הַמַּלְכ֔וּת אֲשֶׁ֖ר לַמֶּ֥לֶךְ אֲחַשְׁוֵרֽוֹשׁ׃
10 בַּיּוֹם֙ הַשְּׁבִיעִ֔י כְּט֥וֹב לֵב־הַמֶּ֖לֶךְ בַּיָּ֑יִן אָמַ֡ר לִ֠מְהוּמָן בִּזְּתָ֨א חַרְבוֹנָ֜א בִּגְתָ֤א וַאֲבַגְתָא֙ זֵתַ֣ר וְכַרְכַּ֔ס שִׁבְעַת֙ הַסָּרִיסִ֔ים הַמְשָׁ֣רְתִ֔ים אֶת־פְּנֵ֖י הַמֶּ֥לֶךְ אֲחַשְׁוֵרֽוֹשׁ׃
11 לְ֠הָבִיא אֶת־וַשְׁתִּ֧י הַמַּלְכָּ֛ה לִפְנֵ֥י הַמֶּ֖לֶךְ בְּכֶ֣תֶר מַלְכ֑וּת לְהַרְא֨וֹת הָֽעַמִּ֤ים וְהַשָּׂרִים֙ אֶת־יָפְיָ֔הּ כִּֽי־טוֹבַ֥ת מַרְאֶ֖ה הִֽיא׃
12 וַתְּמָאֵ֞ן הַמַּלְכָּ֣ה וַשְׁתִּ֗י לָבוֹא֙ בִּדְבַ֣ר הַמֶּ֔לֶךְ אֲשֶׁ֖ר בְּיַ֣ד הַסָּרִיסִ֑ים וַיִּקְצֹ֤ף הַמֶּ֙לֶךְ֙ מְאֹ֔ד וַחֲמָת֖וֹ בָּעֲרָ֥ה בֽוֹ׃
13 וַיֹּ֣אמֶר הַמֶּ֔לֶךְ לַחֲכָמִ֖ים יֹדְעֵ֣י הָֽעִתִּ֑ים כִּי־כֵן֙ דְּבַ֣ר הַמֶּ֔לֶךְ לִפְנֵ֕י כָּל־יֹדְעֵ֖י דָּ֥ת וָדִֽין׃
14 וְהַקָּרֹ֣ב אֵלָ֗יו כַּרְשְׁנָ֤א שֵׁתָר֙ אַדְמָ֣תָא תַרְשִׁ֔ישׁ מֶ֥רֶס מַרְסְנָ֖א מְמוּכָ֑ן שִׁבְעַ֤ת שָׂרֵ֙י׀ פָּרַ֣ס וּמָדַ֗י רֹאֵי֙ פְּנֵ֣י הַמֶּ֔לֶךְ הַיֹּשְׁבִ֥ים רִאשֹׁנָ֖ה בַּמַּלְכֽוּת׃
15 כְּדָת֙ מַֽה־לַּעֲשׂ֔וֹת בַּמַּלְכָּ֖ה וַשְׁתִּ֑י עַ֣ל׀ אֲשֶׁ֣ר לֹֽא־עָשְׂתָ֗ה אֶֽת־מַאֲמַר֙ הַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֔וֹשׁ בְּיַ֖ד הַסָּרִיסִֽים׃
16 וַיֹּ֣אמֶר מְמוּכָ֗ן לִפְנֵ֤י הַמֶּ֙לֶךְ֙ וְהַשָּׂרִ֔ים לֹ֤א עַל־הַמֶּ֙לֶךְ֙ לְבַדּ֔וֹ עָוְתָ֖ה וַשְׁתִּ֣י הַמַּלְכָּ֑ה כִּ֤י עַל־כָּל־הַשָּׂרִים֙ וְעַל־כָּל־הָ֣עַמִּ֔ים אֲשֶׁ֕ר בְּכָל־מְדִינ֖וֹת הַמֶּ֥לֶךְ אֲחַשְׁוֵרֽוֹשׁ׃
17 כִּֽי־יֵצֵ֤א דְבַר־הַמַּלְכָּה֙ עַל־כָּל־הַנָּשִׁ֔ים לְהַבְז֥וֹת בַּעְלֵיהֶ֖ן בְּעֵינֵיהֶ֑ן בְּאָמְרָ֗ם הַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֡וֹשׁ אָמַ֞ר לְהָבִ֨יא אֶת־וַשְׁתִּ֧י הַמַּלְכָּ֛ה לְפָנָ֖יו וְלֹא־בָֽאָה׃
18 וְֽהַיּ֨וֹם הַזֶּ֜ה תֹּאמַ֣רְנָה׀ שָׂר֣וֹת פָּֽרַס־וּמָדַ֗י אֲשֶׁ֤ר שָֽׁמְעוּ֙ אֶת־דְּבַ֣ר הַמַּלְכָּ֔ה לְכֹ֖ל שָׂרֵ֣י הַמֶּ֑לֶךְ וּכְדַ֖י בִּזָּי֥וֹן וָקָֽצֶף׃
19 אִם־עַל־הַמֶּ֣לֶךְ ט֗וֹב יֵצֵ֤א דְבַר־מַלְכוּת֙ מִלְּפָנָ֔יו וְיִכָּתֵ֛ב בְּדָתֵ֥י פָֽרַס־וּמָדַ֖י וְלֹ֣א יַעֲב֑וֹר אֲשֶׁ֨ר לֹֽא־תָב֜וֹא וַשְׁתִּ֗י לִפְנֵי֙ הַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֔וֹשׁ וּמַלְכוּתָהּ֙ יִתֵּ֣ן הַמֶּ֔לֶךְ לִרְעוּתָ֖הּ הַטּוֹבָ֥ה מִמֶּֽנָּה׃
20 וְנִשְׁמַע֩ פִּתְגָ֨ם הַמֶּ֤לֶךְ אֲשֶֽׁר־יַעֲשֶׂה֙ בְּכָל־מַלְכוּת֔וֹ כִּ֥י רַבָּ֖ה הִ֑יא וְכָל־הַנָּשִׁ֗ים יִתְּנ֤וּ יְקָר֙ לְבַעְלֵיהֶ֔ן לְמִגָּד֖וֹל וְעַד־קָטָֽן׃
21 וַיִּיטַב֙ הַדָּבָ֔ר בְּעֵינֵ֥י הַמֶּ֖לֶךְ וְהַשָּׂרִ֑ים וַיַּ֥עַשׂ הַמֶּ֖לֶךְ כִּדְבַ֥ר מְמוּכָֽן׃
22 וַיִּשְׁלַ֤ח סְפָרִים֙ אֶל־כָּל־מְדִינ֣וֹת הַמֶּ֔לֶךְ אֶל־מְדִינָ֤ה וּמְדִינָה֙ כִּכְתָבָ֔הּ וְאֶל־עַ֥ם וָעָ֖ם כִּלְשׁוֹנ֑וֹ לִהְי֤וֹת כָּל־אִישׁ֙ שֹׂרֵ֣ר בְּבֵית֔וֹ וּמְדַבֵּ֖ר כִּלְשׁ֥וֹן עַמּֽוֹ׃
Capítulo 2
Ester es elegida reina
LBLA
1 Pasadas estas cosas, cuando se aplacó la ira del rey Asuero, se acordó de Vasti y de lo que ella había hecho, y de lo que se había decidido contra ella.
2 Entonces los siervos del rey que le servían, dijeron: «Busquen para el rey jóvenes vírgenes y de buen parecer.
3 Y nombre el rey oficiales en todas las provincias de su reino, que reúnan a todas las jóvenes vírgenes y de buen parecer en Susa la capital, en el harén, bajo la custodia de Hegai, eunuco del rey, guardián de las mujeres, y que se les den sus cosméticos.
4 Y la joven que agrade al rey, reine en lugar de Vasti». Esto agradó al rey, y así lo hizo.
5 Había en Susa la capital un judío que se llamaba Mardoqueo, hijo de Jair, hijo de Simei, hijo de Cis, benjamita,
6 que había sido llevado cautivo de Jerusalén con los desterrados que fueron llevados cautivos con Jeconías, rey de Judá, a quien Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautivo.
7 Y él había criado a Hadasa, es decir, Ester, hija de su tío, porque ella no tenía padre ni madre. La joven era de bella figura y de buen parecer. Cuando su padre y su madre murieron, Mardoqueo la tomó como hija suya.
8 Sucedió que cuando se proclamó el mandato y el decreto del rey, y cuando muchas jóvenes eran reunidas en Susa la capital bajo la custodia de Hegai, Ester también fue llevada a la casa del rey, bajo la custodia de Hegai, guardián de las mujeres.
9 Y la joven agradó a Hegai y halló favor delante de él, por lo que se apresuró a darle sus cosméticos y su porción de alimentos, y a darle siete jóvenes escogidas de la casa del rey; y la trasladó con sus jóvenes a lo mejor del harén.
10 Ester no declaró cuál era su pueblo ni su parentela, porque Mardoqueo le había mandado que no lo declarara.
11 Y cada día Mardoqueo se paseaba delante del patio del harén para saber cómo le iba a Ester y cómo la trataban.
12 Y cuando llegaba el turno de cada joven para venir al rey Asuero, después de haber pasado doce meses bajo la regulación para las mujeres (pues así se cumplía el tiempo de sus preparativos cosméticos: seis meses con aceite de mirra y seis meses con especias aromáticas y otros cosméticos para las mujeres),
13 entonces la joven venía así al rey: todo lo que ella pedía se le daba para llevarlo consigo del harén a la casa del rey.
14 Ella venía por la tarde, y a la mañana siguiente volvía al segundo harén, bajo la custodia de Saasgaz, eunuco del rey, guardián de las concubinas. No volvía a venir al rey a menos que el rey se deleitara en ella y fuera llamada por nombre.
15 Y cuando le llegó el turno a Ester, hija de Abihail, tío de Mardoqueo, quien la había tomado como hija suya, para venir al rey, ella no pidió nada excepto lo que dijo Hegai, eunuco del rey, guardián de las mujeres. Y Ester hallaba favor a los ojos de todos los que la veían.
16 Ester fue llevada al rey Asuero a su palacio real en el mes décimo, es decir, el mes de Tebet, en el año séptimo de su reinado.
17 Y el rey amó a Ester más que a todas las mujeres, y ella halló gracia y favor ante sus ojos más que todas las vírgenes, así que puso la corona real sobre su cabeza y la hizo reina en lugar de Vasti.
18 Entonces el rey ofreció un gran banquete para todos sus príncipes y servidores, el banquete de Ester. También concedió alivio a las provincias y les hizo regalos conforme a la generosidad real.
19 Cuando las vírgenes eran reunidas por segunda vez, Mardoqueo estaba sentado a la puerta del rey.
20 Ester no había declarado su parentela ni su pueblo, tal como Mardoqueo le había mandado; porque Ester hacía lo que decía Mardoqueo, como cuando él la criaba.
21 En aquellos días, mientras Mardoqueo estaba sentado a la puerta del rey, Bigtán y Teres, dos eunucos del rey, de los guardias de la puerta, se enojaron y procuraban poner mano en el rey Asuero.
22 Pero el asunto fue descubierto por Mardoqueo, quien lo comunicó a la reina Ester, y Ester lo dijo al rey en nombre de Mardoqueo.
23 Cuando se investigó el asunto y se halló cierto, los dos eunucos fueron colgados en una horca. Y esto fue escrito en el libro de las Crónicas en presencia del rey.
WLC
1 אַחַר֙ הַדְּבָרִ֣ים הָאֵ֔לֶּה כְּשֹׁ֕ךְ חֲמַ֖ת הַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֑וֹשׁ זָכַ֤ר אֶת־וַשְׁתִּי֙ וְאֵ֣ת אֲשֶׁר־עָשָׂ֔תָה וְאֵ֥ת אֲשֶׁר־נִגְזַ֖ר עָלֶֽיהָ׃
2 וַיֹּאמְר֥וּ נַעֲרֵֽי־הַמֶּ֖לֶךְ מְשָׁרְתָ֑יו יְבַקְשׁ֥וּ לַמֶּ֛לֶךְ נְעָר֥וֹת בְּתוּל֖וֹת טוֹב֥וֹת מַרְאֶֽה׃
3 וְיַפְקֵ֨ד הַמֶּ֣לֶךְ פְּקִידִים֮ בְּכָל־מְדִינ֣וֹת מַלְכוּתוֹ֒ וְיִקְבְּצ֣וּ אֶת־כָּל־נַעֲרָֽה־בְ֠תוּלָה טוֹבַ֨ת מַרְאֶ֜ה אֶל־שׁוּשַׁ֤ן הַבִּירָה֙ אֶל־בֵּ֣ית הַנָּשִׁ֔ים אֶל־יַ֥ד הֵגֶ֛א סְרִ֥יס הַמֶּ֖לֶךְ שֹׁמֵ֣ר הַנָּשִׁ֑ים וְנָת֖וֹן תַּמְרוּקֵיהֶֽן׃
4 וְהַֽנַּעֲרָ֗ה אֲשֶׁ֤ר תִּיטַב֙ בְּעֵינֵ֣י הַמֶּ֔לֶךְ תִּמְלֹ֖ךְ תַּ֣חַת וַשְׁתִּ֑י וַיִּיטַ֧ב הַדָּבָ֛ר בְּעֵינֵ֥י הַמֶּ֖לֶךְ וַיַּ֥עַשׂ כֵּֽן׃
5 אִ֣ישׁ יְהוּדִ֔י הָיָ֖ה בְּשׁוּשַׁ֣ן הַבִּירָ֑ה וּשְׁמ֣וֹ מָרְדֳּכַ֗י בֶּ֣ן יָאִ֧יר בֶּן־שִׁמְעִ֛י בֶּן־קִ֖ישׁ אִ֥ישׁ יְמִינִֽי׃
6 אֲשֶׁ֤ר הָגְלָה֙ מִיר֣וּשָׁלַ֔יִם עִם־הַגֹּלָה֙ אֲשֶׁ֣ר הָגְלְתָ֔ה עִ֖ם יְכָנְיָ֣ה מֶֽלֶךְ־יְהוּדָ֑ה אֲשֶׁ֣ר הֶגְלָ֔ה נְבוּכַדְנֶאצַּ֖ר מֶ֥לֶךְ בָּבֶֽל׃
7 וַיְהִ֨י אֹמֵ֜ן אֶת־הֲדַסָּ֗ה הִ֤יא אֶסְתֵּר֙ בַּת־דֹּד֔וֹ כִּ֛י אֵ֥ין לָ֖הּ אָ֣ב וָאֵ֑ם וְהַנַּעֲרָ֤ה יְפַת־תֹּ֙אַר֙ וְטוֹבַ֣ת מַרְאֶ֔ה וּבְמ֤וֹת אָבִ֙יהָ֙ וְאִמָּ֔הּ לְקָחָ֧הּ מָרְדֳּכַ֛י ל֖וֹ לְבַֽת׃
8 וַיְהִ֗י בְּהִשָּׁמַ֤ע דְּבַר־הַמֶּ֙לֶךְ֙ וְדָת֔וֹ וּֽבְהִקָּבֵ֞ץ נְעָר֥וֹת רַבּ֛וֹת אֶל־שׁוּשַׁ֥ן הַבִּירָ֖ה אֶל־יַ֣ד הֵגָ֑י וַתִּלָּקַ֤ח אֶסְתֵּר֙ אֶל־בֵּ֣ית הַמֶּ֔לֶךְ אֶל־יַ֥ד הֵגַ֖י שֹׁמֵ֥ר הַנָּשִֽׁים׃
9 וַתִּיטַ֨ב הַנַּעֲרָ֣ה בְעֵינָיו֮ וַתִּשָּׂ֣א חֶ֣סֶד לְפָנָיו֒ וַיְבַהֵ֨ל אֶת־תַּמְרוּקֶ֜יהָ וְאֶת־מָנוֹתֶ֗הּ לָתֵ֤ת לָהּ֙ וְאֵת֙ שֶׁ֣בַע הַנְּעָר֔וֹת הָרְאֻי֥וֹת לָֽתֶת־לָ֖הּ מִבֵּ֣ית הַמֶּ֑לֶךְ וַיְשַׁנֶּ֧הָ וְאֶת־נַעֲרוֹתֶ֛יהָ לְט֖וֹב בֵּ֥ית הַנָּשִֽׁים׃
10 לֹא־הִגִּ֣ידָה אֶסְתֵּ֔ר אֶת־עַמָּ֖הּ וְאֶת־מֽוֹלַדְתָּ֑הּ כִּ֧י מָרְדֳּכַ֛י צִוָּ֥ה עָלֶ֖יהָ אֲשֶׁ֥ר לֹא־תַגִּֽיד׃
11 וּבְכָל־י֣וֹם וָי֔וֹם מָרְדֳּכַי֙ מִתְהַלֵּ֔ךְ לִפְנֵ֖י חֲצַ֣ר בֵּית־הַנָּשִׁ֑ים לָדַ֙עַת֙ אֶת־שְׁל֣וֹם אֶסְתֵּ֔ר וּמַה־יֵּעָשֶׂ֖ה בָּֽהּ׃
12 וּבְהַגִּ֡יעַ תֹּר֩ נַעֲרָ֨ה וְנַעֲרָ֜ה לָב֣וֹא׀ אֶל־הַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֗וֹשׁ מִקֵּץ֩ הֱי֨וֹת לָ֜הּ כְּדָ֤ת הַנָּשִׁים֙ שְׁנֵ֣ים עָשָׂ֣ר חֹ֔דֶשׁ כִּ֛י כֵּ֥ן יִמְלְא֖וּ יְמֵ֣י מְרוּקֵיהֶ֑ן שִׁשָּׁ֤ה חֳדָשִׁים֙ בְּשֶׁ֣מֶן הַמֹּ֔ר וְשִׁשָּׁ֤ה חֳדָשִׁים֙ בַּבְּשָׂמִ֔ים וּבְתַמְרוּקֵ֖י הַנָּשִֽׁים׃
13 וּבָזֶ֕ה הַֽנַּעֲרָ֖ה בָּאָ֣ה אֶל־הַמֶּ֑לֶךְ אֵת֩ כָּל־אֲשֶׁ֨ר תֹּאמַ֜ר יִנָּ֤תֵֽן לָהּ֙ לָב֣וֹא עִמָּ֔הּ מִבֵּ֥ית הַנָּשִׁ֖ים עַד־בֵּ֥ית הַמֶּֽלֶךְ׃
14 בָּעֶ֣רֶב׀ הִ֣יא בָאָ֗ה וּבַבֹּ֙קֶר֙ הִ֣יא שָׁבָ֔ה אֶל־בֵּ֤ית הַנָּשִׁים֙ שֵׁנִ֔י אֶל־יַ֧ד שַֽׁעֲשְׁגַ֛ז סְרִ֥יס הַמֶּ֖לֶךְ שֹׁמֵ֣ר הַפִּֽילַגְשִׁ֑ים לֹא־תָב֥וֹא עוֹד֙ אֶל־הַמֶּ֔לֶךְ כִּ֣י אִם־חָפֵ֥ץ בָּ֛הּ הַמֶּ֖לֶךְ וְנִקְרְאָ֥ה בְשֵֽׁם׃
15 וּבְהַגִּ֣יעַ תֹּר־אֶסְתֵּ֣ר בַּת־אֲבִיחַ֣יִל דֹּ֣ד מָרְדֳּכַ֡י אֲשֶׁר֩ לָקַֽח־ל֨וֹ לְבַ֜ת לָב֣וֹא אֶל־הַמֶּ֗לֶךְ לֹ֤א בִקְשָׁה֙ דָּבָ֔ר כִּ֠י אִ֣ם אֶת־אֲשֶׁ֥ר יֹאמַ֛ר הֵגַ֥י סְרִיס־הַמֶּ֖לֶךְ שֹׁמֵ֣ר הַנָּשִ֑ים וַתְּהִ֤י אֶסְתֵּר֙ נֹשֵׂ֣את חֵ֔ן בְּעֵינֵ֖י כָּל־רֹאֶֽיהָ׃
16 וַתִּלָּקַ֨ח אֶסְתֵּ֜ר אֶל־הַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֗וֹשׁ אֶל־בֵּ֤ית מַלְכוּתוֹ֙ בַּחֹ֣דֶשׁ הָעֲשִׂירִ֔י הוּא־חֹ֖דֶשׁ טֵבֵ֑ת בִּשְׁנַת־שֶׁ֖בַע לְמַלְכוּתֽוֹ׃
17 וַיֶּאֱהַ֨ב הַמֶּ֤לֶךְ אֶת־אֶסְתֵּר֙ מִכָּל־הַנָּשִׁ֔ים וַתִּשָּׂא־חֵ֥ן וָחֶ֛סֶד לְפָנָ֖יו מִכָּל־הַבְּתוּל֑וֹת וַיָּ֤שֶׂם כֶּֽתֶר־מַלְכוּת֙ בְּרֹאשָׁ֔הּ וַיַּמְלִיכֶ֖הָ תַּ֥חַת וַשְׁתִּֽי׃
18 וַיַּ֨עַשׂ הַמֶּ֜לֶךְ מִשְׁתֶּ֣ה גָד֗וֹל לְכָל־שָׂרָיו֙ וַעֲבָדָ֔יו אֵ֖ת מִשְׁתֵּ֣ה אֶסְתֵּ֑ר וַהֲנָחָ֤ה לַמְּדִינוֹת֙ עָשָׂ֔ה וַיִּתֵּ֥ן מַשְׂאֵ֖ת כְּיַ֥ד הַמֶּֽלֶךְ׃
19 וּבְהִקָּבֵ֥ץ בְּתוּל֖וֹת שֵׁנִ֑ית וּמָרְדֳּכַ֖י יֹשֵׁ֥ב בְּשַֽׁעַר־הַמֶּֽלֶךְ׃
20 אֵ֣ין אֶסְתֵּ֗ר מַגֶּ֤דֶת מֽוֹלַדְתָּהּ֙ וְאֶת־עַמָּ֔הּ כַּאֲשֶׁ֛ר צִוָּ֥ה עָלֶ֖יהָ מָרְדֳּכָ֑י וְאֶת־מַאֲמַ֤ר מָרְדֳּכַי֙ אֶסְתֵּ֣ר עֹשָׂ֔ה כַּאֲשֶׁ֛ר הָיְתָ֥ה בְאָמְנָ֖ה אִתּֽוֹ׃
21 בַּיָּמִ֣ים הָהֵ֔ם וּמָרְדֳּכַ֖י יֹשֵׁ֣ב בְּשַֽׁעַר־הַמֶּ֑לֶךְ קָצַף֩ בִּגְתָ֨ן וָתֶ֜רֶשׁ שְׁנֵֽי־סָרִיסֵ֤י הַמֶּ֙לֶךְ֙ מִשֹּׁמְרֵ֣י הַסַּ֔ף וַיְבַקְשׁוּ֙ לִשְׁלֹ֣חַ יָ֔ד בַּמֶּ֖לֶךְ אֲחַשְׁוֵרֹֽשׁ׃
22 וַיִּוָּדַ֤ע הַדָּבָר֙ לְמָרְדֳּכַ֔י וַיַּגֵּ֖ד לְאֶסְתֵּ֣ר הַמַּלְכָּ֑ה וַתֹּ֧אמֶר אֶסְתֵּ֛ר לַמֶּ֖לֶךְ בְּשֵׁ֥ם מָרְדֳּכָֽי׃
23 וַיְבֻקַּ֤שׁ הַדָּבָר֙ וַיִּמָּצֵ֔א וַיִּתָּל֥וּ שְׁנֵיהֶ֖ם עַל־עֵ֑ץ וַיִּכָּתֵ֗ב בְּסֵ֛פֶר דִּבְרֵ֥י הַיָּמִ֖ים לִפְנֵ֥י הַמֶּֽלֶךְ׃
Capítulo 3
Amán conspira contra los judíos
LBLA
1 Después de estas cosas, el rey Asuero engrandeció a Amán, hijo de Hamedata el agagueo, y lo honró, y colocó su asiento por encima de todos los príncipes que estaban con él.
2 Y todos los siervos del rey que estaban a la puerta del rey se arrodillaban y se inclinaban ante Amán, porque así lo había mandado el rey; pero Mardoqueo ni se arrodillaba ni se inclinaba.
3 Entonces los siervos del rey que estaban a la puerta del rey dijeron a Mardoqueo: ¿Por qué traspasas el mandato del rey?
4 Y aconteció que hablándole cada día de esta manera y no escuchándolos, lo denunciaron a Amán para ver si las palabras de Mardoqueo se mantendrían, porque él les había declarado que era judío.
5 Y vio Amán que Mardoqueo no se arrodillaba ni se inclinaba ante él, y se llenó de ira.
6 Pero tuvo en poco poner mano solamente en Mardoqueo, pues ya le habían declarado cuál era el pueblo de Mardoqueo; y procuró Amán destruir a todos los judíos que había en el reino de Asuero, al pueblo de Mardoqueo.
7 En el mes primero, que es el mes de Nisán, en el año duodécimo del rey Asuero, fue echada Pur, esto es, la suerte, delante de Amán, de día en día y de mes en mes; y salió el mes duodécimo, que es el mes de Adar.
8 Y dijo Amán al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y diseminado entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, cuyas leyes son diferentes de las de todo pueblo, y no observan las leyes del rey; y al rey no le conviene dejarlos en paz.
9 Si place al rey, decrete que sean destruidos; y yo pesaré diez mil talentos de plata en manos de los que hacen la obra, para que sean traídos a los tesoros del rey.
10 Entonces el rey se quitó el anillo de su mano y lo dio a Amán, hijo de Hamedata el agagueo, enemigo de los judíos.
11 Y el rey dijo a Amán: La plata sea para ti, y también el pueblo, para que hagas con él lo que bien te parezca.
12 Entonces fueron llamados los escribas del rey en el mes primero, a los trece días del mismo, y fue escrito conforme a todo lo que mandó Amán, a los sátrapas del rey, a los gobernadores que había sobre cada provincia y a los príncipes de cada pueblo, a cada provincia según su escritura, y a cada pueblo según su lengua; en nombre del rey Asuero fue escrito, y sellado con el anillo del rey.
13 Y fueron enviadas cartas por medio de correos a todas las provincias del rey, para destruir, matar y exterminar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, niños y mujeres, en un mismo día, en el día trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar, y para apoderarse de sus bienes.
14 La copia del edicto fue dada como ley en cada provincia, proclamada a todos los pueblos, a fin de que estuvieran preparados para aquel día.
15 Los correos salieron apresurados por mandato del rey, y el edicto fue dado en Susa la capital. Y el rey y Amán se sentaron a beber, pero la ciudad de Susa estaba consternada.
WLC
1 אַחַ֣ר׀ הַדְּבָרִ֣ים הָאֵ֗לֶּה גִּדַּל֩ הַמֶּ֨לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֜וֹשׁ אֶת־הָמָ֧ן בֶּֽן־הַמְּדָ֛תָא הָאֲגָגִ֖י וַֽיְנַשְּׂאֵ֑הוּ וַיָּ֙שֶׂם֙ אֶת־כִּסְא֔וֹ מֵעַ֕ל כָּל־הַשָּׂרִ֖ים אֲשֶׁ֥ר אִתּֽוֹ׃
2 וְכָל־עַבְדֵ֨י הַמֶּ֜לֶךְ אֲשֶׁר־בְּשַׁ֣עַר הַמֶּ֗לֶךְ כֹּרְעִ֤ים וּמִֽשְׁתַּחֲוִים֙ לְהָמָ֔ן כִּי־כֵ֖ן צִוָּה־ל֣וֹ הַמֶּ֑לֶךְ וּמָרְדֳּכַ֖י לֹ֥א יִכְרַ֖ע וְלֹ֥א יִֽשְׁתַּחֲוֶֽה׃
3 וַיֹּ֨אמְר֜וּ עַבְדֵ֥י הַמֶּ֛לֶךְ אֲשֶׁר־בְּשַׁ֥עַר הַמֶּ֖לֶךְ לְמָרְדֳּכָ֑י מַדּ֙וּעַ֙ אַתָּ֣ה עוֹבֵ֔ר אֵ֖ת מִצְוַ֥ת הַמֶּֽלֶךְ׃
4 וַיְהִ֗י באמרם [כְּאָמְרָ֤ם] אֵלָיו֙ י֣וֹם וָי֔וֹם וְלֹ֥א שָׁמַ֖ע אֲלֵיהֶ֑ם וַיַּגִּ֣ידוּ לְהָמָ֗ן לִרְאוֹת֙ הֲיַֽעַמְדוּ֙ דִּבְרֵ֣י מָרְדֳּכַ֔י כִּֽי־הִגִּ֥יד לָהֶ֖ם אֲשֶׁר־ה֥וּא יְהוּדִֽי׃
5 וַיַּ֣רְא הָמָ֔ן כִּי־אֵ֣ין מָרְדֳּכַ֔י כֹּרֵ֥עַ וּמִֽשְׁתַּחֲוֶ֖ה ל֑וֹ וַיִּמָּ֥לֵא הָמָ֖ן חֵמָֽה׃
6 וַיִּ֣בֶז בְּעֵינָ֗יו לִשְׁלֹ֤ח יָד֙ בְּמָרְדֳּכַ֣י לְבַדּ֔וֹ כִּֽי־הִגִּ֥ידוּ ל֖וֹ אֶת־עַ֣ם מָרְדֳּכָ֑י וַיְבַקֵּ֣שׁ הָמָ֗ן לְהַשְׁמִ֧יד אֶת־כָּל־הַיְּהוּדִ֛ים אֲשֶׁ֛ר בְּכָל־מַלְכ֥וּת אֲחַשְׁוֵר֖וֹשׁ עַ֥ם מָרְדֳּכָֽי׃
7 בַּחֹ֤דֶשׁ הָרִאשׁוֹן֙ הוּא־חֹ֣דֶשׁ נִיסָ֔ן בִּשְׁנַת֙ שְׁתֵּ֣ים עֶשְׂרֵ֔ה לַמֶּ֖לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֑וֹשׁ הִפִּ֣יל פּוּר֩ ה֨וּא הַגּוֹרָ֜ל לִפְנֵ֣י הָמָ֗ן מִיּ֧וֹם׀ לְי֛וֹם וּמֵחֹ֛דֶשׁ לְחֹ֥דֶשׁ שְׁנֵים־עָשָׂ֖ר הוּא־חֹ֥דֶשׁ אֲדָֽר׃
8 וַיֹּ֤אמֶר הָמָן֙ לַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֔וֹשׁ יֶשְׁנ֣וֹ עַם־אֶחָ֗ד מְפֻזָּ֤ר וּמְפֹרָד֙ בֵּ֣ין הָֽעַמִּ֔ים בְּכֹ֖ל מְדִינ֣וֹת מַלְכוּתֶ֑ךָ וְדָתֵיהֶ֞ם שֹׁנ֣וֹת מִכָּל־עָ֗ם וְאֶת־דָּתֵ֤י הַמֶּ֙לֶךְ֙ אֵינָ֣ם עֹשִׂ֔ים וְלַמֶּ֥לֶךְ אֵין־שֹׁוֶ֖ה לְהַנִּיחָֽם׃
9 אִם־עַל־הַמֶּ֣לֶךְ ט֔וֹב יִכָּתֵ֖ב לְאַבְּדָ֑ם וַעֲשֶׂ֨רֶת אֲלָפִ֜ים כִּכַּר־כֶּ֗סֶף אֶשְׁקוֹל֙ עַל־יְדֵי֙ עֹשֵׂ֣י הַמְּלָאכָ֔ה לְהָבִ֖יא אֶל־גִּנְזֵ֥י הַמֶּֽלֶךְ׃
10 וַיָּ֧סַר הַמֶּ֛לֶךְ אֶת־טַבַּעְתּ֖וֹ מֵעַ֣ל יָד֑וֹ וַֽיִּתְּנָ֗הּ לְהָמָ֧ן בֶּֽן־הַמְּדָ֛תָא הָאֲגָגִ֖י צֹרֵ֥ר הַיְּהוּדִֽים׃
11 וַיֹּ֤אמֶר הַמֶּ֙לֶךְ֙ לְהָמָ֔ן הַכֶּ֖סֶף נָת֣וּן לָ֑ךְ וְהָעָ֕ם לַעֲשׂ֥וֹת בּ֖וֹ כַּטּ֥וֹב בְּעֵינֶֽיךָ׃
12 וַיִּקָּרְא֡וּ סֹפְרֵ֣י הַמֶּלֶךְ֩ בַּחֹ֨דֶשׁ הָרִאשׁ֜וֹן בִּשְׁלוֹשָׁ֨ה עָשָׂ֣ר יוֹם֮ בּוֹ֒ וַיִּכָּתֵ֣ב כְּֽכָל־אֲשֶׁר־צִוָּ֣ה הָמָ֡ן אֶל־אֲחַשְׁדַּרְפְּנֵֽי־הַ֠מֶּלֶךְ וְֽאֶל־הַפַּח֞וֹת אֲשֶׁ֣ר׀ עַל־מְדִינָ֣ה וּמְדִינָ֗ה וְאֶל־שָׂ֤רֵי עַם֙ וָעָ֔ם מְדִינָ֤ה וּמְדִינָה֙ כִּכְתָבָ֔הּ וְעַ֥ם וָעָ֖ם כִּלְשׁוֹנ֑וֹ בְּשֵׁ֨ם הַמֶּ֤לֶךְ אֲחַשְׁוֵרֹשׁ֙ נִכְתָּ֔ב וְנֶחְתָּ֖ם בְּטַבַּ֥עַת הַמֶּֽלֶךְ׃
13 וְנִשְׁל֨וֹחַ סְפָרִ֜ים בְּיַ֣ד הָרָצִים֮ אֶל־כָּל־מְדִינ֣וֹת הַמֶּלֶךְ֒ לְהַשְׁמִ֡יד לַהֲרֹ֣ג וּלְאַבֵּ֣ד אֶת־כָּל־הַ֠יְּהוּדִים מִנַּ֨עַר וְעַד־זָקֵ֜ן טַ֤ף וְנָשִׁים֙ בְּי֣וֹם אֶחָ֔ד בִּשְׁלוֹשָׁ֥ה עָשָׂ֛ר לְחֹ֥דֶשׁ שְׁנֵים־עָשָׂ֖ר הוּא־חֹ֣דֶשׁ אֲדָ֑ר וּשְׁלָלָ֖ם לָבֽוֹז׃
14 פַּתְשֶׁ֣גֶן הַכְּתָ֗ב לְהִנָּ֤תֵֽן דָּת֙ בְּכָל־מְדִינָ֣ה וּמְדִינָ֔ה גָּל֖וּי לְכָל־הָעַמִּ֑ים לִהְי֥וֹת עֲתִדִ֖ים לַיּ֥וֹם הַזֶּֽה׃
15 הָרָצִ֞ים יָצְא֤וּ דְחוּפִים֙ בִּדְבַ֣ר הַמֶּ֔לֶךְ וְהַדָּ֥ת נִתְּנָ֖ה בְּשׁוּשַׁ֣ן הַבִּירָ֑ה וְהַמֶּ֤לֶךְ וְהָמָן֙ יָשְׁב֣וּ לִשְׁתּ֔וֹת וְהָעִ֥יר שׁוּשָׁ֖ן נָבֽוֹכָה׃
Capítulo 4
Ester intercede por su pueblo
LBLA
1 Cuando Mardoqueo supo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio y de ceniza, y salió por la ciudad clamando con amargo y grande lamento.
2 Y llegó hasta delante de la puerta del rey, pues no estaba permitido entrar a la puerta del rey vestido de cilicio.
3 Y en cada provincia adonde llegaba el mandato del rey y su decreto, había entre los judíos gran duelo, ayuno, lloro y lamentación; cilicio y ceniza eran la cama de muchos.
4 Y vinieron las doncellas de Ester y sus eunucos y se lo contaron, y la reina tuvo gran dolor; y envió vestidos para que vistieran a Mardoqueo y quitara de él el cilicio, pero él no los aceptó.
5 Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos del rey, a quien éste había designado para servirla, y lo envió a Mardoqueo para saber qué sucedía y por qué.
6 Y Hatac salió a donde estaba Mardoqueo en la plaza de la ciudad que estaba delante de la puerta del rey.
7 Y Mardoqueo le contó todo lo que le había sucedido, y la suma exacta de dinero que Amán había prometido pagar al tesoro del rey por la destrucción de los judíos.
8 También le dio una copia del texto del decreto que había sido promulgado en Susa para su destrucción, a fin de que lo mostrara a Ester y se lo hiciera saber, y para ordenarle que fuera ante el rey a suplicarle y a interceder delante de él por su pueblo.
9 Y Hatac vino y contó a Ester las palabras de Mardoqueo.
10 Entonces Ester habló a Hatac y le dio órdenes para Mardoqueo:
11 Todos los siervos del rey y el pueblo de las provincias del rey saben que para cualquiera, hombre o mujer, que se acerca al rey en el atrio interior sin ser llamado, hay una sola ley: que sea muerto, a menos que el rey extienda hacia él el cetro de oro, en cuyo caso vivirá. Y yo no he sido llamada para entrar al rey estos treinta días.
12 Y dijeron a Mardoqueo las palabras de Ester.
13 Entonces Mardoqueo mandó que respondieran a Ester: No pienses que en el palacio del rey escaparás tú sola de entre todos los judíos.
14 Porque si callas absolutamente en este tiempo, alivio y liberación surgirán para los judíos de otra parte, pero tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para un tiempo como éste has llegado al reino?
15 Y Ester mandó que respondieran a Mardoqueo:
16 Ve, reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí; no comáis ni bebáis en tres días, noche y día. Yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca.
17 Y Mardoqueo se fue e hizo conforme a todo lo que Ester le había mandado.
WLC
1 וּמָרְדֳּכַ֗י יָדַע֙ אֶת־כָּל־אֲשֶׁ֣ר נַעֲשָׂ֔ה וַיִּקְרַ֤ע מָרְדֳּכַי֙ אֶת־בְּגָדָ֔יו וַיִּלְבַּ֥שׁ שַׂ֖ק וָאֵ֑פֶר וַיֵּצֵא֙ בְּת֣וֹךְ הָעִ֔יר וַיִּזְעַ֛ק זְעָקָ֥ה גְדֹלָ֖ה וּמָרָֽה׃
2 וַיָּב֕וֹא עַ֖ד לִפְנֵ֣י שַֽׁעַר־הַמֶּ֑לֶךְ כִּ֣י אֵ֥ין לָב֛וֹא אֶל־שַׁ֥עַר הַמֶּ֖לֶךְ בִּלְב֥וּשׁ שָֽׂק׃
3 וּבְכָל־מְדִינָ֣ה וּמְדִינָ֗ה מְקוֹם֙ אֲשֶׁ֨ר דְּבַר־הַמֶּ֤לֶךְ וְדָתוֹ֙ מַגִּ֔יעַ אֵ֤בֶל גָּדוֹל֙ לַיְּהוּדִ֔ים וְצ֥וֹם וּבְכִ֖י וּמִסְפֵּ֑ד שַׂ֣ק וָאֵ֔פֶר יֻצַּ֖ע לָֽרַבִּֽים׃
4 וַתָּב֣וֹאנָה נַעֲר֣וֹת אֶסְתֵּ֣ר וְסָרִיסֶ֡יהָ וַיַּגִּ֣ידוּ לָהּ֩ וַתִּתְחַלְחַ֨ל הַמַּלְכָּ֜ה מְאֹ֗ד וַתִּשְׁלַ֨ח בְּגָדִ֜ים לְהַלְבִּ֣ישׁ אֶֽת־מָרְדֳּכַ֗י וּלְהָסִ֥יר שַׂקּ֛וֹ מֵעָלָ֖יו וְלֹ֥א קִבֵּֽל׃
5 וַתִּקְרָא֩ אֶסְתֵּ֨ר לַהֲתָ֜ךְ מִסָּרִיסֵ֤י הַמֶּ֙לֶךְ֙ אֲשֶׁ֣ר הֶעֱמִ֣יד לְפָנֶ֔יהָ וַתְּצַוֵּ֖הוּ עַֽל־מָרְדֳּכָ֑י לָדַ֥עַת מַה־זֶּ֖ה וְעַל־מַה־זֶּֽה׃
6 וַיֵּצֵ֥א הֲתָ֖ךְ אֶֽל־מָרְדֳּכָ֑י אֶל־רְח֣וֹב הָעִ֔יר אֲשֶׁ֖ר לִפְנֵ֥י שַֽׁעַר־הַמֶּֽלֶךְ׃
7 וַיַּגֶּד־ל֣וֹ מָרְדֳּכַ֔י אֵ֖ת כָּל־אֲשֶׁ֣ר קָרָ֑הוּ וְאֵ֣ת׀ פָּרָשַׁ֣ת הַכֶּ֗סֶף אֲשֶׁ֨ר אָמַ֤ר הָמָן֙ לִ֠שְׁקוֹל עַל־גִּנְזֵ֥י הַמֶּ֛לֶךְ ביהודיים [בַּיְּהוּדִ֖ים] לְאַבְּדָֽם׃
8 וְאֶת־פַּתְשֶׁ֣גֶן כְּתָֽב־הַ֠דָּת אֲשֶׁר־נִתַּ֨ן בְּשׁוּשָׁ֤ן לְהַשְׁמִידָם֙ נָ֣תַן ל֔וֹ לְהַרְא֥וֹת אֶת־אֶסְתֵּ֖ר וּלְהַגִּ֣יד לָ֑הּ וּלְצַוּ֣וֹת עָלֶ֗יהָ לָב֨וֹא אֶל־הַמֶּ֧לֶךְ לְהִֽתְחַנֶּן־ל֛וֹ וּלְבַקֵּ֥שׁ מִלְּפָנָ֖יו עַל־עַמָּֽהּ׃
9 וַיָּבוֹא֙ הֲתָ֔ךְ וַיַּגֵּ֣ד לְאֶסְתֵּ֔ר אֵ֖ת דִּבְרֵ֣י מָרְדֳּכָֽי׃
10 וַתֹּ֤אמֶר אֶסְתֵּר֙ לַהֲתָ֔ךְ וַתְּצַוֵּ֖הוּ אֶֽל־מָרְדֳּכָֽי׃
11 כָּל־עַבְדֵ֣י הַמֶּ֡לֶךְ וְעַם־מְדִינ֨וֹת הַמֶּ֜לֶךְ יֽוֹדְעִ֗ים אֲשֶׁ֣ר כָּל־אִ֣ישׁ וְאִשָּׁ֡ה אֲשֶׁ֣ר יָבֽוֹא־אֶל־הַמֶּ֩לֶךְ֩ אֶל־הֶחָצֵ֨ר הַפְּנִימִ֜ית אֲשֶׁ֣ר לֹֽא־יִקָּרֵ֗א אַחַ֤ת דָּתוֹ֙ לְהָמִ֔ית לְ֠בַד מֵאֲשֶׁ֨ר יֽוֹשִׁיט־ל֥וֹ הַמֶּ֛לֶךְ אֶת־שַׁרְבִ֥יט הַזָּהָ֖ב וְחָיָ֑ה וַאֲנִ֗י לֹ֤א נִקְרֵ֙אתִי֙ לָב֣וֹא אֶל־הַמֶּ֔לֶךְ זֶ֖ה שְׁלוֹשִׁ֥ים יֽוֹם׃
12 וַיַּגִּ֣ידוּ לְמָרְדֳּכָ֔י אֵ֖ת דִּבְרֵ֥י אֶסְתֵּֽר׃
13 וַיֹּ֥אמֶר מָרְדֳּכַ֖י לְהָשִׁ֣יב אֶל־אֶסְתֵּ֑ר אַל־תְּדַמִּ֣י בְנַפְשֵׁ֔ךְ לְהִמָּלֵ֥ט בֵּית־הַמֶּ֖לֶךְ מִכָּל־הַיְּהוּדִֽים׃
14 כִּ֣י אִם־הַחֲרֵ֣שׁ תַּחֲרִישִׁי֮ בָּעֵ֣ת הַזֹּאת֒ רֶ֣וַח וְהַצָּלָ֞ה יַעֲמ֤וֹד לַיְּהוּדִים֙ מִמָּק֣וֹם אַחֵ֔ר וְאַ֥תְּ וּבֵית־אָבִ֖יךְ תֹּאבֵ֑דוּ וּמִ֣י יוֹדֵ֔עַ אִם־לְעֵ֣ת כָּזֹ֔את הִגַּ֖עַתְּ לַמַּלְכֽוּת׃
15 וַתֹּ֥אמֶר אֶסְתֵּ֖ר לְהָשִׁ֥יב אֶֽל־מָרְדֳּכָֽי׃
16 לֵךְ֩ כְּנ֨וֹס אֶת־כָּל־הַיְּהוּדִ֜ים הַֽנִּמְצְאִ֣ים בְּשׁוּשָׁ֗ן וְצ֣וּמוּ עָ֠לַי וְאַל־תֹּאכְל֨וּ וְאַל־תִּשְׁתּ֜וּ שְׁלֹ֤שֶׁת יָמִים֙ לַ֣יְלָה וָי֔וֹם גַּם־אֲנִ֥י וְנַעֲרֹתַ֖י אָצ֣וּם כֵּ֑ן וּבְכֵ֞ן אָב֤וֹא אֶל־הַמֶּ֙לֶךְ֙ אֲשֶׁ֣ר לֹֽא־כַדָּ֔ת וְכַאֲשֶׁ֥ר אָבַ֖דְתִּי אָבָֽדְתִּי׃
17 וַֽיַּעֲבֹ֖ר מָרְדֳּכָ֑י וַיַּ֕עַשׂ כְּכֹ֛ל אֲשֶׁר־צִוְּתָ֥ה עָלָ֖יו אֶסְתֵּֽר׃
Capítulo 5
Ester intercede ante el rey
LBLA
1 Y sucedió que al tercer día Ester se vistió con sus vestiduras reales y se puso en el atrio interior del palacio del rey, frente al aposento del rey; y el rey estaba sentado en su trono en el palacio real, frente a la entrada del aposento.
2 Y cuando el rey vio a la reina Ester de pie en el atrio, ella halló favor a sus ojos, y el rey extendió a Ester el cetro de oro que tenía en su mano. Entonces Ester se acercó y tocó la punta del cetro.
3 Y el rey le dijo: ¿Qué te pasa, reina Ester, y cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará.
4 Ester respondió: Si place al rey, vengan hoy el rey y Amán al banquete que he preparado para el rey.
5 Y el rey dijo: Daos prisa y traed a Amán para hacer lo que Ester ha dicho. Y vinieron el rey y Amán al banquete que Ester había preparado.
6 Y durante el banquete de vino, el rey dijo a Ester: ¿Cuál es tu petición? Porque te será concedida. ¿Y cuál es tu deseo? Hasta la mitad del reino se te dará.
7 Entonces Ester respondió y dijo: Mi petición y mi deseo es:
8 Si he hallado favor ante los ojos del rey, y si place al rey conceder mi petición y hacer mi deseo, que vengan el rey y Amán al banquete que les prepararé; y mañana haré lo que el rey dice.
9 Y salió Amán aquel día contento y alegre de corazón; pero cuando Amán vio a Mardoqueo en la puerta del rey, que no se levantaba ni se movía por él, se llenó de ira contra Mardoqueo.
10 Sin embargo, Amán se contuvo y fue a su casa. Mandó llamar a sus amigos y a su mujer Zeres.
11 Y Amán les contó la gloria de sus riquezas, la multitud de sus hijos, y todo en que el rey lo había engrandecido y cómo lo había promovido por encima de los príncipes y siervos del rey.
12 También añadió Amán: Además, la reina Ester no hizo venir a nadie más que a mí con el rey al banquete que ella había preparado; y también para mañana estoy invitado por ella con el rey.
13 Pero todo esto no me satisface cada vez que veo al judío Mardoqueo sentado a la puerta del rey.
14 Entonces su mujer Zeres y todos sus amigos le dijeron: Que hagan una horca de cincuenta codos de altura, y por la mañana di al rey que cuelguen a Mardoqueo en ella; entonces entra alegre con el rey al banquete. Y la cosa agradó a Amán, y mandó hacer la horca.
WLC
1 וַיְהִ֣י׀ בַּיּ֣וֹם הַשְּׁלִישִׁ֗י וַתִּלְבַּ֤שׁ אֶסְתֵּר֙ מַלְכ֔וּת וַֽתַּעֲמֹ֞ד בַּחֲצַ֤ר בֵּית־הַמֶּ֙לֶךְ֙ הַפְּנִימִ֔ית נֹ֖כַח בֵּ֣ית הַמֶּ֑לֶךְ וְ֠הַמֶּלֶךְ יוֹשֵׁ֞ב עַל־כִּסֵּ֤א מַלְכוּתוֹ֙ בְּבֵ֣ית הַמַּלְכ֔וּת נֹ֖כַח פֶּ֥תַח הַבָּֽיִת׃
2 וַיְהִי֩ כִרְא֨וֹת הַמֶּ֜לֶךְ אֶת־אֶסְתֵּ֣ר הַמַּלְכָּ֗ה עֹמֶ֙דֶת֙ בֶּֽחָצֵ֔ר נָשְׂאָ֥ה חֵ֖ן בְּעֵינָ֑יו וַיּ֨וֹשֶׁט הַמֶּ֜לֶךְ לְאֶסְתֵּ֗ר אֶת־שַׁרְבִ֤יט הַזָּהָב֙ אֲשֶׁ֣ר בְּיָד֔וֹ וַתִּקְרַ֣ב אֶסְתֵּ֔ר וַתִּגַּ֖ע בְּרֹ֥אשׁ הַשַּׁרְבִֽיט׃
3 וַיֹּ֤אמֶר לָהּ֙ הַמֶּ֔לֶךְ מַה־לָּ֖ךְ אֶסְתֵּ֣ר הַמַּלְכָּ֑ה וּמַה־בַּקָּשָׁתֵ֛ךְ עַד־חֲצִ֥י הַמַּלְכ֖וּת וְיִנָּ֥תֵֽן לָֽךְ׃
4 וַתֹּ֣אמֶר אֶסְתֵּ֔ר אִם־עַל־הַמֶּ֖לֶךְ ט֑וֹב יָב֨וֹא הַמֶּ֤לֶךְ וְהָמָן֙ הַיּ֔וֹם אֶל־הַמִּשְׁתֶּ֖ה אֲשֶׁר־עָשִׂ֥יתִי לֽוֹ׃
5 וַיֹּ֣אמֶר הַמֶּ֔לֶךְ מַהֲרוּ֙ אֶת־הָמָ֔ן לַעֲשׂ֖וֹת אֶת־דְּבַ֣ר אֶסְתֵּ֑ר וַיָּבֹ֤א הַמֶּ֙לֶךְ֙ וְהָמָ֔ן אֶל־הַמִּשְׁתֶּ֖ה אֲשֶׁר־עָשְׂתָ֥ה אֶסְתֵּֽר׃
6 וַיֹּ֨אמֶר הַמֶּ֜לֶךְ לְאֶסְתֵּ֗ר בְּמִשְׁתֵּ֣ה הַיַּ֔יִן מַה־שְּׁאֵלָתֵ֛ךְ וְיִנָּ֥תֵֽן לָ֖ךְ וּמַה־בַּקָּשָׁתֵ֛ךְ עַד־חֲצִ֥י הַמַּלְכ֖וּת וְתֵעָֽשׂ׃
7 וַתַּ֥עַן אֶסְתֵּ֖ר וַתֹּאמַ֑ר שְׁאֵלָתִ֖י וּבַקָּשָׁתִֽי׃
8 אִם־מָצָ֨אתִי חֵ֜ן בְּעֵינֵ֣י הַמֶּ֗לֶךְ וְאִם־עַל־הַמֶּ֙לֶךְ֙ ט֔וֹב לָתֵת֙ אֶת־שְׁאֵ֣לָתִ֔י וְלַעֲשׂ֖וֹת אֶת־בַּקָּשָׁתִ֑י יָב֧וֹא הַמֶּ֣לֶךְ וְהָמָ֗ן אֶל־הַמִּשְׁתֶּה֙ אֲשֶׁ֣ר אֶֽעֱשֶׂ֣ה לָהֶ֔ם וּמָחָ֥ר אֶֽעֱשֶׂ֖ה כִּדְבַ֥ר הַמֶּֽלֶךְ׃
9 וַיֵּצֵ֤א הָמָן֙ בַּיּ֣וֹם הַה֔וּא שָׂמֵ֖חַ וְט֣וֹב לֵ֑ב וְכִרְאוֹת֩ הָמָ֨ן אֶֽת־מָרְדֳּכַ֜י בְּשַׁ֣עַר הַמֶּ֗לֶךְ וְלֹא־קָם֙ וְלֹא־זָ֣ע מִמֶּ֔נּוּ וַיִּמָּלֵ֥א הָמָ֛ן עַֽל־מָרְדֳּכַ֖י חֵמָֽה׃
10 וַיִּתְאַפַּ֣ק הָמָ֔ן וַיָּב֖וֹא אֶל־בֵּית֑וֹ וַיִּשְׁלַ֛ח וַיָּבֵ֥א אֶת־אֹהֲבָ֖יו וְאֶת־זֶ֥רֶשׁ אִשְׁתּֽוֹ׃
11 וַיְסַפֵּ֨ר לָהֶ֥ם הָמָ֛ן אֶת־כְּב֥וֹד עָשְׁר֖וֹ וְרֹ֣ב בָּנָ֑יו וְאֵת֩ כָּל־אֲשֶׁ֨ר גִּדְּל֤וֹ הַמֶּ֙לֶךְ֙ וְאֵ֣ת אֲשֶׁ֣ר נִשְּׂא֔וֹ עַל־הַשָּׂרִ֖ים וְעַבְדֵ֥י הַמֶּֽלֶךְ׃
12 וַיֹּאמֶר֮ הָמָן֒ אַ֣ף לֹא־הֵבִיאָה֩ אֶסְתֵּ֨ר הַמַּלְכָּ֧ה עִם־הַמֶּ֛לֶךְ אֶל־הַמִּשְׁתֶּ֥ה אֲשֶׁר־עָשָׂ֖תָה כִּ֣י אִם־אוֹתִ֑י וְגַם־לְמָחָ֛ר אֲנִ֥י קָֽרוּא־לָ֖הּ עִם־הַמֶּֽלֶךְ׃
13 וְכָל־זֶ֕ה אֵינֶ֥נּוּ שֹׁוֶ֖ה לִ֑י בְּכָל־עֵ֗ת אֲשֶׁ֨ר אֲנִ֤י רֹאֶה֙ אֶת־מָרְדֳּכַ֣י הַיְּהוּדִ֔י יוֹשֵׁ֖ב בְּשַׁ֥עַר הַמֶּֽלֶךְ׃
14 וַתֹּ֣אמֶר לוֹ֩ זֶ֨רֶשׁ אִשְׁתּ֜וֹ וְכָל־אֹֽהֲבָ֗יו יַֽעֲשׂוּ־עֵץ֮ גָּבֹ֣הַּ חֲמִשִּׁ֣ים אַמָּה֒ וּבַבֹּ֣קֶר׀ אֱמֹ֣ר לַמֶּ֗לֶךְ וְיִתְל֤וּ אֶֽת־מָרְדֳּכַי֙ עָלָ֔יו וּבֹֽא־עִם־הַמֶּ֥לֶךְ אֶל־הַמִּשְׁתֶּ֖ה שָׂמֵ֑חַ וַיִּיטַ֧ב הַדָּבָ֛ר לִפְנֵ֥י הָמָ֖ן וַיַּ֥עַשׂ הָעֵֽץ׃
Capítulo 6
Mardoqueo es honrado
LBLA
1 Aquel mismo día el rey no pudo dormir, y ordenó que le trajeran el libro de las memorias, las crónicas, y fueron leídas en presencia del rey.
2 Y fue hallado escrito lo que Mardoqueo había informado acerca de Bigtán y Teres, dos eunucos del rey, de los guardianes del umbral, que habían procurado poner mano en el rey Asuero.
3 Y el rey dijo: ¿Qué honor o distinción se ha conferido a Mardoqueo por esto? Y los siervos del rey que le servían respondieron: Nada se ha hecho por él.
4 Entonces el rey dijo: ¿Quién está en el atrio? Y Amán había entrado en el atrio exterior de la casa del rey para hablar con el rey acerca de colgar a Mardoqueo en la horca que él le había preparado.
5 Y los siervos del rey le dijeron: He aquí, Amán está en el atrio. Y el rey dijo: Que entre.
6 Cuando Amán entró, el rey le dijo: ¿Qué se ha de hacer para el hombre a quien el rey desea honrar? Y Amán pensó en su corazón: ¿A quién desearía el rey honrar más que a mí?
7 Y Amán respondió al rey: Para el hombre a quien el rey desea honrar,
8 que traigan un manto real de los que el rey usa, y un caballo en que el rey cabalga, y sobre cuya cabeza se ha puesto una corona real;
9 y entreguen el manto y el caballo en mano de uno de los príncipes más nobles del rey, y vistan al hombre a quien el rey desea honrar, y llévenlo a caballo por la plaza de la ciudad, y proclamen delante de él: Así se hace al hombre a quien el rey desea honrar.
10 Entonces el rey dijo a Amán: Date prisa, toma el manto y el caballo como has dicho, y hazlo así con el judío Mardoqueo que se sienta a la puerta del rey; no omitas nada de todo lo que has dicho.
11 Y Amán tomó el manto y el caballo, vistió a Mardoqueo, y lo llevó a caballo por la plaza de la ciudad, y proclamó delante de él: Así se hace al hombre a quien el rey desea honrar.
12 Después Mardoqueo volvió a la puerta del rey, pero Amán se apresuró a ir a su casa, apesadumbrado y con la cabeza cubierta.
13 Y Amán contó a su mujer Zeres y a todos sus amigos todo lo que le había acontecido. Entonces sus sabios y su mujer Zeres le dijeron: Si Mardoqueo, delante de quien has comenzado a caer, es de la descendencia de los judíos, no lo vencerás, sino que ciertamente caerás delante de él.
14 Aún estaban hablando con él cuando llegaron los eunucos del rey y se apresuraron a llevar a Amán al banquete que Ester había preparado.
WLC
1 בַּלַּ֣יְלָה הַה֔וּא נָדְדָ֖ה שְׁנַ֣ת הַמֶּ֑לֶךְ וַיֹּ֗אמֶר לְהָבִ֞יא אֶת־סֵ֤פֶר הַזִּכְרֹנוֹת֙ דִּבְרֵ֣י הַיָּמִ֔ים וַיִּהְי֥וּ נִקְרָאִ֖ים לִפְנֵ֥י הַמֶּֽלֶךְ׃
2 וַיִּמָּצֵ֣א כָת֗וּב אֲשֶׁר֩ הִגִּ֨יד מָרְדֳּכַ֜י עַל־בִּגְתָ֣נָא וָתֶ֗רֶשׁ שְׁנֵי֙ סָרִיסֵ֣י הַמֶּ֔לֶךְ מִשֹּׁמְרֵ֖י הַסַּ֑ף אֲשֶׁ֤ר בִּקְשׁוּ֙ לִשְׁלֹ֣חַ יָ֔ד בַּמֶּ֖לֶךְ אֲחַשְׁוֵרֽוֹשׁ׃
3 וַיֹּ֣אמֶר הַמֶּ֔לֶךְ מַֽה־נַּעֲשָׂ֞ה יְקָ֧ר וּגְדוּלָּ֛ה לְמָרְדֳּכַ֖י עַל־זֶ֑ה וַיֹּ֨אמְר֜וּ נַעֲרֵ֤י הַמֶּ֙לֶךְ֙ מְשָׁ֣רְתָ֔יו לֹא־נַעֲשָׂ֥ה עִמּ֖וֹ דָּבָֽר׃
4 וַיֹּ֥אמֶר הַמֶּ֖לֶךְ מִ֣י בֶחָצֵ֑ר וְהָמָ֣ן בָּ֗א לַחֲצַ֤ר בֵּית־הַמֶּ֙לֶךְ֙ הַחִ֣יצוֹנָ֔ה לֵאמֹ֣ר לַמֶּ֔לֶךְ לִתְלוֹת֙ אֶֽת־מָרְדֳּכַ֔י עַל־הָעֵ֖ץ אֲשֶׁר־הֵכִ֥ין לֽוֹ׃
5 וַיֹּ֨אמְר֜וּ נַעֲרֵ֤י הַמֶּ֙לֶךְ֙ אֵלָ֔יו הִנֵּ֥ה הָמָ֖ן עֹמֵ֣ד בֶּחָצֵ֑ר וַיֹּ֥אמֶר הַמֶּ֖לֶךְ יָבֽוֹא׃
6 וַיָּבוֹא֮ הָמָן֒ וַיֹּ֤אמֶר לוֹ֙ הַמֶּ֔לֶךְ מַה־לַעֲשׂ֕וֹת בָּאִ֕ישׁ אֲשֶׁ֥ר הַמֶּ֖לֶךְ חָפֵ֣ץ בִּיקָר֑וֹ וַיֹּ֤אמֶר הָמָן֙ בְּלִבּ֔וֹ לְמִ֞י יַחְפֹּ֥ץ הַמֶּ֛לֶךְ לַעֲשׂ֥וֹת יְקָ֖ר יוֹתֵ֥ר מִמֶּֽנִּי׃
7 וַיֹּ֥אמֶר הָמָ֖ן אֶל־הַמֶּ֑לֶךְ אִ֕ישׁ אֲשֶׁ֥ר הַמֶּ֖לֶךְ חָפֵ֥ץ בִּיקָרֽוֹ׃
8 יָבִ֙יאוּ֙ לְב֣וּשׁ מַלְכ֔וּת אֲשֶׁ֥ר לָֽבַשׁ־בּ֖וֹ הַמֶּ֑לֶךְ וְס֗וּס אֲשֶׁ֨ר רָכַ֤ב עָלָיו֙ הַמֶּ֔לֶךְ וַאֲשֶׁ֥ר נִתַּ֛ן כֶּ֥תֶר מַלְכ֖וּת בְּרֹאשֽׁוֹ׃
9 וְנָת֨וֹן הַלְּב֜וּשׁ וְהַסּ֗וּס עַל־יַד־אִ֞ישׁ מִשָּׂרֵ֤י הַמֶּ֙לֶךְ֙ הַֽפַּרְתְּמִ֔ים וְהִלְבִּ֙ישׁוּ֙ אֶת־הָאִ֔ישׁ אֲשֶׁ֥ר הַמֶּ֖לֶךְ חָפֵ֣ץ בִּיקָר֑וֹ וְהִרְכִּיבֻ֤הוּ עַל־הַסּוּס֙ בִּרְח֣וֹב הָעִ֔יר וְקָרְא֣וּ לְפָנָ֔יו כָּ֚כָה יֵעָשֶׂ֣ה לָאִ֔ישׁ אֲשֶׁ֥ר הַמֶּ֖לֶךְ חָפֵ֥ץ בִּיקָרֽוֹ׃
10 וַיֹּ֨אמֶר הַמֶּ֜לֶךְ לְהָמָ֗ן מַ֠הֵר קַ֣ח אֶת־הַלְּב֤וּשׁ וְאֶת־הַסּוּס֙ כַּאֲשֶׁ֣ר דִּבַּ֔רְתָּ וַֽעֲשֵׂה־כֵן֙ לְמָרְדֳּכַ֣י הַיְּהוּדִ֔י הַיּוֹשֵׁ֖ב בְּשַׁ֣עַר הַמֶּ֑לֶךְ אַל־תַּפֵּ֣ל דָּבָ֔ר מִכֹּ֖ל אֲשֶׁ֥ר דִּבַּֽרְתָּ׃
11 וַיִּקַּ֤ח הָמָן֙ אֶת־הַלְּב֣וּשׁ וְאֶת־הַסּ֔וּס וַיַּלְבֵּ֖שׁ אֶֽת־מָרְדֳּכָ֑י וַיַּרְכִּיבֵ֙הוּ֙ בִּרְח֣וֹב הָעִ֔יר וַיִּקְרָ֣א לְפָנָ֔יו כָּ֚כָה יֵעָשֶׂ֣ה לָאִ֔ישׁ אֲשֶׁ֥ר הַמֶּ֖לֶךְ חָפֵ֥ץ בִּיקָרֽוֹ׃
12 וַיָּ֤שָׁב מָרְדֳּכַי֙ אֶל־שַׁ֣עַר הַמֶּ֔לֶךְ וְהָמָן֙ נִדְחַ֣ף אֶל־בֵּית֔וֹ אָבֵ֖ל וַחֲפ֥וּי רֹֽאשׁ׃
13 וַיְסַפֵּ֨ר הָמָ֜ן לְזֶ֤רֶשׁ אִשְׁתּוֹ֙ וּלְכָל־אֹ֣הֲבָ֔יו אֵ֖ת כָּל־אֲשֶׁ֣ר קָרָ֑הוּ וַיֹּ֩אמְרוּ֩ ל֨וֹ חֲכָמָ֜יו וְזֶ֣רֶשׁ אִשְׁתּ֗וֹ אִ֣ם מִזֶּ֣רַע הַיְּהוּדִ֡ים מָרְדֳּכַ֞י אֲשֶׁר֩ הַחִלּ֙וֹתָ לִנְפֹּ֣ל לְפָנָ֔יו לֹא־תוּכַ֣ל ל֔וֹ כִּֽי־נָפ֥וֹל תִּפּ֖וֹל לְפָנָֽיו׃
14 עוֹדָם֙ מְדַבְּרִ֣ים עִמּ֔וֹ וְסָרִיסֵ֥י הַמֶּ֖לֶךְ הִגִּ֑יעוּ וַיַּבְהִ֙לוּ֙ לְהָבִ֣יא אֶת־הָמָ֔ן אֶל־הַמִּשְׁתֶּ֖ה אֲשֶׁר־עָשְׂתָ֥ה אֶסְתֵּֽר׃
Capítulo 7
La caída de Amán
LBLA
1 Fue, pues, el rey con Amán al banquete que la reina Ester había preparado.
2 Y el segundo día, mientras bebían vino, el rey volvió a preguntar a Ester: «¿Cuál es tu petición, reina Ester? Porque te será concedida. ¿Cuál es tu deseo? Aun si es la mitad del reino, te será concedido».
3 Entonces la reina Ester respondió: «Si he hallado gracia ante tus ojos, oh rey, y si al rey le place, concédeme la vida, pues esta es mi petición, y la de mi pueblo, este es mi deseo.
4 Porque hemos sido vendidos, yo y mi pueblo, para ser destruidos, masacrados y exterminados. Si hubiéramos sido vendidos como esclavos y siervas, yo habría callado, aunque el enemigo no podría compensar el daño hecho al rey».
5 Entonces el rey Asuero preguntó a la reina Ester: «¿Quién es y dónde está el que ha osado hacer tal cosa?».
6 Y Ester dijo: «¡El adversario y enemigo es este malvado Amán!». Entonces Amán se llenó de terror delante del rey y de la reina.
7 Y el rey se levantó en su furor del banquete de vino y se fue al jardín del palacio; pero Amán se quedó para rogar por su vida a la reina Ester, porque vio que el rey había determinado su perdición.
8 Cuando el rey volvió del jardín del palacio al lugar del banquete de vino, Amán había caído sobre el lecho donde estaba Ester. Entonces el rey dijo: «¿Acaso violará también a la reina en mi presencia, en mi propia casa?». Apenas había salido esta palabra de la boca del rey, cuando cubrieron el rostro de Amán.
9 Y Harbona, uno de los eunucos del rey, dijo: «He aquí la horca de cincuenta codos de altura que Amán hizo para Mardoqueo, quien habló bien en favor del rey, está preparada en casa de Amán». Entonces el rey dijo: «¡Colgadlo en ella!».
10 Así colgaron a Amán en la horca que él había preparado para Mardoqueo, y se aplacó la ira del rey.
WLC
1 וַיָּבֹ֤א הַמֶּ֙לֶךְ֙ וְהָמָ֔ן לִשְׁתּ֖וֹת עִם־אֶסְתֵּ֥ר הַמַּלְכָּֽה׃
2 וַיֹּ֨אמֶר הַמֶּ֜לֶךְ לְאֶסְתֵּ֗ר גַּ֣ם בַּיּ֤וֹם הַשֵּׁנִי֙ בְּמִשְׁתֵּ֣ה הַיַּ֔יִן מַה־שְּׁאֵלָתֵ֛ךְ אֶסְתֵּ֥ר הַמַּלְכָּ֖ה וְתִנָּ֣תֵֽן לָ֑ךְ וּמַה־בַּקָּשָׁתֵ֛ךְ עַד־חֲצִ֥י הַמַּלְכ֖וּת וְתֵעָֽשׂ׃
3 וַתַּ֨עַן אֶסְתֵּ֤ר הַמַּלְכָּה֙ וַתֹּאמַ֔ר אִם־מָצָ֨אתִי חֵ֤ן בְּעֵינֶ֙יךָ֙ הַמֶּ֔לֶךְ וְאִם־עַל־הַמֶּ֖לֶךְ ט֑וֹב תִּנָּֽתֶן־לִ֤י נַפְשִׁי֙ בִּשְׁאֵ֣לָתִ֔י וְעַמִּ֖י בְּבַקָּשָׁתִֽי׃
4 כִּ֤י נִמְכַּ֙רְנוּ֙ אֲנִ֣י וְעַמִּ֔י לְהַשְׁמִ֖יד לַהֲר֣וֹג וּלְאַבֵּ֑ד וְ֠אִלּוּ לַעֲבָדִ֨ים וְלִשְׁפָח֤וֹת נִמְכַּ֙רְנוּ֙ הֶחֱרַ֔שְׁתִּי כִּ֣י אֵ֥ין הַצָּ֛ר שֹׁוֶ֖ה בְּנֵ֥זֶק הַמֶּֽלֶךְ׃
5 וַיֹּ֙אמֶר֙ הַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֔וֹשׁ וַיֹּ֖אמֶר לְאֶסְתֵּ֣ר הַמַּלְכָּ֑ה מִ֣י ה֥וּא זֶה֙ וְאֵֽי־זֶ֣ה ה֔וּא אֲשֶׁר־מְלָא֥וֹ לִבּ֖וֹ לַעֲשׂ֥וֹת כֵּֽן׃
6 וַתֹּ֤אמֶר אֶסְתֵּר֙ אִ֣ישׁ צַ֣ר וְאוֹיֵ֔ב הָמָ֥ן הָרָ֖ע הַזֶּ֑ה וְהָמָ֣ן נִבְעַ֔ת מִלִּפְנֵ֥י הַמֶּ֖לֶךְ וְהַמַּלְכָּֽה׃
7 וְהַמֶּ֜לֶךְ קָ֤ם בַּחֲמָתוֹ֙ מִמִּשְׁתֵּ֣ה הַיַּ֔יִן אֶל־גִּנַּ֖ת הַבִּיתָ֑ן וְהָמָ֣ן עָמַ֗ד לְבַקֵּ֤שׁ עַל־נַפְשׁוֹ֙ מֵֽאֶסְתֵּ֣ר הַמַּלְכָּ֔ה כִּ֣י רָאָ֔ה כִּֽי־כָלְתָ֥ה אֵלָ֛יו הָרָעָ֖ה מֵאֵ֥ת הַמֶּֽלֶךְ׃
8 וְהַמֶּ֡לֶךְ שָׁב֩ מִגִּנַּ֨ת הַבִּיתָ֜ן אֶל־בֵּ֣ית׀ מִשְׁתֵּ֣ה הַיַּ֗יִן וְהָמָן֙ נֹפֵ֔ל עַל־הַמִּטָּה֙ אֲשֶׁ֣ר אֶסְתֵּ֣ר עָלֶ֔יהָ וַיֹּ֣אמֶר הַמֶּ֔לֶךְ הֲ֠גַם לִכְבּ֧וֹשׁ אֶת־הַמַּלְכָּ֛ה עִמִּ֖י בַּבָּ֑יִת הַדָּבָ֗ר יָצָא֙ מִפִּ֣י הַמֶּ֔לֶךְ וּפְנֵ֥י הָמָ֖ן חָפֽוּ׃
9 וַיֹּ֣אמֶר חַ֠רְבוֹנָה אֶחָ֨ד מִן־הַסָּרִיסִ֜ים לִפְנֵ֣י הַמֶּ֗לֶךְ גַּ֣ם הִנֵּה־הָעֵ֣ץ אֲשֶׁר־עָשָׂ֪ה הָמָ֟ן לְֽמָרְדֳּכַ֞י אֲשֶׁ֧ר דִּבֶּר־ט֣וֹב עַל־הַמֶּ֗לֶךְ עֹמֵד֙ בְּבֵ֣ית הָמָ֔ן גָּבֹ֖הַּ חֲמִשִּׁ֣ים אַמָּ֑ה וַיֹּ֤אמֶר הַמֶּ֙לֶךְ֙ תְּלֻ֣הוּ עָלָ֔יו׃
10 וַיִּתְלוּ֙ אֶת־הָמָ֔ן עַל־הָעֵ֖ץ אֲשֶׁר־הֵכִ֣ין לְמָרְדֳּכָ֑י וַחֲמַ֥ת הַמֶּ֖לֶךְ שָׁכָֽכָה׃
Capítulo 8
El edicto a favor de los judíos
LBLA
1 Aquel mismo día el rey Asuero dio a la reina Ester la casa de Amán, enemigo de los judíos; y Mardoqueo vino delante del rey, porque Ester le había declarado qué era él para ella.
2 El rey se quitó el anillo que había tomado de Amán y lo dio a Mardoqueo. Y Ester puso a Mardoqueo sobre la casa de Amán.
3 Volvió Ester a hablar delante del rey, y se postró a sus pies, llorando y suplicándole que revocara la maldad de Amán el agagueo y su plan que había tramado contra los judíos.
4 Entonces el rey extendió el cetro de oro hacia Ester, y Ester se levantó y se puso delante del rey.
5 Y dijo: «Si place al rey, y si he hallado favor ante él, y si el asunto parece recto al rey, y yo soy agradable a sus ojos, que se escriba para revocar las cartas tramadas por Amán hijo de Hamedata el agagueo, que escribió para destruir a los judíos que están en todas las provincias del rey.
6 Porque ¿cómo podré ver la calamidad que caerá sobre mi pueblo? ¿Cómo podré ver la destrucción de mis parientes?».
7 Entonces el rey Asuero dijo a la reina Ester y a Mardoqueo el judío: «He aquí, he dado a Ester la casa de Amán, y a él lo han colgado en la horca por haber extendido su mano contra los judíos.
8 Vosotros, pues, escribid acerca de los judíos como bien os parezca en nombre del rey, y selladlo con el anillo del rey; porque un documento que se escribe en nombre del rey y se sella con el anillo del rey no puede ser revocado».
9 Entonces fueron llamados los escribas del rey en aquel tiempo, en el mes tercero (es decir, el mes de Siván), el día veintitrés; y conforme a todo lo que ordenó Mardoqueo se escribió a los judíos, y a los sátrapas, a los gobernadores y a los príncipes de las provincias que se extendían desde la India hasta Etiopía, ciento veintisiete provincias, a cada provincia según su escritura, y a cada pueblo según su lengua, y a los judíos según su escritura y según su lengua.
10 Y escribió en nombre del rey Asuero y lo selló con el anillo del rey, y envió cartas por medio de correos montados en caballos veloces procedentes de los establos reales.
11 En ellas el rey concedía a los judíos que estaban en cada ciudad el derecho de reunirse y defenderse, de destruir, matar y exterminar a cualquier ejército de un pueblo o provincia que los atacara, a ellos, sus niños y mujeres, y de apoderarse de sus bienes como botín,
12 en un mismo día en todas las provincias del rey Asuero, en el día trece del mes duodécimo (es decir, el mes de Adar).
13 Y una copia del edicto que había de promulgarse como ley en cada provincia fue publicada a todos los pueblos, a fin de que los judíos estuvieran preparados para ese día para vengarse de sus enemigos.
14 Los correos, montados en caballos veloces procedentes de los establos reales, salieron urgentemente por orden del rey, y el edicto fue promulgado en Susa, la capital.
15 Y Mardoqueo salió de la presencia del rey con vestiduras reales de azul y blanco, con una gran corona de oro y un manto de lino fino y púrpura; y la ciudad de Susa gritaba de alegría.
16 Para los judíos hubo luz y alegría, gozo y honra.
17 Y en cada provincia y en cada ciudad, donde llegó el mandato del rey y su decreto, hubo alegría y regocijo para los judíos, banquete y día de fiesta. Y muchos de entre los pueblos de la tierra se hacían judíos, porque el temor a los judíos había caído sobre ellos.
WLC
1 בַּיּ֣וֹם הַה֗וּא נָתַ֞ן הַמֶּ֤לֶךְ אֲחַשְׁוֵרוֹשׁ֙ לְאֶסְתֵּ֣ר הַמַּלְכָּ֔ה אֶת־בֵּ֥ית הָמָ֖ן צֹרֵ֣ר הַיְּהוּדִ֑ים וּמָרְדֳּכַ֗י בָּ֚א לִפְנֵ֣י הַמֶּ֔לֶךְ כִּֽי־הִגִּ֥ידָה אֶסְתֵּ֖ר מַ֥ה הוּא־לָֽהּ׃
2 וַיָּ֨סַר הַמֶּ֜לֶךְ אֶת־טַבַּעְתּ֗וֹ אֲשֶׁ֤ר הֶֽעֱבִיר֙ מֵֽהָמָ֔ן וַֽיִּתְּנָ֖הּ לְמָרְדֳּכָ֑י וַתָּ֧שֶׂם אֶסְתֵּ֛ר אֶֽת־מָרְדֳּכַ֖י עַל־בֵּ֥ית הָמָֽן׃
3 וַתּ֣וֹסֶף אֶסְתֵּ֗ר וַתְּדַבֵּר֙ לִפְנֵ֣י הַמֶּ֔לֶךְ וַתִּפֹּ֖ל לִפְנֵ֣י רַגְלָ֑יו וַתֵּ֣בְךְּ וַתִּתְחַנֶּן־ל֗וֹ לְהַֽעֲבִיר֙ אֶת־רָעַת֙ הָמָ֣ן הָֽאֲגָגִ֔י וְאֵת֙ מַֽחֲשַׁבְתּ֔וֹ אֲשֶׁ֥ר חָשַׁ֖ב עַל־הַיְּהוּדִֽים׃
4 וַיּ֤וֹשֶׁט הַמֶּ֙לֶךְ֙ לְאֶסְתֵּ֔ר אֵ֖ת שַׁרְבִ֣יט הַזָּהָ֑ב וַתָּ֣קָם אֶסְתֵּ֔ר וַֽתַּעֲמֹ֖ד לִפְנֵ֥י הַמֶּֽלֶךְ׃
5 וַתֹּ֜אמֶר אִם־עַל־הַמֶּ֣לֶךְ ט֗וֹב וְאִם־מָצָ֧אתִי חֵ֣ן לְפָנָ֗יו וְכָשֵׁ֤ר הַדָּבָר֙ לִפְנֵ֣י הַמֶּ֔לֶךְ וְטוֹבָ֥ה אֲנִ֖י בְּעֵינָ֑יו יִכָּתֵ֞ב לְהָשִׁ֣יב אֶת־הַסְּפָרִ֗ים מַחֲשֶׁ֜בֶת הָמָ֤ן בֶּֽן־הַמְּדָ֙תָא֙ הָאֲגָגִ֔י אֲשֶׁ֣ר כָּתַ֗ב לְאַבֵּד֙ אֶת־הַיְּהוּדִ֔ים אֲשֶׁ֖ר בְּכָל־מְדִינ֥וֹת הַמֶּֽלֶךְ׃
6 כִּ֠י אֵיכָכָ֤ה אוּכַל֙ וְֽרָאִ֔יתִי בָּרָעָ֖ה אֲשֶׁר־יִמְצָ֣א אֶת־עַמִּ֑י וְאֵֽיכָכָ֤ה אוּכַל֙ וְֽרָאִ֔יתִי בְּאָבְדַ֖ן מוֹלַדְתִּֽי׃
7 וַיֹּ֨אמֶר הַמֶּ֤לֶךְ אֲחַשְׁוֵרֹשׁ֙ לְאֶסְתֵּ֣ר הַמַּلְכָּ֔ה וּֽלְמָרְדֳּכַ֖י הַיְּהוּדִ֑י הִנֵּ֨ה בֵית־הָמָ֜ן נָתַ֣תִּי לְאֶסְתֵּ֗ר וְאֹתוֹ֙ תָּל֣וּ עַל־הָעֵ֔ץ עַ֛ל אֲשֶׁר־שָׁלַ֥ח יָד֖וֹ ביהודיים [בַּיְּהוּדִֽים׃]
8 וְ֠אַתֶּם כִּתְב֨וּ עַל־הַיְּהוּדִ֜ים כַּטּ֤וֹב בְּעֵֽינֵיכֶם֙ בְּשֵׁ֣ם הַמֶּ֔לֶךְ וְחִתְמ֖וּ בְּטַבַּ֣עַת הַמֶּ֑לֶךְ כִּֽי־כְתָ֞ב אֲשֶׁר־נִכְתָּ֣ב בְּשֵׁם־הַמֶּ֗לֶךְ וְנַחְתּ֛וֹם בְּטַבַּ֥עַת הַמֶּ֖לֶךְ אֵ֥ין לְהָשִֽׁיב׃
9 וַיִּקָּרְא֣וּ סֹפְרֵֽי־הַמֶּ֣לֶךְ בָּֽעֵת־הַ֠הִיא בַּחֹ֨דֶשׁ הַשְּׁלִישִׁ֜י הוּא־חֹ֣דֶשׁ סִיוָ֗ן בִּשְׁלוֹשָׁ֣ה וְעֶשְׂרִים֮ בּוֹ֒ וַיִּכָּתֵ֣ב כְּֽכָל־אֲשֶׁר־צִוָּ֣ה מָרְדֳּכַ֣י אֶל־הַיְּהוּדִ֡ים וְאֶ֣ל הָאֲחַשְׁדַּרְפְּנִֽים־וְהַפַּחוֹת֩ וְשָׂרֵ֨י הַמְּדִינ֜וֹת אֲשֶׁ֣ר׀ מֵהֹ֣דּוּ וְעַד־כּ֗וּשׁ שֶׁ֣בַע וְעֶשְׂרִ֤ים וּמֵאָה֙ מְדִינָ֔ה מְדִינָ֤ה וּמְדִינָה֙ כִּכְתָבָ֔הּ וְעַ֥ם וָעָ֖ם כִּלְשֹׁנ֑וֹ וְאֶ֨ל־הַיְּהוּדִ֔ים כִּכְתָבָ֖ם וְכִלְשׁוֹנָֽם׃
10 וַיִּכְתֹּ֗ב בְּשֵׁם֙ הַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵרֹ֔שׁ וַיַּחְתֹּ֖ם בְּטַבַּ֣עַת הַמֶּ֑לֶךְ וַיִּשְׁלַ֣ח סְפָרִ֡ים בְּיַד֩ הָרָצִ֨ים בַּסּוּסִ֜ים רֹכְבֵ֤י הָרֶ֙כֶשׁ֙ הָֽאֲחַשְׁתְּרָנִ֔ים בְּנֵ֖י הָֽרַמָּכִֽים׃
11 אֲשֶׁר֩ נָתַ֨ן הַמֶּ֜לֶךְ לַיְּהוּדִ֣ים׀ אֲשֶׁ֣ר בְּכָל־עִיר־וָעִ֗יר לְהִקָּהֵל֮ וְלַעֲמֹ֣ד עַל־נַפְשָׁם֒ לְהַשְׁמִיד֩ וְלַהֲרֹ֨ג וּלְאַבֵּ֜ד אֶת־כָּל־חֵ֨יל עַ֧ם וּמְדִינָ֛ה הַצָּרִ֥ים אֹתָ֖ם טַ֣ף וְנָשִׁ֑ים וּשְׁלָלָ֖ם לָבֽוֹז׃
12 בְּי֣וֹם אֶחָ֔ד בְּכָל־מְדִינ֖וֹת הַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֑וֹשׁ בִּשְׁלוֹשָׁ֥ה עָשָׂ֛ר לְחֹ֥דֶשׁ שְׁנֵים־עָשָׂ֖ר הוּא־חֹ֥דֶשׁ אֲדָֽר׃
13 פַּתְשֶׁ֣גֶן הַכְּתָ֗ב לְהִנָּ֤תֵֽן דָּת֙ בְּכָל־מְדִינָ֣ה וּמְדִינָ֔ה גָּל֖וּי לְכָל־הָעַמִּ֑ים וְלִהְי֨וֹת היהודיים [הַיְּהוּדִ֤ים] עתודים [עֲתִידִים֙] לַיּ֣וֹם הַזֶּ֔ה לְהִנָּקֵ֖ם מֵאֹיְבֵיהֶֽם׃
14 הָרָצִ֞ים רֹכְבֵ֤י הָרֶ֙כֶשׁ֙ הָֽאֲחַשְׁתְּרָנִ֔ים יָֽצְא֛וּ מְבֹהָלִ֥ים וּדְחוּפִ֖ים בִּדְבַ֣ר הַמֶּ֑לֶךְ וְהַדָּ֥ת נִתְּנָ֖ה בְּשׁוּשַׁ֥ן הַבִּירָֽה׃
15 וּמָרְדֳּכַ֞י יָצָ֣א׀ מִלִּפְנֵ֣י הַמֶּ֗לֶךְ בִּלְב֤וּשׁ מַלְכוּת֙ תְּכֵ֣לֶת וָח֔וּר וַעֲטֶ֤רֶת זָהָב֙ גְּדוֹלָ֔ה וְתַכְרִ֥יךְ בּ֖וּץ וְאַרְגָּמָ֑ן וְהָעִ֣יר שׁוּשָׁ֔ן צָהֲלָ֖ה וְשָׂמֵֽחָה׃
16 לַיְּהוּדִ֕ים הָֽיְתָ֥ה אוֹרָ֖ה וְשִׂמְחָ֑ה וְשָׂשֹׂ֖ן וִיקָֽר׃
17 וּבְכָל־מְדִינָ֨ה וּמְדִינָ֜ה וּבְכָל־עִ֣יר וָעִ֗יר מְקוֹם֙ אֲשֶׁ֨ר דְּבַר־הַמֶּ֤לֶךְ וְדָתוֹ֙ מַגִּ֔יעַ שִׂמְחָ֤ה וְשָׂשׂוֹן֙ לַיְּהוּדִ֔ים מִשְׁתֶּ֖ה וְי֣וֹם ט֑וֹב וְרַבִּ֞ים מֵֽעַמֵּ֤י הָאָ֙רֶץ֙ מִֽתְיַהֲדִ֔ים כִּֽי־נָפַ֥ל פַּֽחַד־הַיְּהוּדִ֖ים עֲלֵיהֶֽם׃
Capítulo 9
Los judíos se defienden
LBLA
1 En el mes duodécimo, que es el mes de Adar, el día trece del mismo, cuando la palabra del rey y su decreto estaban a punto de ejecutarse, el mismo día en que los enemigos de los judíos esperaban enseñorearse de ellos, sucedió lo contrario, porque los judíos fueron los que se enseñorearon de los que los odiaban.
2 Los judíos se reunieron en sus ciudades en todas las provincias del rey Asuero para echar mano a los que buscaban su mal; y nadie podía resistirles, porque el temor a ellos había caído sobre todos los pueblos.
3 Y todos los príncipes de las provincias, los sátrapas, los gobernadores y los que hacían la obra del rey, apoyaban a los judíos, porque el temor a Mardoqueo había caído sobre ellos.
4 Porque Mardoqueo era grande en la casa del rey, y su fama se extendía por todas las provincias, pues el hombre Mardoqueo iba engrandeciéndose más y más.
5 Y los judíos hirieron a todos sus enemigos a filo de espada con matanza y destrucción, e hicieron con sus enemigos como quisieron.
6 Y en Susa la capital los judíos mataron y destruyeron a quinientos hombres.
7 Mataron también a Parsandata, Dalfón, Aspata,
8 Porata, Adalia, Aridata,
9 Parmasta, Arisai, Aridai y Vayzata,
10 los diez hijos de Amán, hijo de Hamedata, enemigo de los judíos, pero no echaron mano a sus bienes.
11 Aquel mismo día llegó a conocimiento del rey el número de los que habían sido muertos en Susa la capital.
12 Y dijo el rey a la reina Ester: En Susa la capital los judíos han matado y destruido a quinientos hombres y a los diez hijos de Amán. ¿Qué habrán hecho en las demás provincias del rey? ¿Cuál, pues, es tu petición? Te será concedida. ¿O qué más deseas? También se hará.
13 Entonces dijo Ester: Si place al rey, concédase también mañana a los judíos en Susa que hagan conforme al decreto de hoy; y que cuelguen en la horca a los diez hijos de Amán.
14 Y ordenó el rey que así se hiciera; y fue promulgado un decreto en Susa, y colgaron a los diez hijos de Amán.
15 Y los judíos que estaban en Susa se reunieron también el catorce del mes de Adar y mataron en Susa a trescientos hombres, pero no echaron mano a sus bienes.
16 Y los demás judíos que estaban en las provincias del rey se reunieron para defender sus vidas y tuvieron reposo de sus enemigos, y mataron a setenta y cinco mil de los que los odiaban; pero no echaron mano a sus bienes.
17 Esto sucedió el día trece del mes de Adar, y el día catorce descansaron y lo hicieron día de banquete y de regocijo.
18 Pero los judíos que estaban en Susa se reunieron el trece y el catorce del mismo mes, y el quince descansaron y lo hicieron día de banquete y de regocijo.
19 Por tanto, los judíos de las aldeas, que habitan en las ciudades no amuralladas, hacen del día catorce del mes de Adar un día de alegría y banquete, un día de regocijo y de enviar porciones unos a otros.
20 Y Mardoqueo escribió estos acontecimientos, y envió cartas a todos los judíos que estaban en todas las provincias del rey Asuero, cercanas y lejanas,
21 ordenándoles que celebraran el día catorce del mes de Adar, y el día quince del mismo, cada año,
22 como días en que los judíos tuvieron reposo de sus enemigos, y como el mes que fue cambiado de tristeza en alegría y de duelo en día festivo, a fin de que los celebraran como días de banquete y de regocijo, y para enviar porciones unos a otros y dádivas a los pobres.
23 Y los judíos aceptaron hacer lo que ya habían comenzado, como Mardoqueo les había escrito.
24 Porque Amán, hijo de Hamedata, el agagueo, enemigo de todos los judíos, había ideado contra los judíos un plan para destruirlos, y había echado Pur, es decir, la suerte, para consumirlos y acabar con ellos.
25 Pero cuando Ester se presentó ante el rey, él ordenó por escrito que el perverso plan que Amán había ideado contra los judíos recayera sobre su propia cabeza, y que él y sus hijos fueran colgados en la horca.
26 Por eso llamaron a estos días Purim, por el nombre Pur. Por tanto, a causa de todo lo escrito en esta carta, y de lo que ellos habían visto sobre esto y lo que les había acontecido,
27 los judíos establecieron y tomaron sobre sí, sobre su descendencia y sobre todos los que se unieran a ellos, que no dejarían de celebrar estos dos días según se había escrito acerca de ellos y conforme a su tiempo señalado, cada año.
28 Y que estos días serían recordados y celebrados por todas las generaciones, en cada familia, cada provincia y cada ciudad; que estos días de Purim no dejarían de ser observados por los judíos, y que el recuerdo de ellos no cesaría entre sus descendientes.
29 Y la reina Ester, hija de Abihail, y Mardoqueo el judío, escribieron con toda autoridad para confirmar esta segunda carta acerca de Purim.
30 Y envió cartas a todos los judíos, a las ciento veintisiete provincias del reino de Asuero, palabras de paz y de verdad,
31 para establecer estos días de Purim en sus tiempos señalados, tal como Mardoqueo el judío y la reina Ester habían establecido para ellos, y como ellos habían establecido para sí mismos y para su descendencia, los tiempos de ayuno y de su clamor.
32 Y el mandato de Ester confirmó estas normas acerca de Purim, y fue escrito en un libro.
WLC
1 וּבִשְׁנֵים֩ עָשָׂ֨ר חֹ֜דֶשׁ הוּא־חֹ֣דֶשׁ אֲדָ֗ר בִּשְׁלוֹשָׁ֨ה עָשָׂ֥ר יוֹם֙ בּ֔וֹ אֲשֶׁ֨ר הִגִּ֧יעַ דְּבַר־הַמֶּ֛לֶךְ וְדָת֖וֹ לְהֵעָשׂ֑וֹת בַּיּ֗וֹם אֲשֶׁ֨ר שִׂבְּר֜וּ אֹיְבֵ֤י הַיְּהוּדִים֙ לִשְׁל֣וֹט בָּהֶ֔ם וְנַהֲפ֣וֹךְ׀ ה֔וּא אֲשֶׁ֨ר יִשְׁלְט֧וּ הַיְּהוּדִ֛ים הֵ֖מָּה בְּשֹׂנְאֵיהֶֽם׃
2 נִקְהֲל֨וּ הַיְּהוּדִ֜ים בְּעָרֵיהֶ֗ם בְּכָל־מְדִינוֹת֙ הַמֶּ֣לֶךְ אֳחַשְׁוֵר֔וֹשׁ לִשְׁלֹ֣חַ יָ֔ד בִּמְבַקְשֵׁ֖י רָֽעָתָ֑ם וְאִישׁ֙ לֹא־עָמַ֣ד לִפְנֵיהֶ֔ם כִּֽי־נָפַ֥ל פַּחְדָּ֖ם עַל־כָּל־הָעַמִּֽים׃
3 וְכָל־שָׂרֵ֨י הַמְּדִינ֜וֹת וְהָאֲחַשְׁדַּרְפְּנִ֣ים וְהַפַּח֗וֹת וְעֹשֵׂ֤י הַמְּלָאכָה֙ אֲשֶׁ֣ר לַמֶּ֔לֶךְ מְנַשְּׂאִ֖ים אֶת־הַיְּהוּדִ֑ים כִּֽי־נָפַ֥ל פַּֽחַד־מָרְדֳּכַ֖י עֲלֵיהֶֽם׃
4 כִּֽי־גָ֤דוֹל מָרְדֳּכַי֙ בְּבֵ֣ית הַמֶּ֔לֶךְ וְשָׁמְע֖וֹ הוֹלֵ֣ךְ בְּכָל־הַמְּדִינ֑וֹת כִּֽי־הָאִ֥ישׁ מָרְדֳּכַ֖י הוֹלֵ֥ךְ וְגָדֽוֹל׃
5 וַיַּכּ֤וּ הַיְּהוּדִים֙ בְּכָל־אֹ֣יְבֵיהֶ֔ם מַכַּת־חֶ֥רֶב וְהֶ֖רֶג וְאַבְדָ֑ן וַיַּֽעֲשׂ֥וּ בְשֹׂנְאֵיהֶ֖ם כִּרְצוֹנָֽם׃
6 וּבְשׁוּשָׁ֣ן הַבִּירָ֗ה הָרְג֤וּ הַיְּהוּדִים֙ וְאַבֵּ֔ד חֲמֵ֥שׁ מֵא֖וֹת אִֽישׁ׃
7 וְאֵ֧ת׀ פַּרְשַׁנְדָּ֛תָא וְאֵ֥ת׀ דַּֽלְפ֖וֹן וְאֵ֥ת׀ אַסְפָּֽתָא׃
8 וְאֵ֧ת׀ פּוֹרָ֛תָא וְאֵ֥ת׀ אֲדַלְיָ֖א וְאֵ֥ת׀ אֲרִידָֽתָא׃
9 וְאֵ֤ת׀ פַּרְמַ֙שְׁתָּא֙ וְאֵ֣ת׀ אֲרִיסַ֔י וְאֵ֥ת׀ אֲרִדַ֖י וְאֵ֥ת׀ וַיְזָֽתָא׃
10 עֲ֠שֶׂרֶת בְּנֵ֨י הָמָ֧ן בֶּֽן־הַמְּדָ֛תָא צֹרֵ֥ר הַיְּהוּדִ֖ים הָרָ֑גוּ וּבַ֨בִּזָּ֔ה לֹ֥א שָׁלְח֖וּ אֶת־יָדָֽם׃
11 בַּיּ֣וֹם הַה֗וּא בָּ֣א מִסְפַּ֧ר הַֽהֲרוּגִ֛ים בְּשׁוּשָׁ֥ן הַבִּירָ֖ה לִפְנֵ֥י הַמֶּֽלֶךְ׃
12 וַיֹּ֨אמֶר הַמֶּ֜לֶךְ לְאֶסְתֵּ֣ר הַמַּלְכָּ֗ה בְּשׁוּשַׁ֣ן הַבִּירָ֡ה הָרְג֣וּ הַיְּהוּדִ֣ים וְאַבֵּ֡ד חֲמֵשׁ־מֵא֣וֹת אִ֡ישׁ וְאֵת֩ עֲשֶׂ֨רֶת בְּנֵ֤י־הָמָן֙ בְּשָׁרֵ֣י הַמְּדִינ֔וֹת מֶ֥ה עָשׂ֖וּ וּמַה־שְּׁאֵֽלָתֵ֑ךְ וְיִנָּ֣תֵֽן לָ֔ךְ וּמַה־בַּקָּשָׁתֵ֥ךְ ע֖וֹד וְתֵעָֽשׂ׃
13 וַתֹּ֤אמֶר אֶסְתֵּר֙ אִם־עַל־הַמֶּ֣לֶךְ ט֔וֹב יִנָּתֵ֣ן גַּם־מָחָ֗ר לַיְּהוּדִים֙ אֲשֶׁ֣ר בְּשׁוּשָׁ֔ן לַעֲשׂ֖וֹת כְּדָ֣ת הַיּ֑וֹם וְאֵ֛ת עֲשֶׂ֥רֶת בְּנֵֽי־הָמָ֖ן יִתְל֥וּ עַל־הָעֵֽץ׃
14 וַיֹּ֤אמֶר הַמֶּ֙לֶךְ֙ לְהֵֽעָשׂ֣וֹת כֵּ֔ן וַתִּנָּתֵ֥ן דָּ֖ת בְּשׁוּשָׁ֑ן וְאֵ֛ת עֲשֶׂ֥רֶת בְּנֵֽי־הָמָ֖ן תָּלֽוּ׃
15 וַיִּֽקָּהֲל֞וּ היהודיים [הַיְּהוּדִ֣ים] אֲשֶׁר־בְּשׁוּשָׁ֗ן גַּ֠ם בְּי֣וֹם אַרְבָּעָ֤ה עָשָׂר֙ לְחֹ֣דֶשׁ אֲדָ֔ר וַיַּֽהַרְג֣וּ בְשׁוּשָׁ֔ן שְׁלֹ֥שׁ מֵא֖וֹת אִ֑ישׁ וּבַ֨בִּזָּ֔ה לֹ֥א שָׁלְח֖וּ אֶת־יָדָֽם׃
16 וּשְׁאָ֣ר הַיְּהוּדִ֡ים אֲשֶׁר֩ בִּמְדִינ֨וֹת הַמֶּ֜לֶךְ נִקְהֲל֣וּ׀ וְעָמֹ֣ד עַל־נַפְשָׁ֗ם וְנ֙וֹחַ֙ מֵאֹ֣יְבֵיהֶ֔ם וְהָרֹג֙ בְּשֹׂ֣נְאֵיהֶ֔ם חֲמִשָּׁ֥ה וְשִׁבְעִ֖ים אָ֑לֶף וּבַ֨בִּזָּ֔ה לֹ֥א שָֽׁלְח֖וּ אֶת־יָדָֽם׃
17 בְּיוֹם־שְׁלוֹשָׁ֥ה עָשָׂ֖ר לְחֹ֣דֶשׁ אֲדָ֑ר וְנ֗וֹחַ בְּאַרְבָּעָ֤ה עָשָׂר֙ בּ֔וֹ וְעָשֹׂ֣ה אֹת֔וֹ י֖וֹם מִשְׁתֶּ֥ה וְשִׂמְחָֽה׃
18 וְהַיְּהוּדִ֣ים אֲשֶׁר־בְּשׁוּשָׁ֗ן נִקְהֲל֙וּ בִּשְׁלוֹשָׁ֤ה עָשָׂר֙ בּ֔וֹ וּבְאַרְבָּעָ֥ה עָשָׂ֖ר בּ֑וֹ וְנ֗וֹחַ בַּחֲמִשָּׁ֤ה עָשָׂר֙ בּ֔וֹ וְעָשֹׂ֣ה אֹת֔וֹ י֖וֹם מִשְׁתֶּ֥ה וְשִׂמְחָֽה׃
19 עַל־כֵּ֞ן הַיְּהוּדִ֣ים הפרוזים [הַפְּרָזִ֗ים] הַיֹּשְׁבִים֮ בְּעָרֵ֣י הַפְּרָזוֹת֒ עֹשִׂ֗ים אֵ֠ת י֣וֹם אַרְבָּעָ֤ה עָשָׂר֙ לְחֹ֣דֶשׁ אֲדָ֔ר שִׂמְחָ֥ה וּמִשְׁתֶּ֖ה וְי֣וֹם ט֑וֹב וּמִשְׁל֥וֹחַ מָנ֖וֹת אִ֥ישׁ לְרֵעֵֽהוּ׃
20 וַיִּכְתֹּ֣ב מָרְדֳּכַ֔י אֶת־הַדְּבָרִ֖ים הָאֵ֑לֶּה וַיִּשְׁלַ֨ח סְפָרִ֜ים אֶל־כָּל־הַיְּהוּדִ֗ים אֲשֶׁר֙ בְּכָל־מְדִינוֹת֙ הַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֔וֹשׁ הַקְּרוֹבִ֖ים וְהָרְחוֹקִֽים׃
21 לְקַיֵּ֡ם עֲלֵיהֶם֩ לִהְי֨וֹת עֹשִׂ֜ים אֵ֣ת י֣וֹם אַרְבָּעָ֤ה עָשָׂר֙ לְחֹ֣דֶשׁ אֲדָ֔ר וְאֵ֛ת יוֹם־חֲמִשָּׁ֥ה עָשָׂ֖ר בּ֑וֹ בְּכָל־שָׁנָ֖ה וְשָׁנָֽה׃
22 כַּיָּמִ֗ים אֲשֶׁר־נָ֨חוּ בָהֶ֤ם הַיְּהוּדִים֙ מֵא֣וֹיְבֵיהֶ֔ם וְהַחֹ֗דֶשׁ אֲשֶׁר֩ נֶהְפַּ֨ךְ לָהֶ֤ם מִיָּגוֹן֙ לְשִׂמְחָ֔ה וּמֵאֵ֖בֶל לְי֣וֹם ט֑וֹב לַעֲשׂ֣וֹת אוֹתָ֗ם יְמֵי֙ מִשְׁתֶּ֣ה וְשִׂמְחָ֔ה וּמִשְׁל֤וֹחַ מָנוֹת֙ אִ֣ישׁ לְרֵעֵ֔הוּ וּמַתָּנ֖וֹת לָֽאֶבְיוֹנִֽים׃
23 וְקִבֵּל֙ הַיְּהוּדִ֔ים אֵ֥ת אֲשֶׁר־הֵחֵ֖לּוּ לַעֲשׂ֑וֹת וְאֵ֛ת אֲשֶׁר־כָּתַ֥ב מָרְדֳּכַ֖י אֲלֵיהֶֽם׃
24 כִּי֩ הָמָ֨ן בֶּֽן־הַמְּדָ֜תָא הָאֲגָגִ֗י צֹרֵר֙ כָּל־הַיְּהוּדִ֔ים חָשַׁ֥ב עַל־הַיְּהוּדִ֖ים לְאַבְּדָ֑ם וְהִפִּ֥יל פּוּר֙ ה֣וּא הַגּוֹרָ֔ל לְהֻמָּ֖ם וּֽלְאַבְּדָֽם׃
25 וּבְבֹאָהּ֮ לִפְנֵ֣י הַמֶּלֶךְ֒ אָמַ֣ר עִם־הַסֵּ֔פֶר יָשׁ֞וּב מַחֲשַׁבְתּ֧וֹ הָרָעָ֛ה אֲשֶׁר־חָשַׁ֥ב עַל־הַיְּהוּדִ֖ים עַל־רֹאשׁ֑וֹ וְתָל֥וּ אֹת֛וֹ וְאֶת־בָּנָ֖יו עַל־הָעֵֽץ׃
26 עַל־כֵּ֡ן קָֽרְאוּ֩ לַיָּמִ֨ים הָאֵ֤לֶּה פוּרִים֙ עַל־שֵׁ֣ם הַפּ֔וּר עַל־כֵּ֕ן עַל־כָּל־דִּבְרֵ֖י הָאִגֶּ֣רֶת הַזֹּ֑את וּמָֽה־רָא֣וּ עַל־כָּ֔כָה וּמָ֥ה הִגִּ֖יעַ אֲלֵיהֶֽם׃
27 קִיְּמ֣וּ וקבל [וְקִבְּל֣וּ] הַיְּהוּדִים֩׀ עֲלֵיהֶ֨ם׀ וְעַל־זַרְעָ֜ם וְעַ֨ל כָּל־הַנִּלְוִ֤ים עֲלֵיהֶם֙ וְלֹ֣א יַעֲב֔וֹר לִהְי֣וֹת עֹשִׂ֗ים אֵ֣ת שְׁנֵ֤י הַיָּמִים֙ הָאֵ֔לֶּה כִּכְתָבָ֖ם וְכִזְמַנָּ֑ם בְּכָל־שָׁנָ֖ה וְשָׁנָֽה׃
28 וְהַיָּמִ֣ים הָ֠אֵלֶּה נִזְכָּרִ֨ים וְנַעֲשִׂ֜ים בְּכָל־דּ֣וֹר וָד֗וֹר מִשְׁפָּחָה֙ וּמִשְׁפָּחָ֔ה מְדִינָ֥ה וּמְדִינָ֖ה וְעִ֣יר וָעִ֑יר וִימֵ֞י הַפּוּרִ֣ים הָאֵ֗לֶּה לֹ֤א יַֽעַבְרוּ֙ מִתּ֣וֹךְ הַיְּהוּדִ֔ים וְזִכְרָ֖ם לֹא־יָס֥וּף מִזַּרְעָֽם׃
29 וַ֠תִּכְתֹּב אֶסְתֵּ֨ר הַמַּלְכָּ֧ה בַת־אֲבִיחַ֛יִל וּמָרְדֳּכַ֥י הַיְּהוּדִ֖י אֶת־כָּל־תֹּ֑קֶף לְקַיֵּ֗ם אֵ֣ת אִגֶּ֧רֶת הַפּוּרִ֛ים הַזֹּ֖את הַשֵּׁנִֽית׃
30 וַיִּשְׁלַ֨ח סְפָרִ֜ים אֶל־כָּל־הַיְּהוּדִ֗ים אֶל־שֶׁ֨בַע וְעֶשְׂרִ֤ים וּמֵאָה֙ מְדִינָ֔ה מַלְכ֖וּת אֲחַשְׁוֵר֑וֹשׁ דִּבְרֵ֥י שָׁל֖וֹם וֶאֱמֶֽת׃
31 לְקַיֵּ֡ם אֶת־יְמֵי֩ הַפֻּרִ֨ים הָאֵ֜לֶּה בִּזְמַנֵּיהֶ֗ם כַּאֲשֶׁר֩ קִיַּ֨ם עֲלֵיהֶ֜ם מָרְדֳּכַ֤י הַיְּהוּדִי֙ וְאֶסְתֵּ֣ר הַמַּלְכָּ֔ה וְכַאֲשֶׁ֛ר קִיְּמ֥וּ עַל־נַפְשָׁ֖ם וְעַל־זַרְעָ֑ם דִּבְרֵ֥י הַצֹּמ֖וֹת וְזַעֲקָתָֽם׃
32 וּמַאֲמַ֣ר אֶסְתֵּ֔ר קִיַּ֕ם דִּבְרֵ֖י הַפֻּרִ֣ים הָאֵ֑לֶּה וְנִכְתָּ֖ב בַּסֵּֽפֶר׃
Capítulo 10
Grandeza de Mardoqueo
LBLA
1 Y el rey Asuero impuso tributo a la tierra y a las costas del mar.
2 Y todos los hechos de su poder y autoridad, y el relato completo de la grandeza de Mardoqueo, con que el rey le engrandeció, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Media y Persia?
3 Porque Mardoqueo el judío fue segundo después del rey Asuero, y grande entre los judíos y estimado por la multitud de sus hermanos, buscando el bien de su pueblo y hablando paz para todo su linaje.
WLC
1 וַיָּ֨שֶׂם הַמֶּ֧לֶךְ אחשרש [אֲחַשְׁוֵר֛וֹשׁ] מַ֛ס עַל־הָאָ֖רֶץ וְאִיֵּ֥י הַיָּֽם׃
2 וְכָל־מַעֲשֵׂ֤ה תָקְפּוֹ֙ וּגְב֣וּרָת֔וֹ וּפָרָשַׁת֙ גְּדֻלַּ֣ת מָרְדֳּכַ֔י אֲשֶׁ֥ר גִּדְּל֖וֹ הַמֶּ֑לֶךְ הֲלוֹא־הֵ֣ם כְּתוּבִ֗ים עַל־סֵ֙פֶר֙ דִּבְרֵ֣י הַיָּמִ֔ים לְמַלְכֵ֖י מָדַ֥י וּפָרָֽס׃
3 כִּ֣י׀ מָרְדֳּכַ֣י הַיְּהוּדִ֗י מִשְׁנֶה֙ לַמֶּ֣לֶךְ אֲחַשְׁוֵר֔וֹשׁ וְגָדוֹל֙ לַיְּהוּדִ֔ים וְרָצ֖וּי לְרֹ֣ב אֶחָ֑יו דֹּרֵ֥שׁ טוֹב֙ לְעַמּ֔וֹ וְדֹבֵ֥ר שָׁל֖וֹם לְכָל־זַרְעֽוֹ׃